"una opción por los pobres que no sea una opción contra los ricos, más que opción es confusión" (aforismo implicado. A.G.) |
"El
PAPA Francisco, argentino, viene a cumplir el proyecto del poder
mundial para disputar el consenso de la sociedad, especialmente de los
pueblos. No solo se trata de sustentar posiciones contrarias al
matrimonio igualitario, o contra el aborto, ampliamente difundidas por
el obispo Bergoglio, sino de gestar una conciencia de disciplinamiento
hacia el orden contemporáneo, reaccionario, de dominación transnacional.
Nuestra América es hoy laboratorio del cambio político. La Iglesia
institución quiere intervenir en este proceso, y no para empujar esos
cambios, sino para frenarlos. La disputa es por las conciencias. Es una
batalla de ideas, por el cambio, o por el retroceso. Les preocupa el
efecto Chávez en la región. Les preocupa la sucesión política en
Venezuela y la capacidad de extender el rumbo socialista. Necesitan
disputar el consenso. (Extraído de un texto de Julio Gambina)
(APe).-
Mientras asesinaban a sus palomas, el santo padre que vive en Roma no
decía nada. Nada bueno, al menos para los perseguidos por el orden
depredador del terrorismo de estado. Ahora que las palomas más
combativas han sido exterminadas, y las palomas que quedaron se han
aliado a sus halcones, el santo padre dice. Habla. Una "francisco manía"
se ha apoderado de la feligresía católica y de la hipocresía política.
Tanto los que practican salmodias plenas de goce y euforia contenida,
como aquellos que regurgitan viejos rencores que al menos en este caso,
puedo asegurar que no es amor. No soy genio, ni siquiera figura, apenas
intento ser fiel a mi pensamiento hasta la sepultura. Por lo tanto
pienso a Bergoglio como un "analizador histórico" de la Institución de
la Iglesia Católica Apostólica Romana. O dicho en otros términos, como
un analizador de las lógicas de la cultura represora. Lógicas que a Dios
rogando y con el mazo dando, sepultan todos los deseos y sostienen
todos los mandatos. Al único deseo que dejan vivito y no coleando, es al
deseo del mandato. En este caso, al deseo de más Bergoglio. Bergoglio
Recargado. O sea: el deseo de Francisco. A mi criterio, los debates
actuales sobre las conductas durante el terrorismo de estado, y antes, y
después, pueden ser necesarias. Pero me temo que no permiten avanzar al
fundante de la cuestión. Seamos más papistas que el papa. Después de
todo, pensar es delirar un poco. Bergoglio dio su vida por salvar a
perseguidos por la dictadura. Es claro que no dio su muerte. Pero
tampoco era necesario. Luego de los juicios de la verdad, donde han sido
condenados con sentencia firme los responsables de la cobarde cacería,
no fueron excomulgados ni Von Wernich, ni Videla, ni nadie. No se si
excomunión según el derecho canónico, procedimiento que desconozco
porque aún no he podido disfrutar de la alegría de ser excomulgado.
Además
no podría, porque no estoy bautizado por la Iglesia de Roma. Nadie es
perfecto. La Iglesia Argentina fue tolerante con el genocidio. Y a
Bergoglio le caben las generales de esa ley, más allá o mas acá de
cuantos generales, almirantes o brigadieres haya visto. No creo que haya
llegado al nivel de complicidad de Pio XII con los nazis, pero lo que
yo creo no importa. Sabemos que en Chile la Vicaría de la Solidaridad
tuvo un rol importantísimo para intentar acotar la criminalidad del
gobierno de facto. Nada de eso pasó en la Argentina. Tengo una nota
escrita por Emilio Fermín Mignone donde me agradece el haber enviado una
carta al diario La Prensa recordando que su hija, Mónica Candelaria,
era una desaparecida por la dictadura. Justamente, Mignone escribió un
texto "Iglesia y Dictadura" que solamente le puede dejar lugar a dudas a
los cómplices. Bergoglio como analizador nos alumbra sobre la
complicidad de muchos y como organizaciones como la Sociedad Rural y la
Iglesia Católica, entre tantas otras, fueron copartícipes necesarios.
Para mí de eso se trata.
En
una cultura no represora, no hay mejor cuña que la del mismo palo.
Bergoglio es argentino y fue derecho y fue humano. Lo sigue siendo. Yo
sé que ahora vendrán caras no tan extrañas a explicarme su apoyo a la
lucha contra la trata y el trabajo esclavo. La primera lucha pierde
consistencia cuando no se reconoce y sanciona la pedofilia. Y la segunda
creo que apenas es una forma de sostener el trabajo no esclavo, es
decir, asalariado. Es decir, explotado en el modo de producción
capitalista. ¿Fue a denunciar las atrocidades del régimen criminal
cuando llegó la Comisión Interamericana por los Derechos Humanos? No él
solamente, sino la Iglesia. Que se olvidó que era Madre y mucho más que
debió seguir siendo Santa. El Estado del Vaticano, poderosa
multinacional de la fe, no actúa por impulso. Antes del colapso total
(económico financiero y teológico espiritual) acudió a curarse con el
mazo dando. Un inquisidor fue elegido Santo Padre. Fracasó porque el
mazo en la actualidad es una débil ramita quebrada. El Plan B es "a dios
rogando". Para eso era necesario que tuviera los gestos, los atributos,
la trayectoria, cierta coherencia, para sostener que los ruegos estaban
dirigidos a un dios pobre. Y de los pobres. Habría que agregar de los
excluidos sociales, que no es lo mismo y tampoco es igual. Pero bueno:
como los ricos aprendieron a entrar al reino de los cielos que después
de todo no era tan difícil ya que algunos débitos automáticos para las
ongs de la Iglesia lo aseguran, el reino de los infiernos, o sea, la
tierra desvastada ha quedado para los pobres. Pero no cualquier pobre.
Hay pobres que piensan y sienten, y luchan y tienen pronto a germinar la
semilla de Espartaco. Que abrazan no la Teología de la Represión del
Vaticano sino la teología de la liberación de las comunidades eclesiales
de base. Que no todos los pobres son iguales, aunque los ricos se
parecen todos bastante. La opción por los pobres no es apenas, más que
una forma de cinismo posmoderno, a menos que sea pobre el que esté
optando. No digo rico discreto, de esos que prefieren comprar en Once o
La Salada , que no van con la 4 x 4 al centro por el temor de ser
robados, y que apenas limpian sus zapatos. "Nadie puede ser cristiano en
el Vaticano", dice uno de mis aforismos implicados. Puede
autodenominarse cristiano, pero la piel de cordero es corta.
Cristianismo es una cosa y cristiandad es otra.
El
Cristianismo de Estado es solamente la cruzada de la cristiandad, en
los tiempos que corren y que la Iglesia se da cuenta que no alcanza.
Francisco, el pobrecito de Asís, se alejó del Vaticano. Inocencio III,
nada inocente, lo bendijo, le besó los pies, y dijo, o yo le hago decir:
"siempre habrá pobres entre ustedes". Frase que siglos después
inmortalizara Menem, el mismo que bombardeó Río Tercero y que volvió a
abrazarse con Duhalde por la noticia de Bergoglio Recargado. Todo esto
preocupa, y mucho. Vuelve la Cruz (elemento de tortura) a ser Razón de
Estado. Nuestra Presidenta le pide al Papa que reclame las Islas
Malvinas. ¿Otra guerra de religión? ¿Una cruzada para arrebatar a la
herejía kelper el santo grial de nuestra soberanía sobre las hermanitas
perdidas? Yo le hubiera pedido por la nación qom, que muestra la
diferencia entre pobreza y exclusión. La diferencia entre la pobreza que
no es vergüenza, y la exclusión que es sentencia de muerte.
El
actual gobierno argentino con su oportunismo frente al hecho consumado
de la designación de Bergoglio, suponiendo que es un "per saltum" a la
divinidad, optó por una traición al Estado de Derecho. Ha decretado otra
fiesta de todos y avanza en el sentido contrario al Nunca Más. Decreta
que todos somos católicos y que la aberración de sostener un culto por
parte del Estado, transforma a los ciudadanos que lo financian por
mandato terrenal y complicidad divina, en sostenedores de una religión
que no han elegido. Bautizados recién nacidos, han hecho de la frase
"católico no practicante" el santo y seña de su hipocresía nacional.
La
apostasía colectiva sigue siendo una forma de atravesar el alucinatorio
social de que hay 1200 millones de católicos en el mundo, casualmente,
la misma cifra de hambrientos. Aunque no de fe, sino de alimentos. Y
millones en la argentina. No pido verdad, pero exijo coherencia. No me
puedo dormir enemigo de Bergoglio y despertarme adorando a Francisco. A
ver si queda claro: son lo mismo. No son dos personas distintas. El Papa
es el CEO de una de las organizaciones más poderosas del planeta. Es un
Rey elegido por hombres. No es un Rey de Reyes por mandato divino. No
se olviden de la Revolución Francesa ¿es demasiado? Si. Pero de la misma
manera que no participé de la otra fiesta de todos (mundial 1978) de
ésta tampoco participo. En todo caso, volveré a escuchar el reportaje
que en mi programa radial le hice a Ruben Dri.1 Filósofo y Teólogo que
más allá de cuanta agua se necesite, nunca apagarán su fuego. Y espero
que mi fuego tampoco.
FUENTE: Agencia de Noticias Pelota de Trapo
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