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lunes, 14 de marzo de 2011

¿Trabajadores sin trabajo? Análisis de la película argentina “PyMe (sitiados)” del director Alejandro Malowicki

Autoras/es: Graciela Corbato, Carina Giraudo, Marcelo Sanjurjo, Stella Maris Torre


PyME (Sitiados)(2003)
Dirección: Alejandro Malowicki   Guión:Alejandro Malowicki  Estreno: 03/03/05
Sinopsis
Sobre las vicisitudes que se suceden en una pequeña industria plástica, a partir de que su dueño decide cerrar la fábrica.

Índice

  • Introducción. 2
  • Desarrollo. 3
  • EJE 1: Contexto actual y condicionamientos sociales de la educación. 3
    • a) Contexto socioeconómico (Neoliberalismo, Neoconservadurismo: sus consecuencias) 3
      • Borón. 4
      • Gabetta. 6
      • Gilly. 6
  • EJE 2: : Educación, Estado y sociedad. 7
    • a) Relaciones sociales de producción en el capitalismo (relaciones patronal-gremial-obrero) 7
      • La relación patrón - obrero. 7
      • La relación obrero - sindicato. 9
    • b) El modelo emergente: la economía social del siglo XXI; construcción de nuevos espacios sociales, trabajo emergente. 10
      • Los orígenes y las formas. 12
      • El tejido social y los valores solidarios. 13
      • El enfoque del capital social 13
      • Limitaciones y contradicciones: Lo que aún queda de lo viejo. 15
      • ¿Entre todos?
. 16
  • A modo de Conclusión. 17
  • Bibliografía
(Fecha original del artículo: Junio 2005) 

Introducción

Un largo e intrincado proceso -que intentaremos analizar en este trabajo- derivó, en los años ‘90, en una pauperización extrema de la sociedad argentina, y uno de sus rasgos visibles fue el cierre masivo de fábricas, muchas de ellas pequeños emprendimientos.
En su película de largometraje ficción “PYME (Sitiados)”, Alejandro Malowicki procura retratar las extremas dificultades sufridas por obreros y pequeños empresarios en los últimos años, relatando las vicisitudes que se suceden dentro de una fábrica de la industria plástica, ante la inminente decisión, -o como veremos, falsa opción- de su dueño de declarar la quiebra, o la de concretar el llamado a una convocatoria de acreedores. En un clima claustrofóbico, acosados, unos por las deudas, otros por no poder cobrar sus salarios, los diversos conflictos generan un “todos contra todos”. Los personajes están sitiados por un modelo neoliberal, brutal e injusto.
La película intenta mostrar las vicisitudes de un sistema económico excluyente, al tiempo que desarrollar las conflictivas relaciones entre los hombres, las máquinas y el Estado. Sin embargo, en su final abre una posibilidad de esperanza de cambio, cristalizada en la conformación de una cooperativa.
La mayoría de sus escenas fueron rodadas en el año 2002 en la metalúrgica IMPA de Buenos Aires, una de las pioneras entre las tantas empresas que después de cerrar por decisión de los dueños pasaron a ser gestionadas por sus trabajadores.
Aunque consideramos que esta película podría ser analizada a la luz de casi todos los ejes de la sociología de la educación, en esta oportunidad hemos seleccionado los siguientes:
-         Eje 1: Contexto actual y condicionamientos sociales de la educación a): contexto socioeconómico (neoliberalismo, neoconservadurismo: sus consecuencias)
-         Eje 2: Educación, Estado y sociedad. a): relaciones sociales de producción en el capitalismo (relaciones patronal-gremial-obreros)
-         Eje 2: Educación, Estado y sociedad. 2 b): el modelo emergente: la economía social del siglo XXI, construcción de nuevos espacios sociales, trabajo emergente
Desde los ejes seleccionados y las escenas de la película que elegimos como relevantes en relación con aquéllos, nos surgen los siguientes interrogantes:
En relación al eje 1 a):
-         ¿Qué sucedió en el país (siguiendo las imágenes de la película) desde los discursos de Martínez de Hoz a partir del 76 contra el “intervencionismo estatizante” pasando por Menem, Dromi, María Julia Alzogaray y las imágenes de los primero piquetes en Cutral-Có hasta el tiempo en que transcurre la película?
-         ¿Por qué el auge del neoliberalismo se dio en nuestro país en un gobierno democrático históricamente populista y de signo contrario?
-         ¿Por qué en la Argentina, como en tantos otros países latinoamericanos, se dió un sistemático proceso de destrucción de capitales menores? ¿Será tal vez que la medida de una PyME sea diferente en un país que en otro?, ¿o que las empresas transnacionales habían llegado a un techo en su acumulación de capital en los países centrales debiendo trasladarse a los países latinoamericanos y para ello debían contar con la complicidad de los gobiernos locales?
En relación al eje 2 a):
-         ¿Qué sucede cuando el obrero no puede vender su fuerza de trabajo no puede venderla porque la fábrica no tiene los medios para seguir funcionando?. ¿De qué manera se posiciona ante esta realidad?
-         ¿Por qué podrían darse algunos mecanismos de relación clientelar entre un obrero y el empresario?
En relación al eje 2 b):
-         ¿Se puede cambiar un modo de producción sin cambiar las relaciones?
-         ¿Podemos hablar ya de “un” modelo emergente alejado de la empresa capitalista tal como la conocemos?
-         ¿Cuáles son las posibilidades de permanencia de las nuevas experiencias de producción y trabajo dentro de un contexto global capitalista neoliberal como el que nos circunda?
-         ¿Cuál sería el rol que los intelectuales tendrían en este nuevo modelo?
-         ¿Cuáles serían las nuevas relaciones sociales de producción?
Es a partir de los ejes señalados y estas preguntas iniciales, que intentamos desarrollar el análisis que sigue integrando las principales categorías teóricas que nos resultaron significativas, y a las que nos iremos refiriendo de manera tal de vincularlas con distintas escenas de la película.
A medida que realizábamos el presente análisis, nos fueron surgiendo interrogantes nuevos que entendemos tendrían que ser motivos de investigación en futuros trabajos. Con el criterio de facilitar su interpretación, los mismos quedaron planteados o bien junto con la situación analizada que lo generó, o bien en nuestras conclusiones.

Desarrollo

EJE 1: Contexto actual y condicionamientos sociales de la educación

a) Contexto socioeconómico (Neoliberalismo, Neoconservadurismo: sus consecuencias)


El auge de las PYMES viene de una época en que están asociadas al estado de bienestar. Este estado de bienestar, también era una forma de acumulación del capital para las PYMES y por ende para la burguesía nacional, aunque, también traía aparejado bienestar a las clases subalternas: educación y salud públicas, leyes laborales y provisionales de protección al trabajador, etc.
A través de la película se puede leer el proceso de cambio de ese modelo de acumulación del capitalismo a favor del sector financiero y de las multinacionales en el periodo que va desde la dictadura militar y el apogeo neoliberal de la era Menem. En otras palabras: en la Argentina se pasó “de una economía pensada para el desarrollo industrial y el bienestar común, a una economía pensada para el sector financiero y para una minoría privilegiada”[1]
Mediante una serie de características del neoliberalismo que analizaremos más adelante, se cerró lo que Caracciolo y Foti llaman el “círculo perverso de endeudamiento, descapitalización, precarización laboral, desempleo y pobreza que conforman una matriz de distribución de ingreso absolutamente injusta”. Las autoras añaden que el correlato socio-político de este panorama en una “sociedad escéptica y desconfiada, no sólo de las dirigencias, sino de las propias fuerzas para cambiar las cosas, para construir una democracia real, para buscar alternativas económicas con base en la solidaridad” [2].
El freno neoliberal al Estado de bienestar comenzó de la forma más terrible: con la implementación de la dictadura militar. Es por eso que la película comienza con imágenes de archivo de los miembros de la junta a la par que se muestran las propagandas de aquella época que propiciaban la libre competencia de la industria nacional con los productos importados.
§         ¿Qué sucedió en el país (siguiendo las imágenes de la película) desde los discursos de Martínez de Hoz a partir del 76 contra el “intervencionismo estatizante” pasando por Menem, Dromi, María Julia y las imágenes de los primero piquetes en Cutral-Có hasta el tiempo en que transcurre la película?
Para contestar esta pregunta utilizaremos a distintos autores de la bibliografía, relacionando algunos de sus conceptos con las imágenes y escenas de la película y de esta forma hacer una reconstrucción del contexto neoliberal… y por supuesto con nuestra memoria y biografía que, como sujetos histórico y socialmente determinados, no podemos dejar de lado a la hora de analizar procesos de los cuales fuimos víctimas, aunque privilegiadas, si nos comparamos con los miles de excluidos del “diluvio neoliberal”.
1) Borón
Según el análisis de este autor[3], el neoliberalismo se caracterizó por:
-         Una ola de privatizaciones, desregulaciones, liberaciones, reduciendo el control publico de los recursos nacionales.
En este sentido lo que más afectó a la fábrica de sillas fue el levantamiento de los aranceles a las importaciones desregulando y liberando el mercado dejando libradas a su suerte a las empresas de industria nacional que no podían competir en precios con los productos importados.
-         Retroceso del movimiento obrero.
Haciendo un análisis de la respuesta de los obreros a la situación de la fábrica se puede corroborar que se encontraban en términos generales sin fuerza, desorientados y traicionados por las cúpulas de los sindicatos. Esta situación será analizada más en profundidad más adelante cuando abordemos otro eje.
-         El neoliberalismo es un marco propicio a las dictaduras.
En el país se tradujo en destrucción de la sociedad civil, producto de la desaparición de miles de ciudadanos por parte del gobierno militar.
Lo que no se analizó o profundizó en los textos es
§         ¿por qué el auge del neoliberalismo se dio en nuestro país en un gobierno democrático históricamente populista y de signo contrario?
En ese sentido, a diferencia de Chile, en nuestro país existió una división de tareas entre el menemismo y los militares, correspondiéndole el trabajo más sucio a estos últimos, quienes eliminaron a una generación entera de militantes los cuales hubieran hecho inaplicables las medidas del gobierno de Menem. Por otro lado el Estado de bienestar en la Argentina estaba muy afianzado tanto en su dimensión material como en las representaciones de la población que la única manera de debilitarlo hubiera sido a través del mismo partido que lo llevo a su apogeo. A la vez dicho partido en la década del 90 generó consenso con un discurso neoliberal.[4]
-         Nos deja una sociedad fragmentada y heterogénea con desigualdades de distinto tipo: geográfica, con un gran sector condenado a la marginación.
En la película se muestran imágenes de los primeros piquetes realizados en Cutral-Có. Este movimiento entra dentro de una de las características que Zibechi[5] les adjudica, al nacer como una respuesta en el terreno social a las políticas neoliberales que trastocaron las formas de vida -social, económica y simbólica- de los sectores populares. En este caso, los ex obreros de la privatizada Y.P.F
-         La burguesía con las masas marginales pertenecen a universos simbólicos y culturales cada vez más distantes.
Se puede apreciar a lo largo de la película que entre obreros y patrones no existía tanta diferencia “en capital simbólico” y en formas de vida. En la relación obreros patrones existía cierto trato familiar, el hijo del patrón iba a jugar de chico a la fabrica con los obreros, etc. Esto se ve corroborado en que a partir del “diluvio neoliberal” nunca como antes se vio la aparición de dos mundos duales: la segregación espacial de los sectores subalternos en barrios marginales, y los “barrios privados”. Antes en un barrio podían convivir sectores económicamente distintos, alguno que otro podía tener una casa o un auto mejor pero sus hijos iban a la misma escuela que los del resto, compraban en los mismos negocios, etc.
-         Las representaciones colectivas de los sectores populares en crisis quedando el sálvese quien pueda. La estrategia por sobrevivir pasa por la aceptación y resignación a las condiciones de explotación antes inaceptables. Se acrecientan las desigualdades sociales acentuando y produciendo pobres estructurales y marginales que no pueden incorporarse a la economía moderna. Rápida propagación de la pobreza.
Quizás esto esta sintetizado entre el dialogo de Benito, el delegado con María la ordenanza por hora flexibilizada:
-         María le explica a Benito de su “segundo laburo”, ya que “a 5 pesos por hora, 2 días por semana” no le alcanza, conceptualizando esta ocupación como “trabajadora sexual globalizada”
-         “Puta”, laconiza Benito “y yo, trabajador del plástico”
-         “El precio ahora lo pone el cliente (se queja María) …antes, podías cobrar 50, 40, 30, ahora 20, y si estoy muerta de hambre, a la madrugada y con frío, por el pasaje y una porción de pizza arreglamos”.

