Autoras/es: Frente Popular Darío Santillán *
(Fecha original del artículo: Septiembre 2013)
Desde
el 28 de agosto, estudiantes y docentes de la Universidad Nacional de
Tucumán (UNT) mantienen tomadas las Facultades de Filosofía y Letras y
Psicología. La medida se decidió en una asamblea luego de la violación
de una segunda estudiante en la zona universitaria. Esta semana se sumó
Ciencias Naturales. Reclaman por un sistema de seguridad y apoyo
estudiantil integral, lo que incluye acceso al transporte y a un
comedor, cerrado por la última dictadura hace casi 40 años.En un texto difundido recientemente por la Comisión de Prensa de la Toma, explican que “en la multitudinaria asamblea pública que se realizó el día 28 de agosto en los merenderos, se resolvió democráticamente tomar la Facultad. Tal medida de fuerza surge ante la ineficacia de las (pocas) respuestas obtenidas en relación a la problemática de la inseguridad y la violencia de género: como es de público conocimiento, dos compañeras han sido abusadas en un lapso de dos semanas. Creemos que no hubo un buen tratamiento de los casos desde ningún punto de vista: los procedimientos que se llevaron a cabo (tanto en cuanto a los medios como en el aspecto burocrático) confluyeron desde entonces en una revictimización de las jóvenes”.
“Consideramos que, como futuros profesionales de la salud mental, tampoco contamos con herramientas teóricas que nos ayuden a responder a estas frecuentes problemáticas. Tenemos en cuenta que una violación o intento de abuso no se equipara a un asalto o robo: estamos hablando de una problemática global de violencia de género, que toca a la dignidad de las personas y que no se circunscribe a las inmediaciones del Parque o del Centro Prebisch, sino que nos convoca a involucrarnos como ciudadanos”.
Lejos de cerrar las puertas de las instituciones, la Toma abrió espacios de participación y debates entre estudiantes y docentes, continuando el trabajo académico pero incorporando esta nueva situación. Se promovió un comedor, reivindicando la lucha de otras generaciones de estudiantes, reprimidas por dictaduras militares. Se realizaron varias movilizaciones al Rectorado de la UNT. Las principales demandas son la declaración de emergencia en violencia sexual y doméstica, la resolución de los dos casos de violación ocurridos en agosto y un sistema de transporte a cargo del Estado, que incluya el boleto estudiantil gratuito y vehículos de la Universidad para conectarla con la terminal de buses.
Señalan: “Hasta este momento hemos logrado muchas cosas: las multitudinarias marchas dejaron en claro que los estudiantes de Filosofía y Letras y Psicología no mantenemos una postura acrítica y pasiva frente a los hechos de inseguridad y violencia de género, y que queremos y podemos hacernos escuchar. Hemos logrado entablar un contacto con autoridades del rectorado, quienes se comprometieron a seguir una negociación a partir del día martes. Mientras tanto, consideramos importante mantener la medida de fuerza y realizar constantes asambleas, ya que dar un paso atrás sería demostrar que nos conformamos con sus promesas y desestimar lo mucho que hemos logrado hasta el momento”.
También pusieron en funcionamiento una organización democrática, formando comisiones de Prensa, Seguridad, Comida, Limpieza, Finanzas. Explican que “es mediante los voceros -elegidos democráticamente en una de las asambleas- que se canalizan nuestras propuestas, medidas y opiniones hacia las instancias superiores y medios de comunicación. En tres días, logramos poner en funcionamiento una olla popular que funciona como el comedor estudiantil que se nos viene negando hace mas de una década”. En el comedor se alimentan unas 200 personas y se han organizado hasta menúes para celíacos.
En el texto también explican su posición ante el pedido de seguridad: “No creemos que la solución sea poner más personal policial, cámaras o un cuatriciclo: pedimos una legislación que nos permita circular tranquilamente por la facultad o por fuera de ella porque tenemos ese derecho y vamos a exigir el cumplimiento del mismo”.
Solidaridad y participación
La toma ha cosechado las más diversas solidaridades, incluyendo la de la popular cantante correntina Teresa Parodi, quien concurrió al lugar y entonó sus canciones en apoyo a los estudiantes. “Es buenísimo que se haya tomado esta decisión, de pensar en conjunto para exigir y obtener las respuestas que se merece este tema tan tremendo como es la violencia de género”, explicó la artista.
Quienes sostienen el reclamo explican que se construye con participación, trabajo y propuestas: “Queremos que todos los estudiantes y docentes se acerquen y traigan su opinión para que el debate no se esterilice y se pueda llegar a conclusiones que representen la voluntad de la mayoría. Invitamos a la implicación de todos y cada uno de los compañeros”.
Como un puente entre varias generaciones, con un hilo de continuidad en la lucha por la justicia, este lunes 16 de septiembre se movilizarán con memoria y proyectos de futuro. Ese día se cumplen 37 años de “La noche de los Lápices”, cuando la dictadura militar secuestró a estudiantes que luchaban por el boleto estudiantil y otras reivindicaciones, en la ciudad de La Plata. Sus cuerpos todavía se encuentran desaparecidos. Pero en Tucumán -en todo el país- aseguran que los lápices siguen escribiendo y que continuarán haciendo historia.
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