Autoras/es: Luis Angió
Varios gremios docentes y otros espacios educativos han manifestado su preocupación ante la implementación de la norma denominada “Nueva Escuela Secundaria” que incluye la quita de especializaciones educativas.Por Luis Angió-integrante de la RNMA
| Por ANRed- E (redaccion@anred.org) |
| Contra la reforma educativa de las escuelas medias Laura Marrone, docente y Secretaria Pedagógica de la Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMYS) dialogó con el programa Oíd Mortales!!! -que se emitió el lunes 10 de junio a las 20 por La Retaguardia, con la conducción de Cristina Varela y Luis Angió- y explicó las implicancias de la mencionada reforma. Marrone detalló que los cambios en el sistema educativo no obedecen únicamente a maniobras del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sino que se trata de “una adecuación a un plan nacional que se votó en el Consejo Federal de Educación en 2009” que se enmarca en la resolución 84/09 e implica un rediseño del sistema de escuelas medias centradas en 10 orientaciones. Además reveló que hay un plazo de adecuación para aplicar el nuevo sistema: el gobierno de la Ciudad intentó llevar a cabo estos cambios durante el año pasado, situación que desencadenó las tomas de escuelas secundarias y terciarias y, por consiguiente, la suspensión temporal de la implementación de la norma. En base a estas acciones se pudo concretar una serie de nueve debates abiertos que se están desarrollando en la actualidad y donde se evidencian inconvenientes graves en dicha norma. Uno de ellos es la reducción a diez tipos de bachilleratos, donde se destaca la no contemplación de los bachilleratos con orientación pedagógica así como tampoco los físico-matemáticos. Al respecto, Marrone afirmó: “hay un gran número de orientaciones que no puede reducirse a diez; la norma nacional admite que cada jurisdicción pueda incorporar orientaciones, pero es fuerte tener que ir por una supuesta excepción” En este orden, otro de los problemas que señaló la docente es el aumento de la formación específica en detrimento de la formación general: materias como filosofía o historia quedan relegadas, lo cual constituye una contradicción. “En un país que genera una apertura para que a los 16 años los jóvenes puedan votar, no tendrán historia a esa edad sino que la tendrán a los 13”, cuando no tienen el mismo nivel de comprensión de los hechos que podrían tener en quinto año. Laura Marrone también sostuvo que no queda claro por qué la norma 84/09 es una mejora, ya que habrá cambios en las horas cátedra y cambio de docentes debido a la propuesta de una u otra orientación. “Necesitaríamos más tiempo y rediscutir por qué tiene sentido reducir el número de orientaciones, sumado a situación laboral de los docentes.” Al ser consultada sobre la decisión de los contenidos de los planes de estudio, remarcó la diferencia entre la Ciudad de Buenos Aires y otros sitios de Argentina: mientras en otras provincias, como Neuquén y Santa Cruz, hay Consejos de Educación que funcionan con voto electivo de los docentes, en Buenos Aires este mecanismo se centra en el Ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich. “Es un zar en un sistema educativo de casi 60 mil docentes” –sentenció la educadora.- Asimismo, relató detalles del Encuentro Nacional Docente, que tuvo lugar en el Colegio Mariano Acosta en el que discutió una fundamentación para presentar ante Alberto Sileoni, Ministro de Educación de La Nación, afirmando la necesidad de que se reconozca la orientación pedagógica en los bachilleratos.“Hoy faltan de docentes: se jubilan más de los que se reciben y justo el bachillerato docente no está contemplado”. Finalmente, Laura Marrone comentó que no hay un acuerdo total entre los distintos gremios del campo docente debido a que la Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE) se halla en “sintonía fina” con el Gobierno Nacional. Si bien ese gremio plantea el inconveniente de los derechos laborales de los docentes, “tiene una postura ambivalente y no hay cuestionamientos de fondo” a la norma, -concluyó-. |
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