2) Gabetta
Este autor[6] interpreta que:
-         Los desarrollos tecnológicos trajeron un aumento de la producción con disminución de la mano de obra.
La fábrica tenía en un momento 200 obreros trabajando. Producto del recambio tecnológico, al comprar las máquinas, pasó a tener, al momento en que se desarrolla la película, 30 obreros.
-         Cada supermercado nuevo es la ruina de miles de negocios y absorben esos puestos con salarios más bajos y peores condiciones.
La instalación de grandes cadenas de supermercados multinacionales tuvo su pico en la década del 90. En una de las escenas de la película se observa el diálogo entre el dueño de la fábrica y un vendedor. Los dos discuten porque el dueño se manifiesta en contra ante una supuesta venta a un hipermercado. Bajo la amenaza de vender sillas importadas, los “hiper” imponían el precio, los plazos de pago, las condiciones de compra, etc. haciendo trabajar a la PyME a pérdida para que pueda vender su producción.
-         La deslocalización consiste en separar los lugares de producción con los de consumo.
Las sillas importadas que competían en el mercado con la producción de la fábrica se producían en lugares de más bajo costo. Por lo que a la fábrica no  les  daban los costos para competir.
3) Gilly
Cuando define a la expansión neoliberal:
-         “El neoliberalismo es, antes que un modelo económico -como se lo suele llamar-, un modo de dominación a escala mundial y nacional surgido de la reestructuración global y la expansión mundial de las relaciones capitalistas inaugurada a mitad de los años '70” y coloca como 2 características de esa dominación a “el poder omnímodo del capital financiero” y al poder “de destrucción de capitales menores”[7]
Por algo la película lleva en el título la palabra “Sitiados”. En este sentido basta hacer un relato de los ahogos financieros de la fábrica a manos de la bicicleta financiera (el circuito turístico de las PyMEs que menciona el dueño de la fábrica)[8] y de los intereses de los bancos acreedores. Es constante en la película la tensión presente por la deuda a los bancos cuyo pago imposibilita los obreros cobrar la quincena. En una escena el hijo del patrón le dice al padre que no le pague más a los bancos por que todos los intereses que ya les pagamos, representan el monto de lo que nos prestaron.
 Por otro lado anteriormente se dio cuenta de algunos de las características neoliberales que perjudicaron a los capitales menores, al que agregaríamos la persecución impositiva (el inspector de la DGI estaba instalado en la fábrica) que se ejercía sobre los más chicos a través de una política tributaria regresiva mientras las multinacionales recibían todo tipo de prebendas.
Morgenstern señala que “paradójicamente, hoy se acepta que las pequeñas y medianas empresas, otrora subestimadas como impulsores del desarrollo, son las que generan empleo, y, en algunos casos, resultan más eficaces”[9].
Si este aspecto era ya aceptado internacionalmente en 1995, es decir, en los países centrales,
§         ¿por qué en la Argentina, como en tantos otros países latinoamericanos, se dió un sistemático proceso de destrucción de capitales menores? ¿Será tal vez que la medida de una PyME sea diferente en un país que en otro?, ¿o que las empresas transnacionales habían llegado a un techo en su acumulación de capital en los países centrales debiendo trasladarse a los países latinoamericanos y para ello debían contar con la complicidad de los gobiernos locales?
Acá por entonces, el discurso hegemónico esperaba ansioso la llegada de capitales por lo que para atraerlos deberíamos seducirlos con ciertas prebendas…

EJE 2: Educación, Estado y sociedad

a) Relaciones sociales de producción en el capitalismo (relaciones patronal-gremial-obrero)


Una de las primeras reflexiones que nos surgen cuando estamos viendo la película es que una PyME (esta PyME) es una empresa capitalista (la cual, como toda empresa capitalista, busca maximizar sus beneficios), pero con la particularidad de que al ser pequeña (o haberse empequeñecido, mejor dicho), en ella se manifiestan -con mayor peso cotidiano, podríamos decir- diversas relaciones personales que enmascaran las relaciones de clase subyacentes.
La relación patrón - obrero
El presente análisis busca dar cuenta de la red de significaciones que generan los actores y hace pensar que los intereses que persiguen según el lugar que ocupan es diferente. La pertenencia a un grupo más que a una clase social (según la perspectiva de la película), permite ver la interacción existente.
La “fuerza de trabajo” - en la concepción marxista, esto es la capacidad física y mental de producción del trabajador - es el único medio que cuenta el trabajador para competir en el mercado laboral. Aquí tenemos dos tipos de obreros que históricamente vendieron su fuerza de trabajo en forma diferencial. Por un lado el obrero-operario que no requiere una mayor especialización, que no traspasa los limites de conocer el manejo de una máquina. Por el otro, el obrero de oficio que ostenta una especialidad, una jerarquía que queda comprobada en un pasaje de la película cuando éste confecciona una pieza faltante para una máquina:
-         en palabras de Octavio (obrero de oficio) “las piezas son distintas. Voy a hacer una nueva, pero voy a demorar un par de horas”.
Es solo en este momento que este sujeto adquiere relevancia en la dinámica de la fábrica.
 Marx apunta que el obrero parcelario o sea nuestro obrero-operario representado por Joaquín, es aquel que posee “la costumbre de una función única [que] lo transforma en órgano infalible de esta función, mientras que la conexión del mecanismo total lo obliga a trabajar con la regularidad de una pieza de máquina”[10].  Es decir, que desempeña una única función según Marx, y que es posiblemente reemplazable por la sencillez de su trabajo. Es aquí donde el valor de la plusvalía - diferencia entre el valor del producto del trabajo del obrero, y el salario que se le paga por trabajar-[11] cambia para el capitalista-patrón. En el sentido del tiempo de inversión del “aprendizaje” hace que el “plusvalor” sea superior en relación con el obrero de oficio.
Por otra parte, es obvio que los trabajadores aceptan un pago, una remuneración por el trabajo realizado. Sobre este punto Braverman sugiere que “el obrero acepta el convenio de trabajo porque las condiciones sociales no le dejan otra manera de ganarse el sustento”[12]. Es posible apreciarlo en un pasaje de la película, cuando los obreros se encuentran en la asamblea y Benito hace un cuadro de situación:
-         hace tres meses que cobramos de a puchos. Nos deben tres quincenas, el aguinaldo, no depositan las cargas sociales. Otros obreros no quieren tomar medidas: “no armes quilombo, nos vamos a quedar todos sin trabajo”, “a mí me falta un año para jubilarme”, dice Roque. Benito contesta que el patrón “no va a tener otro remedio que cagarnos” y “vos no te preocupes, que si tiene que echar, se la va a agarrar primero con los pendejos”.

Los reclamos laborales al patrón son constantes, planteando la posibilidad de poder cobrar ese dinero,  este hecho se transforma una vez más en punto de conflicto y emergente de esta relación, como lo ilustra la siguiente frase de Benito:
-         “seguimos trabajando con la fábrica tomada. Si no paga, huelga
Pero ¿qué sucede cuando su fuerza de trabajo no puede venderla porque la fábrica no tiene los medios para seguir funcionando?. ¿De que manera se posiciona ante esta realidad? Lo estático de su lugar inicialmente le imposibilita concebir otra forma de desarrollo, porque convengamos que es lo único que tiene para comercializar en el mercado del trabajo. Es de hecho la “alienación” lo que no le permite salir. Es el “control sobre el proceso de trabajo”[13] lo que permite que el patrón-capitalista tenga el poder. Pero cuando los roles dejan de funcionar en esta dinámica es cuando los actores se replantean su lugar pensando en garantizar la posibilidad de reproducción de su fuerza de trabajo, sin ver en realidad que el modelo de las PYMES está agotado.
Pues bien, también podemos dar cuenta de la particular relación existente entre el patrón de los años ´60 representada por el abuelo Don Mario, con el obrero tornero representada por Octavio, una relación que trasciende el vínculo de lo laboral para transformarse en una “amistad” y en una “relación pedagógica” ya que fue Don Mario quién enseñó el oficio a Octavio. El trabajo representado en Octavio el Tornero como fuente de dignidad, del desarrollo personal y como organizador del tiempo. Este busca perpetuar esta relación de obreros y patrón es a través de la relación afectuosa que sostiene con el hijo del patrón. En la película lo podemos apreciar cuando Gustavo quiere manejar el torno:
-         “¿puedo probar?, es como para estar con mi abuelo…”
El es visto por Octavio no solo como el hijo del patrón sino como un posible sucesor de su padre y en el imaginario como la continuidad de la empresa. Está tradición esta fuertemente demarcada en los relatos de Octavio.
En la película también vemos que hay otros obreros que no quieren tomar medidas, y hasta se vislumbra una posible negociación “individual” con el empresario:
-         En otro momento, el mismo Roque y Pablo, el empresario, dialogan en privado. El obrero dice que viene a hablar “por su situación” y que quiere interceder: “Voy a hablar con Benito” pero … “¿qué va a pasar con mis aportes?” le pregunta a Pablo, quien le insinúa si hay “cualquier cosa que me quiera contar”.

