En Pizarras y Pizarrones hemos desarrollado un trabajo de campo cuyo objetivo es analizar las preferencias en lecto-escritura de nuestros lectores, así como las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Les hemos pedido su colaboración para completar una pequeña encuesta anónima que como máximo les insumiría 10 minutos. Agradecemos su participación! La encuesta cerró el 31-08-17 y en unos pocos días publicaremos sus resultados...

sábado, 4 de junio de 2011

El paradigma del Sujeto. La dialéctica. Marx

Autoras/es: Stella Maris Torre
Generalidades
Buscar la verdad
Realización práctica de las ideas filosóficas
La verdad social
La reconciliación y la superación de la enajenación como tareas prácticas y como criterios de verdad prácticos
(Fecha original del artículo: Junio de 2003)

Generalidades
Marx retoma el aspecto de la dialéctica de Hegel pero desde el materialismo histórico y materialismo dialéctico. Aquí entendemos por materia fundamentalmente la economía. Toma la dialéctica de Hegel, pero la reformula desde el materialismo histórico: la historia está determinada en última instancia por lo económico.
Desde esta postura materialista histórica, coincide con la concepción del trabajo hegeliano y la lleva más lejos: es el obrero el que puede llevar adelante el cambio (hombre nuevo)
Basa sus explicaciones en el concepto de plusvalía. En la relación de trabajo que establece el obrero con el burgués, no se le retribuye al obrero todo lo que trabajó: el resto se lo queda el capitalista. Con la plusvalía se da la acumulación del capital que preserva los medios de producción en determinada clase. En esto intervino mucho la aparición de la mercancía, que tiene valor de uso y valor de cambio (en el mercado se da un valor por el dinero que me dan por ellos, intervienen otros factores aparte del valor de uso: publicidad, etc.). A mayor ganancia, mayor acumulación de capital.
Marx plantea que el obrero tiene todo para querer pasar a esta síntesis, en cambio el amo opone resistencia porque tiene mucho para perder. Mar dice que es imposible que un burgués acceda si no es por la fuerza. De ahí, la necesidad de la revolución para la toma del poder: capitalismo®socialismo, pasando por la dictadura del proletariado. La meta es tomar el poder y ponerlo al servicio de gestar las condiciones para que no haya más dominaciones de nadie, el fin es llegar al comunismo, a una sociedad sin clases, donde ya no es necesario que exista el Estado para defender al que tiene el poder.
Los ejemplos históricos no son tan auspiciosos como Marx auguró, habría que hacer alguna actualización a su teoría.
En lo que a nosotros atañe, para Marx la manera de superar el trabajo enajenado (para otro) no es sólo una cuestión de CONCIENCIA sino también una cuestión PRACTICA. En este sentido, (critica a Hegel que lo hacía desde la teoría).
Esta dialéctica pasaría por todos los planos. En una época estaba claro que el niño estaba en dependencia con los padres (afirmación). En la adolescencia, necesita diferenciarse, pero lo hace mediante la oposición (negación para autoafirmación). Cuando puede tener su propia identidad, aunque tiene cosas comunes a los padres, es un momento de síntesis. Hay un movimiento de conciencia: la conciencia lo pone como opuesto, pero en realidad era él (mismo) y en el final de todo llega la conciencia absoluta, se da cuenta que dejó ¿afuera? la historia, la naturaleza, etc.


Buscar la verdad
Marx
          Para buscar la verdad, debemos lanzarlos directamente a ella. La modestia como característica de la búsqueda es la marca del miedo a la verdad, no del miedo al error (imperativo moral).
         La verdad es universal, no me pertenece, pertenece a todos, me posee, no la poseo. La verdad se nos impone y se enuncia, no se elabora o construye (la verdad atraviesa a los sujetos particulares desde su objetividad y universalidad)..


