Entrevista con la BBC
Autoras/es: BBC
Miércoles 14 de noviembre de 2012 | 02:44
En
una entrevista concedida al la BBC Mundo, el Presidente Mujica se
refirió al proyecto de Ley que por el cual el gobierno plantea la
legalización de la producción, distribución y venta del cannabis.
“Uruguay es un país pacato, de viejos. La mayoría somos viejos y de
tendencia conservadora. Uno le dice a la gente ‘regularizar la
marihuana’ y te empiezan a mirar, como una cosa del diablo”, dijo
Mujica.
Acotó que eso es una “una exageración”. En ese marco, el jerarca
dijo que en realidad el cannabis “tuvo que ver con el descubrimiento de
América, porque se usaba para hacer las velas y estopa de tapar las
hendijas de los barcos”.
“Ha acompañado toda la epopeya en el Nuevo Mundo. Merece que lo
tratemos con más respeto y conocerlo mucho más. Hay que luchar contra el
prejuicio”, dijo Mujica, pero agregó que “no se puede instrumentar
pasándole por arriba al país”.
También aseguró que “nunca” fumó marihuana. Al tiempo que advirtió
que el narcotráfico “está pudriendo a la muchachada común y corriente y
la más pobre”.
Asimismo, el mandatario comentó que “se gasta en cárceles el dinero de los enfermos. Hay que luchar contra el prejuicio”.
En cuanto al hecho de que la medida del gobierno podría incidir en
la región, el jefe de Estado respondió: “No queremos joder a los vecinos
(…) ni puedo permitirme el lujo de que vengan los pichicateros de por
ahí a dársela acá. ¡No, estamos fritos con eso, porque sería de nunca
acabar!”.
Narcotráfico
Por otro lado, dijo que en realidad lo que le asusta es “el
narcotráfico y no la droga”. Remarcó el criterio de que “por la vía
represiva, es una guerra perdida”. Por ello resaltó que la propuesta
legal pretende evitar que quienes consumen marihuana se vean
involucrados en el trato con traficantes de drogas más peligrosas como
la pasta base “que está pudriendo a la muchachada común y la más pobre”.
Agregó que lo importante es identificar “cuando el tipo se pasa de
la raya y decirle: ‘mijo, usted se tiene que internar o hay que
cuidarlo’. Y no tenerlo en el mundo clandestino y tratar como a un
delincuente a un tipo que tiene una adicción y en el fondo tiene una
enfermedad. No le puedo regalar enfermos al narcotráfico”.
“Además me envenena, porque cada vez tengo que gastar más plata en
policía, en cárceles y en las consecuencias. Y no tengo plata para
atender a los enfermos”, puntualizó.
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