En esta escena están más o menos claras las actitudes “clientelares”, lo que son inciertos son los motivos que las provocan. ¿Roque siempre actuó de la misma forma, por el “sálvese quien pueda” o está aterrorizado, desesperado? ¿Pablo también siempre actuó de la misma forma, incentivando la delación, la división entre sus obreros o es que también está aterrorizado, desesperado?
Dado que nos interesa en particular analizar la actitud del obrero, recurrimos a las reflexiones de Morgenstern, la que si bien se refiere al reparto de horas de trabajo “para que nadie se quede sin trabajo”, plantea una cuestión que consideramos pertinente al caso: “Sería ingenuo pensar que la lógica individualista no ha penetrado en la cultura de la clase obrera, pero también hay que asumir que no le faltan razones para ello ¿cómo se puede pedir a los trabajadores que cedan parte de su salario cuando se autoriza a los diputados a mantener los ingresos derivados de sus actividades privadas? O ¿cómo persuadir de que es necesario repartir el empleo cuando resulta evidente que la especulación es mucho más rentable que el trabajo productivo?”.[14]
Ahora veremos el punto de vista de los obreros acerca del rol del patrón. En la película podemos ver, como los propios trabajadores podrían estar reconociendo el papel del patrón como capitalista. Bien lo ilustran estas escenas:
-         Benito contesta a Roque, que el patrón “no va a tener otro remedio que cagarnos”.
-         Octavio le dice a Gustavo: “de tu padre depende a quién le va a pagar”

Las frases hacen hincapié en el rol predominante de patrón-capitalista como señala Braverman, en que busca imponer su voluntad sobre los trabajadores, como una forma de control que ejerce sobre los mismos. Indirectamente ellos al seguir trabajando a pesar del conflicto existente por la falta de pago ejercen una “cooperación- obediencia” lo que posibilita una vez más el ejercicio del control. Pero cabe destacar que en la incidencia de la relación obrero-patrón ambos se encuentran sujetos (los dos tipos de obreros mencionados) a una relación desigual de subordinación.
La relación obrero - sindicato
Anteriormente a la década del ¨90, Guerra da cuenta en su texto “de la existencia de grandes sindicatos bien organizados jugando el papel de garantes de los derechos de los trabajadores”. También nos dice que “la consideración de los sindicatos (dominante en cierta forma hasta entonces) como una suerte de “socios” al fin y al cabo con los que se podía y se debía negociar para que todo marchara bien, deja paso a la consideración de aquellos como enemigos insensatos con los que es imposible cualquier tipo de colaboración y a los que hay que combatir duramente” [15]. A partir de los ’90, la política imperante ha sido la de erosión del poder sindical en el proceso de búsqueda de flexibilidad de la fuerza de trabajo.
Zapata considera que el término de “trabajo” debería ahora conceptualizarse de otra manera, ya que “en la década de los 90, las empresas debieron reformar las relaciones de trabajo, recurriendo a la diversificación creciente de las condiciones de trabajo, a cambios en los tiempos de trabajo y en las estructuras ocupacionales y salariales por sector, por empresa y por ocupación. También recurrieron a la individualización de las relaciones entre las empresas y sus trabajadores […] Todo esto significó cambios en las relaciones con distintas instituciones y con los sindicatos”[16].
Dos instancias en la película hacen referencia a la relación de los obreros con el gremio que debe representarlos y las dos transcurren en las asambleas:
-         Benito, el delegado se queja en la asamblea de trabajadores: “El sindicato no hace nada. Lo único que nos dicen es ‘no hagan quilombo que se quedan sin trabajo’ ”
-         En la asamblea general, Benito da un informe de la situación y hace el siguiente comentario respecto del papel del sindicato: Los de “la dirigencia del gremio no nos acompañan”; Hoy hay una “nueva forma de negociar con los obreros, sin arreglos y sin intermediarios”

Al respecto también nos resultan pertinentes las apreciaciones que Coriat realiza sobre el cambio en la composición de la clase obrera (norte)americana producto del taylorismo interpretado como estrategia de dominación sobre el trabajo: “Taylor hace posible la entrada masiva de los trabajadores no especializados en la producción. Con ello, el sindicalismo es derrotado en dos frentes. Pues quien progresivamente es expulsado de la fábrica, no es sólo el obrero de oficio, [como ya describiéramos], sino también el obrero sindicado y organizado. La entrada del ‘unskilled’ en el taller no es sólo la entrada de un trabajador ‘objetivamente’ menos caro, sino también la entrada de un trabajador no organizado, privado de capacidad para defender el valor de su fuerza de trabajo”[17].
Este cambio de composición en la clase obrera, esta falta de reflexión, de intelectualización de los trabajadores sobre su propio trabajo y las condiciones en que éste se desarrolla, pudo progresivamente corrosionar el poder de lucha sindical, pero deberíamos necesariamente agregar que en la historia –reciente y no reciente- se han dado muchos casos de corrupción de altos dirigentes sindicales, cuestión que entendemos no está necesariamente relacionada con una falta de teorización sobre las reales condiciones obreras en el capitalismo.[18]
EJE 2: Educación, Estado y sociedad

b) El modelo emergente: la economía social del siglo XXI; construcción de nuevos espacios sociales, trabajo emergente


A los efectos de tratar este punto, nos resultan muy relevantes dos momentos de la película analizada, que tomaremos como centrales: el primero, que transcurre durante ese día de “crisis” generalizada en la empresa, y el segundo, cuando ya ha pasado el tiempo y la empresa está cerrada:
-         Momento 1:
En la fábrica. Gustavo, hijo de Pablo –el dueño- y estudiante de ingeniería industrial; y Octavio, el viejo tornero de oficio, están hablando sobre Don Mario, abuelo de Gustavo y maestro de Octavio, quien dice “con él se aprendía. Era chinchudo cuando hacíamos cagadas”. […]
En la fábrica, Joaquín, el operario de las máquinas, está puteando a una de ellas diciendo que“el aceite no sirve”. Gustavo nota que se ha roto una pieza y habla de sacar una de repuesto del pañol. Octavio dice que “las piezas son distintas. Voy a hacer una nueva, pero voy a demorar un par de horas”[…]
Gustavo y Octavio destapan el torno. Recuerdan: El documental de la fábrica, el homenaje al abuelo. Hablan del Torino. Octavio dice: “El mejor auto del mundo, y era argentino”, y refiere a la carrera histórica de Fangio en Nurbungring de 1965. Casi no hay otro diálogo mientras el torno trabaja. Octavio dice: “Ya no hay trabajo para tornero”. Gustavo quiere manejar el torno: “¿puedo probar?, es como para estar con mi abuelo” […]
Octavio: “si a vos no te aprietan, no pagás. Pero vos tenés la herencia [y además] estás yendo a estudiar” Gustavo: ¿de qué me sirve? Octavio: “¡tenés muchas partes del mundo [a donde ir]! […]
Gustavo vuelve a estar en la fábrica dialogando con Octavio, colocando la pieza recién construida. Hablan de los problemas de la fábrica. Octavio le dice a Gustavo: “al final de cuentas vos también sos el patrón”. […]
-         Momento 2:
Ha pasado el tiempo. En un gran espacio vacío –que podríamos adivinar que alguna vez fue la fábrica, Gustavo, hijo de Pablo -el dueño- recibe a Benito, el que conocimos como delegado obrero.
Hablan de lo que fue: el cierre de la fábrica, la muerte de Pablo, y la de Octavio, el viejo tornero de oficio.
Luego hablan de lo que puede ser. Gustavo le dice: “no le voy a ofrecer mucho” y le cuenta a Benito que tiene un proyecto para fabricar envases por soplado. Ante las dudas de Benito, Gustavo aclara que con los bancos no tendrán nada que ver, porque “nosotros somos PYME”, y le propone asociarse en una cooperativa, diciéndole que “podría funcionar, producir todos juntos, y Ferry y yo salimos a vender.” Para fabricar, está el “trono del abuelo”, continúa Gustavo “digo el torno, el torno del abuelo, tenemos herramientas, para hacer changas mientras tanto”.
Gustavo le muestra a Benito el diseño hecho por computadora. Ambos se quedan hablando del proyecto.

