Autoras/es: Carmen Espinosa Ballestero* para Junta de Castilla y León
(Fecha original del artículo: s/d)
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- Yo ya sé que soy feo. Lo reconozco. La
tutora se quedó helada escuchando a aquel alumno de trece años, capaz,
ágil, expresivo, de ojos brillantes y pelo rizado. Negro. Tras una
tutoría con su madre (-Te tomaba el pelo, había dicho la madre desconcertada) y una atención especial durante meses a su sensibilidad, el niño negro acabó dando muestras de ir queriéndose a sí mismo. - Y ya me ha dicho me madre que soy guapo. -¡Y vaya éxito tienes con las chicas! -Es que se derriten, ¿has visto, profe?
La necesidad desesperada de no ser
distinto o distinta a sus iguales es parte de la inmadurez de los niños y
niñas. Si, además, perciben cotidianamente los prejuicios
discriminatorios de los adultos, asumir las diferencias como naturales
empieza a convertirse en inalcanzable.
Materiales. Seis
relatos breves, centrados cada uno en una diferencia (física,
intelectual, visual, auditiva y motórica) para trabajar en clase.
Desarrollo.
Primera opción: Los
alumnos/as leen el relato individualmente y realizan las actividades de
ayuda a la comprensión lectora que se adjuntan, bien por escrito, bien
oralmente entre todos/as.
Segunda opción: La
profesora lee dos veces el relato. Tras la escucha, los alumnos/as
dibujan cuatro viñetas en un folio resumiendo la historia con dibujos,
bocadillos y texto. (Es cómodo pedirles que doblen la hoja dos veces y
repasen las marcas con el lápiz) Después se recogen los trabajos para
exponer en clase y se abre un debate sobre la diversidad.
Tercera opción: Los
alumnos/as preparan un cuentacuentos colectivo con el relato para
leérselo a compañeros de otras clases. Tras la lectura, se forman grupos
heterogéneos entre las dos clases y se reparte a cada uno un párrafo
del cuento. El grupo realizará la viñeta correspondiente, de forma que,
al exponer todas las viñetas en un corcho, se compone la historia. (Es
cómodo numerar los párrafos que se les dan y poner el mismo número a la
viñeta correspondiente. Los párrafos se pueden cortan directamente de la
misma hoja para no hacer más fotocopias.) Ver: Revista Digital – Talleres- “Cómo animar la lectura expresiva en el aula”.
Taller de Diversidad 1 - Diversidad física
¡QUÉ RARO ES PIEL BLANCA!
Con amor de madre criaba Kala al
huerfanito, no sin preocupación por no verle crecer con la misma fuerza y
agilidad que los demás pequeños ¡Había tardado casi un año en aprender a
andar! ¡Y qué torpe era trepando!
A veces Kala hablaba con las otras
madres buscando su consuelo, a pesar de que tampoco ninguna de ellas se
explicaba cómo el niño estaba tardando tanto en valerse por sí mismo: ni
siquiera sabía buscar alimento por sí solo ¡Y habían pasado doce lunas
desde que Kala lo encontrara abandonado!
Tublat, el compañero de Kala, no entendía tampoco la torpeza del niño:
- ¿Siempre tendremos que cuidarlo y defenderlo? ¿Qué puede él aportar a la tribu? ¡Será una carga para nosotros
- ¡Pues lo llevaremos a cuestas! ¡Qué le
vamos a hacer! – Replicaba ella- ¡Pobrecito Piel Blanca!- añadía, pues
tal era el nombre que habían puesto al huerfanito.
Sin embargo, a medida que Piel Blanca
fue creciendo, algo fue aumentando también su agilidad, hasta que llegó
un día en que demostró ser capaz de trepar a los árboles. Además, en el
suelo empezó a adoptar algunas posturas que dejaban pasmados a sus
hermanos de la tribu. Pero, sobretodo, era su astucia, absolutamente
insólita, lo que más despertaba la admiración de los demás.
No obstante, en fuerza y tamaño, seguía
estando muy retrasado. Él mismo también se daba cuenta de que era
diferente a los otros. Su cuerpecillo, aunque tostado por el cálido aire
de la selva, le daba vergüenza, pues carecía por completo de vello,
como un reptil. Intentaba poner remedio a la situación cubriéndose con
barro de pies a cabeza, pero éste pronto se le secaba, desprendiéndose
de inmediato de la piel.
En las Tierras Altas que frecuentaba la
tribu había un pequeño lago. Allí fue donde Piel Blanca vio, por primera
vez, la imagen de su cara reflejada en las tranquilas aguas.
Era
un día bochornoso de la estación seca, en que él y uno de sus hermanos
se habían acercado a la orilla a beber. Al inclinarse sobre el agua,
juntos pudieron mirarse en ella como en un espejo.
Piel Blanca se sintió invadido por la
congoja ¡Qué suerte la de su hermano con aquel pelo tan abundante,
aquellos ojos tan negros y aquella boca tan grande!
-¡Tarzan! ¡Tarzaaan! – Gritaba Kala,
pues así se decía “Piel Blanca” en la lengua de aquellos monos -¡Vamos a
reunirnos con los demás!
La cariñosa chimpancé tendía una mano
peluda y poderosa al niño. Luego, mientras caminaba a su lado, fijaba la
vista en aquellos extraños pies y, una vez más, pensaba con tristeza
que su pequeña cría nunca podría colgarse con ellos de las ramas de los
árboles.
Autora: Carmen Espinosa Ballestero. Inspirado en Rice Burroughs, Edgar. “Tarzán de los Monos”, Gustavo Gili, Barcelona. Pag. 41 a 52.
ACTIVIDADES DE AYUDA A LA COMPRENSIÓN LECTORA
*Maestra de Educación Primaria.
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En Pizarras y Pizarrones hemos desarrollado un trabajo de campo cuyo objetivo es analizar las preferencias en lecto-escritura de nuestros lectores, así como las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Les hemos pedido su colaboración para completar una pequeña encuesta anónima que como máximo les insumiría 10 minutos. Agradecemos su participación! La encuesta cerró el 31-08-17 y en unos pocos días publicaremos sus resultados...
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