Desde hace varios días se encuentran tomados 14 colegios secundarios de la capital en rechazo a la reforma curricular que intenta imponer por arriba el gobierno de Mauricio Macri. Si bien la lucha surgió en los colegios técnicos, que son los más afectados, con los días se ha expandido a secundarios normales, comerciales, bachilleres, nacionales y artísticos. Nuevamente los estudiantes se ponen a la cabeza de la defensa de la educación pública.
Como ya ocurrió cuando quisieron quitar la validez nacional del título de los terciarios, estamos ante un nuevo ataque conjunto de los gobiernos de Macri y Cristina Kirchner. Es que la reforma que pretende establecer el Gobierno de la Ciudad consiste en aplicar los principios de la Ley de Educación Técnico Profesional (LETP, Ley 26.058) y Ley de Educación Nacional (LEN, Ley 26.206), aprobadas en 2005 y 2006 respectivamente con los votos del kirchnerismo y casi toda la oposición. La LEN no revirtió ninguno de los principios establecidos en los '90: descentralización educativa y reformas degradantes de títulos y orientaciones.
La Ley de Educación Técnico Profesional, la LEN, el Consejo Federal de Educación y el INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica), exigen que se homologuen los títulos de cada provincia con lineamientos similares a los de la CoNEAU y los q quieren aplicar en los terciarios: incorporan tantas horas de formación humanística general que obligan a quitar horas de
formacion técnica o aumentar la carga horaria total.
Estos requisitos exigen además 200 horas de prácticas "profesionalizantes", similares a las PPS rechazadas en Ingeniería o las PPO que hacen en Farmacia y Bioquímica: trabajo gratuito. Esto también implica la eliminación del turno noche (por no ser suficiente la carga horaria total de ese turno para incorporar las 200horas + 200 horas), lo cual afecta directamente a los trabajadores que quieren ser técnicos.
El Ministerio de Educación de la Nación reclama la reforma de planes de secundarios y terciarios para "homologarlos". En la Ciudad de Buenos Aires, el macrismo decidió hacer esto sin consultar a los estudiantes; quitando materias de los programas; rebajando los títulos que ahora pasarían a ser "bachilleres con orientación técnica" y ya no técnicos; atacando el trabajo de los docentes mediante la reducción de las horas cátedra y, en definitiva, devaluando y atacando la educación pública. A tal punto es una política común, que el propio Ministro Bullrich afirmó que podrían limitarse a la pura letra de la LEN, "sin agregar una coma".
Por estos motivos, desde la Federación Universitaria de Buenos Aires exigimos junto a los estudiantes secundarios la suspensión del cambio de currícula inconsulto, sumando esto a las reivindicaciones históricas que seguimos sosteniendo como las reformas edilicias, becas, boleto educativo y contra el 0800 lanzado por Macri para criminalizar la organización estudiantil.
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