APOYO AL RECLAMO DOCENTE-ESTUDIANTIL CHILENO Y REPUDIO A LA REPRESIÓN DE SU LUCHA
La política de represión adoptada por el gobierno chileno, sostenida en decretos creados durante la última dictadura militar de Pinochet, representa a esa derecha latinoamericana que alcanzó su máxima expresión con el modelo neoliberal de los ´70 y que tuvo como consecuencias pobreza y exclusión estructurales. No nos olvidamos que ese modelo neoliberal fue llevado adelante por esa Concertación de partidos democráticos que gobernó en Chile desde principios de los 90s hasta 2010 (cuando asume Sebastián Piñera). Muchos de los cambios en educación fueron sólo un maquillaje que no desmontó en absoluto las políticas de mercantilización de la educación.
Producto de esas políticas que lograron privatizar el sistema educativo, desjerarquizar a los docentes y deslindar al Estado de toda responsabilidad, es que hoy cursar la escuela primaria y secundaria requiere el pago mensual de un abono, y el costo de la educación superior es inaccesible hasta para la clase media, lo cual fomenta el endeudamiento a partir de créditos. La educación es entendida como una mercancía transable, y la calidad es vista en términos de eficiencia y rendimiento. A eso apunta el llamado "Semáforo de la Educación", el programa impulsado por el actual Ministro de Educación de de Piñera, que define la "calidad" de cada institución educativa con uno de los colores del semáforo. Sobran muestras en la historia reciente de América Latina de que este tipo de evaluación sólo profundiza la desigualdad social de origen de los chicos y chicas, reproduciendo las diferencias sociales generales.
Los estudiantes y los docentes chilenos que están siendo brutalmente reprimidos por las fuerzas de seguridad, reclaman nada menos que una educación pública y gratuita; un Estado garante de la educación como derecho social y no como mercancía; un sistema educativo que incluya a todo el pueblo chileno.
La Junta Departamental de la carrera de Ciencias de la Educación (Facultad de Filosofía y Letras - UBA) repudia ésta y cualquier política que busque impedir y callar los reclamos populares por justicia y derechos sociales. Como educadores y educadoras, y como estudiantes, docentes y graduados de una institución educativa pública, tenemos la responsabilidad y el compromiso de solidarizarnos con la lucha del movimiento docente-estudiantil chileno, que reclama que su país se sume al proceso político regional latinoamericano de independencia, soberanía y justicia social.
Depto de Ciencias de la Educación Facultad de Filosofía y Letras - UBA Puán 480 - 3º of. 327 4432-0606 int. 151
No hay comentarios:
Publicar un comentario