Autoras/es: Diario Tiempo Argentino
La mayoría estudia Medicina, pero también Ingeniería, Educación Física y Geología, entre otras carreras. Este mes se recibirán 56 médicos y en 2013, otros 400. Con becas de materiales y alojamiento, hay 680 estudiantes más en la isla.
(Fecha original del artículo: Julio 2012) 
El   devastador paso del huracán Mitch por América Central y el sur de la  Florida, a  fines de 1998, había dejado sus heridas visibles sin  reconocer fronteras. Miles  de médicos cubanos volvieron entonces a  demostrar solidaridad y destreza en  latitudes foráneas. Acaso  adiestrado en convertir necesidades en virtudes y  utopías en  realidades, Fidel Castro razonó que ya era tiempo de formar   profesionales extranjeros en la isla, para que trabajasen luego cada uno  en su  territorio. Un viejo cuartel en La Habana cambió sus formas para  que naciera la  Escuela Latinoamericana de Medicina (ELaM), que no dejó  de crecer, sorteando  dificultades.
De   allí saldrán a fines de julio 56 argentinos con sus títulos bajo el  brazo, junto  con jóvenes nativos y de otros 58 países, hasta llegar a  la cifra de 11.009  nuevos médicos.
Becados   completamente, con alojamiento y comida, 680 argentinos cursan  actualmente sus  estudios en la isla. El año próximo se graduarán 400,  partícipes de una camada  extraordinaria de 800 que viajaron en 2006.  Medicina representa la elección en  el 90% de los casos, pero también  hay quienes estudian Ingeniería Mecánica,  Electromecánica, Periodismo,  Educación Física, Geología y Enfermería, entre las  carreras más  concurridas. La mayoría de los estudiantes es de condición humilde,  y  entre ellos muchos aborígenes coyas, mapuches, wichis y tobas. Jóvenes  que  difícilmente hubieran podido graduarse en la Argentina.
De   acceso libre para cualquier postulante, la magnitud de gente que  comenzó a ir a  educarse a la isla generó la creación de la Agrupación  de Familiares de  Estudiantes de Argentina en Cuba (AFEAC), cuyo  presidente, Andrés Atencio,  explica orgulloso que su hijo Silvio  trabaja en el Hospital Evita, de Lanús. Es  uno de los más de 500 que ya  se formaron en Cuba. "Surgimos a partir de la  necesidad de los padres  de comunicarse con sus hijos. En el inicio, por ejemplo,  la ELaM tenía  un solo teléfono y era difícil tener contacto. Dos mamás  comenzaron a  reunirse en la Torre de los Ingleses, y luego se expandió. Eran  tiempos  de De la Rúa y las relaciones entre los países eran malas, así que   mandar yerba o cualquier cosa se tornaba bastante dificultoso. Se  juntaban  paquetes y el 'Chino' Orestes Poggi los mandaba", rememora.
Las   condiciones de estudio van en relación con la exigencia de lo mucho  que se  brinda. No existe la posibilidad de repetir o ir dando materias  de a poco, por  lo que quien no aprueba el año, es invitado a continuar  con otra carrera o  retirarse.
 Desde   el primer día, los futuros galenos tienen teoría por la mañana y  práctica por la  tarde. Tras el segundo año, son destinados a seguir  cursando en las provincias,  ya que solamente hay universidades de  Ciencias Médicas en Mayabeque, Artemisa y  el municipio de Isla de la  Juventud, que tienen facultades independientes.
Esparcidos   por todo el territorio, en contacto directo con los pacientes y sus  necesidades,  el espíritu internacionalista y solidario parece  impregnarse con marcas  indelebles. Es que, de regreso a sus lugares de  origen, habitualmente ejercen la  profesión con un perenne compromiso  social.
Es   el caso de Propuesta Tatu (por el apodo del Che Guevara en el Congo  belga, hoy  Zaire), constituida en 2008 por dos médicos egresados de la  ELaM que incorporó  después a otros de la Universidad de Buenos Aires.
"En   el inicio –cuenta el coordinador Gino Straforini–, nos encontramos con  que se  podía atender y diagnosticar una determinada situación de  salud, pero cuando el  médico confeccionaba la receta, nos chocábamos  con la realidad social, ya que el  paciente no tenía dinero para  adquirir el medicamento por el costo elevado. Lo  que significaba que  nos parábamos frente a un segundo muro: podíamos  diagnosticar, pero no  curar."
La   dificultad, vista a la distancia, no los hizo bajar los brazos, sino  redoblar el  esfuerzo. Propuesta Tatu lleva adelante 19 misiones en 17  barrios, atendiendo a  una población de 145 mil habitantes. Ya practicó  un total de 29.472 atenciones  médicas,  entregó 26.888 medicamentos y  1944 elementos de ortopedia.
