Autoras/es: Graciela Fernández
(Fecha original del artículo: Septiembre 2013)
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En Valle Grande, Jujuy, funciona desde hace más de 20 años la Escuela de
Alternancia N1, donde asisten 112 alumnos. Mi nombre es Graciela, soy
maestra de la escuela y mamá de uno de los alumnos. Aquí asisten chicos que no
cuentan con otra escuela más cercana, algunos caminan hasta 18 horas para
llegar.
Las intensas lluvias del 2010 hicieron que una parte de la escuela se
derrumbe. Desde entonces ya no tenemos un lugar para enseñar.
Desde el 2010 damos clase donde podemos: en la Iglesia, una hostería
abandonada, y ahora estamos en el Centro Integrador Comunitario, y abrimos las
casas de familia para los chicos puedan quedarse.
Tratamos
de acondicionar los lugares lo mejor que pudimos con lo poco que contamos. Pero
actualmente los chicos están hacinados, se deben turnar para poder usar los
espacios como aulas, y a veces cuando hay buen tiempo, las clases son afuera.
Los
fondos para la construcción ya están confirmados, sin embargo la construcción
no comenzó. El Ministerio dice que no hay un terreno apto a la venta donde
construir, pero sabemos que sí los hay.
Nuestros
alumnos, que con tanto esfuerzo siguen viniendo a clase, necesitan un lugar
apropiado para estudiar. Si juntamos mucho apoyo sé que lo lograremos.
Muchas
gracias,
Graciela
Fernández
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