En el día miércoles 19/12 el
Consejo Superior de la UBA
máximo órgano de gobierno de la Universidad, donde la mayor
representación está dada por el Rector y los decanos de las distintas
Facultades
se aprobó la propuesta de reforma del Plan de Estudios de la Carrera de Trabajo Social.
Tal como venimos haciendo, hoy también nos movilizamos, junto con
el Espacio Abierto de Trabajo Social, para hacer oír nuestras críticas y
propuestas.
Ni siquiera se nos permitió ingresar al edificio donde
se realizó la reunión, que se encontraba vallado y con un cordón
policial. Es decir, una vez más, nuestras voces no fueron
escuchadas, no nos permitieron participar del debate y menos aún de las
decisiones.
No sorprende este desenlace para un proceso que se dio marcado por formas claramente antidemocráticas,
desde la formulación de la propuesta curricular por unxs pocxs, hasta
la escandalosa violación de las normas institucionales de cogobierno
que la Agrupación Lucía Cullen y los promotores de este plan tanto
dicen defender tanto en la Junta de Carrera que votó el plan en un
pasillo sin la presencia de la mayoría estudiantil ni la minoría de
graduadxs, así como el Consejo Directivo de Sociales, que aprobó la
propuesta sin la presencia de todxs lxs consejerxs y sin permitir el
uso de la palabra por parte de la minoría estudiantil ni de lxs
compañerxs de la Carrera que nos habíamos movilizado. Ambas instancias
de decisión política que
ignoraron deliberadamente los resultados
del plebiscito realizado entre lxs estudiantes de Trabajo Social, donde
más del 90% se pronunció por la necesidad de profundizar los debates y
construir una propuesta superadora para nuestra carrera.
Esta vocación sistemáticamente ignorada por las instancias
institucionales de la Carrera y la Facultad, es la que nos movió a
crear y sostener espacios de autoorganización, donde estudiantes,
docentes y graduadxs nos fuimos animando a hacer(nos) nuevas preguntas
sobre nuestra formación, donde fuimos construyendo y proponiendo
nuestros propios espacios y lógicas para construir colectivamente el
Trabajo Social que queremos.
Nos queda por delante el
desafío de fortalecer estos espacios de base, para avanzar en la
necesaria democratización del cogobierno, de nuestras Carreras y de la
Universidad, para que dejen de ser unxs pocxs lxs que decidan y tomar en
nuestras manos nuestra formación.
Porque sabemos que el
Trabajo Social Crítico que buscamos construir y fortalecer sólo será
posible poniéndole el cuerpo, volviéndonos protagonistas, organizándonos
y forjando desde abajo una profesión comprometida con la lucha por una
sociedad sin explotadores, ni explotados.
En ese camino estamos, y por el mismo seguiremos.
¡Seamos protagonistas! ¡Sigamos construyendo un Trabajo Social Crítico y Transformador!
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