Realización práctica de las ideas filosóficas
Marx
Lo que Marx se propone es superar esta contradicción teoría-práctica hacia una forma de pensar filosófico que encuentre su realidad en la práctica: hacia una práctica que, por su parte, encuentre su forma en la teoría. Busca una conciencia que no sea la imagen en negativo de una práctica que se considera deficiente, que no se dé a sí misma como ámbito de compensación de las debilidades de la práctica, sino que se transforme en lugar de elaboración de la práctica misma, permitiendo así a la práctica hacerse consciente, racional y filosófica, al mismo tiempo que se despliega en los hechos. Para Marx no hay privilegio de uno de los dos polos: no hay plenitud sólo en la autoconciencia (idealismo) o sólo en la materialidad del mundo práctico (positivismo). Una filosofía de la autotransformación consciente sería la herramienta de emancipación humana por excelencia, y el pensar que iluminara esta emancipación y transformación autoconsciente (y que se transformara por eso, con ella) sería el pensar verdadero por excelencia.
Si el esclavo se queda íntegramente con las mismas condiciones del amo, va a querer un reconocimiento de ella.
Lo que caracteriza a la filosofía de Marx es el modo de resolver este pasaje de la teoría a la práctica.
Cuando habla de "puesta en práctica", se está diferenciando de Hegel
"la filosofía, oponiéndose como voluntad el mundo fenoménico". Una cosa es lo que experimento como otro y otra cosa es lo que quiero hacer con mi voluntad.
(Lo que yo planteé lo diría Hegel)
¿Cuando se hace el pasaje de la filosofía a la práctica? "Cuando la filosofía se hace mundo y el mundo, filosofía". Marx decía que la filosofía tenía que dejar de contemplar el mundo para transformarlo. Lo que él plantea es que desaparece la filosofía como especulativa. Aquí hay diferencias entre los mismos marxistas.
Ver Hegel, La ciencia lógica. La idea


La verdad social
Marx
De ese conflicto entre el Estado político[1] y su definición puede desprenderse, siempre y en todas partes, la verdad social. El Estado político resume las luchas prácticas de la humanidad, expresa todas las luchas sociales, todas las necesidades sociales, todas las verdades sociales.
La verdad social no es una elaboración superadora realizada en el campo de la idealidad, sino la expresión de la dinámica que organiza el conflicto entre las condiciones reales de desarrollo de la forma Estado y sus interpretaciones y definiciones teóricas. Esta distancia entre la conciencia teórica y las prácticas reales es el índice de la verdad social. Lo que Marx llama aquí la verdad social, en la medida en que es expresada y puesta a la luz en la teoría, es la Verdad sin más: al mismo tiempo concreta, práctica, operante, y pensada, teórica, conceptual.
En esta formulación podemos ver los antecedentes de una concepción en que la verdad es un producto colectivo, social, expresado en lo individual
La reforma de la conciencia no consiste sino en tornar consciente el mundo, en despertarlo de su sueño sobre sí mismo, en explicarle sus propias actos. Nuestro objetivo no puede ser otro, como en el caso de la crítica feuerbachiana de la religión, que dar a las cuestiones religiosas y políticas una forma humana consciente. Así pues, nuestra divisa debe ser "reforma de la conciencia no por medio de dogmas sino por medio del análisis de la conciencia mística que no se comprende a sí misma, ya sea bajo forma religiosa o política"
El estado político expresa todas las luchas sociales, todas las necesidades sociales, todas las verdades sociales.
La verdad social es la que contiene todos los sectores sociales.
¿Hay una verdad social si hay 2 clases?, La verdad social implica saber cuál es el lugar que dentro del todo social le (está) toca(ndo) a cada uno.
Hay 3 conceptos muy importantes en la concepción de verdad social:
         Conciencia de clase
         Extracción de clase
         Ideología
Si una pensara que todas las ideologías dependen de la extracción de clase uno diría que hay dos ideologías: una del obrero, y otra del burgués. Lo esencial es que no siempre la ideología coincide con la extracción de clase.
La conciencia de clase es reconocer en qué medida lo que uno es, es lo que hace, está determinado por la clase a la que pertenece. Con respecto a la clase media, una actualización del marxismo es necesaria. Para Marx estaba en el medio, no tenía que estar defendiendo una posición o la otra; su posición era parasitaria, acomodaticia. En cambio, los desocupados, los piqueteros, las Madres de Plaza de Mayo, tienen más que ver con la exclusión social, la marginación.
Cuando habla de la reforma de la conciencia, despertar al mundo de su sueño..., hace una referencia a Feuerbach; este pensador era materialista no histórico, con el cual el marxismo discutió y es un peligro para el marxismo, por su materialismo mecánico, falsa ilusión que distorsiona el objetivo de la revolución. Marx hace una crítica a Feuerbach, porque la revolución no es para tomar el poder económico, hay que trabajar con la conciencia. La ideología tiene que estar sujeta al cambio: Lenín, Trotsky.
La reforma de la conciencia implica asumir la ideología y la extracción de clase
Ver Hegel, Fenomenología del espíritu


