Autoras/es: Marina Dragonetti (Contacto en Twitter: @misantapeluca para www.plazademayo.com) / Claudia Rafael
Lunes 7 de enero de 2013: Imer Flores de 12 años fue asesinado a golpes el viernes pasado en la localidad de Villa Río Bermejito. Por el momento, hay un sospechoso detenido, identificado como Nino Franco.
Los familiares exigieron ver el cuerpo y que el sospechoso esté
detenido. Ante la negativa de la comisaría de la zona, tomaron la sede
policial y hasta el día de hoy continúan haciendo guardia en la comisaría. Según informaron medios locales, el fiscal de turno ordenó una serie de allanamientos para confirmar el vínculo de Franco con la muerte.
“Indio de mierda” le habría gritado el gendarme
Cardozo a Ricardo Copyipé luego de atropellar a su pequeña nieta y su
mujer poco menos de un mes atrás. El viernes pasado, Imer Flores de 12 años fue víctima de otro feroz ataque que terminó con su vida.
Como otros jóvenes qom, Flores asistió a las festividades que inauguraban la temporada de verano en Villa Río Bermejito.
La localidad ubicada en El Impenetrable Chaqueño “se vestiría de gala”
para recibir a artistas invitados y a “una emorme cantidad de
turistas”, según anunciaron diarios locales. Imer salió de su casa
alrededor de las seis de la tarde con un grupo de amigos. Sería la
última vez que vería a su familia.
Ante la preocupación, se dio aviso a la policía y se comenzó una búsqueda entre familiares y miembros de la comunidad Qompi Naqona’a. El sábado a la mañana la policía encontró el cuerpo del joven a 500 metros de la playa de Río Bermejito. “Estaba totalmente golpeado, el rostro desfigurado”, relató Pablo Denardi miembro del consejo de Carashes de la zona. Su padre, que pudo verlo horas después en la comisaría vio cómo los golpes habían dejado a su hijo: “El malechor lo mató con un garrote”, aseguró su tío Miguel Flores. El único elemento para reconocer su identidad fue un trozo de piel en donde tenía un tatuaje que había sido removido. Un pájaro que sostiene la bandera de la comunidad, símbolo de la etnia qom.
¿Quién podría ensañarse de esa manera con un chico de 12 años?
Miembros de la comunidad fueron testigos de una pelea entre Imar y Nino Franco, un criollo que vive en el paraje El Colchón, momentos antes de la desaparición. A partir de las declaraciones, Franco fue demorado en la comisaría local y hasta el momento, es el único sospechoso. Según Miguel, el presunto atacante es conocido en la zona y protagonizó otros episodios violentos contra miembros de la comunidad, aunque se desconocen los motivos de la agresión.
El padre de Flores es miembro de la comunidad del Colchón, que intervino en una serie de protestas junto a otras organizaciones de El Impenetrable para demandar vivienda, salud, educación, temas alimentarios y territoriales: “No sabemos si esto tiene un agregado político o ideológico, lo que sí sabemos es que estaban buscando un aborigen para armar lío y que el hecho de discriminación está ahí”, agregó Denardi.
Sin agua ni alimentos, sin acceso a salud y a una vivienda digna, los habitantes de El Impenetrable son los ciudadanos olvidados de la provincia de Capitanich. Como otras localidades, “Bermejito” tiene varios antecedentes de agresiones y discriminación contra indígenas. En mayo de 2011 otro qom fue apuñalado por tres criollos casi en el mismo lugar en donde se lo encontró a Flores, a pocos meses del asesinato de otro miembro de la comunidad de apellido Galván. Hasta el intendente de la municipalidad, Lorenzo Heffner, se hizo eco en varias oportunidades de los prejuicios enquistados en la zona. “Viven inspirando lástima” y “Yo quiero la cultura del trabajo y estos desacatados me quieren echar”, habría declarado luego de las reiteradas denuncias por falta de agua, alimento y asistencia que habían producido la muerte de 11 aborígenes en menos de un mes, allá por 2007. En 2006 se le inició una causa penal por discriminación porque, según los damnificados, se negaba a atender a los aborígenes en la Municipalidad y lo hacía en la vereda, entre otras denuncias.