Los interrogantes que nos surgen al respecto son los siguientes:
§         ¿se puede cambiar un modo de producción sin cambiar las relaciones?
§         ¿podemos hablar ya de “un” modelo emergente alejado de la empresa capitalista tal como la conocemos?
§         ¿cuáles son las posibilidades de permanencia de las nuevas experiencias de producción y trabajo dentro de un contexto global capitalista neoliberal como el que nos circunda?
§         ¿cuál sería el rol que los intelectuales tendrían en este nuevo modelo?
§         ¿cuáles serían las nuevas relaciones sociales de producción?
La relación de estos interrogantes con las problemáticas descriptas en los ejes anteriores nos parece de suma importancia, ya que intentaremos mostrar a continuación cómo la recuperación de empresas por parte de sus trabajadores es reivindicada precisamente como un camino para mejorar la vida.
A mediados de los años noventa se inician las primeras experiencias de recuperación de empresas en quiebra o abandonadas por los propietarios, que son ocupadas y puestas en funcionamiento por los propios trabajadores. Volvamos a la escena final de la película descripta al comienzo de este título. En este caso deberíamos señalar que este proceso no se dio, ya que es el hijo del dueño el que convoca al obrero, el que propone, el que proyecta. Dejando momentáneamente de lado este aparente detalle, quisiéramos analizar en primer término algo de la poca teoría que al momento existe sobre este fenómeno de empresas recuperadas por los trabajadores.
Los orígenes y las formas
En lo que llaman un “análisis preliminar” referido a 155 empresas recuperadas, Arévalo y Calello identifican el origen de estas experiencias con los factores de contexto y reestructuración económica a los que ya nos hemos referido. En este escenario los trabajadores protagonizan la multiplicación de empresas recuperadas, cobrando mayor visibilidad pública a partir del 2001.
Más de un centenar de empresas de diversos sectores de actividad, pudieron retener a un gran número de trabajadores en sus puestos laborales, respondiendo, según los autores “a la configuración de nuevas racionalidades tendientes a garantizar la reproducción de la vida [expresando tales alternativas] una tendencia hacia la configuración de un nuevo modelo social, político y económico” [19], en un proceso complejo en el cual se articularían distintos actores y organizaciones en la construcción de redes de ayuda y solidaridad en el cual también sería necesario instalar políticas de Estado.
Los autores encuentran el aspecto más relevante y positivo en que estas experiencias permiten en primera instancia mantener la fuente laboral, lo cual revertiría la escasa posibilidad de reinserción ocupacional para muchos trabajadores que pierden el empleo.
En algunos casos la recuperación de la empresa es pacífica y consensuada con los dueños (tal podríamos decir, el caso de la película, aunque aquí es el heredero del dueño el que hace el ofrecimiento al obrero); en otros, se efectivizó a partir de medidas de presión –tomas de fábrica, guardias en la entrada para evitar el vaciamiento, movilizaciones, etc.- para lograr ya sea una decisión favorable del juez o una ley de expropiación por parte de la legislatura local o provincial ya que en muchos casos cuentan con la hostilidad manifiesta de sus antiguos propietarios. Recordemos aquí la toma de la fábrica que vimos en la película, a la cual nos referimos más arriba. En este caso, pareciera ser que los obreros no continuaron con la toma, no pensaron en “ocupar, resistir, producir”, como es el lema del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, o lo intentaron y fracasó por una complejidad de motivos a los cuales nos referimos anteriormente.
Las modalidades de gestión y organización no están determinadas o condicionadas a la forma jurídica que asumen: como cooperativas de trabajo –en su mayoría- o reclamando, a partir de la ocupación, la estatización de la empresa y exigiendo su funcionamiento bajo control obrero. El cooperativismo tiene una larga tradición en nuestro país, cuyo desarrollo ha ido conformando una institucionalidad[20], advirtiéndonos Arévalo y Calello que en Argentina las formas de cooperativismo sufrieron –en particular luego de la dictadura militar en los años setenta- profundas transformaciones ya sea en sus aspectos organizativos como financieros; conformándose cooperativas “neoliberales” más semejantes a una empresa que a una asociación de trabajadores, por lo que estas experiencias exigirían a los mismos la elección de las alternativas institucionales y jurídicas mas adecuadas a su situación particular; o bien la invención de las mismas ante su inexistencia.
El tejido social y los valores solidarios
Las empresas recuperadas están generando y construyendo, en la mayoría de los casos, un significativo entramado de redes sociales, no solo entre las mismas cooperativas sino también en relación con la sociedad y el Estado. Estas empresas se abren a la comunidad articulándose con las asambleas vecinales, algunos sindicatos, universidades, organizaciones de la sociedad civil, etc., y están generando espacios de cultura, de debate, de solidaridad, que trascienden el objetivo meramente económico de la empresa tradicional, tal el caso de IMPA, donde fue rodada gran parte de la película de Malowicki.
Algunas de estas experiencias dan cuenta de un nuevo proceso de reconstrucción del tejido social, dado que:
§         reciben el apoyo de profesionales independientes como de aquellos insertos en actividades universitarias, tal el caso del Programa Facultad Abierta de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
§         desde el Estado son varias las instancias gubernamentales, en sus distintos niveles (nacional, provincial y municipal), que se encuentran involucradas brindando apoyo a las empresas recuperadas; mediante la regularización de su situación legal, acordando algún subsidio económico o cierta capacitación, entre otros aspectos.
§         además del apoyo gubernamental muchas de ellas contaron con el apoyo de la población.
§         en algunos casos, existe acompañamiento por parte del sindicato, aunque en la gran mayoría los gremios se mantienen al margen e incluso algunos desvalorizan el conflicto. Con respecto a esta ausencia, nos remitimos a los motivos probables ya señalados.
§         también han obtenido el asesoramiento técnico de lo que Caracciolo y Foti llaman “otras organizaciones del capital social”.
§         Asimismo, estas autoras citan que la mayor parte de las mismas integran el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas ya mencionado, el cual representa las reinvindicaciones de este sector[21], aunque debemos señalar que, a posteriori, de este movimiento se escindió el hoy llamado Movimiento de Fábricas Recuperadas por los Trabajadores.
El enfoque del capital social
Caracciolo y Foti[22] consideran que la sociedad argentina está transitando hacia un enfoque centrado en la promoción del capital social, desde la perspectiva del desarrollo territorial sostenible, al cual, en otro trabajo de las mismas autoras[23], conceptúan sobre dos ejes:
o       interrelaciones que componen la economía — el subsistema público, el subsistema empresarial y el subsistema de la economía social o solidaria.
o       el capital social, al cual entienden de la siguiente forma: “Al hablar de ‘capital social’ hacemos referencia a grupos u organizaciones de segundo grado (organizaciones de organizaciones) constituidas por hombres y mujeres que interaccionan con diferentes grados de equidad”[24]. “El capital social es una dimensión de la sociedad constituida por las relaciones que se establecen, con distintos grados de intensidad, entre dos o más organizaciones primarias y se halla en la base (“atraviesa”) de todos los demás tipos de capital. Su objetivo es obtener un beneficio superior al que cada una de las organizaciones podría obtener en forma separada”[25].
A su vez, dentro del capital social Caracciolo y Foti distinguen el capital social económico, al cual las autoras definen como “la dimensión relacional, asociativa, conectiva, de aquellas unidades u organizaciones que actúan en la esfera de la producción, la distribución o el intercambio de bienes o servicios”[26]. Asimismo, las autoras introducen la noción de proceso de acumulación del capital social: “esto es, un proceso de transición desde un estadio de capital social simple[27] […] hacia un estado de capital social ampliado[28][29].
Dentro del capital social económico así definido se diferenciarían, en función de la relación social o “forma social” del trabajo utilizada al interior de estas organizaciones, dos tipos de organizaciones primarias o unidades económicas que distinguen según el siguiente criterio:
o       las de la economía empresarial, basadas en una relación de trabajo asalariado y en una racionalidad económica que tiene por objetivo la maximización de una “ganancia” a través de la venta de productos o servicios, y que permite un ritmo sostenido de capitalización ampliada[30].
o       las de la economía social o solidaria, en cambio, en el aspecto económico se basarían en “relaciones no salariales e igualitarias entre los trabajadores que serían los propietarios del capital, y por tanto del producto o servicio que realizan, y disponen de los beneficios que obtienen según el trabajo aportado. Esta concepción económica se complementa al interior de las unidades u organizaciones con un “marco normativo […] basado en mecanismos participativos para las tomas de decisiones y en relación con el contexto en un accionar (actual o potencial) que se proyecta positivamente en la comunidad”[31]. En estas unidades se daría “una racionalidad económica que tiene por objeto la maximización de un ingreso, monetario o no monetario (o su contrapartida, en términos de ahorro de gastos por medio de la autoproducción), que permite asegurar y mejorar la vida”[32].
Las autoras utilizan distintos criterios para clasificar estas unidades de economía social a efectos de su comparación entre sí y con las de economía empresarial, ubicando dentro del tipo “economía social capitalizada” a la mayor parte de las empresas recuperadas por los trabajadores. Según las autoras estas unidades funcionan con ciertos niveles de eficiencia en el mercado pues ven su “racionalidad económica” en la maximización de un ingreso monetario, parte del cual va a reinvertirse en la actividad, iniciando así un proceso de reproducción ampliada del capital ya mencionado.
Limitaciones y contradicciones: Lo que aún queda de lo viejo
Caracciolo y Foti, reconocen que en los países periféricos, las unidades de economía social capitalizada presentan las siguientes limitaciones:
§         Escasez relativa de recursos productivos, principalmente capital que les impide obtener en el mercado “un ingreso equivalente a la ganancia media capitalista”.
§         En muchos casos se ven obligados a “autoexplotar” su fuerza de trabajo para mantener su presencia en el mercado.
Añadiendo otras circunstancias a estas consideraciones de las autoras, nos cabe hacer los siguientes comentarios:
§         Las conclusiones sobre la economía social capitalizada se realizan en base al estudio de una experiencia concreta que no está relacionada con la toma de fábricas sino con la formación de emprendimientos nuevos “desde cero” subsidiados por el gobierno provincial desde un programa estándar[33], corriéndose de la escena global a la escena local a través de la intervención directa del respectivo municipio y organizaciones no gubernamentales.
§         El concepto de capital social no es nuevo y tiene acepciones diversas, en general ligadas a las teorías del capital humano. Morgenstern, discutiendo con la concepción que considera “poco más que un revival de la teoría del capital humano” resucitada por “empresarios, economistas y tecnólogos, […] cuya perspectiva está centrada en la conquista o reconquista de la productividad”[34].
A lo cual añadimos alguna pequeña crítica y muchos interrogantes al concepto de economía social capitalizada:
§         ¿Por qué juego del lenguaje mágicamente se equipara el concepto de “capital” al de “mano de obra”, los cuales son históricamente antagónicos? ¿por qué, por el mismo juego, se asocia el término “empresa” con “calidad de vida”?
§         Si ser racional económicamente implica maximizar beneficios, esto implica o vender más caro o producir más barato. Mientras exista el mercado, es imposible vender más caro. ¿Cómo haremos entonces para producir más barato? ¿Nos autoexplotamos, tal como dicen Caracciolo y Foti que estaría sucediendo? Si fuera así, no mejoraríamos la vida entonces, sino muy por el contrario, volveríamos en cierto modo, a las mismas condiciones materiales de producción anteriores.
§         En lo que refiere a apoyo financiero y “capacitación”, cuando decimos Estado a qué Estado nos referimos; ¿no están muchos de los proyectos subsidiados por el Estado a su vez financiados, directa o indirectamente, por las agencias multilaterales del tipo Fondo Monetario Internacional o su correlato “social”, el Banco Mundial?
§         Si el beneficio se distribuye en base al “trabajo aportado” ¿no entrarían las relaciones de poder en juego? ¿cómo se mide el trabajo aportado? ¿en términos de tiempo, de calificación, de credenciales, de cargos jerárquicos? ¿cómo? ¿qué son y cómo se darían las relaciones igualitarias?
§         ¿Cómo ser solidario, con quién ser solidario, si debe quedar a la vez un excedente para acumular y capitalizarse para poder competir en el mercado?
Asimismo, otras experiencias recientes no relatadas por los autores considerados hasta el momento, dan cuenta que la Argentina de 2005 no es la misma de 2002:
§         Todavía hay muchas empresas “en conflicto” con los antiguos dueños. Y ya hemos hablado de la división entre el MNER y el MNFR. A su vez, ambos movimientos atraviesan por conflictos internos, y a su vez, muchas fábricas recuperadas también tienen sus conflictos internos.
§         Pese a la proclama de apoyo, los diversos gobiernos territoriales y nacionales estaría teniendo una política por lo menos ambigua, hacia algunas empresas recuperadas, por ejemplo, en el caso del hotel Bauen, situación frecuentemente denunciada por sus trabajadores. Asimismo, el Estado aprovecha la situación conflictiva antes descripta para reprimir; por citar sólo unos casos, tenemos a Brukman, Zanón, IMPA.
§         Pero fundamentalmente, lo cierto es que muchas de las empresas recuperadas aun carecen de falta de apoyo económico real[35], de tecnología, de mercados, de ingresos suficientes para vivir ellos y sus familias, lo cual unido a una relativa reactivación del mercado de trabajo tradicional hace que en la actualidad estén atravesando muchas crisis.
¿Entre todos?
Hete aquí que al final de la película, en el antiguo escenario de PyME ahora no están ni las máquinas, ni los trabajadores. Sin embargo, hay una propuesta de continuidad, pero… ¿quién organizará el trabajo? ¿a quién le servirán sus conocimientos previos?
Volvamos nuevamente a las escenas relatadas al principio. Podríamos imaginar que su padre tenía “todas las esperanzas” puestas en Gustavo: heredero de la fábrica, más ingeniero industrial.
Entonces, por un lado, de no haber cerrado, de no haber muerto la empresa, Gustavo hubiera sido su dueño. Era el heredero, pertenece, por “sangre” a la clase social empresarial, diferenciada, diría Zapata, a partir de la aparición del fordismo: fábricas con sus técnicas de producción masiva producto de la investigación científica e innovaciones tecnológicas que debían ser aplicadas para ser rentables[36].
Por otro lado, Gustavo es estudiante de ingeniería industrial. No sabemos en qué facultad, pero podemos decir que esta carrera fue creada en el ámbito de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires en 1917[37], lo que da cuenta de la expansión y diferenciación de los sistemas educativos al compás de las nuevas doctrinas tayloristas. Al respecto, nos dice Zapata que con las fábricas aparecen los esquemas de administración profesionalizados, con lo cual se formalizó el proceso de división del trabajo, creándose a su vez carreras universitarias y programas de formación para dirigir fábricas y administrar la fuerza de trabajo[38].
Y Finalmente, lo que queda para trabajar es el torno, y algunas herramientas. ¿quién va a hacerlo? El viejo tornero está muerto. Benito no se dedicaba al torno. Gustavo, por lo que vimos, en el conflictivo día narrado, estuvo manejándolo un rato. ¿habrá aprendido a utilizarlo en ese corto lapso cuando a Octavio seguramente le llevó bastante tiempo? ¿habrá seguido practicando después? Si sabe usarlo ¿lo hará efectivamente o le enseñará a Benito para que el trabajo manual lo realice éste?. Gustavo dice “lo hacemos entre todos” pero… ¿cómo será finalmente repartido el trabajo que pudiera llegar? ¿habrá una diferenciación de jerarquía e ingresos en función del criterio intelectual-manual?

