Autoras/es: María Mercedes Rementería
(Fecha original del artículo: Noviembre 2013)
Se acerca el calor y se
intensifican las campañas sanitarias
contra el dengue. Esta enfermedad es de tipo viral y se transmite por la
picadura de mosquitos del género Aede,
principalmente el Aedes aegypti.
El contagio se produce únicamente por la picadura de los mosquitos infectados,
nunca de una persona a otra. Sin embargo, aunque es poco común las mujeres
embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.
El dengue es un problema
creciente para la salud pública mundial. Esto se debe al cambio climático, al
aumento de la población mundial en áreas urbanas de forma desorganizada, la
insuficiente provisión de agua potable que obliga a su almacenamiento en
recipientes caseros habitualmente descubiertos, la inadecuada recolección de
residuos y la gran producción de recipientes descartables que sirven como
criaderos de mosquitos al igual que los neumáticos desechados. A esto se suman
el aumento de viajes y migraciones, fallas en el control de los vectores y la
falta de una vacuna eficaz para prevenir la enfermedad.
Tipos de dengue y síntomas
El dengue puede ser de dos tipos:
el común o el hemorrágico. Según sea el
tipo se presentan distintos síntomas.
SÍNTOMAS DE DENGUE CLÁSICO:
- Fiebre alta repentina.
- Dolor de músculos, huesos,
cabeza, articulaciones y ojos.
- Sabor herrumbroso.
- A los 3 o 4 días de tener fiebre
aparece un salpullido en el cuerpo, brazos y piernas.
SÍNTOMAS DEL DENGUE HEMORRÁGICO:
- Su inicio es similar al
clásico.
- Las personas pueden presentar
además sangrado en la piel, encias,
estómago, oídos y nariz.
- Inflamación y enrojecimiento de
la cara.
- Falta de apetito.
- Presión baja, pulso débil,
sueño, sudoración, dificultad para respirar y estado de shock.
Los especialistas recomiendan, ante la aparición de algunos de estos síntomas,
recurrir inmediatamente al médico.
Como en todos los casos, la
automedicación es desalentada. El tomar por su cuenta aspirinas o ibuprofeno puede
retardar el diagnóstico y perjudicar el proceso de la enfermedad.
En cuanto al tratamiento hay que
aclarar que no existe uno específico. Sin embargo, controlar los síntomas y
mantener una buena hidratación, disminuye el riesgo de complicaciones y deben
permanecer en observación continua en los establecimientos asistenciales. Esto
es fundamental para el manejo y su recuperación.
No hay que olvidar que el dengue
puede resultar mortal por eso es necesario estar bien atentos y adoptar
conductas responsables.
¿Cómo puede prevenirse?
Existen medidas simples que cada
persona puede realizar en su casa para evitar la proliferación del mosquito del
dengue. El primer recaudo que hay que tener es con los recipientes del hogar.
En ellos se puede acumular agua, un medio apto para que se críen los mosquitos.
Aquellos recipientes que no son de utilidad (latas,
botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados) deben ser
eliminados.
Si los recipientes no pueden
eliminarse porque se usan permanentemente, como baldes y palanganas, debe
evitarse que acumulen agua, dándolos vuelta o vaciándolos permanentemente, como
en el caso de los bebederos de las mascotas.
Es importante mantener los patios
y jardines desmalezados. También hay que destapar periódicamente los desagües
de los techos. Los tanques y recientes que se usan para recolectar agua deben
estar perfectamente tapados y las piletas de natación necesitan estar limpias y
cloradas.
Para prevenir la picadura de
mosquitos se pueden colocar mosquiteros en puertas y ventanas, no olvidar el
uso de repelentes sobre la piel y la ropa.
La fumigación no es suficiente
para eliminar el mosquito. La aplicación de insecticidas es una medida
destinada a eliminar a los mosquitos adultos que pueden transmitir el dengue.
Su implementación debe ser evaluada por las autoridades sanitarias y debe ser
acompañada por la eliminación de todos los recipientes que acumulan agua en las
casas y espacios públicos.
Datos para tener en cuenta
Según los últimos datos de la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) en América Latina, más de 544
millones de personas corren el riesgo de contraer dengue.
En lo que va del año 2013,
murieron al menos 1.034 personas a causa de esta enfermedad, con 456 decesos en
Brasil (1.423.672 casos), 210 en Paraguay, 124 en Colombia (102.944 casos) y 47
en México (162.008 casos). También se produjeron muertes en República
Dominicana (90), Perú (13), Ecuador (11), Bolivia (9) y Puerto Rico (2) y más
de 2 millones de personas se vieron infectadas.
El protocolo en la provincia de
Buenos Aires establece que todo centro asistencial que detecte un posible caso
deberá informar a la Dirección de Epidemiología del ministerio de Salud para
que se realicen las confirmaciones del diagnóstico. Para eso la Provincia
cuenta con una red de catorce laboratorios para corroborar casos de dengue.
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