Cuando se conoció la noticia del asesinato de Imer Flores, la comunidad se dirigió a la comisaría para reclamar justicia. Según sabían, el cuerpo había sido trasladado hasta Castelli para realizar las pericias necesarias y Franco ya se encontraba demorado en la seccional. Sin embargo, la gente no lo creía. “Querían ver el cuerpo y si el matador estaba preso como decían”, explicó Miguel Flores. Cuando la policía se negó al pedido, se desató la furia: alrededor de 300 personas tomaron la comisaría y mantuvieron la medida de fuerza hasta que se envió personal de Infantería.
Hoy continúan haciendo guardia en la comisaría. Según informaron medios locales, el Fiscal de turno ordenó una serie de allanamientos para confirmar el vínculo de Franco con la muerte. La comunidad de Villa Río Bermejito está consternada, pero aseguran que no se irán hasta obtener una respuesta.
Comunicado sobre el tema en Red Latina Sin Fronteras:
Consejo de carashe del Impenetrable, provincia del Chaco:
Una ves mas naroqshe impregna de dolor y muerte al pueblo Qom. Qomi nagi estamos intentando integrar a naroqshe, entenderlo, qomi seque natagataq que es importante llevar bien entre todos y todas, respetando, pero naroqshe nuevamente nos agrede, un carcaia de la comunidad del colchón Imer Flores, de solo catorce años, integrante del consejo de carashe de bermejito fue asesinado a golpes la noche del viernes, ante este hecho el consejo de carashe advierte;
Que respetamos la justicia de naroqshe y sus leyes, pero si quienes hicieron las leyes las violan no pretendan que qomi saiten sus leyes, cuando para qomi kaika leyes donde se interprete las formas de entender y ver lo justo por el pueblo Qom.
Nuestro consejo a decidido que estos hechos no pueden quedar impunes, damos tiempo a naroqshe y al gobierno provincial para que demuestre a qomi que nagi los naroqshe ralagaik saiaten el pensamiento de qomi entonces las cosas pueden ser distintas y comprender al pueblo qom.
Si esto no sucede el consejo decidirá si continuara acatando y respetando leyes donde nunca el pueblo qom fue consultado, si naroqshe tiene sus leyes y no consulta, nos preguntamos por que nosotros debemos consultar.
Pero apostamos a que estos hechos puedan resolverse de una forma rápida y con justicia, no pedimos nada raro ni nuevo solo que los culpables sean juzgados y vayan a prisión.
El consejo esperara a ver con que tiempos y calendarios se maneja la justicia, sino entrará en otros tiempos y calendarios, como señalan nuestros carcañipi ltogoyeq.
Desde Impenetrable, Chaco, Consejo de Carashe
Contacto: 3624-641902
IMPORTANTE: Decidimos incluir en el comunicado palabras en nuestro idioma y no traducirlas, no es para ofender, sino para que sepan lo que por años hemos sentido nosotros al leer y no comprender, nuestro texto trata de mezclar las dos lenguas.
Fuente: Red Latina Sin Fronteras
Ante la preocupación, se dio aviso a la policía y se comenzó una búsqueda entre familiares y miembros de la comunidad Qompi Naqona’a. El sábado a la mañana la policía encontró el cuerpo del joven a 500 metros de la playa de Río Bermejito. “Estaba totalmente golpeado, el rostro desfigurado”, relató Pablo Denardi miembro del consejo de Carashes de la zona. Su padre, que pudo verlo horas después en la comisaría vio cómo los golpes habían dejado a su hijo: “El malechor lo mató con un garrote”, aseguró su tío Miguel Flores. El único elemento para reconocer su identidad fue un trozo de piel en donde tenía un tatuaje que había sido removido. Un pájaro que sostiene la bandera de la comunidad, símbolo de la etnia qom.