La reconciliación y la superación de la enajenación como tareas prácticas y como criterios de verdad prácticos
Marx
Un doble error en Hegel:
1.     Cuando él concibe, por ejemplo, la riqueza, el poder estatal, etc., como esencias enajenadas para el ser humano, esto sólo se produce en forma especulativa... Son entidades ideales y por ello simplemente un extrañamiento del pensamiento filosófico puro, es decir abstracto. Todo el movimiento termina así con el saber absoluto
2.     La reinvindicación del mundo objetivo para el hombre se presenta así en Hegel de tal modo que la sensibilidad, la religión, el poder del Estado, etc., son esencias espirituales, pues sólo el espíritu es la verdadera esencia del hombre, y la verdadera forma del espíritu es el espíritu pensante, el hombre lógico, especulativo.
Lo grandioso de la Fenomenología hegeliana
1.     y de su resultado final (la dialéctica de la negatividad como principio motor y generador) es pues, en primer lugar, que Hegel
2.     Concibe la autogeneración del hombre como un proceso, la objetivación como desobjetivación, como enajenación y como supresión de esa enajenación
3.     Capta la esencia del trabajo y concibe al hombre objetivo, verdadero porque real, como resultado de su propio trabajo
Marx
La cuestión fundamental es que el objeto de la conciencia no es otra cosa que la autoconciencia, o que el objeto no es sino la conciencia objetivada, la autoconciencia como objeto (poner al hombre como igual a la autoconciencia)
Importa, pues, superar el objeto de la conciencia. La objetividad como tal es una relación enajenada del hombre, una relación que no corresponde a la esencia humana, a la autoconciencia. La reapropiación de la esencia objetiva del hombre no tiene, pues, solamente la significación de suprimir el extrañamiento, sino también la objetividad;, es decir, el hombre pasa por ser no objetivo, espiritualista.
Cuando el hombre real, corpóreo, en pie sobre la tierra firme y aspirando y exhalando todas las fuerzas naturales, pone sus fuerzas esenciales reales y objetivas como objetos extraños mediante su enajenación, el acto de poner no es el sujeto; es la subjetividad de fuerzas esenciales objetivas cuya acción, por ello, ha de ser también objetiva. El ser objetivo actúa objetivamente y no actuaría objetivamente si lo objetivo no estuviese implícito en su determinación esencial. Sólo crea, sólo pone objeto porque él (el ser objetivo) está puesto por objetos, porque es de por sí naturaleza. en el acto de poner no cae pues, de su "actividad pura" en una creación del objeto, sino que su producto objetivo confirma simplemente su objetiva actividad, su actividad como actividad de un ser natural y objetivo.
Marx
El hombre es inmediatamente ser natural. Como ser natural, y como ser natural vivo está, de una parte, dotado de fuerzas naturales, de fuerzas vitales, es un ser natural activo; estas fuerzas existen en él como talentos y capacidades, como impulsos, de otra parte, como ser natural, corpóreo, sensible, objetivo, es como el animal y la planta, un ser paciente, condicionado y limitado; esto es, los objetos de sus impulsos existen fuera de él, en cuanto objetos independientes de él, pero estos objetos son objetos de su necesidad, indispensables y esenciales para el ejercicio y afirmación de sus fuerzas esenciales. Esto significa que tienen como objeto de su ser, de su exteriorización vital, objetos reales, sensibles, o que sólo en objetos reales, sensibles, puede exteriorizar su vida.
El hombre, sin embargo, no sólo es un ser natural, sino un ser natural humano, es decir un ser que es para sí, que por ello es ser genérico, que en cuanto tal tiene que afirmarse y confirmarse tanto en su ser como en su saber. Ni los objetos humanos son pues, los objetos naturales tal como se ofrecen inmediatamente, ni el sentido humano, tal como inmediatamente es, tal como es objetivamente, es sensibilidad humana, objetividad humana. Ni objetiva ni subjetivamente existe la naturaleza inmediatamente ante el ser humano en forma adecuada;; y como todo lo natural tiene que nacer, también el hombre tiene su acto de nacimiento, la historia, que, sin embargo, es para él una historia sabida y que, por tanto, como acto de nacimiento con conciencia, es acto de nacimiento que se supera a sí mismo. La historia es la verdadera historia natural del hombre.
