Autoras/es: Berenice para Burbujitas
(Fecha original del artículo: Marzo 2012)
La llegada de un hermanito
supone un nuevo cambio para los niños que deben enfrentarse a esta
situación. Para todo adulto es difícil sobrellevar nuevas experiencias y
hasta podemos sentir temor a la hora de enfrentarnos con el cambio. Por
lo tanto, para un niño se complica todo aún más porque no puede medir
cuál será el impacto que tendrá la llegada de un hermano en su vida
familiar.
Puede sentir
que será desplazado en el momento de que nazca su hermanito/a, puede
sentir miedos, angustias, inseguridades... Está en los padres saber cómo
manejar la situación lo mejor posible.
--> Al momento de dar la noticia al niño, deberemos estar calmados y el ambiente tendrá que ser tranquilo y armonioso.
--> Debemos dar la noticia con tiempo, para que el niño pueda realizar todas las preguntas que desee y sacar todas sus dudas.
--> Podemos invitar al niño a que colabore con los preparativos previos a la llegada del bebé. Que realice dibujos para el nuevo hermanito, que nos ayude a decorar la habitación, que nos acompañe a comprar la ropa, etc.
--> Cada
vez que el niño tenga dudas, es recomendable sacárselas y responder con
precisión. Sin dar vueltas o inventar respuestas erradas.
-->
Debemos explicarle al niño acerca de los primeros días de la vida de su
hermanito. Es un error decirles que el bebé "jugará con él", porque los
bebés en sus primeros meses duermen muchas horas y comen. Sí está
correcto decirles que podrá ayudar a bañarlo, a darle de comer o a
dormirlo, o que podrá mostrarles juguetes para que el bebé aprenda a
sonreír o empiece a conocerlo cuando le habla.
-->
Expícale que vas a brindarle al bebé, el mismo amor que das a todos tus
hijos. Sólo que tendrás que cuidarlo más porque es chiquito y no sabe
cuidarse solo.
--> Muéstrale fotos, ropa, videos o anéctodas de cuando él nació, para ayudarlo a entender esta nueva etapa.
--> Es
normal, que con la llegada de un hermanito, los niños comiencen a tener
actitudes que ya no tenían: chuparse el dedo, gatear, hacerse el bebé al
hablar, no controlar esfínteres. Es una actitud que dura un lapso de
tiempo y luego se va.
--> Nunca
decirle al niño que deberá ser el "ejemplo" para el bebé y tampoco
entregarle mayores responsabilidades como las de no dejarlo equivocarse.
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