¿Quién podría ensañarse de esa manera con un chico de 12 años?
Miembros de la comunidad fueron testigos de una pelea entre Imar y Nino Franco, un criollo que vive en el paraje El Colchón, momentos antes de la desaparición. A partir de las declaraciones, Franco fue demorado en la comisaría local y hasta el momento, es el único sospechoso. Según Miguel, el presunto atacante es conocido en la zona y protagonizó otros episodios violentos contra miembros de la comunidad, aunque se desconocen los motivos de la agresión.
El padre de Flores es miembro de la comunidad del Colchón, que intervino en una serie de protestas junto a otras organizaciones de El Impenetrable para demandar vivienda, salud, educación, temas alimentarios y territoriales: “No sabemos si esto tiene un agregado político o ideológico, lo que sí sabemos es que estaban buscando un aborigen para armar lío y que el hecho de discriminación está ahí”, agregó Denardi.
Sin agua ni alimentos, sin acceso a salud y a una vivienda digna, los habitantes de El Impenetrable son los ciudadanos olvidados de la provincia de Capitanich. Como otras localidades, “Bermejito” tiene varios antecedentes de agresiones y discriminación contra indígenas. En mayo de 2011 otro qom fue apuñalado por tres criollos casi en el mismo lugar en donde se lo encontró a Flores, a pocos meses del asesinato de otro miembro de la comunidad de apellido Galván. Hasta el intendente de la municipalidad, Lorenzo Heffner, se hizo eco en varias oportunidades de los prejuicios enquistados en la zona. “Viven inspirando lástima” y “Yo quiero la cultura del trabajo y estos desacatados me quieren echar”, habría declarado luego de las reiteradas denuncias por falta de agua, alimento y asistencia que habían producido la muerte de 11 aborígenes en menos de un mes, allá por 2007. En 2006 se le inició una causa penal por discriminación porque, según los damnificados, se negaba a atender a los aborígenes en la Municipalidad y lo hacía en la vereda, entre otras denuncias.
Cuando se conoció la noticia del asesinato de Imer Flores, la comunidad se dirigió a la comisaría para reclamar justicia. Según sabían, el cuerpo había sido trasladado hasta Castelli para realizar las pericias necesarias y Franco ya se encontraba demorado en la seccional. Sin embargo, la gente no lo creía. “Querían ver el cuerpo y si el matador estaba preso como decían”, explicó Miguel Flores. Cuando la policía se negó al pedido, se desató la furia: alrededor de 300 personas tomaron la comisaría y mantuvieron la medida de fuerza hasta que se envió personal de Infantería.
Hoy continúan haciendo guardia en la comisaría. Según informaron medios locales, el Fiscal de turno ordenó una serie de allanamientos para confirmar el vínculo de Franco con la muerte. La comunidad de Villa Río Bermejito está consternada, pero aseguran que no se irán hasta obtener una respuesta.
Comunicado sobre el tema en Red Latina Sin Fronteras:
Consejo de carashe del Impenetrable, provincia del Chaco:
Una ves mas naroqshe impregna de dolor y muerte al pueblo Qom. Qomi nagi estamos intentando integrar a naroqshe, entenderlo, qomi seque natagataq que es importante llevar bien entre todos y todas, respetando, pero naroqshe nuevamente nos agrede, un carcaia de la comunidad del colchón Imer Flores, de solo catorce años, integrante del consejo de carashe de bermejito fue asesinado a golpes la noche del viernes, ante este hecho el consejo de carashe advierte;
Que respetamos la justicia de naroqshe y sus leyes, pero si quienes hicieron las leyes las violan no pretendan que qomi saiten sus leyes, cuando para qomi kaika leyes donde se interprete las formas de entender y ver lo justo por el pueblo Qom.
Nuestro consejo a decidido que estos hechos no pueden quedar impunes, damos tiempo a naroqshe y al gobierno provincial para que demuestre a qomi que nagi los naroqshe ralagaik saiaten el pensamiento de qomi entonces las cosas pueden ser distintas y comprender al pueblo qom.
