Exposición itinerante United Buddy Bears - Buenos Aires Argentina. Foto: |
Autoras/es:
Stella Maris Torre
(Fecha original del artículo: Marzo 2009)
Stella Maris Torre
(Fecha original del artículo: Marzo 2009)
"¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?"
Cita popularmente atribuida a Groucho Marx
1- Presentación
a) Facultad
El lunes 23 de marzo, fecha de la primer clase, el tránsito estaba fatal y llegué unos minutos después de que aquélla comenzara. La profesora Amanda [1] se estaba refiriendo a la VI Conferencia de Educación de Jóvenes y Adultos 2009 que tendrá lugar próximamente en Brasil [2], y a la necesidad de su contextualización, en particular en cuanto a la situación en América Central (Nicaragua, El Salvador).
Esto, decía Amanda, llevó a la cátedra a proponernos un primer ejercicio: ir a la Plaza San Martín (“¿Hoy, el primer día?”, me dije. “¿Por qué no? ¡Es genial!”).
Nos preguntó la profesora si sabíamos qué había allí. Ninguno de los estudiantes respondió (en mi caso al menos, no tenía idea de que allí hubiera algo más que lo habitual en una plaza más el monumento a San Martín, y el memorial de los caídos en Malvinas. El primero, muy visitado ya, y el segundo, lamentablemente convertido en lugar de reunión de militares golpistas junto a operadores civiles como la Sra. Pando).
Amanda (respiré aliviada) nos contó entonces que:
- En la plaza San Martín está teniendo lugar la exposición “United Buddy Bears / Cultura para la Paz” promovida por el gobierno de Alemania (en el marco de la decisión de este país sobre recuperar la memoria de la guerra y el horror del exterminio).
- Se trata de140 osos que representan la hermandad de los pueblos.
- La idea nació en Berlín, ciudad hermana de Buenos Aires (otra situación desconocida para mí)
- De allí partieron las esculturas “en blanco”, inicialmente iguales, para que artistas plásticos de cada país les dieran un contenido a la luz de su propia cultura.
Es así que lo que tendríamos que hacer para este primer ejercicio era “visitar” la exposición, para después reunirnos en la misma plaza con Amanda y María Laura para un encuentro de grupo.
Luego de recibir información sobre aspectos formales de la cursada, partimos rumbo al subte. Al salir de la facultad pensé: “Las primeras clases suelen ser “atípicas”, pero no tanto como ésta”
b) Viaje en Subte:
Nos íbamos haciendo preguntas tales cómo “¿qué será exactamente lo que tenemos que hacer?” “¿nos llevará mucho tiempo encontrar los ositos?”
Parte de nuestras dudas se despejaron al subir a la calle, ya que de inmediato los vimos a nuestra derecha. Y vimos primero que nada, la parte de atrás de las esculturas, percibiendo colores y formas muy diversas.
Cruzamos la avenida y los tuvimos frente a nosotros. Y siguieron las preguntas, por ejemplo: “¿tendremos que anotar?”
c) Recorrido de la Muestra:
Sin tener muy clara la consigna del trabajo, comenzamos a caminar en grupo (Paula, María del Carmen, Juan y yo, que habíamos venido conversando en el vagón de subte).
Pero luego (cada uno tiene tiempos y andares diferentes), continué observando principalmente sola, aunque cruzándome de vez en cuando con las/os compañeras/os.
Observé primeramente el entorno. La temperatura era muy agradable a esa hora, alrededor de las seis de la tarde (“¡qué acierto!”, pensé, “entre tantos días agobiantes de calor”). Los osos están dispuestos alrededor del monumento a San Martín, prolongándose además hacia Avenida del Libertador. Parejas, familias, y personas solas estaban visitando la muestra. Se expresaban tanto en castellano como en otras lenguas, por lo cual infiero que gran cantidad de los espectadores eran turistas. Muchos de ellos estaban sacando fotos a los ositos. Por ejemplo, vi una chica de rasgos orientales abrazando el oso de Vietnam mientras le tomaban una foto.
Me pregunté ¿qué hago, cómo? y recordando el “para qué” que nos había señalado Amanda en la facultad (conectar esta experiencia con la próxima conferencia de Educación de Jóvenes y Adultos), hice una incipiente planificación: iría recorriendo la muestra libremente, deteniéndome en aquellos ositos que me llamaran la atención. Lo primero a mirar sería el oso, no el nombre del país. Anotaría en mí cuaderno lo que me resultara significativo, en dos columnas: una para América Latina, y otra para el resto de los países.
