Autoras/es: Elizabeth Jezierski
(Fecha original del artículo: Diciembre 2012)
Para los que no quieren saber nada con "meterse en cosas raras", la CABA era un hermoso lugar para evitar.
1) Los ambientalistas hacía tiempo habían anunciado su ya tradicional actividad.
2) Lo del escrache a los jueces tucumanos surgió como respuesta a la proclamación de la impunidad de los proxenetas y sus amigos los funcionarios corruptos que a muchos tomó por sorpresa y a todos (salvo los amigos de los corruptos) nos llenó de indignación.
Mi plan era quedarme traduciendo hasta la hora de la programada reunión de equipo. Pero a primeras horas de la tarde me llamaron para decir que se levantaban todas las reuniones para poder concurrir a Suipacha al 100 que era donde se reunían los familiares y amigos de la lucha de Susana Trimarco por su hija y muchas otras hijas que forman gran parte (aunque no la totalidad) de los desaparecidos en democracia.
Hacia allá me dirigí. Salí con bastante antelación pues sabía que iba a haber calles cortadas y dificultades para llegar al lugar de la cita. Efectivamente, ya antes del obelisco cortaron la 9 de Julio y el tránsito era un caos, con autos estacionados sobre los cruces peatonales en una cantidad que me impidió atribuir esta infracción a la falta de educación vial de la mayoría de los porteños. Pero lo que más me llamó la atención fueron grupos de pibes jóvenes, todos con camiseta de Boca que tenían toda la pinta de ser de reciente estreno. Algunos portaban banderas de Boca montadas en palo de muy diversos tamaños
Traté caminar lo más rápido posible porque ya veía que a pesar de haber salido de casa temprano, ya se me hacía tarde. Pero esta vez no fue sólo el mal estado de mis patas estroladas lo que me impedía lograr la velocidad deseada. Las calles estaban en un estado de caos. A los ambientalistas no los vi lo cual era lógico pues a esta hora ya tuvieron tiempo de desconcentrar.
Normalmente los bombos te sirven de orientación auditiva para saber donde está la concentración. Esta vez no se oía nada de esto. Recién a 2 cuadras de mi destino oí los cánticos. Más adelante ya pude distinguir la letra: "Lo sabía, lo sabía/ a los proxenetas lo cuida la policía", Allí me imaginé donde estaban los que tenían que dirigir el tránsito como para que el desvío no enquilombe la ciudad más de lo necesario.
Cuando llegué a la esquina buscada pude distinguir la bandera de PSTU a 1 cuadra de distancia pero lo que nos separaba era un mar de cuerpos sudorosos, brazos agitados y gargantas ya roncas gritando con toda la bronca del mundo. También vi el vallado sometido a un doble presión: de un lado eran los manifestantes que empujaban para entrar; del otro lado la policía empujaba para no dejarlos entrar. Me llevó más de 2 minutos caminar una cuadra porque en dos oportunidades alguien gritó "allí vienen" y la corrida me obligó una vez a agarrarme de la entrada a un edificio y otra vez retroceder varios preciosos metros.
Al poco tiempo de llegar mis compañeros llegan a la conclusión que nuestra presencia no sumaba nada, que muchos familiares de las víctimas y otros sectores independientes ya se habían retirado y que de algún modo la movilización ya se había descontrolado. ...
Ya en casa y antes de quedarme dormida prendí el televisar y vi los muchachitos con sus camisetas recién estrenadas causaron ... o al menos fueron acusados de causar daños y destrozos y robos en numerosos comercios de la zona. Nunca fui hincha de Boca, pero sé reconocer uno cuando lo veo. Y me asaltaron muchas dudas. ¿Eran destrozos de barras bravas o hubo intención de embarrar la cancha? Y si la hubo ¿quién se suponía que tenía que patinar en la cancha embarrada Son preguntas ingenuas. Los maestros en el arte de buscar interpretaciones con doble sentido, pierden su tiempo.
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