Si esto no sucede el consejo decidirá si continuara acatando y respetando leyes donde nunca el pueblo qom fue consultado, si naroqshe tiene sus leyes y no consulta, nos preguntamos por que nosotros debemos consultar.
Pero apostamos a que estos hechos puedan resolverse de una forma rápida y con justicia, no pedimos nada raro ni nuevo solo que los culpables sean juzgados y vayan a prisión.
El consejo esperara a ver con que tiempos y calendarios se maneja la justicia, sino entrará en otros tiempos y calendarios, como señalan nuestros carcañipi ltogoyeq.
Desde Impenetrable, Chaco, Consejo de Carashe
Contacto: 3624-641902
IMPORTANTE: Decidimos incluir en el comunicado palabras en nuestro idioma y no traducirlas, no es para ofender, sino para que sepan lo que por años hemos sentido nosotros al leer y no comprender, nuestro texto trata de mezclar las dos lenguas.
Fuente: Red Latina Sin Fronteras
ARGENTINA
El crimen del niño qom Imer Flores en el pueblo de los olvidados
por Claudia Rafael
Martes, 08 de Enero de 2013
(APe).- A
Imer Ilbercio Flores le truncaron la vida a los 12 y lo arrojaron en la vera
del río Bermejito, a un centenar de metros del balneario municipal. Un miembro
de la comunidad Qompi Naqona’a que declarará como testigo entre hoy y mañana relatará
cómo dos o tres hombres golpearon al niño. Nino Franco, el criollo de 31 años
detenido en el pueblo de Juan José Castelli “no saldrá en libertad”, dijo a la delegación
aborigen la fiscal Raquel Maldonado hoy por la mañana.
Los paquetes turísticos la venden como “el paraíso de El Impenetrable”. En
enero, el gran festival de apertura de temporada veraniega. En febrero, la gran
fiesta de la pesca de corvina y la
palometa. Villa Río Bermejito es cara y contracara. El sábado en la madrugada
mataron a golpes a Imer Ilbercio Flores. Qom. 12 años. Y por la noche, el
pueblo criollo de Bermejito “se vistió de gala”, sorteó una obscena 4x4 Amarok
y una lancha mientras el Chaqueño Palavecino cantaba al amor salvaje.
Villa Río Bermejito cobija historias encontradas. 20.000 turistas “dicen los
medios regionales- se esperan durante la temporada. “Nosotros sufrimos
terriblemente la falta de provisión de agua”, cuenta Pablo Denardi a APe. “Y
todo es más grave desde que hay tanto turismo en la zona del río”, dice Él que
es el “lenguaraz” (maneja la lengua qom y el español y oficia de traductor) de
la comunidad.
Imer lo llamaban todos. Como al resto de los niños de la comunidad Qompi Naqona'a.
En la tarde del viernes salió como siempre con otros chicos. “Eran las tres y
media o cuatro cuando se fue. Seguramente iba a ver si había algo de pique
en el río. Y también quería ir a la fiesta que iban a hacer ahora que el río se
hizo tan turístico”, sigue Denardi mientras espera y reclama afuera de la comisaría
con el resto de la comunidad qom. Los niños “son muy sueltos” y suelen ir a “pescar
o a mariscar con la gomera y unas bolitas de barro”.
El 68 % de la población de Bermejito es aborigen. La familia de Imer Flores vivía
en el paraje El Colchón, en donde “cuenta Denardi- “hay de 20 a 40 familias”.
Cada paraje está tajantemente dividido. Los pueblos del origen y los criollos
no se entremezclan. Se chucean o se enfrentan. Las fricciones entre las dos
culturas tensan el clima que parte de realidades contrapuestas. El sorteo de la
Amarok es un símbolo de tanta inequidad que desnuda y quita las vendas de los
ojos ante una comunidad Qompi Naqona’a que está hundida en la ausencia de
derechos. “Nos discriminan y no tenemos acceso a la justicia, a la salud,
a la educación. No tenemos agua”, dice el carashe Edilberto Pérez a APe. Su
castellano se entrecorta. Obliga a la charla de palabras simples y espaciadas
(ir al audio). La Justicia, en cambio, habla un español fluido, puro y lejano.