La primera vuelta la realicé de frente, tomando nota del nombre del país y de lo que me resultó significativo de la escultura. También tomé nota (entre paréntesis) de algún sentimiento/pensamiento que este detalle me generaba. Hubo osos que me impactaron mucho como los de Afganistán e Irak.
Al finalizar la vuelta, leí mi cuaderno y noté “grandes” ausencias, como Italia y España. Pero la observación todavía no estaba completa.
La segunda pasada fue por la parte posterior de los osos, y fue entonces que aparecieron más cosas que me llamaron la atención. Lo más impactante, en este caso, fue Ruanda (más abajo especifico percepciones, sensaciones y opiniones al respecto).
Otro aspecto para destacar es la cantidad de países que desconocía (Benin, Kirguistán, Lesoto, por ejemplo. Con respecto a ellos, me pregunté: “¿Se trata de países históricos o son producto de recientes ‘descolonizaciones’?”)
Al finalizar me dirijo hacia los escalones del monumento a San Martín, donde me siento junto a María del Carmen. “¿Qué te pareció la muestra?” fue la pregunta que nos hicimos mutuamente. Y aquí apareció una primera diversidad de opiniones.
d) Reunión grupal - Círculo de intercambio:
Una vez reunido el grupo en la escalinata, ya habiendo oscurecido, las preguntas centrales que nos propuso Amanda fueron:
- ¿Qué nos pareció la muestra?
- ¿Qué pasó con nosotros?
Tratando de elevar nuestras voces sobre el intenso ruido a tránsito y niños en patinetas, una a una, uno a uno de nosotros fuimos tomando la palabra, diciendo nuestro nombre, mirándonos, tal como nos había pedido la profesora. Lucía, Stella, María del Carmen, Florencia, Diego, Paula, Fernanda, Juan, Vanesa, Gonzalo, y dos compañeras cuyos nombres no alcancé a escuchar, compartimos sentimientos y opiniones, muchas veces retomando lo dicho por los demás. Aparecieron muchos aspectos comunes (por ejemplo, “desilusión” con respecto a España, “confirmación” con respecto a EE.UU, “parcialización” con respecto a Argentina -“nuestro país no es sólo Buenos Aires y Gardel”, dijo un compañero). Pero también aparecieron los distintos ejes que había acentuado cada uno (por ejemplo, el oso como representación de la infancia, el oso como apelación al abrazo), y hasta diferencias notorias (por ejemplo, un compañero señaló la falta de representación de la mujer, y a mí me parece que la mujer está bastante representada en varios osos de América Latina, África y Medio Oriente).
De tanto en tanto, retomando lo dicho por las/os estudiantes, Amanda y María Laura [3] intervenían. También lo hicieron desde posiciones distintas, ya que Amanda ya había visitado la exposición y Maria Laura lo hacía por primera vez. No sólo nos comentaron sus impresiones, sino que también nos introdujeron a algunos conceptos (por ejemplo, percibir y sentir, pensamiento y conocimiento, espacio, desestructuración)
2- Trabajo a realizar
a. ¿Qué percepciones tuve?
b. ¿Qué sensaciones?
c. ¿Qué opiniones?
Esta diferenciación percepción-sensación-opinión merece establecer algún criterio de distinción que tiene que ver con el sujeto de las mismas. Aquí utilizaré estos conceptos con el significado de:
- Percepción: organización de estímulos provenientes de los sentidos
- Sensación: sentimiento, interviene la emoción. También incluyo recuerdos, y preguntas que me hago (interrogantes, no opiniones)
- Opinión: juicio personal, interviene la lógica
Ya en otras materias hemos trabajado con el registro a tres columnas (observables, comentarios, análisis), donde la primer columna se relacionaría con la percepción, la segunda con la sensación y la opinión, reservando la tercera para la construcción de categorías teóricas trascendentes al sujeto individual. Ahora bien, esta división se enmarca en un continuo de objetividad-subjetividad (basta comparar dos registros de personas diferentes sobre un mismo hecho).
Como síntesis de la descripción general realizada sobre la experiencia (ver el punto 1- Presentación) y mi registro de observación (ver el punto 3- Anexo) enriquecidos una y otro por las reflexiones grupales puedo decir acerca de mis:
Percepciones:
Esta exposición, en su conjunto, es una gran fuente de estímulos perceptivos: colores brillantes, formas no convencionales, algunas texturas novedosas.