Así pues, es verdad la concordancia entre el pensar y la práctica de la transformación superadora de las antiguas contradicciones u oposiciones. Quizá por esto, analizando la condicioón mundial de la sociedad capitalista y, por eso, el carácter mundial de la contradicción entre la burguesía y el proletariado, así como el carácter radical de la enajenación, Marx llega a la conclusión de que el capitalismo y la burguesía son la última forma de sociedad humana escindida por una oposición de clases.
Pero este hacerse para sí en el saber sólo podrá completarse, y por eso ser verdad, en la medida en que lo otro por lo que los hombres se desconocen y pierden su conciencia de sí como seres genéricos, y de este modo, su autonomía y su poder sobre sí, sea reapropiado prácticamente de modo que los seres humanos se hagan plenamente humanos; es decir, dueños autónomos de sus propias formas materiales de ser y del proceso de su autogeneración: autorresponsables.
La forma más completa y compleja de la verdad es, en Marx, emancipatoria, coincide con la producción de autonomía consciente y práctica. Tiene, por eso, sentido político determinado y no puede no tenerlo. El pensamiento de la totalidad, único verdadero desde Hegel, es pensamiento de la autoproduccción del género (no sólo de la autoconciencia) y por eso apunta a la emancipación teórica y práctica de los seres humanos en colectividad.
Críticas a Hegel:
         En primer lugar: Hegel concibe esencias enajenadas para el ser humano, sólo en forma especulativa, conceptuando enajenar como volver ajeno algo que es propio. En Hegel, las cosas son ajenas, extrañas, independientemente de lo que sucede en el mundo. El filósofo de Hegel es una abstracción, lo que para Hegel en la enajenación y la superación de ésta, para Marx no son tales, se quedan en lo especulativo.
Para Hegel, enajenar, volver extraño, lo pone el mismo sujeto. Para Marx, el hombre está enajenado en tanto su vida es para otro. En tanto ocurra esto, plantear lo de Hegel que la enajenación está dentro de un mismo es un absurdo. Para Marx superar la enajenación no pasa por darse cuenta, sino, concretamente, recuperarlo en la práctica, económicamente. Sería un total para sí. Puede estar enajenado ¿en el pensamiento abstracto, pero esta enajenación está también en las relaciones materiales concretas?
         En segundo lugar: desde la perspectiva materialista de Marx, esta cuestión de no tener en cuenta lo colectivo, lo social y la superación en la práctica. Por lo tanto, la filosofía de Hegel es sólo contemplativa y para Marx tiene que ser transformadora. Hay una influencia de lo social sobre lo individual; no se puede plantear la autoconciencia sin tener en cuenta esto.
Reconocimientos a Hegel:
1.     El  proceso de la negatividad (antítesis) como motor generador de movimiento, lo cual luego le hará plantear a Marx, cuando las comunidades primitivas ceden paso al surgimiento de la propiedad privada, que el pasaje de un modo de producción a otro se va dando a través de oposiciones: amo-esclavo,  señor-siervo, burguesía-proletariado, pero que el planteo de las contradicciones no alcanza y han que cambiar.
2.     La autogeneración del hombre como proceso; a través de objetivaciones, enajenaciones que luego se superan, el hombre se va autogenerando, se va haciendo sujeto, ya que para Hegel no somos sujetos de entrada. La objetivación es ponerlo como estando afuera, luego, se da cuenta que es una dependiente de la propia conciencia, allí se da la desobjetivación. Enajenación y desobjetivación son parte de un mismo proceso.
3.     Todo esto es un trabajo, el hombre es resultado de su propio trabajo
Pero:
1.     Cuando Hegel habla de objetivación está hablando de la propia enajenación del hombre. Marx lo critica agregando que hay aspectos objetivos que no tienen con ver con lo espiritual. Para Marx, la economía determina la conciencia. Para Marx habría una objetividad no puesta por el sujeto. En consecuencia, para Hegel, el hombre es no objetivo. Para Marx, al revés, el hombre es un ser natural y objetivo.
2.     Para Hegel la naturaleza termina dentro del espíritu, como necesidad de algo que no tiene una elaboración, para Marx, hay necesidades que requieren del objeto inmediato.
3.     El género humano tiene la característica del para sí: ser y saber que uno es para sí. Marx distingue el nacimiento biológico de una persona (naturaleza) y su nacimiento como hombre (historia).
4.     "El hombre tiene que salir del reino de la necesidad para pasar al reino de la libertad".


[1] real

No hay comentarios: