Autoras/es: Ramiro Giganti
(Fecha original del artículo: Septiembre 2012)
En
diciembre del año pasado escribí algo sobre los 10 años del
“argentinazo” como se le solía decir
(http://ramirogiganti.blogspot.com.ar/2012/07/a-10-anos-19-y-20.html).
Me resultaba interesante porque particularmente, mas allá de las
muertes, que no demás esta repetir que repudio enérgicamente, fue algo
con muchas fuerzas positivas: por el compromiso y participación
colectiva que generó, por la caída de mas de un presidente, y porque de
esas movilizaciones existen cambios todavía presentes en la actualidad,
mas allá de que los problemas de fondo siguen.
Las masacres con supuesto contenido “accidental” mal llamadas tragedias, dejaron muy pocos cambios y si mucho espectáculo en su momento. Luego de Cromagnón cerraron compulsivamente boliches, que al poco tiempo reabrieron sin muchos cambios, salvo los espacios independientes que con cuyas reglamentaciones terminaron asfixiando, y obviamente enlató aún más al rock. Da para un debate aparte con muchas historias, y mas ahora que se reabrió el juicio, pero no es hoy mi intención hablar de un tema tan serio como Cromagnon. En estos días se están cumpliendo 13 años del accidente de LAPA. Conozco muy poco de los detalles en cuanto a pericias, aviación etc. Así que de eso para hablar al pedo mejor no hablar, más que mencionar algún dato. Si me parece interesante el contexto social, de las opiniones de conocedores, y las mayores opiniones de ignorantes audaces, que sabemos abundan. En realidad tampoco es el eje principal ese terrible episodio del avión que en aeroparque no logro despegar correctamente generando la muerte de decenas de personas. Lo que me disparó esto fue el recordar que pasaba hace 13 años, y por eso que empecé relacionándolo con lo que había escrito a los 10 años del 19 y 20 de diciembre del 2001. Es que se habla tanto de memoria y se exhibe tanto alzheimer intelectual (con las disculpas pertinentes por el uso irónico de una enfermedad) que vale la pena recordarlo por los actores y su lugar en la actualidad. Además siempre es bueno recordar otros tiempos, a veces parecen mejores, al menos yo tengo el vicio ese de recordar y mezclar vivencias personales con el contexto.
Hace 13 años, en Agosto-Septiembre de 1999, yo estudiaba en el conservatorio de música Juan José Castro, en La Lucila. Era un año electoral y faltaba poco para que se termine el menemato todavía vigente, y con cierta incertidumbre (no tanta) sobre si De La Rua o el entonces gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, sería el presidente. En el conservatorio recuerdo estar participando del Centro de Estudiantes que habíamos refundado a principios de año ante un conflicto por una serie de resoluciones que amenazaban a la educación artística, emergentes de la Ley Federal de Educación, que buscaban desde los planes de estudios, recortar las carreras. La Ministra de Educación el menemato era Susana Decibe, quien casualmente fue entrevistada hace unos días en un canal de noticias como “voz autorizada” para opinar sobre educación, y de paso hacer “autobombo” de lo que había sido su gestión. Recuerdo, no solo mi particular actividad en torno a la educación artística, también como un interesante proceso de aprendizaje y politización, de conocer a estudiantes de la Pueyrredón o De La Cárcova, o del Conservatorio de Arte Dramático, que junto con el Lopez Buchardo de Música actualmente fusionados conforman (junto a otros institutos) lo que hoy es el IUNA. También, y volviendo a esta ex Ministra de Educación, recuerdo la gran movilización de estudiantes de la UBA, yo en ese momento no estudiaba allí así que lo viví mas “desde afuera”, si bien hubo una columna del centro de estudiantes del conservatorio en una masiva marcha, donde se imponía el cantito sexista “si querés pagar la deuda si querés pagar la deuda, si querés juntar mas guita si querés juntar mas guita, porque no pones en venta… la concha de Zulemita…”, imagino a compañeras y compañeros que cantaron eso, y que probablemente sean quienes hace algunos años se rompen la cabeza resignificando el lenguaje diciendo “hijo de yuta” en lugar de lo que ya sabemos. Sí, en algo se avanzó, por más poquito que sea.