A modo de Conclusión

Como al final de la película, al momento que la PyME cierra y los obreros se transforman -en palabras de Hannah Arendt- en “trabajadores sin trabajo”, la sociedad argentina se encuentra en una situación similar: durante los últimos años el proceso de desintegración descrito en el eje del contexto neoliberal  se efectuó en el marco de políticas que orientaron el más formidable proceso de ajuste, reconversión, exclusión y desigualdad social, privatización y mercantilización, consecuentemente de liquidación estatal y reducción presupuestaria en áreas claves de la reproducción de la vida, como la salud, el trabajo y la educación. Estos procesos se le hicieron a la mayoría de la población, como a los protagonistas de la película, ingobernables por la velocidad de los cambios, por la brutalidad de los mismos y por la correlación desfavorable de fuerzas.
Ante el retroceso de ideologías y organizaciones políticas que pudieran enfrentar este proceso, los sectores populares no tuvieron más alternativas que configurar los llamados “movimientos sociales” para resolver sus problemas concretos y demandas específicas. El avanzar sobre sus demandas cuestionando al capitalismo como forma de satisfacer sus necesidades y como cuestionar las relaciones de producción que este establece (descriptas en el primer punto del eje 2) es un salto cualitativo que todavía está incipiente y más aún que este cuestionamiento se traslade a otros sectores de la  sociedad, si no existe una representación política que pueda en la práctica resolver  las dudas y limitaciones en que los sectores populares se encuentran. Algunas de estas dudas las hemos planteado cuando analizamos el movimiento emergente.
Muchas veces en ciencias sociales la tarea no consiste en encontrar las respuestas precisas a distintos problemas de la sociedad, sino en hacerse las preguntas adecuadas. Esperamos con este trabajo haberlas aportado.


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[1] Caracciolo Basco, M. & Foti Laxalde, M.. (2003) Economía solidaria y capital social. Contribuciones al desarrollo local. Paidós. Temas sociales. Buenos Aires., pág 16
[2] Caracciolo Basco, M. &Foti Laxalde, M.. (op.cit.) pág 16.
[3] Borón, A. (2001) ”La trama del neoliberalismo”, Eudeba, Buenos Aires.
[4] Apple, M., en El conocimiento oficial. La educación democrática en una era conservadora. Cap. 2: “La política del sentido común: por qué triunfa la derecha”, Editorial Paidós, Barcelona, 1993. pág 35) nos dice, en relación a los contenidos del discurso neoliberal, "la primera cosa que hay que preguntar sobre una ideología no es qué hay de falso en ella, sino que hay de verdadero.” Es decir que las ideologías, para ser efectivas, deben estar conectadas con los problemas y experiencias reales. Desde esta perspectiva, la aceptación de posiciones más derechistas en política social y educativa tiene lugar porque los grupos conservadores han sido capaces de basarse en los sentimientos populares, reelaborarlos y conseguir adeptos. Para Apple, uno de los objetivos principales de la política de restauración derechista consiste en luchar no en uno, sino en varios frentes al mismo tiempo, ya que el dominio económico debe complementarse con un "liderazgo político, moral e intelectual" si es que un grupo pretende ser auténticamente dominante y si quiere realmente reestructurar la sociedad. En los círculos académicos y gubernamentales este movimiento viene reforzado por un grupo de pensadores de orientación política neoconservadora que pasan a ser los intelectuales orgánicos de buena parte del resurgimiento derechista. Así, la conciencia popular puede vertebrarse en la derecha precisamente porque los sentimientos de esperanza y desesperanza y la lógica y el lenguaje utilizados para expresarlas son polisémicos y pueden relacionarse con una variedad de discursos.
[5] Zibechi, R. “Los movimientos sociales latinoaméricanos. Tendencias y desafios. OSAL/FLACSO. Revista Nº , enero 2003 –lo resaltado en negritas  es nuestro-)
[6] Gabetta, C.:  “La ilusión del trabajo”  Publicado  en Le Monde Diplomatique,  Bs. Aires,  febrero/2004
[7] Gilly, A (2004) “Populismo radical: un sujeto político no identificado”  Publicado en Le Monde Diplomatique, Buenos Aires. Pág.2 de la versión digitalizada.
[8]Este circuito consistía en recorrer mesas de dinero clandestinas cambiando cheques o solicitando prestamos a tasas súper usurarias.
[9] Morgenstern, S. (1995) ”El reparto del trabajo y el reparto de la educación” En: “Volver a pensar la educación”. Política, educación y sociedad Madrid: Ediciones Morata / Fundación PAIDEIA.. Volumen 1, pág 329.
[10] Marx, K.: (1977) “De la Manufactura a la fábrica automática” en Crítica de la división del trabajo/Editorial Laia, Barcelona , pág. 26.
[11] Para la concepción marxista, la extracción de plusvalía es  la condición necesaria para asegurar el objetivo final del capitalismo: maximizar la ganancia.
[12] Braverman, H.:  “Trabajo y Capital Monopolista.  La degradación del trabajo en el siglo XX” Edit. Nuestro Tiempo.  Pag. 70
[13] Braverman, H.  op. cit. Pag. 75
[14]  Morgenstern, S. (op.cit), pág 339
[15] Rodríguez Guerra, J.:(1995) “Exigencias educativas de la producción flexible”. En “Volver a pensar la educación política y sociedad”, Madrid: Ediciones Moratas/Fundación Paideia. Vol. 1.
[16] Zapata, F. (2001) El trabajo en la vieja y en la nueva economía, En: de la Garza Toledo, E. & Neffa, J.C. El trabajo del futuro. El futuro del trabajo. Buenos Aires: CLACSO
[17] Coriat, B. (1992) El taller y el cronómetro. Ensayo sobre el taylorismo, el fordismo y la producción en masa Madrid: Siglo XXI. Selección, pág. 31
[18] “poderoso caballero es don dinero”, nos dice el escritor Quevedo.
[19] Arévalo, R. & Calello, T. (2003) Las empresas recuperadas en Argentina: algunas dimensiones para su análisis, documento presentado en el Segundo Congreso Argentino de Administración Pública. Sociedad, Estado y Administración realizado en Córdoba. Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento, pág. 2.
[20] tanto en el ámbito gubernamental, a través del Instituto Nacional de Economía Social (INAES), como en el sector privado, a través del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), la Federación de Cooperativas de Trabajo (Fecotra), que históricamente representó a las cooperativas de trabajo tradicionales y la Federación de Cooperativas de trabajo de Empresas Recuperadas (Fencooter), que tiene un vínculo más cercano con la Administración Pública a través del INAES.
[21] legitimación jurídica de las ocupaciones, incluida la posesión del equipamiento y la maquinaria correspondiente, la disponibilidad de fondos para capital de trabajo, la reformulación de la ley de quiebras, etc.
[22] Caracciolo Basco, M. & Foti Laxalde, M. (2003) Economía solidaria y capital social. Contribuciones al desarrollo local. Buenos Aires: Paidós. Temas sociales.
[23] Caracciolo Basco, M. & y Foti Laxalde, M. (2004) Capital social, economía solidaria y desarrollo territorial sostenible. El caso de las mujeres de la Federación de Cooperativas de Trabajo, Textiles del Sudeste, FECOSUD, Argentina, (síntesis documento presentado en el Seminario “Género y enfoque territorial del desarrollo rural”, Natal, Río Grande do Norte, Brasil, 14 al 17 de julio de 2003) En Sinopsis Nº1, Costa Rica: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
[24] Caracciolo Basco, M. & y Foti Laxalde, M. (2004), op. cit., pág. 1.
[25] Caracciolo Basco, M. & y Foti Laxalde, M. (2004), op. cit., pág. 4.
[26] Caracciolo Basco, M. & y Foti Laxalde, M. (2003), op. cit., pág. 17.
[27] caracterizado por las autoras como relaciones de parentesco, vecindad o lazos étnicos, aglutinados para enfrentar riesgos, desarrollas estrategias de autoayuda y resolver dificultades de subsistencia a nivel “micro” como la vecindad, el barrio, etc.
[28] caracterizado por las autoras vínculos o conexiones más formales entre grupos u organizaciones, constituyendo asociaciones, redes o federaciones que se desenvuelven en ámbitos “macro” (municipal, provincial, nacional e internacional) alrededor de propuestas económicas más sustentables y complejas –fuentes de trabajo, generación de ingresos, etc.)
[29] Caracciolo Basco, M. & y Foti Laxalde, M. (2003), op. cit., pág. 18.
[30] Cuando las autoras hablan de unidades de economía empresarial, entendemos que refieren a la típica empresa capitalista cuyas características básicas coinciden con la de la empresa vimos “irse a pique” a lo largo del film bajo análisis, cuyo objetivo es la maximización de las utilidades basada en la extracción de plusvalía a los trabajadores.
[31] Caracciolo Basco, M. & y Foti Laxalde, M. (2003), op. cit., pág. 19.
[32] Caracciolo Basco, M. & y Foti Laxalde, M. (2004), op. cit., pág. 5.
[33] Programa de Descentralización y Desarrollo Local
[34] - Morguenstern, S. (1995) ”El reparto del trabajo y el reparto de la educación” En: “Volver a pensar la educación”. Política, educación y sociedad Madrid: Ediciones Morata / Fundación PAIDEIA.. Volumen 1, pág 329.
[35] según algunas denuncias de los trabajadores, las diversas instancias gubernamentales estarían utilizando una política clientelar.
[36] Zapata, Francisco (2001): El trabajo el la vieja y en la nueva economía, en de la Garza Toledo E y J. C. Neffa. El trabajo del futuro. El futuro del trabajo. CLACSO, Buenos Aires.
[38] Zapata, Francisco (2001): op.cit.

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