Colaboración médica cubana: Gratuidad, acceso universal e internacionalismo
Autoras/es: Alfredo Boada Mola, Roberto Hernández y Javier Rodríguez Roque, corresponsales de Prensa Latina 
(Fecha original del artículo: Abril 2012) 
Cerca de 135 mil trabajadores de la salud cubanos han 
participado en misiones de colaboración médica de su país, un programa 
de trabajo iniciado hace medio siglo bajo los principios de gratuidad de
 los servicios, acceso universal e internacionalismo. La Escuela 
Latinoamericana de Medicina en Cuba y otras naciones que ha permitido 
graduar más de 14 mil médicos de 122 países.
La ayuda médica cubana tuvo sus inicios luego del 
triunfo de la Revolución. El primer grupo viajó a Chile en 1960, para 
atender a los damnificados del terremoto, lo que continuó en 1963, 
cuando se constituyó la primera brigada con especialistas que laboraron 
en Argelia. En la actualidad 38.868 profesionales sanitarios, de ellos 
15.407 médicos, se encuentran en 66 naciones, según la directora de la 
Unidad Central de Cooperación Médica del Ministerio de Salud Pública de 
Cuba Yiliam Jiménez.
Hoy la estrategia de cooperación en salud está 
dispuesta en varias modalidades, desde el programa especial para 
Venezuela, pasando por el Contingente Internacional de Médicos 
Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry 
Reeve, una organización sin precedentes en la historia, destacó Jímenez.
El Programa Integral de Salud comenzó en 1998, como 
consecuencia del daño causado por los huracanes George y Mitch a 
Centroamérica, con el envío de colaboradores que aún prestan sus 
servicios en zonas rurales, sin distinción de raza, credo, ideología y 
respetando las leyes y costumbres de los países.
También incluye el estudio de personas con discapacidad
 (realizado en Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia), así como la 
operación Milagro, iniciativa de Fidel Castro, liderada desde 2004 por 
los gobiernos de Cuba y Venezuela, que ha permitido recuperar la visión 
de millones de personas.
Sobresale además la formación de recursos humanos 
mediante el proyecto de la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba y
 otras naciones, y otros programas de estudio, que ha permitido graduar 
más de 14 mil médicos de 122 países.
Médicos para el mundo formados en Cuba
Con más de 14 mil graduados de numerosos países, 
incluido Estados Unidos, la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) 
-en las afueras de La Habana- asume desde su apertura en 1999 una 
matrícula multinacional con recursos provenientes del Estado cubano.
Desde su fundación en 1999, luego de huracanes que a 
finales de 1998 sembraron desolación y muerte en Centroamérica y el 
Caribe, decenas de miles de jóvenes latinoamericanos y de otras regiones
 del planeta se han graduado en la ELAM. Es conocida por sus resultados y
 yo diría que tiene un sello de calidad, humanismo e internacionalismo, 
expresó el rector fundador de ese centro Juan Carrizo, quien respondió a
 Prensa Latina algunas interrogantes.
P. ¿Algún país aporta recursos materiales o financieros a la escuela?
R. Como país, el Estado cubano sustenta todo este 
proyecto y hay donaciones de organizaciones como la estadounidense 
Atlantic Philantropic. Tenemos cinco proyectos de donantes que ayudan a 
mejorar la base material de estudio, la actividad publicitaria y la 
adquisición de algunos equipos. Quería decir... No es la esencia del 
costo, que corre totalmente por el Estado cubano. Han existido personas 
muy gentiles e instituciones que entendiendo el valor del proyecto han 
querido participar. Los países como tal no participan.
P. ¿Usted ve la multinacionalidad de la matrícula como desafío o como oportunidad?
R. Pienso que es desafío y oportunidad. Desafío porque 
lidiamos con más culturas, idiosincrasias y hasta con percentiles 
educacionales muy variados... Es un desafío de la escuela desde un 
principio, con 24 nacionalidades y ahora la heterogeneidad es mayor (108
 países). Al mismo tiempo resulta una fortaleza cultural. Es una 
oportunidad porque más pueblos pueden beneficiarse con la institución. 
Sobre todo países pobres y pequeños, los cuales reciben un impacto 
extraordinario en el número de médicos que les aportamos. La experiencia
 que hemos tenido ha sido buena. Ellos van a trabajo voluntario, a 
actividades políticas... para todo, pero con una característica muy 
particular: que se sientan un poco en su medio, se adapten a nuestra 
universidad y a la sociedad.
P. La ELAM ha asistido a países ante desastres naturales. ¿Cómo caracterizaría esa participación?
R. Es muy importante, pues nos retroalimenta también. 
Nos ayuda a acelerar algo esencial de nuestra misión, que es formar 
médicos en la solidaridad internacionalista y la sensibilidad humana. En
 Haití, por ejemplo, fueron más de 250 egresados. Y hemos apreciado el 
compromiso, la responsabilidad y el humanismo de esos profesionales, 
evaluados por organismos internacionales como la Organización 
Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de Salud (OMS) y
 del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Vimos cómo 
aquellos que no fueron por razones de capacidad, también tuvieron esa 
posición altruista y humana de querer ayudar. Todavía recibimos 
solicitudes para contribuir con ese pueblo.
P. ¿Sería pretencioso hablar de un impacto en el mundo?
R. Debe ser una aspiración. Vamos a rebasar los 14 mil 
graduados que son parte del recurso humano de sus países. Ya hoy tenemos
 directores municipales, de hospitales, en universidades, inclusive en 
gobiernos, que tienen algún grado de responsabilidad. La aspiración debe
 ser que esos egresados puedan ayudar a las transformaciones que 
necesitan la salud pública y las universidades de América Latina y del 
resto del mundo.
P. Si calculara en dinero, ¿cuánto ha aportado la ELAM?
R. En Estados Unidos una universidad te puede costar 
340, 240 o 100 mil dólares. Si multiplicas por 10 mil puedes sacar 
cuántos millones son. Si vemos el costo de una universidad 
latinoamericana en 40 mil o 50 mil, saca por ahí la cuenta. El otro 
resultado es cualitativo; lo que representa un médico preparado 
integralmente para lo que hoy debería ser una ocupación en todos los 
países: la atención primaria de salud. Y son médicos preparados para 
eso. Tal vez es incalculable el valor de un egresado de la Escuela 
Latinoamericana.
P. ¿Cómo ve la ELAM del futuro?
R. ¿La ELAM del futuro? La vi en el pasado, cuando 
comenzó; la veo en el presente y la visiono como una universidad 
formadora de médicos para el mundo. Lo tengo que decir así porque hoy es
 la vía de ingreso de todos los estudiantes que vienen por el programa 
gratuito internacionalista y de solidaridad de nuestro país en el campo 
de la medicina. En el futuro seguirá ganando prestigio y autoridad. No 
solo por el número de egresados, sino también por el ejemplo que 
irradien.
Estudiantes de la ELAM impulsan proyectos de salud en 
comunidades pobres de sus países de origen. A punto de graduarse en la 
institución, jóvenes de Colombia, Ecuador, Honduras, México y otras 
naciones consolidan programas de diagnóstico, prevención y tratamiento 
de enfermedades. Selvas, pueblos marginados y comunidades indígenas de 
la geografía regional están en el centro de los proyectos que cobran 
fuerza bajo el nombre de Brigada Estudiantil por la Salud (BES).
Prensa Latina conversó con varios estudiantes de sexto 
año de medicina, quienes ofrecieron detalles de las acciones 
emprendidas. En Colombia desarrollamos desde hace unos años programas en
 zonas pobres del país, donde aplicamos principios aprendidos aquí, como
 la solidaridad, la prevención y el convertir en protagonistas a los 
propios habitantes, explicó la estudiante Diana Hernández.
Según la joven colombiana, en el centro de proyectos en
 localidades como Ette Ennaka, Sur de Bolívar, Suroccidente, Sumapaz y 
Arauca está la formación de activistas de salud. Nosotros incidimos en 
un periodo corto de tiempo, de ahí la prioridad de crear conciencia y 
formar promotores de salud encargados de expandir hábitos sanos como la 
higiene, la lactancia materna, las pruebas citológicas, el sexo seguro y
 el dominio de los primeros auxilios, precisó.
Para Hernández, entre los mayores retos está la 
atención de pobladores de la comunidad indígena Ette Ennaka afectados 
por el Prurigo Actínico (erupciones de la piel), una enfermedad de base 
genética agravada por la pobreza imperante en la región. Al principio 
fue muy difícil avanzar en nuestro empeño de ayudar a los más 
necesitados, a partir del escaso respaldo gubernamental, pero con el 
tiempo hemos logrado cosas, dijo.
Por su parte, la ecuatoriana Daniela Cabrera resaltó 
las acciones en provincias de su país como Los Ríos y Pichincha, donde 
alumnos de la ELAM con el apoyo de autoridades realizan diagnósticos y 
brindan atención médica a sus pobladores, a través del programa social 
Misión por la vida Eugenio Espejo.
Gracias a la iniciativa, beneficiamos a personas de 
bajos recursos en temas de estomatología y medicina general integral, 
además de ofrecerles charlas de prevención en sexualidad y cuidados a 
las embarazadas, apuntó. También en zonas pobres y marginadas de 
Honduras y México estudiantes de la ELAM impulsan iniciativas de 
inclusión social.
