Este Dossier sobre el caso
Novartis en la India consta de los siguientes textos:
1) Sudip Chaudhuri: las consecuencias de la sentencia contra Novartis
2) Sanjay Nagral : Más allá del caso Novartis: el coste de las medicinas
Las consecuencias de la sentencia contra Novartis
La
sentencia del Tribunal Supremo en el caso Novartis-Glivec es notable, ya que ha
ido más allá de cuestiones técnicas y legales específicas sobre las patentes y
ha situado el asunto en una perspectiva política y económica mucho más amplia.
La implicación más profunda de la sentencia es que no sólo es justificable
negar los derechos de patente cuando la innovación incremental es trivial, como
en el caso de Glivec, sino que hay que establecer una relación entre las
patentes y los beneficios netos para la sociedad y ha puesto de relieve la
importancia de las condiciones específicas de cada país para decidir el régimen
de patentes correspondiente. Lo que la sentencia dice y lo que implica tiene un
enorme significado para los regímenes de patentes en los países en vías de
desarrollo, más allá de otras cuestiones secundarias relacionadas con los
derechos de propiedad intelectual.
El
Tribunal Supremo de la India ha rechazado recientemente la denuncia de Novartis
sobre la violación de su patente del medicamento contra el cáncer que vende con
el nombre de Glivec o Gleevec. La sentencia ha provocado reacciones extremas.
Mientras que algunos la han saludado como un fallo histórico que hará que los
medicamentos sean más asequibles, otros la han condenado como perjudicial para
la innovación y la inversión extranjera. Analizaremos aquí algunas de las
implicaciones de la sentencia.
Las
leyes de patentes son leyes nacionales. Sin restricciones antes de la entrada
en vigor del acuerdo sobre los Aspectos Comerciales de los Derechos de
Propiedad Intelectual (TRIPS) del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio de la Organización Mundial del Comercio en 1995, India abolió la
protección de las patentes de los medicamentos (y la comida) en 1972. Incluso
bajo TRIPS, aunque las patentes de productos son obligatorias, los países
tienen cierta flexibilidad para elaborar sus propias leyes de patentes de
acuerdo con sus intereses nacionales. Así, legal y legítimamente, lo que es
patentable en la India puede que no lo sea en otros países, como veremos a
continuación.
Porqué
la patente fue rechazada
Novartis
solicitó una patente para el imatinib (y otros derivados de un compuesto) en
los Estados Unidos en abril de 1994, retirando una solicitud presentada un año
antes. (La sentencia se refiere a esto como la patente Zimmermann por el nombre
del inventor.) Después de obtener la aprobación para su comercialización, lo
que compañía comenzó a vender para el tratamiento de la leucemia mieloide
crónica no fue imatinib sino un derivado: imatinib mesilato. No solicitó el
resgistro de una patente separada para el mesilato de imatinib en los EE.UU.
porque, como la sentencia muestra, la patente Zimmermann cubría no sólo el
imatinib sino también el mesilato de imatinib.
Novartis
no podía en ese momento solicitar una patente para el imatinib mesilato en la
India debido a que el país no tenía la obligación de brindar protección a una
patente solicitada o concedida en otro lugar antes de la entrada en vigor de
los acuerdos TRIPS, es decir, antes del 1 de enero de 1995. Lo que Novartis
hizo en la India a partir de 1995 (en julio de 1998) fue solicitar una patente
para la forma cristalina beta del mesilato de imatinib. Pero cuando la India en
2005 reestableció la protección para las patente de productos farmacéuticos y
alimenticios insertó una condición en la Sección 3 (d), en el sentido de que
"el mero descubrimiento de una nueva forma de una sustancia conocida que
no de lugar a la mejora de la eficacia conocida de esa sustancia" no es
patentable.
En
virtud de las disposiciones transitorias utilizadas por la India según lo
permitido por TRIPS, la solicitud de patente de Novartis para la forma
cristalina beta del mesilato de imatinib fue tramitada sólo después de 2004. La
patente fue rechazada inicialmente por la oficina de patentes en enero de 2006
y por la Junta de Apelación de la Propiedad Intelectual (IPAB), en junio de
2009. La sentencia del Tribunal Supremo se refiere básicamente a la apelación
de Novartis contra el rechazo de la patente por el IPAB.
Novartis
alegó ante la Corte Suprema que a partir de la patente Zimmermann, la forma
cristalina beta para la que solicita la patente en la India se ha desarrollado
a través de dos invenciones: del imatinib al mesilato de imatinib y luego de
éste a la forma cristalina beta. Sin embargo, el Tribunal Supremo dictaminó que
el mesilato de imatinib era una sustancia conocida ya a partir de la patente
Zimmermann y por lo tanto no califica como una "invención" en
términos de las cláusulas (j) y (ja) del Artículo 2 (1). También dictaminó que
la forma cristalina beta no satisface el criterio de la Sección 3 (d). El
Tribunal Supremo interpretó la palabra "eficacia" en el sentido de la
eficacia terapéutica. El Tribunal Supremo sostuvo que "la eficacia
terapéutica de un medicamento debe ser juzgado estricta y restrictiva" (p
91). La mejora de la eficacia terapéutica debe ser reclamada y demostrada. El
Tribunal Supremo rechazó el recurso y por lo tanto negó la patente de Novartis
porque Novartis no pudo demostrar que la nueva forma (beta cristalina) de la
sustancia conocida (imatinib mesilato) mejora la eficacia terapéutica de la
droga. El tribunal rechazó las afirmaciones de Novartis de mejor
biodisponibilidad y mejores características físicas tales como una mejor
capacidad de almacenamiento del compuesto, afirmando que éstas no mejoran
necesariamente el efecto terapéutico.
Cuando
Novartis solicitó una patente para la forma cristalina beta en la India en
1998, no reclamó ningún beneficio terapéutico. No estaba obligada a hacerlo en
ese momento porque el criterio de eficacia de la Sección 3 (d) fue introducido
mucho más tarde. Después de que la patente fuese admitida para su examen en
2004 y después de que se rechazase la concesión de la patente (la legislación
de la India prevé la oposición previa a la decisión final), Novartis presentó
declaraciones juradas para satisfacer el requisito de la sección 3 (d). Sin
embargo, se admitió que no se había sido hecho antes ningún estudio, ya que en
ninguna parte del mundo se habían impuesto esas condiciones. Reconociendo el
espíritu de la ley, Novartis tuvo la opción honorable de retirar la solicitud
de patente. Por el contrario, lo que hizo fue desencadenar una larga batalla
legal de siete años no sólo contra las decisiones de la Oficina de Patentes y
de la Junta de Apelación, sino presentando además petición escrita para
declarar la Sección 3 (d) ¡inconstitucional! (Esta última fue desestimada por
el Tribunal Supremo de Madrás en 2007.)
Teniendo
en cuenta que lo que Novartis estaba vendiendo en los EE.UU. y en la India era
el mesilato de imatinib y no la forma cristalina beta, el tribunal señaló que
los argumentos de Novartis "son poco convincentes y la solicitud de
patente de la forma cristalina beta del mesilato de imatinib pareciese ser solo
un intento de obtener una patente para el imatinib mesilato, que de otra forma
no se permitiría en este país "(p 96).
Implicaciones
El
juicio tendrá un impacto positivo en la asequibilidad y accesibilidad de los
medicamentos. Las empresas de genéricos venden el medicamento contra el cáncer
por una cantidad infinitamente menor que las 100.000 rupias (2.248 dólares) que
cobra Novartis por una dosis del producto. La patente se otorga por un período
de tiempo limitado, actualmente de 20 años bajo los TRIPS. Así, después de
haber expirado la patente, otras empresas pueden y deben entrar en el mercado,
lo que se traduce en una caída de los precios y por lo tanto de los beneficios
del titular de la patente. Las empresas multinacionales que poseen las patentes
a menudo tratan de bloquear o retrasar la competencia mediante patentes
secundarias en pequeños cambios en el producto, una práctica que ha llegado a
ser conocido como “rejuvenecimiento”. Pero el objetivo del sistema de patentes
no es alentar o permitir patentar nuevas formas de medicamentos antiguos para
extender básicamente el plazo de la patente. Lo que, básicamente, el Tribunal
Supremo afirma en su interpretación de la Sección 3 (d) es que los consumidores
no deben ser forzados a pagar precios más altos sólo por la nueva forma química
de un medicamento, a menos que implique nuevos beneficios terapéuticos. No está
diciendo que no se puede patentar una nueva forma. Lo que está diciendo es que
bajo la ley en vigor no puede ser patentado, a menos que sea terapéuticamente
más eficaz.
Será
más difícil “rejuvenecer” las patentes en la India. Teniendo en cuenta el
criterio estricto de la eficacia, la admisión a examen de nuevas formas de
medicamentos no patentados o de medicamentos con patentes caducadas no será
fácil. Es poco probable que la Oficina de Patentes de la India conceda tales
patentes a menos que se demuestre su eficacia terapéutica añadida. Y demostrar
que las nuevas formas son terapéuticamente más efectivas puede no ser tan
fácil, como el caso Novartis sugiere. Algunos medicamentos, que de otra manera
habrían sido patentados con altos precios de monopolio, no serán patentables y
por lo tanto serán más asequibles. Hay que añadir, sin embargo, que El Tribunal
Supremo no ha definido el alcance de la eficacia terapéutica: no era necesario
en el caso Novartis ya que Novartis no pudo demostrar ninguna mejora en
absoluto. Sin embargo, la Sección 3 (d) proporciona la explicación de que las
sales, los ésteres y demás derivados de las sustancias conocidas se consideran
la misma sustancia "a menos que sus propiedades difieran
significativamente en eficacia". Suponiendo que en el futuro una nueva
forma muestra un cierto aumento en la eficacia. ¿Cómo se puede interpretar la
palabra "significativamente" en este caso? Estas preguntas siguen
abiertas.
En
nombre de la innovación, se registran patentes sin sentido en países como los
EE.UU. - un modelo que copian muchos países en vías de desarrollo de buen grado
o no - en contra de los intereses de los consumidores. Vincular las patentes al
beneficio terapéutico es una idea simple pero poderosa. La decisión del
Tribunal Supremo es compatible con TRIPS
y no es arbitraria, sino que se ha alcanzado siguiendo procedimientos jurídicos transparentes y aceptados internacionalmente.
Así, otros países que tienen regímenes de patentes más estrictos podrían
introducir disposiciones similares en sus leyes de patentes para hacer que los
medicamentos sean más asequibles. La sentencia tiene por lo tanto consecuencias
internacionales importantes.
Licencias
obligatorias
Pero
los nuevos fármacos con patentes o los que se patentarán en el futuro seguirán
siendo un monopolio hasta que las patentes expiran. Es importante tener en
cuenta que, si en vez de en abril de 1994, Novartis hubiese solicitado la
patente en los EE.UU. más tarde del 1 de enero de 1995, cuando TRIPS entró en
vigor, el medicamento contra el cáncer hubiera sido elegible para una patente
en la India como una nueva sustancia y la Sección 3 (d) no habría sido aplicable
(hasta que expirase la patente). Por lo tanto, la Sección 3 (d) se refiere sólo
a una parte del problema. Otra importante flexibilidad que permiten los
acuerdos TRIPS, en determinadas condiciones, es la concesión de licencias
obligatorias. Inicialmente se ha hecho con la concesión de una licencia
obligatoria a Natco, una compañía de genéricos de la India, para otro
medicamento contra el cáncer, sorafenib tosilato (vendido como Nexavar por el
titular de la patente, Bayer). La asequibilidad de los medicamentos patentados
dependerá en gran medida de la forma en que el sistema de licencias
obligatorias se desarrolle en la India.
India
sufre el doble problema de los altos precios de los medicamentos patentados y
el bajo acceso a los medicamentos genéricos, es decir, medicamentos no
patentados. Debido a una variedad de factores, incluyendo las deficiencias de
los establecimientos de salud públicos y seguros inadecuados, la facilidad de
acceso a los medicamentos es muy escasa en la India. Las compañías de genéricos
de la India, especialmente las más grandes, venden cada vez más en los mercados
extranjeros, en particular los mercados occidentales más lucrativos, y no en el
mercado interno. El control de precios de los medicamentos es un problema
importante en la India. Queda mucho por hacer para garantizar una atención
sanitaria adecuada en la India. Pero decir que los factores no relacionados con
las patentes también son importantes no significa que las patentes no sean
importantes. Es innegable que la industria de genéricos de la India ha hecho
que los medicamentos patentados sean más asequible tanto en la India como en el
extranjero.
El
significado más amplio
Lo que
es notable de la sentencia es que ha ido más allá de las cuestiones técnicas y
jurídicas específicas que rodean las disputa de patentes y ha puesto el asunto
en una perspectiva política y económica mucho más amplia. Lo que la sentencia dice y lo que implica tiene un enorme significado
para los regímenes de patentes en los países en vías de desarrollo, más allá de
otras cuestiones secundarias relacionadas con la Sección 3 (d).
"Con el fin de entender lo que la ley es en realidad, es esencial saber el
por qué y el
cómo de la ley. ¿Por qué la ley es lo que es y cómo llegó a su forma
actual? "(P 16). Después de la independencia, la India continuó con el
sistema de patentes de productos. ¿Por qué abolió las patentes de productos
farmacéuticos en 1972? ¿Por qué se reintroduce en 1995? ¿Cuál fue el impacto de
los diferentes regímenes de patentes? Analizó la historia de la ley de patentes
del país y la experiencia de los diferentes regímenes de patentes. Apoyándose
principalmente en el Informe del Comité de Bakshi Tek Chand (1950), el Informe
del Comité de Ayyangar (1959) y Chaudhuri (2005) (el texto de la sentencia
puede consultarse aquí), la
sentencia señala que antes de 1972 el país no se beneficiaba: las patentes de
productos no promovían la innovación y la actividad industrial, y la gente
tenía que pagar precios de monopolio. Pero después de 1972, cuando se abolieron
las patentes de productos, no sólo se desarrolló la industria, sino que los
precios también se hicieron más asequibles. A la luz de una experiencia pasada
tan positiva, la sentencia también subraya las preocupaciones expresadas por el
impacto negativo de la reintroducción de las patentes de productos en línea con
los TRIPS.
Por lo
tanto, los jueces consideraron que el viejo debate sobre el papel de las
patentes de productos sigue siendo relevante. La justificación económica para
la concesión de patentes es que va a estimular la inversión en investigación
para la innovación. Este es el efecto positivo. Sin embargo, los derechos de
patentes que excluyen a otros de la producción y la comercialización del
producto inhiben la competencia y, por lo tanto, incrementan los precios y
reducen el acceso. Este es el efecto negativo. La sentencia establece
específicamente que es importante equilibrar estos efectos diversos. Cuando la
innovación está ausente o es trivial o limitada, se justifica que un país
rechace una patente debido a que el efecto negativo sería más fuerte que el
efecto positivo. En las primeras etapas de desarrollo, cuando los países son
usuarios netos, no desarrolladores netos de productos intensivos en I + D,
pierden concediendo patentes de productos. Por eso, los países más
desarrollados como Suiza (donde se encuentra Novartis) adoptaron el régimen de
patentes para productos farmacéuticos sólo después de alcanzar un mayor grado
de desarrollo económico y capacidad de innovación.
Novartis
dice que la decisión del Tribunal Supremo va a destruir el incentivo para hacer
I + D e invertir en el país. También dice que va a ser más prudente a la hora
de introducir nuevos medicamentos en el país. Si Novartis no introduce nuevos
medicamentos en el país, sería una buena base para la emisión de licencias
obligatorias. La denegación de la patente de Glivec, por supuesto, tendrá un
impacto negativo en sus beneficios. Pero la India representa una parte muy
pequeña de su mercado mundial y de sus beneficios. Por lo tanto, cualquier
reducción de sus operaciones en la India, es poco probable que tenga un impacto
significativo en los fondos para I + D y por lo tanto en el incentivo para desarrollar
nuevos fármacos de I + D. (Dicho sea de paso, lo mismo es cierto para algunas
empresas indias como
Dr. Reddy y Glenmark que han iniciado nuevos proyectos de
I+D de medicamentos: su objetivo principal son las grandes y lucrativos
mercados occidentales protegidos por patentes) Por lo que se refiere a
Novartis, lo que la India debe considerar es lo que ha hecho en la India. Es
aquí donde la perspectiva histórica que proporciona la sentencia es tan
relevante. Ciba-Geigy y Sandoz (las empresas que más tarde se fusionaron para
formar Novartis) y otras multinacionales gozaban de una protección completa de
sus patentes de productos en la India antes de 1972, pero no desarrollaban
actividades de I+D. Tampoco estaban dispuestas a realizar inversiones para la fabricación
básica de productos u desarrollar la industria en el país. Ahora que las
patentes de productos se han restablecido en la India, ¿qué hacen las
multinacionales?: están de nuevo más interesadas en la importación de productos
patentados y venderlos a precios altos que de innovar o fabricar en el país.
La
implicación más profunda de la sentencia es que no sólo se justifica negar
patentes cuando la innovación incremental es trivial, como en el caso de la
solicitud de patente para la forma cristalina beta. La sentencia ha establecido
una conexión entre toda la cuestión de las patentes con los beneficios netos
para la sociedad y ha puesto de relieve la importancia de las condiciones
específicas de cada país para decidir el régimen de patentes correspondiente.
Si como señala la sentencia, la experiencia en los años 1950 y 1960 justificó
un cambio en el régimen de patentes en la década de 1970, ¿no debería una
experiencia similar después de 2005 producir otro cambio? Por supuesto, en la
década de 1970 la India podía porque era independiente. Ahora, los países están
obligados por los TRIPS. Pero los TRIPS no son un acuerdo permanente. Se prevé
su revisión. El Tribunal Supremo no se pronunció acerca de si son razonables o
no los TRIPS. Pero lo que dice e implica justifica una revisión de los TRIPS.
Referencias:
Sudip
Chaudhuri (2005): La OMC y la industria farmacéutica de la India
(Nueva Delhi: Oxford) y (2012): "Las multinacionales y los
monopolios", Económicos y Political Weekly, 24 de marzo.
Sudip Chaudhuri enseña Economía en el Instituto
Indio de Gestión de Calcuta.
Traducción para www.sinpermiso.info: Enrique García
Aunque la decisión del Tribunal Supremo en el reciente caso
Novartis ha despejado el camino a la producción de medicamentos genéricos en la
India, los médicos tienen que prescribir alternativas más baratas a las marcas
caras para que los pacientes con medios limitados puedan beneficiarse. Lo que
se está aplaudiendo como un triunfo en la lucha para la accesibilidad de los
medicamentos solamente lo será realmente cuando haya un enfoque pro-paciente en
el proceso de prescripción.
El Sr. P es un hombre
mayor, jubilado, que padece un cáncer de estómago poco frecuente llamado tumor GIST, del que le operé el año
pasado. Después de la operación se le aconsejó que tomara el medicamento Imatinib
para reducir las probabilidades de reproducción del tumor, una estrategia que
es muy efectiva. Sí, se trata del mismo medicamento sobre el que se pronunció
el Tribunal Supremo en el caso Novartis, que se ha hecho famoso. El Imatinib,
más conocido por su nombre de marca Glivec, se utiliza normalmente para la
leucemia mieloide crónica, una forma de cáncer de sangre, pero también es muy
efectiva para los tumores GIST.
El Sr. P vino a verme
la semana pasada para una visita de control. Le pregunté “¿qué marca de Imatinib
está tomando?”, “Glivec” fue su rápida respuesta. “Pero ¿no es muy cara? ¿ Por
qué no ha elegido la marca genérica que es mucho más barata?” pregunté. El Sr.
P hizo una pausa, sonrió irónicamente y dijo: “Un especialista de cáncer
veterano me dijo que las marcas más baratas no son buenas. He agotado todos mis
ahorros de la jubilación, pero ¿qué voy a hacer? ¿cómo puedo jugar con la
calidad?” Después de un poco de discusión y de persuasión logré convencerle de
que debería cambiar a la marca más barata. Supongo que lo habrá hecho, pero no
estoy seguro.
Un
mecanismo de prescripción complejo
La sentencia del Tribunal Supremo sobre
Glivec ha sido aclamada como una gran “victoria” en la lucha para la
accesibilidad de los medicamentos en la India. La gran diferencia de precio
entre el medicamento de Novartis y su versión genérica y el hecho de que sea un
medicamento contra el cáncer dio al caso una gran visibilidad en los media y en
la opinión pública. Sin embargo, tal como muestra el caso del Sr. P, si
profundizamos un poco descubrimos que la forma en que el paciente obtiene una
determinada marca de un medicamento en la India es un mecanismo complejo con
muchos aspectos y actores. Antes de dejarnos llevar por la euforia en la
sentencia del Tribunal Supremo, si de lo que se trata es de la reducción del
coste de los medicamentos debemos intentar desvelar algunas de estos aspectos.
No se trata de un debate teórico sobre patentes, propiedad intelectual e
innovación, sino de la accesibilidad de los medicamentes en la vida diaria.
Mientras que Glivec se utiliza solo
para algunos cánceres poco frecuentes, hay muchos más medicamentos que se
utilizan en enfermedades comunes, disponibles en múltiples marcas con un gran
abanico de precios. Entonces ¿qué es lo que determina la prescripción de una
determinada marca de medicamentos en la India? La persona que actualmente
determina la marca es el médico que la prescribe. Por lo tanto hay que examinar
la forma en que un médico medio en la India, ante una gran variedad de
elección, elige prescribir una marca determinada. Es un proceso muy difícil de
entender y solamente hay evidencia anecdótica.
La elección de una marca determinada por parte del médico puede estar
basada en la calidad percibida, la costumbre, el marketing, la disponibilidad, los incentivos y quizás la
accesibilidad. Con frecuencia es una mezcla de todos estos factores, haciendo
que la decisión sea subjetiva y en cierta forma arbitraria. Algunas de estas
elecciones son conscientes, pero otras
pueden ser decisiones subconscientes influenciadas por un fuerte marketing. Así
pues, aunque sea de sentido común asumir que, por término medio, un médico
siempre considerará el precio y la accesibilidad en la elección de una marca,
especialmente teniendo en cuenta que la sanidad es costosa en la India y que
los médicos luchan por conseguir que los pacientes sigan cursos de formación
sobre medicamentos, no necesariamente es así.
El
ejemplo del carbapenems
Permítanme que aclare mi punto de vista
con otro ejemplo que tiene implicaciones más amplias. Hay un nuevo grupo de
potentes antibióticos útil en infecciones mortales de bacterias llamado
carbapenems. Las moléculas originales fabricadas por las multinacionales
cuestan alrededor de 2.500 rupias por dosis inyectada. Se utilizan tres o
cuatro veces al día, con frecuencia durante una semana, lo que suma un coste
total de unas 50.000 rupias. Actualmente existen marcas de las mismas
moléculas, puestas a disposición por grandes empresas indias con una reputación
razonable, que cuestan solamente 600 rupias por dosis. Por lo tanto, esto
supone un ahorro de unas 40.000 rupias para un paciente que lo utiliza durante
una semana. Teniendo en cuenta los recursos obviamente limitados del paciente
medio, cabría esperar que la mayoría de los médicos en la India utilizaran la
molécula india más barata. Pero las marcas caras de las multinacionales
continúan liderando el mercado. Lo mismo ocurre con muchos otros antibióticos,
algunos de ellos de uso mucho más corriente.
¿Por qué un médico medio, que se supone
que es sensible al coste que debe soportar su paciente, continúa prescribiendo
la marca más cara? Las razones son múltiples. Una de ellas, que hay un
sentimiento intuitivo de que las moléculas originales, con frecuencia de
empresas multinacionales, son de más “calidad” y por lo tanto más eficaces. Los
visitadores médicos están entrenados para subrayar sutilmente la “pureza”,
“calidad” y estándares “internacionales”. Sin embargo, que yo sepa no existen
estudios científicos que comparen la eficacia de las marcas. Además, es de
sobras conocido que algunas grandes compañías
se hacen fabricar los medicamentos por pequeñas empresas y lo único que
ellas hacen es ponerles la marca. Actualmente también hay evidencia de que las
formulaciones genéricas de la India son efectivas. Por ejemplo, después de un
trasplante de órgano los pacientes necesitan medicación inmunosupresiva de
larga duración, que es cara. Durante los últimos años, muchos centros de la
India, incluido el nuestro, han estado utilizando marcas indias más baratas de
estos medicamentos. Estos medicamentos se utilizan para controlar los niveles
de sangre de los pacientes, lo que ofrece evidencia objetiva de su pureza. La
baja incidencia de rechazos de órgano es
una buena prueba de su eficacia. Esto ha llevado a una importante reducción del
coste de la inmunosupresión después de un transplante, haciéndolo más asequible
a una gran parte de la sociedad.
¿Pueden haber otras razones para que
los médicos prescriban marcas más caras? Hay algo llamado “lealtad a la marca”
y “costumbre de la marca” que se desarrolla al prescribir el mismo producto a
lo largo de los años. Es un proceso inconsciente. Algunas veces puede ser
simplemente pura ignorancia acerca de la disponibilidad de una alternativa más
barata lo que hace que los médicos continúen prescribiendo marcas más caras.
Pero no puede ignorarse el papel de lo que eufemísticamente se llama
“incentivos” comerciales, lo que significa básicamente la influencia
inapropiada que las compañías farmacéuticas ejercen sobre los médicos. Esto
tiene raíces profundas. Los hospitales deciden almacenar solamente ciertos
medicamentos en sus farmacias hospitalarias e insisten en que los pacientes hospitalizados
compren medicamentos solamente en la farmacia del hospital. Las compañías
farmacéuticas venden medicamentos a los hospitales a un precio mucho más bajo
que el que cargan a los pacientes, incentivando así todavía más al hospital
para que almacene sus productos. Las marcas más baratas frecuentemente quedan
fuera de este juego. Por último, se sabe que en la India también los
farmacéuticos substituyen una marca por otra basándose en incentivos personales
de las compañías. Así pues, las compañías farmacéuticas, comprendiendo las que
asumen la responsabilidad de producir medicamentos “asequibles”, incentivan a
todos los participantes. El resultado es el medicamento genérico barato.
La
indiferencia del Estado
¿Qué ha hecho el Estado para promover y
crear medicamentos de calidad asequibles? Tiene políticas de control del precio
de los medicamentos, pero la cuestión clave, que vale la pena preguntar otra
vez, es por que no puede fabricar
medicamentos a través de sus propias empresas. Se ha dejado que las compañías
públicas, como Indian
Drugs and Pharmaceuticals Ltd (IDPL) y
Hindustan Antibiotics, se debiliten y produzcan una serie muy limitada
de medicamentos que a penas son comercializados. Teniendo en cuenta la amplitud
del mercado y las ventajas inherentes de las que gozaría, un determinado Estado
podría incluso tener a su cargo compañías farmacéuticas rentables, tal como
hacen algunos con empresas del sector público. En un tema relacionado, India
tiene la dudosa distinción de tener el mayor número de medicamentos y
combinaciones de medicamentos irracionales en el mercado. Se promocionan y
prescriben libremente, aumentando costes y también los efectos colaterales.
Muchas empresas admiten que las combinaciones que comercializan en la India no
forman parte de sus líneas de producto internacionales. Así pues, el proceso de
prescripción de medicamentos en la India (y por extensión, en el mundo) tiene
muchos matices y sesgos. Muchos de ellos son bien conocidos y los activistas de
la salud han estado luchando durante años para conseguir introducir
responsabilidad y accesibilidad.
Por
lo tanto, si bien el Tribunal Supremo ha allanado en parte el camino para la
producción de medicamentos genéricos, hace falta comprender el largo proceso de
la prescripción de medicamentos y cambiarlo por un proceso pro-paciente para
que el beneficio de los genéricos baratos alcance a los pacientes. Este cambio
también puede impulsarse haciendo que sea obligatoria la prescripción con
nombres genéricos, así como que los pacientes pidan alternativas más baratas.
Pero quizás un cambio más efectivo, aunque más difícil, sería que los
profesionales médicos fueran más sensibles al peso del coste que afrontan sus
pacientes. Para millones de pacientes en este país, a quienes con frecuencia se
les niega un cuidado apropiado y adecuado porqué no tienen poder de compra en
un sistema sanitario monetarizado, éste sería solamente un pequeño paso. Pero
cada paso de este tipo vale la pena porque puede significar una diferencia
entre la vida y la muerte.
Sanjay Nagral es médico cirujano.
Ejerce en el Jaslok Hospital and Research Centre, y en el KB Bhabha Municipal
General Hospital, Mumbai, India.
Traducción para www.sinpermiso.info:
Anna Maria Garriga Tarré
http://www.epw.in/commentary/cost-drugs.html
1 comentario:
Gracias por la información. Los medicamentos genéricos, tienen una gran ventaja, y es que al no tener que invertir en I+D el coste de venta es menor.
Además, tanto los medicamentos genéricos (EFG) cómo los principios activos (formoterol, salmeterol, etc.) son igual de eficaces que los "de marca"
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