Autoras/es: Stella Maris Torre
(Fecha original del artículo: Septiembre 2002)
El texto de Adorno Prólogo a la Televisión presenta el fenómeno de la homogenización
cultural producido a partir de la masificación de los medios de
comunicación.
a)
Tomar nota de las principales ideas que Adorno
desarrolla respecto de la “industria de la cultura” en el análisis que
proporciona en su texto. Para ayudarnos a realizar esta tarea de síntesis,
señalamos algunas de las afirmaciones que aparecen en el texto:
·
El propósito de la Industria de la Cultura es
fomentar la tendencia a deformar la conciencia del público.
·
La televisión integra, junto con los otros medios
de comunicación masivos, el esquema de la Industria de la Cultura.
b)
A partir de la síntesis que hemos elaborado,
intentemos dar una explicación acerca de porqué Adorno llama industria de la cultura
al fenómeno que promueven los medios de comunicación masivos (Quizá nos ayude a
pensar esta idea las características de la producción y el consumo de los
bienes industriales)?
c)
¿Cómo analiza Adorno las producciones televisivas y
los llamados inventos mediáticos, es decir, aquellos fenómenos promovidos
por los medios de comunicación? ¿Cómo analiza y Verón este fenómeno?
a)
Tomar nota de las principales ideas que Adorno desarrolla respecto de la
“industria de la cultura”
En la obra de Adorno,
fundamentalmente en la Dialéctica del Iluminismo que escribió con Horkheimer se
desarrolla el concepto de industria de la cultura. Calificó despectivamente como tal a lo que en
términos generales podríamos calificar como el arte técnicamente reproducido,
dentro del cual estaría incluido el cine, el arte pop, la televisión, etc.
Así como es destacable
la originalidad de su pensamiento crítico, por otro lado, la especificidad de
su relación con el marxismo revela la ausencia total de una relación
significativa con la acción social. En
gral., podemos reprocharle que en el refinado cuerpo de su pensamiento se
manifestó un distanciamiento excesivo frenta a los problemas vitales y mundanos
de la población no intelectual. Esto no
sugiere que toda actividad intelectual deba subordinarse a las exigencias
históricas inmediatas o a los problemas ordinarios de los trabajadores, sino
destaca que, en algunos casos, la teoría social crítica desarrollada en el
marco del Instituto de Frankfurt padece sustancialmente por estar excesivamente
alejada de estas realidades.
El concepto de industria
de la cultura está ligado a un particular análisis de la modernidad
industrial en el que se descartan los logros de la época de la máquina y la
sociedad colectivista, mediante el ataque generalizado contra sus formas de
vida cosificadas. El trabajo
industrial imponía una repetición incesante de los movimientos (el trabajo
automatizado de la línea de montaje) y simultáneamente, los hombre s
eran tratados y se trataban a sí mismos como átomos, como objetos
intercambiables bajo un régimen represivo de igualdad meramente formal. Allí radicaba su crítica a la manipulación
productivista de la naturaleza, al tratamiento de la naturaleza (física y
humana) como objeto de explotación. La
cultura, en este contexto, aparecería como un producto de la sociedad
industrial y medio de atomización y cosificación. Adorno encara su teoría cultural a partir de
una sociología de la música, cuya especificidad no tiene antecedentes en
el pensamiento marxiano. Su inmediato
precedente es Weber quien la inició, en cierta medida, como disciplina alemana,
señalando la gran importancia de la música en la vida cultural de ese
país. Para Adorno; en la música; sobre
todo en la de Beethoven hay una promesa de felicidad que se verá turbada
por el todo social represivo (aludiendo a la cultura de masas). Además, aunque
no lo cite explícitamente, Weber está presente en Adorno a través de su
conceptualización sobre la racionalidad instrumental capitalista. En su teoría el foco se desplaza del proceso
de trabajo capitalista a los valores de intercambio comerciales en la sociedad
burocrática y consumista del SXX. En lo
que respecta al tratamiento freudiano, Adorno señala la fuerte vinculación de
las identificaciones individuales con el grupo y su autoridad con la
racionalidad del capitalismo. Al respecto, son de gran importancia sus trabajos
sobre el autoritarismo y el exterminio de los campos de concentración
nazis.
Verón, en el texto Relato televisivo e imaginario social aborda el tema de la
producción televisiva a partir de elementos semióticos. Más allá de la anécdota en la que hace
referencia al teleteatro venezolano, debemos tomar en consideración sus
reflexiones relativas a la labilidad del límite que separa la ficción
del acontecimiento. Ello
le permite afirmar que, a partir de los medios audiovisuales, no hay reproducción
de lo real sino producción de realidad y que tal
producción se concreta a través de elementos semióticos, ubicando sus
afirmaciones como posiblemente cercanas a las teorías de Pierce y Frege. Tales teorías se desarrollaron
simultáneamente con el advenimiento de la sociedad de masas que interpretaron
el sentido a través de un modelo de 3 términos, denominados en Frege signo,
interpretante y objeto, en el que ninguno de ellos
constituye lo real. A diferencia
de este modelo, el de Saussurre da cuenta del sentido a través de un modelo
binario cuyos términos son significado y significante. Estas reflexiones sólo tratan de superar las
dificultades que presenta la complejidad de las expresiones del autor.
Verón alude a la deconstruccion
de las categorías tradicionales de la representación, allí donde la socedad de
consumo produce lo real. Tal
deconstrucción, tal labilidad entre lo ficcional y lo real se produce, en el
ej., del teleteatro, por la resonancia que el relato tiene en el público y que
provoca en él ciertas reacciones que expresan un imaginario social, activado
por el teleteatro, en acuerdo con las formas en que se produce el mismo. La observación más relevante es que tal
imaginario social no es del orden de la ilusión: es el tejido significante que
estructura la vida social cotidiana de los actores sociales.
b)
¿Por qué Adorno llama industria de la cultura al fenómeno que promueven
los medios de comunicación masivos (ver las características de la producción y
el consumo de los bienes industriales)?
Las reflexiones de
Adorno respecto de la industria de la cultura involucran, en principio,
su concepción sobre el arte (ver arriba).
Limitándonos a los términos del texto Prólogo a la Televisión,
Adorno afirma sobre la TV que ella es parte integrante del esquema general de
la industria de la cultura y que fomenta la tendencia a deformar y captar
en todo aspecto la coincidencia de público, operando como síntesis del cine y
de la radio.
En relación a la
consigna, la respuesta deberá orientarse a resaltar la atribución de la
producción de la industria de la cultura al desarrollo de las fuerzas
productivas, articulando el análisis con los conceptos de la Carta de Marx a Annenkov, publicada en este blog hace algunos meses.
c)
¿Cómo analizan Adorno y Verón las producciones televisivas y los
llamados inventos mediáticos,
es decir, aquellos fenómenos promovidos por los medios de comunicación?
Adorno considera que
las producciones de los mass media reproducen la realidad, deformándola
con el propósito de manipular.
Tal manipulación está sujeta a los fines de la dominación.
Verón define las
producciones de televisión, ya sea que se trate de ficción, como los
teleteatros; o de programas de los de actualidad, tales como de
noticias, programaciones de los formadores de opinión, etc., como una
construcción basada en elementos semióticos (discurso, imagen) que produce
lo real, respondiendo a las reacciones de los
teleespectadores que expresan el imaginario social. Así es como la televisión se constituye en un
campo de satisfacción de ese imaginario.
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