Pero volviendo a esos días, algunos recuerdos anecdóticos pueden aportar como para recordar algunas coyunturas de ese año. Hacía poco estaba Radio 10, que ya tenía un importante rating, era oficialista en aquellos años, y no puedo hablar con mucha autoridad porque al detestarla no la escucho, pero según tengo entendido actualmente también. Su dueño Daniel Hadad era recalcitrantemente oficialista, y recalcitrantemente derechoso (como no podía ser de otra manera con aquel oficialismo)… hoy también. Y traigo esto por un hecho puntual en donde, sin el nivel de gravedad de quienes perdieron un ser querido por aquel desastre de LAPA, indirectamente quienes estábamos en ese centro de estudiantes nos vimos afectados en dos ocasiones. La primera fue porque desde hacia varias semanas que veníamos preparando una manifestación, con el corte de la Avenida Maipú, para el 2 de Septiembre, donde estaba una de las sedes del conservatorio, por el problema con los planes de estudio, donde además había varios compañeros que iban a tocar, incluso una orquesta de cámara. Habíamos agotado distintas instancias durante meses, incluso yendo a medios de difusión locales y algunas radios, pero justo para dos días antes, el 31 de Agosto, nos había llegado la invitación para ir al programa Detrás de Las noticias, que en ese entonces conducía Lanata y tenia entre sus panelistas a Adrián Paenza, Ernesto Tenembaum, Zloto (no me hagan escribirlo entero) entre otros, que tenía bastante rating lo que nos venía muy bien, no solo para seguir difundiendo el problema y presionar a las autoridades sino para difundir nuestra convocatoria. Mientras estábamos en camino ocurrió lo de Lapa. En los estudios pudimos repartir gacetillas a varios periodistas e incluso a Mario Pergolini y Juan Di Natale (después venía CQC) lo que nos fue útil porque al día siguiente la leyeron al aire en la radio. Pero no tuvimos el espacio porque obviamente este episodio alteró toda la agenda periodística, lo mismo le había pasado a Martín Caparrós, también columnista de ese programa, que tenía preparado un informe sobre las Farc en Colombia, que recién pudo presentar al aire una semana después. A pesar de eso, regresamos a nuestras casas con la satisfacción de al menos haber repartido gacetillas, y como las semanas previas habíamos bastante y teníamos todo el consenso interno (incluso con docentes y la cooperadora) la movilización para ese día seguía en pié.
Dos días después era un día importante, a las 7 de la mañana nos juntamos para ir preparando la movida, empezamos a bajar algunos bancos y también a ver el tema del sonido los cables para la energía, atriles para los músicos, etc, etc. En la esquina había un camión de Crónica TV. Recuerdo haber ido a hablarle a uno de los periodistas y estaban al tanto, tenia la gacetilla nuestra en su mano (yo la había mandado hacia unos días, como a todo el resto de los medios), así que todo venía bien…. Pero, si bien estaban al tanto, el camión no estaba ahí por nosotros. Justo al lado del conservatorio había una cochería donde estaban velando a varias de las personas que murieron en el avión de LAPA. Nosotros nos enteramos a media mañana, con un montón de compañeros nuestros, familiares, estudiantes de otos conservatorios con quienes nos relacionábamos y vecinos que habían venido por nuestra convocatoria. Ya habíamos tenido algunos episodios molestos con los medios masivos, principalmente con Clarín, cuya redacción visitamos muchas veces pero los periodistas siempre nos buscaban el pelo al huevo y le creían mas a los funcionarios que a nosotros, después nos enteramos que había un vínculo entre uno de esos funcionarios con quien se encargaba de dirigir la sección cultural (en ese entonces no existía la Ñ, Clarín tenía una sección cultura en el diario, así como Deportes, Espectáculos, etc.). Por lo que el “Clarín miente” no me lo bajó ni el gobierno ni ningún alcahuete: lo corroboré yo mismo. Finalmente decidimos suspender el corte de calle para la semana siguiente, solo prendimos el sonido para explicar porque y convocar a la otra semana. A pesar de eso, Daniel Hadad por Radio 10 dijo al aire que “un grupo de loquitos de un conservatorio se estaban aprovechando del velorio para llamar la atención a los medios”. Como muchas otras veces, se cagan en la manifestación, y no informan porqué, pero sí demonizan a los manifestantes, además mintiendo. Tal vez aquellos días, sin saber mucho de medios alternativos, fueron los que me enseñaron la importancia de estos, el valor de un corresponsal que se preocupa por tu problemática y da su tiempo para cubrirla, no a cambio de un sueldo o por las órdenes de un superior sino por sus convicciones y pasión por la información y el compromiso social.
La movilización se hizo la semana siguiente. Unos meses después mi vida tuvo algunos cambios, si bien nunca me terminé de alejar de la música (últimamente estoy volviendo de a poco a aquellos días), entre a la facultad, y pasé por otros espacios. El país también. Sin embargo el olvido recicla. El otro día Susana Decibe apareció hablando de educación y resaltando su pasada gestión, nada se dijo de lo que era en ese entonces (sin, en absoluto justificar lo mal que se está también hoy). Por otra parte, en ese entonces el intendente de Vicente López era el feudal Enrique García, radical, después kirchnerista que perdió su (ya perdí la cuenta del numero) reelección el año pasado, en manos de Jorge Macri (o sea de Guatemala a….). García también bastante facho, igual que su gente, recuerdo cuando fuimos a la dirección de transito a pedir el permiso para el corte el mal trato que recibimos. Se que para quien lea esto (si es que alguien lo lee) lo que cuento sobre un episodios aislado hace 13 años de un tipo que hizo una de sus primeras experiencias militantes en el centro de estudiante de un conservatorio no sea algo tan importante, o no genere atracción, pero me parecieron importanes algunas relaciones extrañas que se generaron y curiosamente tuvieron eposdios similares. Por ejemplo la acusasión sobre el "querer aprovecharse polticamente de una tragedia" algo qeu le viene bárbaro a lso conservadores fachos para anular cualquier protesta aunque sea por motivos legítimos. Algo de esto había escrito hace unos meses acá: http://www.facebook.com/notes/ramiro-giganti/tragedia-respeto-e-impunidad/393413360673336.
No hay nadie preso por la muerte de 65 personas en el avión de Lapa, la mayoría quedaron absueltos salvo dos funcionarios de alto rango que fueron condenados a 3 años de prisión pero en suspenso. En el 2001 el empresario Eduardo Eurnekian compró la empresa, y le cambió el nombre a ARG, pero no duró mucho, solo hasta el 2003. Además de eso, tuvimos varios episodios similares en otros ámbitos. La masacre de Cromagnón se llevo a más de 190 pibes, y nos dejó una herida incurable, de la que tampoco aprendimos casi nada: hace un par de años se derrumbó un gimnasio, y meses después pasó lo mismo con un bar en Palermo. Hace algunas semanas se cayó un balcón en tribunales y murió una persona, pero el jefe de gobierno actual sigue impune en su cargo, y el de Cromagnón también: es legislador. Demás está hablar de otros transportes, la masacre de once que se llevó 51 vidas, había tenido un aviso el año pasado cuando un tren arremetió contra un colectivo de la línea 92 que cruzó con el paso nivel a media altura. En ese mismo ramal hubo otro accidente éste última semana, con el paso-nivel sin funcionar.
Como dije antes, tengo ese vicio de recordar, y lo considero importante. Sobretodo no como una memoria repetitiva sino como algo integrado para poder pensar lo actual pero en relación a lo pasado, y al menos intentar no repetir errores. Confío en que compartir esto como otros recuerdos pueda aporta en algo, al menos hago mi parte. Después el que se olvida, pero además no quiere recordar o no le conviene acordarse, que se joda.
Las masacres con supuesto contenido “accidental” mal llamadas tragedias, dejaron muy pocos cambios y si mucho espectáculo en su momento. Luego de Cromagnón cerraron compulsivamente boliches, que al poco tiempo reabrieron sin muchos cambios, salvo los espacios independientes que con cuyas reglamentaciones terminaron asfixiando, y obviamente enlató aún más al rock. Da para un debate aparte con muchas historias, y mas ahora que se reabrió el juicio, pero no es hoy mi intención hablar de un tema tan serio como Cromagnon. En estos días se están cumpliendo 13 años del accidente de LAPA. Conozco muy poco de los detalles en cuanto a pericias, aviación etc. Así que de eso para hablar al pedo mejor no hablar, más que mencionar algún dato. Si me parece interesante el contexto social, de las opiniones de conocedores, y las mayores opiniones de ignorantes audaces, que sabemos abundan. En realidad tampoco es el eje principal ese terrible episodio del avión que en aeroparque no logro despegar correctamente generando la muerte de decenas de personas. Lo que me disparó esto fue el recordar que pasaba hace 13 años, y por eso que empecé relacionándolo con lo que había escrito a los 10 años del 19 y 20 de diciembre del 2001. Es que se habla tanto de memoria y se exhibe tanto alzheimer intelectual (con las disculpas pertinentes por el uso irónico de una enfermedad) que vale la pena recordarlo por los actores y su lugar en la actualidad. Además siempre es bueno recordar otros tiempos, a veces parecen mejores, al menos yo tengo el vicio ese de recordar y mezclar vivencias personales con el contexto.
Hace 13 años, en Agosto-Septiembre de 1999, yo estudiaba en el conservatorio de música Juan José Castro, en La Lucila. Era un año electoral y faltaba poco para que se termine el menemato todavía vigente, y con cierta incertidumbre (no tanta) sobre si De La Rua o el entonces gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, sería el presidente. En el conservatorio recuerdo estar participando del Centro de Estudiantes que habíamos refundado a principios de año ante un conflicto por una serie de resoluciones que amenazaban a la educación artística, emergentes de la Ley Federal de Educación, que buscaban desde los planes de estudios, recortar las carreras. La Ministra de Educación el menemato era Susana Decibe, quien casualmente fue entrevistada hace unos días en un canal de noticias como “voz autorizada” para opinar sobre educación, y de paso hacer “autobombo” de lo que había sido su gestión. Recuerdo, no solo mi particular actividad en torno a la educación artística, también como un interesante proceso de aprendizaje y politización, de conocer a estudiantes de la Pueyrredón o De La Cárcova, o del Conservatorio de Arte Dramático, que junto con el Lopez Buchardo de Música actualmente fusionados conforman (junto a otros institutos) lo que hoy es el IUNA. También, y volviendo a esta ex Ministra de Educación, recuerdo la gran movilización de estudiantes de la UBA, yo en ese momento no estudiaba allí así que lo viví mas “desde afuera”, si bien hubo una columna del centro de estudiantes del conservatorio en una masiva marcha, donde se imponía el cantito sexista “si querés pagar la deuda si querés pagar la deuda, si querés juntar mas guita si querés juntar mas guita, porque no pones en venta… la concha de Zulemita…”, imagino a compañeras y compañeros que cantaron eso, y que probablemente sean quienes hace algunos años se rompen la cabeza resignificando el lenguaje diciendo “hijo de yuta” en lugar de lo que ya sabemos. Sí, en algo se avanzó, por más poquito que sea.
