En Pizarras y Pizarrones hemos desarrollado un trabajo de campo cuyo objetivo es analizar las preferencias en lecto-escritura de nuestros lectores, así como las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Les hemos pedido su colaboración para completar una pequeña encuesta anónima que como máximo les insumiría 10 minutos. Agradecemos su participación! La encuesta cerró el 31-08-17 y en unos pocos días publicaremos sus resultados...

martes, 22 de octubre de 2013

La tartamudez ¿qué es y cómo manejarla?

Autoras/es: María Mercedes Rementería
(Fecha original del artículo: Octubre 2013)

El habla es la capacidad natural de una persona para hablar o comunicarse con palabras. Ésta se desarrolla  junto con otras manifestaciones  de crecimiento y desarrollo normales.
Las disfluencias  se caracterizan por la falta de fluidez para hablar. El tartamudeo es la disfluencia más habitual. Es un trastorno del habla que consiste en una variación del ritmo y la fluidez verbal, se identifica por repeticiones indeseadas de sílabas, palabras o frases, acompañadas de interrupciones espasmódicas de la conversación. Esta alteración puede producir en quien la padece angustia por no poder controlarla.

La tartamudez tiene su origen en la falta de coordinación de los movimientos periféricos del habla. Se hace visible entre los tres y los seis años generalmente, aunque también puede iniciarse a edad adulta debido a un acontecimiento traumático o una lesión en el sistema nervioso.
Los especialistas consideran que la tartamudez se debe a un conjunto de causas que interactúan entre ellas como factores genéticos, orgánicos, psicógenos, la zurdera corregida, trastornos emocionales.

Disfluencia normal, tartamudez leve y tartamudez grave:

La disfluencia normal se produce cuando el niño está aprendiendo a hablar. En esta etapa es habitual que repitan sonidos, sílabas y palabras, especialmente en el inicio de las oraciones. El niño tiene muchas ganas de comunicarse, pero su pensamiento es más rápido que su fluidez verbal. Por ejemplo, cuando no se acuerdan del nombre de un objeto, repiten sílabas o una palabra hasta que consiguen encontrar el término apropiado.
Se da frecuentemente cuando el niño está muy  contento o enojado, cansado, o se siente presionado para hablar. Puede desaparecer y reaparecer semanas o meses después.
En este caso los chicos no le prestan importancia a sus errores, no se frustran ni se avergüenzan.
La tartamudez leve sigue un patrón regular, aparece en una determinada situación y cuando esta se repite vuelve a manifestarse. El chico puede sentirse frustrado y angustiado cuando le ocurre.
En los casos de tartamudez grave el trastorno del habla se produce de forma frecuente.  Lo habitual es que se presente en  niños mayores, pero puede aparecer en cualquier momento entre los dos y los siete años. Puede presentarse  tras un periodo de tartamudez leve o repentinamente, sin que existan antecedentes. El niño se muestra tenso y puede evitar a hablar para no pasar vergüenza.


Tipos de tartamudez, síntomas y tratamiento

La tartamudez puede ser  de tres tipos:
-          Clónica: repetición involuntaria de sílabas o palabras
-          Tónica: el chico tiene espasmos que detienen o interrumpen la conversación
-          Mixta: combina los síntomas de los dos tipos anteriores.

Síntomas:
-          El niño repite sonidos, palabras o frases después de cumplir los cuatro años.
-          Gesticula mucho al hablar (parpadeo, muecas).
-          Sacude la cabeza cuando habla.
-          Siente vergüenza al hablar e, incluso, intenta evitarlo.
-          Le cuesta comunicarse y se siente frustrado por ello.

Tratamiento: no existe ningún tratamiento capaz de eliminar el problema pero la terapia puede mejorar la calidad de vida del paciente. Mientras más rápido se detecte el trastorno, mejor será el resultado del tratamiento.


¿Cómo deben actuar los adultos?

A continuación se enumeran los consejos que dan la Stuttering Foundation of America (Fundación de Tartamudez de América) y reproduce la Asociación Argentina de Tartamudez, para padres y maestros.

7 consejos  para que los padres hablen con su hijo:

1)      Hable con su hijo de un modo lento y pausado.
2)      Cuando el niño se dirija a usted, deje que termine lo que está diciendo y espere unos segundos antes de empezar a hablar usted nuevamente. Que usted hable lento y relajado
                ayudará a su hijo mucho más que cualquier crítica o consejo como por ejemplo
             “habla más lento” o “inténtalo nuevamente más despacio”.
3)      Reduzca la cantidad de preguntas que le hace a su hijo. En lugar de hacer preguntas, simplemente haga comentarios sobre lo que su hijo ha comentado.
4)      Utilice expresiones faciales y cualquier tipo de comunicación no verbal para comunicar a su hijo que usted está escuchando el contenido del mensaje y no como lo está diciendo.
5)      Disponga de algunos minutos de su tiempo cada día en los que pueda brindar su total atención al niño. Este momento de tranquilidad y calma puede ser constructor de confianza para los niños más pequeños, permitiéndole saber a ellos que usted disfruta de su compañía.
6)      Ayude a todos los miembros de la familia a aprender sobre la toma de turnos y a escuchar. Los niños, especialmente aquellos que tartamudean, encuentran este modo de hablar más fácil cuando hay pocas interrupciones.
7)      Observe el modo que usted interactúa con el niño. Intente aumentar aquellos momentos que usted dedica a escuchar a su hijo con todo el tiempo necesario para hablar. Sobre todo, manifieste que usted acepta a su hijo como es. Lo más valioso será el apoyo a su hijo, tartamudee o no.


8 consejos para maestros:


1)       No le pida al niño que “hable más  lento” o “que se relaje”.
2)       No complete las palabras ni tampoco hable por el niño o la niña.
3)       Ayude a todos los alumnos de la clase a respetar la toma de turnos al hablar y escuchar. A todos los niños – y especialmente a aquellos que tartamudean- les resulta más fácil hablar cuando existen pocas interrupciones y cuando el oyente les presta atención.
4)      Espere la misma calidad de trabajo de los niños que tartamudean como de aquellos que no lo hacen.
5)       Hable con el alumno de un modo poco acelerado, realizando pausas.
6)       Manifieste estar escuchando el contenido del mensaje, y no como lo dice.
7)       Tenga una conversación cara a cara con el niño que tartamudea sobre las necesidades de adaptación dentro del aula. Respete las necesidades del alumno pero no sea demasiado permisivo.
8)       No haga de la tartamudez algo por lo que estar avergonzado. Hable sobre la tartamudez como lo hace sobre cualquier otra dificultad.

No hay comentarios: