Fuente: Diario Perfil
SOCIEDAD
EDUCACION
Polémica por cambios realizados en las secundarias bonaerenses
Ofrecerán más facilidades para los alumnos aplazados. Algunos expertos dicen que es positivo. Para otros, baja la calidad de aprendizaje. Otras modificaciones estructurales.
Por Gabriel Jacobo
A estudiar. Ya no habrá horas libres y se garantizarán vacantes.
No caben dudas: la estructura y calidad de la educación en la Argentina está muy lejos de lo que supo ser. Y muchas medidas tomadas por diferentes gobiernos, marchas y contramarchas generaron más polémica que resultados positivos.
La provincia de Buenos Aires, a través de su ministro de Educación, Mario Oporto, presentó el nuevo modelo de educación secundaria, que debuta Este año, con modificaciones en, por ejemplo, la evaluación y promoción de las asignaturas. Los alumnos aplazados (menos de 4) podrán rendir la materia en diciembre y hasta dos veces en marzo. Según las autoridades de la Provincia, es para que los estudiantes "tengan más oportunidades de promocionar" materias en las que presentan dificultades de aprendizaje. Si bien el sistema mantiene la exigencia de obtener un promedio de 7 para aprobar el curso anual, alcanzar un 4 en el último trimestre permite recuperar en diciembre, marzo, y luego pedir una tercera oportunidad gracias a la implementación de una Comisión Evaluadora Adicional (CEA). El CEA se otorga con el pedido formal de los padres y la constancia de que el estudiante se presentó a las mesas de diciembre o marzo. Es la medida que más polémica generó entre los especialistas en educación.
Andrés Delich, ex ministro de Educación de la Alianza, considera que estas modificaciones no mejoran la calidad educativa. "Son medidas de nivel cosmético, no creo que sean cambios profundos y que no impactan en los problemas de contenido que es visible en los jóvenes. Terminan los estudios con carencias educativas que. Por más que sean aprobados, no tienen una buena formación", dijo.
Adriana Puigross, ex ministra de Educación, considera que la suma de medidas como la Asignación por Hijo y la reforma del secundario mejorará los niveles de abandono y repitencia. "Los jóvenes deben tener otra oportunidad para volver a rendir. Con esta medida se obligan a estudiar más. La Asignación por Hijo, a su vez, permite que los padres puedan sostener la educación de sus hijos, y con los cambios en el régimen se logrará que más adolescentes asistan a clases y se evite la sobre-edad", sostuvo.
En el mismo sentido, la doctora en educación e investigadora del Conicet, Carina Kaplan, explicó que las mejoras se verán a largo plazo. "Si los jóvenes tuvieran una mejor calidad de vida, ninguna de éstas pautas sería necesaria. No debemos analizar la medida de manera aislada, ni verlo como algo inmediato. Tampoco como un cambio para mejorar en el ranking de PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, en el que Argentina ocupa el puesto 48). Si ese fuera el verdadero objetivo, se dejarían sólo a los buenos alumnos en las escuelas y no se intentaría incorporar a los jóvenes que están con condiciones precarias de estudio", disparó. De los 24.410 estudiantes secundarios que al inicio del ciclo lectivo 2011 acumulaban tres materias previas, 14.694 solicitaron el CEA y tras rendir en ese tercer turno, 11.872 aprobaron y pasaron de año.
El "nuevo" secundario prevé seis años de cursada obligatoria, habrá más horas de Lengua y de Matemáticas y clases de inglés en todos los niveles. También habrá dos materias nuevas: Tecnología de la información, y Política y ciudadanía. En este ciclo lectivo, además, los padres serán notificados de todos los exámenes que los alumnos deben rendir durante el año. "Buscamos que el entorno familiar se comprometa", explicó Oporto.
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