La histórica ausencia de traductores en territorios legales puede convertir a
un testigo en asesino o a transformar un crimen feroz en un homicidio en riña.
No hay certezas para las familias aborígenes de que serán comprendidas
exactamente en aquello que quieren decir o denunciar.
Imer había hecho un tatuaje en su hombro. Había elegido uno de los cuatro
dibujos de la bandera Qom para asestar como símbolo en su piel: el arco y la
flecha que lo atraviesa de arriba abajo. Ese tatuaje, cuenta Denardi, había
desaparecido del cuerpo del niño. Destrozado a golpes, irreconocible, magullado
enteramente y sin siquiera el emblema de su pueblo que le fue despojado de la
piel por sus asesinos.
En los días
previos los Qompi habían hecho un piquete. No querían el derroche de tanta
fiesta. “Es un gasto de mucha plata cuando nosotros estamos llenos de
necesidades”, dice Edilberto. La respuesta sistémica suele ser un contrapiquete
criollo.
*****
La comunidad Qompi Naqona’a se hunde en la soledad y el abandono. “Hay que
esperar a que pase el camión de agua de la provincia y nos llene los aljibes.
Pero no siempre vienen. Se nos mueren los animales. Nos faltan viviendas. Y el
mal de chagas se multiplica cada vez más”, relata Denardi.
“Nos falta el alimento. Nos faltan casas. Nos falta agua. Nos falta
justicia. Vivimos así porque los políticos no están con nosotros. Somos los
olvidados. Hace muy poco el gobernador inauguró el hospital. Pero no hay
personal en el Impenetrable. No hay médicos en nuestros pueblos. No hay
ambulancia. No hay comida para los enfermos. Cada año se mueren nuestros hermanos. Acá no tenemos tampoco trabajo. Yo hago changas.
No un trabajo de todos los días. Es un da sí, otro no”, comparte el carashe
Edilberto.
El hospital del que habla Edilberto costó “según publica el diario
Datachaco.com- más de 12 millones de pesos. Se llama “Hospital Néstor Kirchner”.
“Con estas obras “dijo Jorge Capitanich el 21 de diciembre- “se renueva el
compromiso de trabajar por más inclusión social, sanitaria y educativa para las
comunidades”.
Pero “insiste Edilberto- “no hay médicos en nuestros pueblos”.
*****
La muerte de Imer, con sus 12 años, su gomera a cuestas y un par de
esperanzas cifradas al futuro, es otro golpe feroz a los pueblos del origen.
Como antes Lila Coyipé, Celestina Jara, Roberto López y tantos otros cuyos
nombres y biografías se perdieron en los entramados de la impunidad.
“Lamentamos con angustia la muerte de Imer. Era apenas un niño. Era inquieto. Buscaba todo el tiempo salir a
conocer. Participaba con su papá de los reclamos de la comunidad. Hubiera sido
un dirigente”, aporta Pablo Denardi.
Son los olvidados de la tierra. Allí donde desaparecen los bosques y abren
puertas a la sojización. Allí donde un niño de 12 años es masacrado a golpes
bajo la mirada gélida del poder. Allí donde la muerte mata temprana y
selectivamente a los Qompi por desnutrición, enfermedades curables o golpizas.
A Imer Ilbercio Flores lo masacraron en su cuerpecito de niño. A pocos metros
se escuchaba la música del baile. En horas, nomás, actuaría el grupo cuartetero
Trulalá y luego, Los Chaques y Los Continuados con sus cumbias. Los gritos
ahogados de Imer no se escucharon.
