Las paritarias se cerraron en un nivel menor a las del año pasado.
Autoras/es: Ismael Bermúdez
(Fecha original del artículo: Junio 2012)
Ya se firmaron numerosos convenios salariales
claves (como metalúrgicos, comercio, bancarios o estatales) con
aumentos nominales que van, en hasta 3 cuotas, del 18% al 24%.
En todos los casos son incrementos inferiores a los acordados el año pasado, que oscilaron entre el 24 y el 35%.
Por otra parte, esos aumentos son menores que la inflación del último
año y que las proyecciones inflacionarias para los próximos meses. Se
descuenta que las paritarias que están en negociaciones, como
alimentación o gastronómicos, difícilmente superen el “techo” del 24% en
cuotas, aunque los gremios pidan incrementos mayores.
Los aumentos acordados se hicieron sin que el Gobierno modificara el
techo salarial de $5.200 mensuales que da derecho a cobrar las
asignaciones y el piso salarial de $5.789 a partir del cual los
trabajadores pagan Ganancias. Si se descuentan la pérdida del salario
familiar y ese impuesto para muchos asalariados, el aumento efectivo en
el bolsillo del trabajador se sitúa por debajo del 20%.
Estos aumentos se aplican sobre básicos de convenios muy bajos, de
entre $3.000 y 3.500 mensuales, como surge de la propia información
oficial de fines de 2011. Y en las categorías más representativas o
numerosas, “el promedio de jornada completa en las negociaciones de
empresa fue de $4.580, mientras que en las actividad fue de $3.611″,
según el informe del Ministerio de Trabajo del cuarto trimestre de 2011.
Con los aumentos de este año, en gremios claves los nuevos básicos
iniciales oscilarán entre los $4.000 y $5.000.
Todos estos datos marcan que las paritarias de 2012 no están siendo
favorables para los trabajadores y que la desaceleración de los aumentos
salariales no tiene como correlato un menor ritmo de inflación. En
marzo y abril, últimos datos disponibles, según los institutos oficiales
provinciales, en promedio los precios subieron entre el 2% y 3%, lo que
da una proyección anual del 30%. Además, según el INDEC, entre enero y
abril los salarios privados registrados subieron el 6,1%, mientras la
inflación -de acuerdo a las provincias- lo hizo entre el 8 y 8,7%.
En su último informe, el Estudio Bein confirma que si bien “lejos del
18%, que se pretendía, hoy las paritarias empiezan a cerrarse con un
tope del 24% que contrasta con el 35% de 2011″ y que en medio de la
“vorágine” de estos días, “pasó desapercibido el éxito a medias que el
Gobierno viene consiguiendo en su intento por frenar la nominalidad
salarial”.
En estatales, el incremento fue del 21%, en dos etapas. El gremio más
numeroso, empleados de comercio (1.100.000 trabajadores), acordó una
suba del 15% en mayo y un 9% en octubre, no acumulativos y no
remunerativos que, dentro de varios meses, pasarán a ser remunerativos.
Representa un promedio anual de casi el 20%. Aun así, se dispone que
“podrán ser absorbidos o compensados hasta su concurrencia, los aumentos
otorgados por el empleador desde mayo de 2011 a cuenta de los aumentos
que determine el presente acuerdo
Los aumentos son menores que la inflación del último año y que las proyecciones inflacionarias para los próximos meses.
En metalúrgicos, el incremento es del 23% desde abril, con el pago de
2 cuotas fijas no remunerativas de $550 en noviembre y enero de 2013,
absorbiendo los $300 que se pagaron en el primer trimestre. Con el
acuerdo, el aumento promedio se ubicaría en torno del 20%. El salario
básico pasa a $3.980.
Bancarios renovó el convenio con un 19,5% entre enero y marzo y un
24,5% desde abril a diciembre. El promedio anual es del 23,3%, pero al
bolsillo del empleado irá menos del 20%; como ahora el sueldo inicial
conformado para los más de 100.000 bancarios es de $7.220, casi el 100%
de los empleados queda alcanzado por los descuentos del impuesto a las
Ganancias y no perciben las asignaciones familiares, que tienen un tope
salarial de $5.200.
El gremio de los trabajadores de edificios, SUTERH, firmó por el
21,2% y gastronómicos cerró el 27% en tres cuotas. Todavía no firmaron
gremios importantes, como alimentación, sanidad y camioneros, y en
subtes hubo un aumento a cuenta de una negociación final.
Claro que según la evolución de la inflación y por la presión sobre
el dólar, que se trasladaría a los precios, la discusión salarial no
quedará cerrada y a fin de año habrá pedidos de “plus” o compensaciones y
hasta de reapertura de paritarias.
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