Autoras/es:
(Fecha original del artículo: Enero 2013)
Lo dijeron ya en el CES2013, que
lanzarían una novedad espectacular esta semana. Pues bien… después de
algunos rumores sobre el Facebook phone, parece que no se trata de algo
tan simple, que lo pretendidamente nuevo es la Búsqueda en el grafo social de Facebook (ver artículo en http://pizarrasypizarrones.blogspot.com/2013/01/facebook-lanza-herramienta-de-busqueda.html).
Y digo pretendidamente porque ni la búsqueda semántica (en el sentido
más amplio de la palabra), ni la Inteligencia artificial aplicada a las
búsquedas, ni los círculos sociales como contextos de búsqueda son
cosas nuevas. Google Plus (search plus your world), Apple con Siri y diversos intentos de herramientas semánticas ya habían entrado en el juego de la web 3.0 y el intento de llegar al Giant Global Graph (Grafo Global Gigante)
de intentar personalizar los resultados de las búsquedas, aunque quizás
no con tanta potencia como podría hacerlo ahora Facebook.
Sus objetivos no están claros… ofrecer espacios publicitarios mucho más segmentados, quizás. O conquistar el mercado de las redes de citas, que hoy ofrece los mismos tipos de algoritmo a un precio mucho más alto. Pero lo que prometen es ambicioso: la búsqueda entre 240 mil millones de fotos, los datos de mil millones de usuarios activos y sus conexiones (además de un acuerdo con Bing para poder obtener también allí datos) para encontrar lugares, cosas o… sí, personas, con las características que especifiquemos.
El tema me ha recordado al de la publicidad comportamental de Google, que nos ofrece resultados según nuestro comportamiento registrado, que utiliza lo que decimos y hacemos para “mejorar” los resultados de sus buscadores, pero que no creo que llegue al nivel de vulneración del anonimato en todo ello.
Y es que una cosa es conocernos para ofrecernos mejores servicios y creo que otra muy distinta identificarnos con nombre y apellidos para poder ser posibles blancos directos de anunciantes o acosadores, como creo que puede ser el caso de esta implementación del social graph. A nadie le molesta encontrar el restaurante perfecto, el que más valoran sus contactos pero creo que va a ocurrir algo muy distinto cuando el resultado de una búsqueda puede derivar en el encasillamiento de nuestros perfiles. “Recuerda: el objetivo del nuevo sistema de búsqueda es ayudarte a descubrir personas, lugares y cosas.”, dicen desde la página oficial… pero no sé qué ocurrirá cuando lo que nos “descubra” Facebook sean novedades sobre nosotros mismos.
Además la nueva búsqueda en el grafo social de Facebook puede resultar polémica en el sentido de que va a trabajar, como no solo con lo que decimos que nos gusta (con lo explícito) sino con datos implícitos (fotos, mensajes) acerca de nosotros mismos. Hemos dicho en alguna ocasión que Facebook partía de supuestos erróneos acerca de la naturaleza humana: no tenemos una una única identidad y por lo tanto el planteamiento de Google circles, de cosas distintas compartidas con grupos distintos nos resultó mucho más natural. Ocurre algo parecido ahora: el ser humano es una máquina de proyección de deseos sobre sí mismo, que termina construyéndose en lo que los demás dicen que es pero también proyectándose a sí mismo como quiere.
En otras palabras nos gusta, evidentemente, reconocernos en lo que decimos ser y no siempre estamos de acuerdo en lo que dicen que somos. Google nos respeta en este sentido: lo importante es lo que explícitamente decimos que lo es (valoramos con +1), pero no sé si aceptaremos que FB de el paso que pretende dar hasta adivinarnos.
Recuerdo cómo nos molestó en su momento que Google derivase de nuestros hábitos de navegación en la web perfiles encasillados. En mi caso creo que el todopoderoso todavía duda de mi género al deducir que soy a efectos de prestarme un mejor servicio “hombre de 35 a 44 años” y fueron muchos los que escribieron acerca de cómo les molestaba sentirse encasillados. También nos quejamos de la publicidad conductual, de que se nos muestren anuncios personalizados, a base de cookies que nos observan, no según lo que queremos sino según lo que vamos haciendo por la red.
¿Cómo viviremos ahora el nivel de encasillamiento, de negación de la complejidad humana que esto supone?
La libertad de ser quienes queremos ser, violentada
¿Qué pasará cuando FB decida por nosotros lo que nos gusta o nos disgusta, no solamente según lo que hayamos manifestado sino también según lo que deduzca? Creo que aparecerán, si la beta sigue adelante sin opción a salir (“opt out”) innumerables quejas, por primera vez fundadas, acerca de la privacidad.
No nos gusta que nos encasillen y también nos gusta cambiar de gustos, de opiniones, sin dar demasiada cuenta a nadie. Que sí, que Facebook dice (aunque tú lo niegues), que te gustan los coches rojos, o todavía peor… ¿llevas años intentando presentarte al mundo como alguien sociable? Pues malas noticias, una búsqueda de personas solitarias te coloca en el número uno…
Nuestras peores pesadillas
Curiosamente publicábamos ayer algunos de lo errores de pensamiento, derivados de instintos, emociones muy arraigados, del ser humano. Era una infografía y no nos permitía profundizar en cómo cambiaban en el nuevo ecosistema social (la sociedad aumentada que vivimos). Situad la Ilusión de transparencia, el miedo a que los demás sepan lo que pensamos, cómo somos en realidad, en el contexto del social search de Facebook..
O pensad en la que también aparecía en por lo menos tres de los sesgos, la peligrosa homofilia que amenaza con terminar con la provechosa exposición a la diversidad a la que nos somete la red de redes:
“Quiero candidatos (o parejas, o amigos, o partners… pensadlo en la clave que queráis) blancos con creencias religiosas y pareja estable, una orientación política conservadora y hábitos de vida austeros, que sean discretos y tengan poca vida social”. ¿Qué fue de la intuición, la casualidad, la exploración, el descubrimiento, la magia?
También seremos blanco de mucho más spam (“busca personas con preferencia por los coches japoneses en esta ciudad”), incluso de acoso (maldita la hora en que aparecí como único resultado al listado de condiciones que alguien con tendencias obsesivas patológicas puso para encontrar pareja…). Todas estas incomodidades para el usuario serían, por supuesto, ganancias para la compañía si pusiera en marcha otra de sus estrategias de negocio anunciadas: la puesta en práctica del cobro por mensaje directo a desconocidos de 1 dólar…
Sabéis que no es mi talante el agorero pero creo que en este caso se atenta más que en muchos otros contra las leyes tradicionales de la robótica y la inteligencia artificial, el código ético de la profesión creado por Asimov, en concreto con la primera y principal:
-Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño. (atentar contra la libertad de autopresentación, de proyección en el mundo me parece importante)
-Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.
-Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
Tampoco a nivel de evolución social el anuncio de Zuckerberg nos beneficia. Decíamos en 2009 sobre el GGG cosas que quizás entonces costaban un poco más de entender pero que empiezan a parecer diáfanas:
No es tecnoutópico sino tecnorealista insistir en lo de siempre, en la necesidad de trabajar con TIC, TAC, TEP en la escuela, en este caso para educar la diversidad, la privacidad. No me preocupaba la explotacíón de datos anónimos, que además nos facilitaba la vida, personalizando lo que encontrábamos en este entorno infoxicado pero creo que en este punto son muchas las molestias que podemos llegar a sufrir. Zuckerberg lo recuerda, temeroso de las críticas que recibirá: solamente se trabajará con los datos que publiquemos y con la extensión de privacidad que hayamos decidido, así que toca revisar, especialmente con los jóvenes y con más atención que nunca, todos los ajustes al respecto.
¿Será mucho menos lo que vamos a compartir a partir de ahora? Creo que si no se da marcha atrás en cuanto al Graph Social Search o se proporciona al usuario un mecanismo de “opt out”, de salida del sistema de búsqueda y en poco tiempo, así será.
Sus objetivos no están claros… ofrecer espacios publicitarios mucho más segmentados, quizás. O conquistar el mercado de las redes de citas, que hoy ofrece los mismos tipos de algoritmo a un precio mucho más alto. Pero lo que prometen es ambicioso: la búsqueda entre 240 mil millones de fotos, los datos de mil millones de usuarios activos y sus conexiones (además de un acuerdo con Bing para poder obtener también allí datos) para encontrar lugares, cosas o… sí, personas, con las características que especifiquemos.
El tema me ha recordado al de la publicidad comportamental de Google, que nos ofrece resultados según nuestro comportamiento registrado, que utiliza lo que decimos y hacemos para “mejorar” los resultados de sus buscadores, pero que no creo que llegue al nivel de vulneración del anonimato en todo ello.
Y es que una cosa es conocernos para ofrecernos mejores servicios y creo que otra muy distinta identificarnos con nombre y apellidos para poder ser posibles blancos directos de anunciantes o acosadores, como creo que puede ser el caso de esta implementación del social graph. A nadie le molesta encontrar el restaurante perfecto, el que más valoran sus contactos pero creo que va a ocurrir algo muy distinto cuando el resultado de una búsqueda puede derivar en el encasillamiento de nuestros perfiles. “Recuerda: el objetivo del nuevo sistema de búsqueda es ayudarte a descubrir personas, lugares y cosas.”, dicen desde la página oficial… pero no sé qué ocurrirá cuando lo que nos “descubra” Facebook sean novedades sobre nosotros mismos.
Además la nueva búsqueda en el grafo social de Facebook puede resultar polémica en el sentido de que va a trabajar, como no solo con lo que decimos que nos gusta (con lo explícito) sino con datos implícitos (fotos, mensajes) acerca de nosotros mismos. Hemos dicho en alguna ocasión que Facebook partía de supuestos erróneos acerca de la naturaleza humana: no tenemos una una única identidad y por lo tanto el planteamiento de Google circles, de cosas distintas compartidas con grupos distintos nos resultó mucho más natural. Ocurre algo parecido ahora: el ser humano es una máquina de proyección de deseos sobre sí mismo, que termina construyéndose en lo que los demás dicen que es pero también proyectándose a sí mismo como quiere.
En otras palabras nos gusta, evidentemente, reconocernos en lo que decimos ser y no siempre estamos de acuerdo en lo que dicen que somos. Google nos respeta en este sentido: lo importante es lo que explícitamente decimos que lo es (valoramos con +1), pero no sé si aceptaremos que FB de el paso que pretende dar hasta adivinarnos.
Recuerdo cómo nos molestó en su momento que Google derivase de nuestros hábitos de navegación en la web perfiles encasillados. En mi caso creo que el todopoderoso todavía duda de mi género al deducir que soy a efectos de prestarme un mejor servicio “hombre de 35 a 44 años” y fueron muchos los que escribieron acerca de cómo les molestaba sentirse encasillados. También nos quejamos de la publicidad conductual, de que se nos muestren anuncios personalizados, a base de cookies que nos observan, no según lo que queremos sino según lo que vamos haciendo por la red.
¿Cómo viviremos ahora el nivel de encasillamiento, de negación de la complejidad humana que esto supone?
La libertad de ser quienes queremos ser, violentada
¿Qué pasará cuando FB decida por nosotros lo que nos gusta o nos disgusta, no solamente según lo que hayamos manifestado sino también según lo que deduzca? Creo que aparecerán, si la beta sigue adelante sin opción a salir (“opt out”) innumerables quejas, por primera vez fundadas, acerca de la privacidad.
No nos gusta que nos encasillen y también nos gusta cambiar de gustos, de opiniones, sin dar demasiada cuenta a nadie. Que sí, que Facebook dice (aunque tú lo niegues), que te gustan los coches rojos, o todavía peor… ¿llevas años intentando presentarte al mundo como alguien sociable? Pues malas noticias, una búsqueda de personas solitarias te coloca en el número uno…
Nuestras peores pesadillas
Curiosamente publicábamos ayer algunos de lo errores de pensamiento, derivados de instintos, emociones muy arraigados, del ser humano. Era una infografía y no nos permitía profundizar en cómo cambiaban en el nuevo ecosistema social (la sociedad aumentada que vivimos). Situad la Ilusión de transparencia, el miedo a que los demás sepan lo que pensamos, cómo somos en realidad, en el contexto del social search de Facebook..