(APe).- A
Imer Ilbercio Flores le truncaron la vida a los 12 y lo arrojaron en la vera
del río Bermejito, a un centenar de metros del balneario municipal. Un miembro
de la comunidad Qompi Naqona’a que declarará como testigo entre hoy y mañana relatará
cómo dos o tres hombres golpearon al niño. Nino Franco, el criollo de 31 años
detenido en el pueblo de Juan José Castelli “no saldrá en libertad”, dijo a la delegación
aborigen la fiscal Raquel Maldonado hoy por la mañana.
Los paquetes turísticos la venden como “el paraíso de El Impenetrable”. En enero, el gran festival de apertura de temporada veraniega. En febrero, la gran fiesta de la pesca de corvina y la
palometa. Villa Río Bermejito es cara y contracara. El sábado en la madrugada mataron a golpes a Imer Ilbercio Flores. Qom. 12 años. Y por la noche, el pueblo criollo de Bermejito “se vistió de gala”, sorteó una obscena 4x4 Amarok y una lancha mientras el Chaqueño Palavecino cantaba al amor salvaje.
Villa Río Bermejito cobija historias encontradas. 20.000 turistas “dicen los medios regionales- se esperan durante la temporada. “Nosotros sufrimos terriblemente la falta de provisión de agua”, cuenta Pablo Denardi a APe. “Y todo es más grave desde que hay tanto turismo en la zona del río”, dice Él que es el “lenguaraz” (maneja la lengua qom y el español y oficia de traductor) de la comunidad.
Imer lo llamaban todos. Como al resto de los niños de la comunidad Qompi Naqona'a. En la tarde del viernes salió como siempre con otros chicos. “Eran las tres y media o cuatro cuando se fue. Seguramente iba a ver si había algo de pique en el río. Y también quería ir a la fiesta que iban a hacer ahora que el río se hizo tan turístico”, sigue Denardi mientras espera y reclama afuera de la comisaría con el resto de la comunidad qom. Los niños “son muy sueltos” y suelen ir a “pescar o a mariscar con la gomera y unas bolitas de barro”.
El 68 % de la población de Bermejito es aborigen. La familia de Imer Flores vivía en el paraje El Colchón, en donde “cuenta Denardi- “hay de 20 a 40 familias”. Cada paraje está tajantemente dividido. Los pueblos del origen y los criollos no se entremezclan. Se chucean o se enfrentan. Las fricciones entre las dos culturas tensan el clima que parte de realidades contrapuestas. El sorteo de la Amarok es un símbolo de tanta inequidad que desnuda y quita las vendas de los ojos ante una comunidad Qompi Naqona’a que está hundida en la ausencia de derechos. “Nos discriminan y no tenemos acceso a la justicia, a la salud, a la educación. No tenemos agua”, dice el carashe Edilberto Pérez a APe. Su castellano se entrecorta. Obliga a la charla de palabras simples y espaciadas (ir al audio). La Justicia, en cambio, habla un español fluido, puro y lejano. La histórica ausencia de traductores en territorios legales puede convertir a un testigo en asesino o a transformar un crimen feroz en un homicidio en riña. No hay certezas para las familias aborígenes de que serán comprendidas exactamente en aquello que quieren decir o denunciar.
Imer había hecho un tatuaje en su hombro. Había elegido uno de los cuatro dibujos de la bandera Qom para asestar como símbolo en su piel: el arco y la flecha que lo atraviesa de arriba abajo. Ese tatuaje, cuenta Denardi, había desaparecido del cuerpo del niño. Destrozado a golpes, irreconocible, magullado enteramente y sin siquiera el emblema de su pueblo que le fue despojado de la piel por sus asesinos.
Los paquetes turísticos la venden como “el paraíso de El Impenetrable”. En enero, el gran festival de apertura de temporada veraniega. En febrero, la gran fiesta de la pesca de corvina y la
palometa. Villa Río Bermejito es cara y contracara. El sábado en la madrugada mataron a golpes a Imer Ilbercio Flores. Qom. 12 años. Y por la noche, el pueblo criollo de Bermejito “se vistió de gala”, sorteó una obscena 4x4 Amarok y una lancha mientras el Chaqueño Palavecino cantaba al amor salvaje.
Villa Río Bermejito cobija historias encontradas. 20.000 turistas “dicen los medios regionales- se esperan durante la temporada. “Nosotros sufrimos terriblemente la falta de provisión de agua”, cuenta Pablo Denardi a APe. “Y todo es más grave desde que hay tanto turismo en la zona del río”, dice Él que es el “lenguaraz” (maneja la lengua qom y el español y oficia de traductor) de la comunidad.
Imer lo llamaban todos. Como al resto de los niños de la comunidad Qompi Naqona'a. En la tarde del viernes salió como siempre con otros chicos. “Eran las tres y media o cuatro cuando se fue. Seguramente iba a ver si había algo de pique en el río. Y también quería ir a la fiesta que iban a hacer ahora que el río se hizo tan turístico”, sigue Denardi mientras espera y reclama afuera de la comisaría con el resto de la comunidad qom. Los niños “son muy sueltos” y suelen ir a “pescar o a mariscar con la gomera y unas bolitas de barro”.
El 68 % de la población de Bermejito es aborigen. La familia de Imer Flores vivía en el paraje El Colchón, en donde “cuenta Denardi- “hay de 20 a 40 familias”. Cada paraje está tajantemente dividido. Los pueblos del origen y los criollos no se entremezclan. Se chucean o se enfrentan. Las fricciones entre las dos culturas tensan el clima que parte de realidades contrapuestas. El sorteo de la Amarok es un símbolo de tanta inequidad que desnuda y quita las vendas de los ojos ante una comunidad Qompi Naqona’a que está hundida en la ausencia de derechos. “Nos discriminan y no tenemos acceso a la justicia, a la salud, a la educación. No tenemos agua”, dice el carashe Edilberto Pérez a APe. Su castellano se entrecorta. Obliga a la charla de palabras simples y espaciadas (ir al audio). La Justicia, en cambio, habla un español fluido, puro y lejano. La histórica ausencia de traductores en territorios legales puede convertir a un testigo en asesino o a transformar un crimen feroz en un homicidio en riña. No hay certezas para las familias aborígenes de que serán comprendidas exactamente en aquello que quieren decir o denunciar.
Imer había hecho un tatuaje en su hombro. Había elegido uno de los cuatro dibujos de la bandera Qom para asestar como símbolo en su piel: el arco y la flecha que lo atraviesa de arriba abajo. Ese tatuaje, cuenta Denardi, había desaparecido del cuerpo del niño. Destrozado a golpes, irreconocible, magullado enteramente y sin siquiera el emblema de su pueblo que le fue despojado de la piel por sus asesinos.
En los días
previos los Qompi habían hecho un piquete. No querían el derroche de tanta
fiesta. “Es un gasto de mucha plata cuando nosotros estamos llenos de
necesidades”, dice Edilberto. La respuesta sistémica suele ser un contrapiquete
criollo.
*****
La comunidad Qompi Naqona’a se hunde en la soledad y el abandono. “Hay que esperar a que pase el camión de agua de la provincia y nos llene los aljibes. Pero no siempre vienen. Se nos mueren los animales. Nos faltan viviendas. Y el mal de chagas se multiplica cada vez más”, relata Denardi.
“Nos falta el alimento. Nos faltan casas. Nos falta agua. Nos falta justicia. Vivimos así porque los políticos no están con nosotros. Somos los olvidados. Hace muy poco el gobernador inauguró el hospital. Pero no hay personal en el Impenetrable. No hay médicos en nuestros pueblos. No hay ambulancia. No hay comida para los enfermos. Cada año se mueren nuestros hermanos. Acá no tenemos tampoco trabajo. Yo hago changas. No un trabajo de todos los días. Es un da sí, otro no”, comparte el carashe Edilberto.
El hospital del que habla Edilberto costó “según publica el diario Datachaco.com- más de 12 millones de pesos. Se llama “Hospital Néstor Kirchner”. “Con estas obras “dijo Jorge Capitanich el 21 de diciembre- “se renueva el compromiso de trabajar por más inclusión social, sanitaria y educativa para las comunidades”.
Pero “insiste Edilberto- “no hay médicos en nuestros pueblos”.
*****
La muerte de Imer, con sus 12 años, su gomera a cuestas y un par de esperanzas cifradas al futuro, es otro golpe feroz a los pueblos del origen. Como antes Lila Coyipé, Celestina Jara, Roberto López y tantos otros cuyos nombres y biografías se perdieron en los entramados de la impunidad.
“Lamentamos con angustia la muerte de Imer. Era apenas un niño. Era inquieto. Buscaba todo el tiempo salir a conocer. Participaba con su papá de los reclamos de la comunidad. Hubiera sido un dirigente”, aporta Pablo Denardi.
Son los olvidados de la tierra. Allí donde desaparecen los bosques y abren puertas a la sojización. Allí donde un niño de 12 años es masacrado a golpes bajo la mirada gélida del poder. Allí donde la muerte mata temprana y selectivamente a los Qompi por desnutrición, enfermedades curables o golpizas.
A Imer Ilbercio Flores lo masacraron en su cuerpecito de niño. A pocos metros se escuchaba la música del baile. En horas, nomás, actuaría el grupo cuartetero Trulalá y luego, Los Chaques y Los Continuados con sus cumbias. Los gritos ahogados de Imer no se escucharon.
*****
La comunidad Qompi Naqona’a se hunde en la soledad y el abandono. “Hay que esperar a que pase el camión de agua de la provincia y nos llene los aljibes. Pero no siempre vienen. Se nos mueren los animales. Nos faltan viviendas. Y el mal de chagas se multiplica cada vez más”, relata Denardi.
“Nos falta el alimento. Nos faltan casas. Nos falta agua. Nos falta justicia. Vivimos así porque los políticos no están con nosotros. Somos los olvidados. Hace muy poco el gobernador inauguró el hospital. Pero no hay personal en el Impenetrable. No hay médicos en nuestros pueblos. No hay ambulancia. No hay comida para los enfermos. Cada año se mueren nuestros hermanos. Acá no tenemos tampoco trabajo. Yo hago changas. No un trabajo de todos los días. Es un da sí, otro no”, comparte el carashe Edilberto.
El hospital del que habla Edilberto costó “según publica el diario Datachaco.com- más de 12 millones de pesos. Se llama “Hospital Néstor Kirchner”. “Con estas obras “dijo Jorge Capitanich el 21 de diciembre- “se renueva el compromiso de trabajar por más inclusión social, sanitaria y educativa para las comunidades”.
Pero “insiste Edilberto- “no hay médicos en nuestros pueblos”.
*****
La muerte de Imer, con sus 12 años, su gomera a cuestas y un par de esperanzas cifradas al futuro, es otro golpe feroz a los pueblos del origen. Como antes Lila Coyipé, Celestina Jara, Roberto López y tantos otros cuyos nombres y biografías se perdieron en los entramados de la impunidad.
“Lamentamos con angustia la muerte de Imer. Era apenas un niño. Era inquieto. Buscaba todo el tiempo salir a conocer. Participaba con su papá de los reclamos de la comunidad. Hubiera sido un dirigente”, aporta Pablo Denardi.
Son los olvidados de la tierra. Allí donde desaparecen los bosques y abren puertas a la sojización. Allí donde un niño de 12 años es masacrado a golpes bajo la mirada gélida del poder. Allí donde la muerte mata temprana y selectivamente a los Qompi por desnutrición, enfermedades curables o golpizas.
A Imer Ilbercio Flores lo masacraron en su cuerpecito de niño. A pocos metros se escuchaba la música del baile. En horas, nomás, actuaría el grupo cuartetero Trulalá y luego, Los Chaques y Los Continuados con sus cumbias. Los gritos ahogados de Imer no se escucharon.
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