Pero volviendo a esos días, algunos recuerdos anecdóticos pueden aportar como para recordar algunas coyunturas de ese año. Hacía poco estaba Radio 10, que ya tenía un importante rating, era oficialista en aquellos años, y no puedo hablar con mucha autoridad porque al detestarla no la escucho, pero según tengo entendido actualmente también. Su dueño Daniel Hadad era recalcitrantemente oficialista, y recalcitrantemente derechoso (como no podía ser de otra manera con aquel oficialismo)… hoy también. Y traigo esto por un hecho puntual en donde, sin el nivel de gravedad de quienes perdieron un ser querido por aquel desastre de LAPA, indirectamente quienes estábamos en ese centro de estudiantes nos vimos afectados en dos ocasiones. La primera fue porque desde hacia varias semanas que veníamos preparando una manifestación, con el corte de la Avenida Maipú, para el 2 de Septiembre, donde estaba una de las sedes del conservatorio, por el problema con los planes de estudio, donde además había varios compañeros que iban a tocar, incluso una orquesta de cámara. Habíamos agotado distintas instancias durante meses, incluso yendo a medios de difusión locales y algunas radios, pero justo para dos días antes, el 31 de Agosto, nos había llegado la invitación para ir al programa Detrás de Las noticias, que en ese entonces conducía Lanata y tenia entre sus panelistas a Adrián Paenza, Ernesto Tenembaum, Zloto (no me hagan escribirlo entero) entre otros, que tenía bastante rating lo que nos venía muy bien, no solo para seguir difundiendo el problema y presionar a las autoridades sino para difundir nuestra convocatoria. Mientras estábamos en camino ocurrió lo de Lapa. En los estudios pudimos repartir gacetillas a varios periodistas e incluso a Mario Pergolini y Juan Di Natale (después venía CQC) lo que nos fue útil porque al día siguiente la leyeron al aire en la radio. Pero no tuvimos el espacio porque obviamente este episodio alteró toda la agenda periodística, lo mismo le había pasado a Martín Caparrós, también columnista de ese programa, que tenía preparado un informe sobre las Farc en Colombia, que recién pudo presentar al aire una semana después. A pesar de eso, regresamos a nuestras casas con la satisfacción de al menos haber repartido gacetillas, y como las semanas previas habíamos bastante y teníamos todo el consenso interno (incluso con docentes y la cooperadora) la movilización para ese día seguía en pié.
Dos días después era un día importante, a las 7 de la mañana nos juntamos para ir preparando la movida, empezamos a bajar algunos bancos y también a ver el tema del sonido los cables para la energía, atriles para los músicos, etc, etc. En la esquina había un camión de Crónica TV. Recuerdo haber ido a hablarle a uno de los periodistas y estaban al tanto, tenia la gacetilla nuestra en su mano (yo la había mandado hacia unos días, como a todo el resto de los medios), así que todo venía bien…. Pero, si bien estaban al tanto, el camión no estaba ahí por nosotros. Justo al lado del conservatorio había una cochería donde estaban velando a varias de las personas que murieron en el avión de LAPA. Nosotros nos enteramos a media mañana, con un montón de compañeros nuestros, familiares, estudiantes de otos conservatorios con quienes nos relacionábamos y vecinos que habían venido por nuestra convocatoria. Ya habíamos tenido algunos episodios molestos con los medios masivos, principalmente con Clarín, cuya redacción visitamos muchas veces pero los periodistas siempre nos buscaban el pelo al huevo y le creían mas a los funcionarios que a nosotros, después nos enteramos que había un vínculo entre uno de esos funcionarios con quien se encargaba de dirigir la sección cultural (en ese entonces no existía la Ñ, Clarín tenía una sección cultura en el diario, así como Deportes, Espectáculos, etc.). Por lo que el “Clarín miente” no me lo bajó ni el gobierno ni ningún alcahuete: lo corroboré yo mismo. Finalmente decidimos suspender el corte de calle para la semana siguiente, solo prendimos el sonido para explicar porque y convocar a la otra semana. A pesar de eso, Daniel Hadad por Radio 10 dijo al aire que “un grupo de loquitos de un conservatorio se estaban aprovechando del velorio para llamar la atención a los medios”. Como muchas otras veces, se cagan en la manifestación, y no informan porqué, pero sí demonizan a los manifestantes, además mintiendo. Tal vez aquellos días, sin saber mucho de medios alternativos, fueron los que me enseñaron la importancia de estos, el valor de un corresponsal que se preocupa por tu problemática y da su tiempo para cubrirla, no a cambio de un sueldo o por las órdenes de un superior sino por sus convicciones y pasión por la información y el compromiso social.