O pensad en la que también aparecía en por lo menos tres de los sesgos, la peligrosa homofilia que amenaza con terminar con la provechosa exposición a la diversidad a la que nos somete la red de redes:
“Quiero candidatos (o parejas, o amigos, o partners… pensadlo en la clave que queráis) blancos con creencias religiosas y pareja estable, una orientación política conservadora y hábitos de vida austeros, que sean discretos y tengan poca vida social”. ¿Qué fue de la intuición, la casualidad, la exploración, el descubrimiento, la magia?
También seremos blanco de mucho más spam (“busca personas con preferencia por los coches japoneses en esta ciudad”), incluso de acoso (maldita la hora en que aparecí como único resultado al listado de condiciones que alguien con tendencias obsesivas patológicas puso para encontrar pareja…). Todas estas incomodidades para el usuario serían, por supuesto, ganancias para la compañía si pusiera en marcha otra de sus estrategias de negocio anunciadas: la puesta en práctica del cobro por mensaje directo a desconocidos de 1 dólar…
Sabéis que no es mi talante el agorero pero creo que en este caso se atenta más que en muchos otros contra las leyes tradicionales de la robótica y la inteligencia artificial, el código ético de la profesión creado por Asimov, en concreto con la primera y principal:
-Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño. (atentar contra la libertad de autopresentación, de proyección en el mundo me parece importante)
-Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.
-Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
Tampoco a nivel de evolución social el anuncio de Zuckerberg nos beneficia. Decíamos en 2009 sobre el GGG cosas que quizás entonces costaban un poco más de entender pero que empiezan a parecer diáfanas:
“La apuesta pública de Facebook es por una web más “humana” en la que el contexto social es la fuente principal de información (y la que determina nuestras decisiones de compra), siguiendo la lógica que ha basado FB desde siempre: la semejanza con el mundo offline.De la educación paranoica a la realista de la privacidad
Es una visión romántica que se desvirtúa a poco que la analicemos. Y el objeto de la lucha, vista de un modo más amplio, es entre distintos modelos sociales en la web.
En otros términos, disculpad la simplificación, pero creo que se trata de la contraposición entre el Grafo Social Local y el Grafo Social Global:
Grafo Social Local:
-FB propone un modelo social local basado en lo actual fuera de la red: influencias, amiguismos, parentesco, vecindad, son los factores que influyen en las decisiones de compra, filtrado de contenidos, etc…Nos quejábamos de élites y esta línea puede conducirnos a las mismas oligarquías de las que pretendíamos huir. Su universo,ahora tan cerrado como deseemos, nos cede espacios para crear redes igualmente cerradas.
Grafo Social Global de Tim Berners Lee)
-Es el modelo de Google, de Twitter y afortunadamente similar al que proponen Tim Berners Lee y el w3c en la web. La apuesta es por un escenario global y diverso, dependiente en mayor medida de nuestros intereses que de prejuicios o vínculos emocionales, que puede conectarnos en redes sociales (mejor llamarlas, en este contexto, redes de intereses) a personas diversas, lejanas, según el criterio más objetivo posible de relevancia: que compartan nuestra pasión por profundizar y seguir aprendiendo en determinadas materias.
Tienen sentido aquí, en tecnología, la web de los datos abiertos y enlazados y en cuestión de personas, la transparencia (porque importa en menor medida quienes seamos que lo que sabemos o compartimos), la reciprocidad, la democracia, etc…”
No es tecnoutópico sino tecnorealista insistir en lo de siempre, en la necesidad de trabajar con TIC, TAC, TEP en la escuela, en este caso para educar la diversidad, la privacidad. No me preocupaba la explotacíón de datos anónimos, que además nos facilitaba la vida, personalizando lo que encontrábamos en este entorno infoxicado pero creo que en este punto son muchas las molestias que podemos llegar a sufrir. Zuckerberg lo recuerda, temeroso de las críticas que recibirá: solamente se trabajará con los datos que publiquemos y con la extensión de privacidad que hayamos decidido, así que toca revisar, especialmente con los jóvenes y con más atención que nunca, todos los ajustes al respecto.
¿Será mucho menos lo que vamos a compartir a partir de ahora? Creo que si no se da marcha atrás en cuanto al Graph Social Search o se proporciona al usuario un mecanismo de “opt out”, de salida del sistema de búsqueda y en poco tiempo, así será.
No hay comentarios:
Publicar un comentario