En Honduras tenemos tres proyectos que comienzan a dar 
sus frutos, uno de ellos consistente en trabajar con la etnia garífuna, 
pueblo afrodescendiente de la costa norte de esa nación, explicó Eduardo
 Vázquez. Según comentó, en el país centroamericano la atención en las 
comunidades se realiza de manera integral.
Al principio solo concentrábamos esfuerzos en la salud,
 pero con el paso de los años hemos extendido nuestras actividades hasta
 llegar a zonas remotas también con apoyo en agricultura, educación e 
infraestructura, destacó. Para el futuro galeno mexicano Marco Antonio 
Montes de Oca, nada le resulta más gratificante que sentirse útil en el 
empeño de extender la atención médica a quienes no la han tenido durante
 décadas.
Es un gesto humano, fruto de la solidaridad que hemos 
aprendido de los cubanos en estos años de estudios; ahora, una vez 
graduados, la meta es adaptar los conocimientos a las realidades de 
nuestros pueblos, consideró el alumno de sexto año de la ELAM. De 
acuerdo con Montes de Oca, en México sobresale el accionar de los 
estudiantes en uno de los municipios más pobres y marginados del país, 
llamado Huautla de Jiménez, localidad indígena ubicada en el sureño 
estado de Oaxaca. Allí -expuso-empezamos por la recolección de 
informaciones, y ya hemos atendido a cinco mil 300 personas de un total 
de alrededor de 40 mil habitantes dispersos por 40 localidades.
La formación de médicos en Venezuela
La Misión Barrio Adentro, un programa gubernamental que
 brinda servicios médicos gratuitos a la población venezolana, apoyó la 
graduación de 8.164 médicos integrales comunitarios, informó la ministra
 de Salud Eugenia Sader. Gracias a esa iniciativa, han egresado 8.164 
profesionales de esa especialidad en este país, porque cada consultorio 
popular y centro de diagnóstico integral se transformó en una 
institución docente. A juicio de Sader, Venezuela da un ejemplo a nivel 
mundial al formar médicos humanistas y de calidad.
En entrevista concedida a Venezolana de Televisión, la 
titular señaló que los estudiantes tienen una formación básica de seis 
años en aulas nacionales y, cuando obtienen el título, ingresan al 
Sistema Público Nacional de Salud. El Jefe de las misiones cubanas en 
Venezuela Roberto López subrayó que el programa, además de brindar salud
 gratuita a los sectores más pobres de la nación suramericana, abrió las
 puertas a otras misiones como la deportiva o la cultural.
En la celebración de los nueve años de la iniciativa, 
el vicepresidente ejecutivo del Gobierno Elías Jaua destacó que ese 
proyecto social realizó con la ayuda de Cuba más de 745 millones de 
consultas médicas desde su creación. La Misión instaló en el país unos 
6.702 consultorios de atención médica, 551 Centros de Diagnóstico 
Integral y 582 Salas de Rehabilitación Integral.
Más cirugías oftalmológicas en Nicaragua
El gobierno de Nicaragua anunció que la Operación 
Milagro para cirugías oculares, con la colaboración de médicos cubanos, 
llegará el próximo mes en servicio itinerante al sureño departamento de 
Río San Juan. Rosario Murillo, coordinadora del Consejo de Comunicación y
 Ciudadanía, explicó que en ese territorio hay al menos 517 personas que
 requieren operaciones oftalmológicas, según identificaron mediante 
pesquisa de Salud en las comunidades.
El servicio móvil está por concluir sus labores en la 
zona del Triángulo Minero, perteneciente a la Región Autónoma del 
Atlántico Norte, donde realizaron 505 cirugías desde febrero hasta la 
fecha, destacó la funcionaria, quien reiteró el agradecimiento al pueblo
 y gobierno cubanos.
La Operación Milagro incorporó en febrero de 2012 la 
modalidad itinerante a fin de acercar las atenciones a los pacientes y 
poder llegar a los sitios de más difícil acceso, mientras mantiene 
varias posiciones fijas, la principal de ellas en el hospital de Ciudad 
Sandino.
Este programa comenzó en mayo de 2007 y registra un 
saldo de aproximadamente 100 mil intervenciones con la participación de 
expertos cubanos y nicaragüense, indican datos del Ministerio de Salud. A
 los precios del mercado internacional, la colocación de un lente 
intraocular costaría al menos dos mil dólares; pero los nicaragüenses 
reciben el tratamiento gratuitamente.