Se   desarrolla fundamentalmente en poblaciones donde la gente fuga de la  pobreza y  la exclusión, principalmente en tomas de tierras, hechos  sociales producidos por  habitantes que en su mayoría han debido salir  de naciones vecinas y argentinos  que han debido migrar hacia grandes  conglomerados urbanos. Dice Straforini:  "Planteamos el concepto de   'Una vida digna para todos' y la concepción de  que la política es la  ciencia del ejemplo. Por eso nos hemos encontrado en los  barrios, a  partir del modelo de los médicos en su tarea social y la conformación   de la Escuela de Oficios, donde muchos jóvenes se han incentivado para  terminar  sus estudios secundarios y aspiren a una carrera profesional.  Tienen diferentes  opciones. Algunos, compartiendo con los médicos y  viendo la tarea solidaria que  desarrollan, nos han planteado que  quieren ser médicos y ya hay algunos  solicitando la posibilidad de  estudiar Medicina en Cuba."
Como   la ELaM, que instruyó a sus integrantes, Propuesta Tatu no para de  progresar.  Entre los proyectos de inmediata concreción está el de abrir  lugares de atención  médica en otras provincias del país y en Chile.  Recientemente, celebraron un  acuerdo con el municipio de Almirante  Brown para que un plantel de médicos  trabaje en las salas de atención  primaria y en la Unidad de Pronta  Atención.
Y   no se detienen. En las misiones brindan atención clínica, pediátrica,  obstétrica  y psicológica. En estos días se termina de construir la  tercera sala de atención  con materiales aportados por la agrupación y  mano de obra de las comunidades.  También desarrollan escuelas de  oficios, de promotores de salud, colonias de  vacaciones, talleres  diversos y campañas de vacunación.
Al  verlos, se comprueba una vez más que andan por ahí, como aprendieron, siendo  realistas, soñando lo imposible.  «
Becas
¿CÓMO   SE OTORGAN?. El trámite se realiza a través de las misiones  diplomáticas  cubanas acreditadas en cada país. Los jóvenes de escasos  recursos económicos  tienen prioridad. Los requisitos son: título de  Bachiller o su equivalente,  certificados de nacimiento, salud y  antecedentes penales. 
la  validez  de los títulos
Los   primeros egresados de Cuba se encontraron al regresar con el  imprevisto de que  sus títulos no eran válidos. Si bien entre ambos  países existía un convenio de  cooperación educativa, no era suficiente.  Así comenzó un lento peregrinar del  expediente por el Ministerio de  Educación, que se aceleró cuando Alberto Dibbern  asumió como secretario  de Políticas Universitarias. Sin embargo, el análisis de  la currícula  no se concretaba, ni se definía si profesores cubanos debían venir  a la  Argentina o viceversa. Finalmente, Néstor Kirchner nombró a tres ex  decanos  para que viajasen a la isla. Al regreso, los tres dijeron que  los planes de  estudio eran "inmejorables". Así se llegó al 22 de junio  de 2007, cuando Daniel  Filmus agotaba sus días como ministro para  comenzar su campaña a jefe de  gobierno de la Ciudad. Pidió consultar al  embajador de Cuba, Aramis Fuentes  Hernández, quien contestó: "Estoy  con la pluma en la mano." Horas después, se  firmó el protocolo  adicional al convenio de cooperación.
cuando  todo no alcanza
La   muerte golpea cada tanto a los integrantes de Propuesta Tatu y se  sacuden  buscando respuestas que encuentran en la acción. El 10 de  julio, enterraron a  Juancito, un nene de dos años que murió carbonizado  en el Barrio 14 de Febrero,  en Glew, que ellos llaman Misión  Vallegrande. La mamá se lo había entregado a la  abuela porque ella no  lo podía mantener. Como casi todo el barrio está colgado  de la energía  eléctrica, por las noches casi no hay fuerza motriz, y los  pobladores  deben prender velas para ver. Una se cayó al piso y se originó el   incendio. Hoy dicen que "Juancito era atendido casi todas las semanas  por los  médicos de Tatu, era un paciente recurrente, sus tíos ayudaban  con su  alimentación, ellos con una chata vieja, venden papas y huevos  por las calles,  se lo veía feliz". Y se preguntan "¿Cuántos Juancitos  habrá en el país, cuántos  Juancitos más habrá en nuestro continente,  cuántos Juancitos más tendremos que  llorar, mientras unos pocos en sus  afanes siguen acumulando y acumulando?"
 
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