La estructura de la vida cotidiana

Autoras/es: Stella Maris Torre

La vida cotidiana tiene varias (infinita cantidad de) características.
Algunas de las categorías empleadas por Heller en el análisis de la estructura de la vida cotidiana son:
• Jerarquía
• Características de la vida cotidiana:
• Precedentes
• Entonación
• Ultrageneralización
En el texto de Marcel Proust (1922) que publicamos, perteneciente a la obra En busca del tiempo perdido, encontramos expresadas algunas de estas características de la vida cotidiana.

(Fecha original del artículo: Septiembre 2002)

Las categorías propuestas por Heller para analizar la vida cotidiana son:

1)    Heterogeneidad: la vida cotidiana es heterogénea en lo que respecta a sus contenidos y a la importancia referida a nuestros distintos tipos de actividad

2)    Jerarquía: así como es heterogénea, la vida cotidiana es jerárquica, pero la jerarquía, en su forma concreta, no es eterna e inmutable, sino que se diferencia según las distintas estructuras económico-sociales. Ambas son esenciales en la vida cotidiana ya que, por un lado, la heterogeneidad es imprescindible para lograr el liso despliegue de la cotidianidad y, por otro, también es necesario el funcionamiento de la jerarquía espontánea para que las esferas heterogéneas se mantengan en funcionamiento simultáneo.  También es necesario describir y explicar las:

3)    Características de la vida cotidiana:

a)    Espontaneidad: como ya lo señalamos, es la característica dominante de la vida cotidiana, aún cuando en las distintas actividades se manifieste en distintos niveles. La asimilación de las costumbres, las modas, el comportamiento consuetudinario exigen para su explicación la espoteneidad.  Si nos pudiéramos a reflexionar sobre formas y contenidos de las actividades cotidianas no podríamos llevarlas a cabo, imposibilitando así la producción y reproducción de la vida humana.

b)    Probabilidad: en el plano de la posibilidad, de sus actividades y sus consecuencias, hay una relación objetiva de probabilidad.  Siempre se utilizan consideraciones probabilísticas para llevar a cabo una acción, lo que incluye una mínima proporción de riesgo imprescindible y necesario para la vida.

c)    Economicismo: una acción realizada en base a la probabilidad, muestra el economicismo de la vida cotidiana.  La acción y el pensamiento cotidianos se manifiestan en la medida que es imprescindible para la misma continuación de la cotidianidad.

d)    Pragmatismo: el pensamiento cotidiano se orienta a la realización de las actividades cotidianas.  Por ello afirmamos la unidad inmediata del pensamiento y la acción en la vida cotidiana.  Esta unidad implica la inexistencia de una diferenciación entre acierto y verdad en la cotidianidad: lo acertado es inmediatamente verdadero. Por consiguiente, la actitud de la vida cotidiana es absolutamente prágmática.  Por otra parte, debemos tener en cuenta que, en la vida cotidiana, el conocimiento se limita al aspecto de la actividad.  Ello se debe el espacio diferenciado que ocupan la fe y la confianza.

e)    Ultrageneralización (Analogía, fe y confianza arraigada en juicios provisionales): la generalización excesiva es característica del pensamiento cotidiano.  Los juicios ultrageneralizadores son todos juicios provisionales, confirmados por la práctica (o, por lo menos, no refutados por ella) en tanto nos permiten obrar y orientarnos.  Pero, cuando se trata de ir más allá de la cotidianidad, de poner en juego nuestra entera individualidad y, por consiguiente, nuestra moral, debemos abandonar los juicios provisionales que, arraigados en la particularidad y basados en la fe, se constituyen en prejuicios.  Los juicios provisionales y los prejuicios son ejemplos particulares de la ultrageneralización.

f)     Precedentes (Precedentes que afianzan los prejuicios): son indicadores útiles para definir nuestras actitudes: si sabemos cuál fue la actuación de otro en tal situación, nos manejamos teniendo en cuenta tal actitud.  Puede considerárselo como un fenómeno positivo en la medida que no imposibilite la percepción de lo nuevo y único de una situación.

g)    Imitación (Mímesis): en la vida cotidiana no se actúa obedeciendo a preceptos, sino imitando a otros.  Ni el trabajo ni el tráfico social serían posibles sin imitación.

h)     Entonación: la entonación tiene una señalada importancia en la vida cotidiana, tanto en la evaluación y configuración de nuestras actividades como en lo que respecta a las de los otras mujeres y hombres, la comunicación, etc.  Un hombre, una mujer, al incorporarse a un medio determinado, produce en torno suyo una atmósfera tonal específica que lo rodea en forma permanente.  La persona que no posee dicha entonación carece de individualidad, y la que no es capaz de percibirla es insensible para un aspecto muy importante de las relaciones humanas.

En el relato de Proust aparecen representadas algunas de las categorías empleadas por Heller en el análisis de la estructura de la vida cotidiana, por ejemplo:

Jerarquía:

Así, si me había burlado de ella afligida por haber tenido que dejar un inmueble donde era uno tan bien mirado por todo el mundo y en el que ella había hecho sus maletas llorando, según los ritos de Combray, y declarando superior a todas las casas posibles la que había sido la nuestra—, en desquite, yo [...]

Precedentes:

Verdad es que las criadas no bullían menos en el sexto de nuestra antigua morada; pero Francisca las conocía; había hecho de sus idas y venidas cosas amigas.

Entonación:

[...] yo, que asimilaba tan fácilmente las cosas nuevas como abandonaba fácilmente las antiguas, me reconcilié con nuestra vieja criada cuando vi que la instalación en una casa en que no había recibido del portero, que aún no nos conocía, las muestras de consideración necesarias para su buena nutrición moral, la había sumido en un estado próximo a la extenuación [...]

Ultrageneralización:

Cada palabra de las chicas la hacía sobresaltarse; molesta por todos sus pasos, interrogábase a cuenta de ellos [...]