Más de 15 mil paraguayos gozan de salud
Más de 15 mil paraguayos gozan hoy de salud ocular 
gracias a las cirugías realizadas por los especialistas oftalmológicos 
de la Misión cubana.Sólo en el primer trimestre de 2012, 739 pacientes 
fueron operados por los galenos cubanos de la Operación Milagro, 487 de 
ellos de cataratas y el resto de pterigio o carnosidad como aquí le 
llaman, dijo a Prensa Latina el jefe de la Misión doctor Boris Carballo.
Carballo explicó que la brigada cubana radica en el 
departamento de Itapúa, específicamente en la localidad de María 
Auxiliadora, a casi 500 kilómetros de esta capital y cuenta con 15 
integrantes y una clínica oftalmológica allí instalada. Tenemos 
especialistas en oftalmología y en medicina interna, licenciados en 
farmacia, laboratorio, optometría y óptica, ingenieros electromédicos, 
anestesistas y licenciados en enfermería, señaló, para subrayar el alto 
nivel de los miembros del colectivo.
Reveló que, aunque las cirugías se hacen en el 
hospital, los médicos cubanos viajan por todo el país para realizar las 
pesquisas e identificar a los pacientes, detectan su patología, los 
trasladan a la clínica, allí comprueban que estén compensado y entonces 
los operan. En el hospital de la Misión, que cuenta con 80 camas, 
permanecen alojados con todos los insumos y gastos cubiertos sin abonar 
nada hasta hacerles la consulta postoperatoria, la cual se repite a los 
siete días, al mes y a los tres meses de intervenido.
La misión está formada por personas procedentes de 
nueve de las provincias cubanas, con edades de entre 32 y 63 años, todas
 dedicadas con devoción al importante trabajo que están realizando. Por 
encima de todo, dijo Carballo, tenemos la satisfacción de que, al final 
de un tratamiento nos retribuyen con las gracias o con una bella 
sonrisa.
Un total de 2.557 intervenciones oftalmológicas, 
incluidas cirugías de cataratas y de Pterigium, realizaron especialistas
 cubanos el año pasado en Paraguay. Los médicos, técnicos y personal de 
apoyo realizaron también 7.545 pesquisas a pacientes de bajos recursos 
en varios departamentos del país.
Brigada Médica de Cuba arriba a su sexto aniversario en Bolivia
La Brigada Médica de Cuba en Bolivia arriba a su sexto 
aniversario de labor solidaria en Bolivia con más de 50 millones de 
consultas gratuitas realizadas en beneficio del pueblo. Los cubanos 
arribaron a esa nación andina como parte del Contingente de Médicos 
Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry 
Reeve, que vino a prestar servicios durante unas inundaciones en el 
departamento amazónico de Beni, y su trabajo trascendió hasta 
convertirse en un programa integral de salud.
En entrevista para Prensa Latina, el coordinador 
nacional de la Brigada Médica de Cuba en Bolivia Luis Orlando Oliveros 
afirmó que los especialistas cubanos de la medicina brindan sus 
servicios gratis para la gente más humilde y pobre en los lugares más 
distantes e inaccesibles del país.
Actualmente, precisó Oliveros, los galenos de la isla 
caribeña laboran en más de 500 consultorios médicos y más de 30 
hospitales integrales comunitarios repartidos en los nueve departamentos
 bolivianos. Los especialistas antillanos brindan además su atención en 
seis centros oftalmológicos, en los cuales a lo largo de estos seis años
 operaron gratuitamente de la vista a más de 615 mil personas de bajos 
recursos, provenientes no solo de Bolivia, sino también de países 
vecinos como Chile, Argentina, Paraguay, Brasil y Perú.
El personal cubano de la salud participó además en el 
programa de estudios a personas con capacidad diferente, que se llevó a 
cabo en la nación altiplánica, destacó, como parte de la Brigada Moto 
Méndez. En ese esfuerzo tripartito entre Cuba, Bolivia y Venezuela, los 
técnicos y médicos caribeños visitaron un millón de familias, en las 
cuales contactaron a más de cinco millones de bolivianos y detectaron 
alrededor de 82 mil personas con algún tipo de discapacidad.
Los cubanos están enfrascados, agregó el jefe de la 
misión médica caribeña, en la formación de recursos humanos para el país
 andino altiplánico. Cerca de mil 600 estudiantes bolivianos se 
graduarán de médicos a partir de este mes con la ayuda solidaria y 
desinteresada de Cuba. Asimismo, los expertos cubanos trabajan en otras 
tareas como el pesquisaje genético, la inserción de salas de 
rehabilitación física y la implementación de nuevas fábricas de órtesis y
 prótesis en territorio boliviano.
Con reportes de los periodistas .

 

 
 
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