La movilización se hizo la semana siguiente. Unos meses después mi vida tuvo algunos cambios, si bien nunca me terminé de alejar de la música (últimamente estoy volviendo de a poco a aquellos días), entre a la facultad, y pasé por otros espacios. El país también. Sin embargo el olvido recicla. El otro día Susana Decibe apareció hablando de educación y resaltando su pasada gestión, nada se dijo de lo que era en ese entonces (sin, en absoluto justificar lo mal que se está también hoy). Por otra parte, en ese entonces el intendente de Vicente López era el feudal Enrique García, radical, después kirchnerista que perdió su (ya perdí la cuenta del numero) reelección el año pasado, en manos de Jorge Macri (o sea de Guatemala a….). García también bastante facho, igual que su gente, recuerdo cuando fuimos a la dirección de transito a pedir el permiso para el corte el mal trato que recibimos. Se que para quien lea esto (si es que alguien lo lee) lo que cuento sobre un episodios aislado hace 13 años de un tipo que hizo una de sus primeras experiencias militantes en el centro de estudiante de un conservatorio no sea algo tan importante, o no genere atracción, pero me parecieron importanes algunas relaciones extrañas que se generaron y curiosamente tuvieron eposdios similares. Por ejemplo la acusasión sobre el "querer aprovecharse polticamente de una tragedia" algo qeu le viene bárbaro a lso conservadores fachos para anular cualquier protesta aunque sea por motivos legítimos. Algo de esto había escrito hace unos meses acá: http://www.facebook.com/notes/ramiro-giganti/tragedia-respeto-e-impunidad/393413360673336.
No hay nadie preso por la muerte de 65 personas en el avión de Lapa, la mayoría quedaron absueltos salvo dos funcionarios de alto rango que fueron condenados a 3 años de prisión pero en suspenso. En el 2001 el empresario Eduardo Eurnekian compró la empresa, y le cambió el nombre a ARG, pero no duró mucho, solo hasta el 2003. Además de eso, tuvimos varios episodios similares en otros ámbitos. La masacre de Cromagnón se llevo a más de 190 pibes, y nos dejó una herida incurable, de la que tampoco aprendimos casi nada: hace un par de años se derrumbó un gimnasio, y meses después pasó lo mismo con un bar en Palermo. Hace algunas semanas se cayó un balcón en tribunales y murió una persona, pero el jefe de gobierno actual sigue impune en su cargo, y el de Cromagnón también: es legislador. Demás está hablar de otros transportes, la masacre de once que se llevó 51 vidas, había tenido un aviso el año pasado cuando un tren arremetió contra un colectivo de la línea 92 que cruzó con el paso nivel a media altura. En ese mismo ramal hubo otro accidente éste última semana, con el paso-nivel sin funcionar.
Como dije antes, tengo ese vicio de recordar, y lo considero importante. Sobretodo no como una memoria repetitiva sino como algo integrado para poder pensar lo actual pero en relación a lo pasado, y al menos intentar no repetir errores. Confío en que compartir esto como otros recuerdos pueda aporta en algo, al menos hago mi parte. Después el que se olvida, pero además no quiere recordar o no le conviene acordarse, que se joda.
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