Sensaciones:
Muy desparejas. En cuanto al eje de la representación: con unos osos me llegó lo histórico-cultural, en otros se realza la naturaleza (lo cual me dice sólo algo), con otros sencillamente no sentí nada (España, pareciendo un montón de azulejos rotos puestos uno al lado del otro sin noción de conjunto, ¿qué representa?. O el caso de Italia, explosión de formas y colores que me fue imposible conectar como totalidad)
También, me pareció ver osos puramente “turísticos” (caso Argentina) junto a otros que me mostraban la complejidad histórico cultural de los pueblos (caso Ruanda)
Esto me lleva a hablar de sorpresas y desilusiones, aspectos que creo comunes a los resaltados por mis compañeros y a los cuales me refiero en el punto siguiente.
Opiniones
Comparando los registros que hemos venido haciendo hasta ahora con el trabajo que se nos pidió aquí, creo que la apelación al sentimiento, a la emoción, es algo no habitual en nuestra carrera. Tal vez por eso mismo también me encuentro cursando la materia Psicología Psicoanalítica: tratar de comprender un poco más lo que la lógica no explica.
También me resulta novedoso y desafiante que nos hayan propuesto salir de las cuatro paredes de la facultad en horario de clase. Esto no sólo no es habitual, sino que pareciera hasta imposible de pensar (Recuerdo una vez que siendo aun de día se cortó la luz en la facultad. La profesora a cargo de la materia nos dijo “qué lástima, con el tema tan interesante que estábamos viendo, tendremos que suspender la clase”. Una estudiante propuso que nos fuéramos al Parque Chacabuco a continuar el encuentro. Esta propuesta ni siquiera mereció una respuesta negativa. Fue totalmente ignorada).
Por otro lado, si no hubiéramos tenido que realizar el ejercicio, tal vez nunca nos habríamos enterado de la existencia de la muestra, lo cual me lleva a pensar que no está siendo lo suficientemente publicitada por el gobierno de la Ciudad. Una situación similar ocurrió el mes de febrero en oportunidad de la Bienal de Flamenco: en ese caso no sólo falló la publicidad, sino también la organización misma. Creo entonces que el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires no demuestra mucho interés en difundir ciertas actividades culturales que supuestamente promociona, toda una paradoja…
Y, con respecto a las sorpresas y desilusiones que mencioné creo que tal circunstancia se debe a que teníamos “altas” expectativas con respecto a España (“Madre Patria”) y Argentina (“Patria”) que no nos dijeron nada con sus osos o lo hicieron de manera insuficiente; y “bajas” expectativas con respecto a varios países del “tercer” mundo, lo cual originó agradables “sorpresas” como Ruanda, Paraguay, Bolivia, El Salvador. Me pregunto hasta qué punto tenemos internalizado un concepto de cultura que nos lleva a esperar grandes maravillas de nuestros colonizadores y no esperar nada de los pueblos sometidos. Pero estos pueblos nos hablaron a través de sus esculturas, poniendo en evidencia nuestro desconocimiento, y aun más, desenmascarando la sociedad profundamente discriminadora en la que vivimos (“los bolitas”, “los paraguas”, “son cosas de negros”, etc. etc.).
Para ir cerrando, quisiera destacar:
· La diversidad, no sólo en los osos, sino también en nosotros, los estudiantes que observamos la muestra. Historias, experiencias, ideas, en parte distintas y en parte similares, que establecieron la comunicación entre nosotros y los osos.
· La incompletud, los osos no dicen todo lo que merece ser dicho acerca de los pueblos. Lo cual opera como motor de búsqueda, de ir por más y mejor conocimiento. Porque también, y lo que vimos lo demuestra, a nosotros nos falta mucho por conocer. Teniendo como horizonte (tal vez difícil o imposible de alcanzar) que la obra, (producto de un significado atribuido por el autor a su país), pueda resultar significativa también para nosotros como espectadores. Es decir, poder comprenderla en su complejidad.
Ahora bien, saliéndonos de la significación de la muestra, quisiera referirme a su sentido, es decir, su relación con la realidad fáctica. Siendo que la misma es presentada como promotora de una “Cultura para la paz” me pregunto: “¿Cuál fue/es la participación de cada uno de los estados representados, en las masacres a los pueblos, por ejemplo, en América, en Ruanda, en Irak?” “¿Coinciden/coincidieron estas decisiones políticas con el sentir de sus propios pueblos?” “¿Podrá contribuir realmente esta exposición a un cambio de ideas y actitudes, a un aprendizaje colectivo a nivel mundial, a que sea el reconocimiento del ser humano, de los valores humanos el objetivo de cada acto humano y social?”
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