Autoras/es: Zula de Argentina Centro de Medios Independientes ((i))
Luego de cumplir los dos tercios de su
condena, en la mañana del domingo fue liberada Romina Tejerina. Salió
acompañada de su hermana Mirta Tejerina, en el día de su cumpleaños,
desde el penal de Alto Comedero, Jujuy.
(Fecha original del artículo: Junio 2012)
Romina Tejerina fue condenada en 2005, a catorce años de prisión por haber matado a su beba que nació producto de una violación. Durante estos 9 años, 4 meses y 1 día las organizaciones de mujeres y feministas no dejaron de luchar por su libertad.
En el caso de Romina, no sólo se conjugó una justicia machista en una provincia conservadora que la señala como única responsable de lo que sucedió. La culpabilización que sufrió Romina es producto de la hipocresía y el ocultamiento de hechos de violencia sexual y física naturalizados socialmente, que se arraigan en prejuicios sostenidos tanto en creencias religiosas, como en valores misóginos y patriarcales que castigan todo intento, por parte de las mujeres, de decidir sobre su propio cuerpo.
Mientras tanto, muchas personas continúan juzgando y condenando a Romina. El hecho no ha suscitado en ellos/as, ni el más mínimo replanteo acerca de la violencia que padeció. Nadie reflexiono acerca de qué hubiera hecho en su lugar, bajo las mismas circunstancias. A la humillación de ser violentada por Pocho Vargas le siguió el silencio, la desesperación y el desasosiego de un embarazo a la fuerza y el ensañamiento de una justicia patriarcal que la señaló “por usar polleras cortas e ir a bailar”. Hoy Romina está en libertad, pero su violación continúa impune.
Carta de Mirta Tejerina
Hoy, 24 de junio de 2012, después de 9 años, cuatro meses y un día de injusto encarcelamiento, Romina recobró su libertad.
A las compañeras y compañeros de lucha, a cada uno/a de Uds que se hicieron eco del sufrimiento de Romina, transformando la causa por su libertad en un emblema de lucha del Movimiento de Mujeres contra la violencia y la impunidad de la que somos víctimas.
En nombre de la familia Tejerina, quiero expresar nuestro agradecimiento por todo el apoyo que nos dieron estos años: ROMINA NO ESTUVO SOLA.
Siempre estuvieron Uds, nosotros/as, todas/os comprendiéndola, conteniéndola y rodeándola de afecto.
Romina está feliz, su deseo más grande es terminar de estudiar. En esta nueva etapa que se inicia quiere tener la oportunidad de llevar una vida normal para poder cumplir con sus sueños truncados hace más de nueve años.
A cada una/o de Uds un abrazo; muchas, muchas gracias.
Mirta Tejerina.
El artículo original está en http://argentina.indymedia.org/news/2012/06/816099.php
1 comentario:
Lástima que no hay pena de muerte en la Argentina. Los infanticidas la merecen más que nadie.
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