POR EL EDIFICIO ÚNICO PARA EL ISPEE, PARICIPEMOS TODAS Y TODOS DEL
DEBATE CON CANDIDATOS Y LEGISLADORES "EDUCACIÓN PÚBLICA Y POLÍTICAS PÚBLICAS EN EDUCACIÓN" CON LA PARTICIPACIÓN DE CANDIDATOS A LEGISLADOR POR:
Convocan: Rectoría y Centro de Estudiantes del ISPEE |
Edificio para el ISPEE: fundamentación
Historia edilicia del ISPEE y fundamentación sobre la necesidad de un edificio propio y único.
El ISPEE es la única institución de gestión pública en la Ciudad de Buenos Aires que forma docentes en educación especial. Según nuestra información, es la única de gestión pública del país que prepara profesoras/es en las tres orientaciones (discapacidades intelectual, visual y auditiva).
El 31 de diciembre de 1970 se crea el INSPEE (Instituto Nacional Superior del Profesorado en Educación Especial) dependiendo del Gobierno Nacional, bajo la Dirección de Educación Especial. Con las transferencias educativas, a partir de 1994 pasa a depender del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, formando parte de los IES, y cambia su denominación a la actual: ISPEE (Instituto Superior del Profesorado en Educación Especial).
Nunca en su historia tuvo un edificio propio. Desde 1980 funciona con sede en el Normal 6 (Güemes 3859), disponiendo de diferentes espacios designados. En la actualidad posee muy pocos “espacios propios”.
La rectoría, que funcionó en un primer momento en un “pasillo de emergencia”, lugar en que se produjo la caída del techo debido a que está ubicado debajo de los baños del jardín de infantes. El espacio actual es sumamente reducido; rectora y vicerrectora comparten el escritorio ya que no cuentan con un lugar para trabajar en forma independiente. Actualmente se almacenan allí – al no disponer de espacio propio para su instalación – parte de las 40 PCs recibidas de Nación hace 4 años, además de la impresora Braille que no ha podido ser utilizada desde hace 10 años.
La secretaría es un espacio compartido por seis personas, sin capacidad para archivar el material de trabajo, motivo por el cual los armarios en los que obra la documentación se ubican en diferentes pasillos. También se “guardan” otras tantas PCs sin uso.
La oficina de alumnos es un lugar reducido cuyo cielo raso está roto.
La biblioteca, ocupando la parte final de un pasillo, en un espacio limitado que no permite la consulta in situ, sino solo el retiro de material. Además se inunda por estar lindando con el patio.
A su vez la regencia comparte su espacio con la sala de profesores, siendo ésta para los/as del ISPEE como para los/as del Normal 6. Allí cuenta solo con un armario que guarda una PC.
La bedelía utiliza un espacio compartido con dos armarios y una PC.
Desde los años 90 atendiendo a la matrícula creciente (aproximadamente 900 alumnos) comenzó a requerirse mayor espacio, más aulas. Para dar respuesta a esta necesidad que no podía ser satisfecha en las instalaciones del Normal 6, se “mitigó” el problema buscando un edificio anexo. Primero fue en una escuela en la calle El Salvador (y Medrano), a la que se trasladaban algunos/as profesores/as para dictar sus cátedras. En los ciclos lectivos 98-99, el segundo anexo fue en otra escuela en la calle Gurruchaga (y Aguirre), ubicada a más de 25 cuadras del Normal 6, adonde también debían trasladarse varios/as docentes.
A partir del año 2005 en que se produce la transformación curricular en los planes educativos del ISPEE, el gobierno de la ciudad alquiló 20 aulas en el – religioso – Colegio Guadalupe (Paraguay 3925), a cuatro cuadras de distancia de la sede. Esta situación continúa en la actualidad, con el movimiento diarios de la comunidad educativa entre edificio y edificio, y con un gasto mensual de $40.000 por el alquiler de 30 aulas.
