Autoras/es: Estrella Roja
(Fecha original del artículo: Marzo 2013)
Este año
en la UBA nos encontramos con la sorpresa del Plan Nacional de Becas
Universitarias (PNBU). Este nuevo sistema de becas anunciado con bombos y
platillos por los canillitas del boletín oficial, presenta un nuevo
ataque hacia el movimiento estudiantil y la autonomía universitaria.
Por un lado vemos que los
requerimientos de la asignación son una mezcla entre requisitos
meritocráticos y discriminatorios, como nos los demuestran el articulo 61
en donde se afirma que para ser beneficiario uno no debe superar los 35
años de edad y además, uno debe ser argentino nativo o por opción
(“argentina para los argentinos” en el gobierno de unidad
latinoamericana…), el artículo 7 que excluye de la asignación a quienes
estén cursando el último año de la carrera en el año de la convocatoria,
o estuviesen excedido en más de dos años en el tiempo de duración
teórica de la carrera de acuerdo a su plan de estudios (requisito
realmente difícil de cumplir para quién trabaja y estudia), o a quienes
ya han finalizado una carrera de grado universitaria. Estos requisitos
ya estaban presentes en algunas becas de reciente creación como la
Jauretche de la Facultad de Filosofía y Letras, por lo que estamos en
presencia de una continuidad en las políticas educativas (o una
“profundización” si se quiere). A su vez, se debe señalar que el
articulo 21 implícitamente afirma que cumplir los requisitos no equivale
automáticamente a recibir la beca ya que dice que “Cuando en el marco
de una convocatoria el número de alumnos preseleccionados supere la
cantidad de becas a otorgar, el PNBU procederá a utilizar el orden de
mérito establecidos en los artículos 18 y 19 a efecto de confeccionar el
listado final de alumnos a becar”2.
Por otro lado, vemos que
este “nuevo” sistema de becas al centralizar la asignación de las mismas
y los requisitos establecidos para su asignación, es una continuación
de las políticas que atentan contra la autonomía universitaria, ya que
la comunidad universitaria no tiene incidencia en la discusión sobre la
misma. Este hecho se conjuga con un política de financiamiento (o
desfinanciamiento) mediante la cual Estado al no otorgar recursos
generales para solventar necesidades generales de las universidades (ya
sea sueldos, viajes, becas, necesidades edilicias), obliga a las
universidades a aceptar recursos condicionados (públicos o privados). En
este caso las universidades al no contar con fondos suficientes, se ven
obligadas a aceptar este sistema de becas con sus requisitos
meritocráticos y discriminatorios sin poder discutirlos ya que el mismo
Estado que aplica estas políticas es el que le niega los fondos que
permitirían a las mismas definir autónomamente una política educativa.
Por último, entendemos que este sistema de becas atenta contra la
gratuidad de la educación (siendo esta una victoria obtenida con la
lucha y no un mero regalo), ya que por la misma se entiende no solo el
hecho de que la educación pública no sea arancelada, sino que también el
Estado garantice la permanencia en el sistema educativo: como vimos los
requisitos que contempla la PNBU lejos están de garantizarla.
1 Programa Nacional de Becas Universitarias. Reglamento General en http://dl.dropbox.com/u/46504642/ME/REG_PNBU-2013.pdf
2 Programa Nacional de Becas Universitarias. Reglamento General en http://dl.dropbox.com/u/46504642/ME/REG_PNBU-2013.pdf
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