Justamente es en el año 2005 que se logra la firma de la resolución 4628/05, a partir de la cual el ISPEE tiene adjudicado parte del edificio ubicado en Av. Rivadavia 3577, ante la mudanza del Instituto Superior del Profesorado “Joaquín V. González”. En la otra parte del edificio funciona el Colegio nº3 del D.E. 2º “Mariano Moreno”.
Ante la mudanza en el año 2009, el espacio quedó a nuestra disposición (aunque debía ser arreglado previamente). La dirección de infraestructura del ministerio de educación ha estado acondicionando las instalaciones pero para que el colegio Mariano Moreno fuera aprovechando los espacios, con el objetivo (y alegando) la intención de aumentar su matricula, desconociendo desde el mismo gobierno la resolución citada.
En todo este contexto, el ISPEE funciona solamente en turno vespertino, obviamente por el funcionamiento – mañana y tarde – de jardín, primaria y/o secundaria, en ambos edificio. En Güemes compartimos espacio en el turno vespertino con el Profesorado de Educación Inicial, la Tecnicatura Superior en Gastronomía y la Tecnicatura Superior en Producción Indumentaria.
En Paraguay sufrimos los ruidos de las actividades deportivas que realizan en el patio, debemos sentarnos en pupitres fijos ergonómicamente inadecuados (más aún para adultos/as de un terciario), sufrimos la falta de estufas durante el invierno, hay dificultades en los accesos para personas con movilidad reducida, estudiamos rodeados de imágenes religiosas.
Algunas razones por la cuales una institución debe tener un espacio propio del cual disponer, son obvias. De todas formas las exponemos, junto con otras propias del ISPEE que refuerzan la imperiosa necesidad:
- Incorporación al presupuesto del ISPEE del gasto actual de $480.000 anuales (actualizado) destinado al alquiler de aulas en el “Colegio Guadalupe”, escuela privada y religiosa .
- Dictado de clases en un solo edificio (para no tener que caminar 4 cuadras por trámites, al tener que cursar la segunda materia del día o al necesitar una fotocopia disponible en el otro lugar; para mejorar la comunicación y la información).
- Independencia en cuanto a la utilización del espacio.
- Posibilidad de desdoblar las comisiones en turno tarde y/o mañana (además del vespertino).
- Realización de adecuaciones de acceso, considerando particularmente las orientaciones de la carrera, la diversidad de estudiantes asistentes.
- Instalación de las numerosas computadoras ya disponibles (aún en sus cajas, por 3 años, por no tener un lugar físico para instalarlas).
- Realización de actividades extracurriculares sin la necesidad de "pedir permiso" a las autoridades del Normal 6.
- Mobiliario acorde a estudiantes de nivel terciario.
- Espacio digno para una biblioteca y su correcto aprovechamiento.
- Seguridad sobre los bienes de la institución (equipos de sonido, máquinas de escribir braile, archivos, etc.)
- Fortalecimiento de la identidad institucional.
- Mejor conocimiento y organización entre los actores instituciones.
Ante este panorama descrito, las autoridades se han reunido en numerosas oportunidades con funcionarios/as del gobierno en la búsqueda de una solución definitiva. En relación con la resolución 4628/05 y la posibilidad de mudarnos al edificio de Rivadavia, siempre adujeron la “negativa por parte de la comunidad educativa del Colegio Mariano Moreno”. Por un lado está la posible mentira por parte de los/as funcionarios/as, ya que la rectora de ese establecimiento dice que hasta mayo de 2011 (cuando se reunió con la rectora del ISPEE) desconocía la resolución mencionada. Por otro lado está lo irrisorio que resulta el hecho de que la autoridad de una institución disponga de los edificios del estado según su parecer, mostrando en tal caso la falta de capacidad de gestión y el incumplimiento – en muchos casos – de los deberes de funcionario público.
Planteaban la imposibilidad de mudarnos a aquel edificio y en cada reunión volvían a interiorizarse sobre la situación; daban vueltas sobre nuestro tema; venían con tentativas de propuestas que ellos/as mismos/as descartaban (por ejemplo, la del edificio de Guardia Vieja 4266 - alquilado hace 8 años y disponible desde marzo, ante la mudanza al nuevo edificio del Normal 7 y de las instituciones que allí funcionaban - alternativa desechada porque no habría pasado los controles edilicios).
En la última reunión realizada en el ministerio, el día 25 de abril, los/as estudiantes, por medio de nuestras representantes, pudimos confirmar que esta era (y es) la modalidad de “trabajo” por parte de las/os funcionarias/os. Pudimos participar como resultado de la organización, concientización y movilización que venimos realizando desde el año pasado. Es así que para contactar y comprometer al ministerio de educación, estuvimos intentando contactarlos/as por medio de diversos medios (teléfono, email, Facebook, Twitter). Instrumentamos un “mailazo” a partir del cual solo recibimos una respuesta automatizada (y mal escrita), invitándonos a la reunión mencionada.
Frente a la falta de propuestas serias, responsables, adecuadas, solicitamos una nueva reunión sin tener respuesta alguna. Por eso fuimos a la Feria del Libro (9 de mayo) a pedir la comunicación en el stand del ministerio de educación en el cual solo tomaron notas las personas encargadas del espacio. Recién ante la difusión de dicho evento, los/as funcionarios/as se comunicaron con las autoridades del ISPEE avisando que irían a la reunión de Consejo Directivo (del 18 de mayo) para dialogar directamente con diversos actores institucionales. Planificamos entonces, en conjunto con toda la comunidad educativa del ISPEE, una “asamblea institucional pública” (para el día 18 de mayo) con el objetivo de que todos/as y cada una/o estuviéramos enteradas/os de la situación. La asamblea derivó luego en una marcha alrededor la manzana del Normal 6. Decidimos también dar un recibimiento a los/as funcionarios con una ejemplar clase pública.
En aquella reunión, similar a las anteriores en cuanto a las “vueltas”, comentaron que el domingo saldría la convocatoria para que propietarios/as de edificios que cumplieran con ciertas características, y que quisieran vender, presentaran los documentos del caso y que ese sería el inmueble para el ISPEE. Ante el cuestionamiento directo por parte de las/os estudiantes sobre formas, trámites, plazos respondieron que como mínimo todo el proceso llevaría un año y que si hubiese que construir desde cero, llevaría al menos 4 años, y, además, indicaron que en todo este período continuaríamos con la cursada escindida.
Conociendo las situaciones de otras instituciones que lucharon por un edificio adecuado a sus necesidades, sabiendo las idas y vueltas de la política, entendiendo sobre los conflictos de las licitaciones públicas, las problemáticas de las empresas constructoras, las dificultades de financiación y otra serie de variables que pueden intervenir en una solución definitiva al tema del edificio del ISPEE, es que exigimos que se comience ya con un proyecto organizado, serio, responsable, comprometido, planificado, completo, con plazos, que considere variables, alternativas, posibles “imponderables”, etc. y que si o si contemple el funcionamiento transitorio en un edificio único hasta que se finalice con las obras de construcción / adecuación del edificio propio.
Por último, enmarcamos la situación del ISPEE en el contexto de la educación en general. En todos las modalidades y los niveles educativos faltan docentes. La forma en la cual una persona transita y/o abandona una carrera depende en parte de condiciones que trascienden a lo académico, como pueden ser, las condiciones físicas y los horarios de cursada. La atracción que genera una formación con dificultades iniciales, para una profesión - muchas veces – menospreciada por una parte de la sociedad, mal paga, con inquietantes condiciones de trabajo, es muy acotada. Entonces esperamos que, quienes se inscriben el profesorado, tengan las mejores condiciones de cursada para que puedan formarse adecuadamente y terminar la carrera.
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