En Pizarras y Pizarrones hemos desarrollado un trabajo de campo cuyo objetivo es analizar las preferencias en lecto-escritura de nuestros lectores, así como las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Les hemos pedido su colaboración para completar una pequeña encuesta anónima que como máximo les insumiría 10 minutos. Agradecemos su participación! La encuesta cerró el 31-08-17 y en unos pocos días publicaremos sus resultados...

miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL SUJETO EN EL PROCESO DE CONOCIMIENTO (MODELOS INTERNOS O MATRICES DE APRENDIZAJE)

Autoras/es: Ana Quiroga
(Fecha original del artículo: Octubre 2012) 

Pichon Riviere, siendo residente del hospital Borda y a cargo de una sala de internación, le toca afrontar una huelga de enfermeros, y para garantizar la supervivencia de la sala, decide afrontar la situación mediante reuniones masivas, tipo asamblea, a partir de las cuales se organizaban las tareas cotidianas: distribuir la alimentación, los medicamentos, los cuidados de los más enfermos, etc. Esta dedicación a la tarea del grupo, produce un resultado inesperado: muchos pacientes mejoran poderosamente su estado de salud. 

Esto deja la semilla en Pichón para el desarrollo de sus ideas sobre el Grupo operativo, o grupo de tarea. Pero partiendo de las ideas del conocido Psiquiatra argentino, ha logrado sus propios desarrollos teóricos, de los cuales tomamos estas fichas, que nos hablan del aprendizaje, y de la interacción humana como proceso motivado. Pichón Riviere, que nos ha hecho conocido en el mundo con sus ideas, no fue una persona que documentara sus ideas por si mismo.

La mayoría de sus obras las conocemos a través de los apuntes que tomaron sus discípulos, sus alumnos. Así también, José Bleger, del cual tomamos los capítulos sobre la conducta, del libro "Psicología de la conducta", fue su alumno, que continuo su propia trayectoria como profesor de Psicología General en la UBA. EL SUJETO EN EL PROCESO DE CONOCIMIENTO (MODELOS INTERNOS O MATRICES DE APRENDIZAJE). 

La Psicología Social planteada por Enrique Pichón-Riviere implica y se fundamenta en una concepción del sujeto, el que es entendido como ser esencialmente social. Es-decir, emergente, configurado en una complejísima trama a de vínculos y relaciones sociales. Para Enrique Pichón-Riviere el hombre se configura en una praxis, en una actividad transformadora, en una relación dialéctica mutuamente modificante con él mundo. Relación destinada a satisfacer sus necesidades. 

E1 carácter fundante de esta relación de transformación reciproca define al sujeto de la praxis como sujeto esencialmente cognoscente y sitúa en primer plano el análisis de los procesos de aprendizaje. Estos son caracterizados por Enrique Pichón-Riviere como apropiación instrumental de la realidad para transformarla", y son identifica dos -en tanto forma de la relación sujeto-mundo- con la salud mental. Si el aprendizaje es función esencial, constitutiva de nuestra subjetividad podemos afirmar que no sólo somos en cada aquí y ahora, e1 punto de llegada, la sintaxis de una historia vincular y social. 

Somos también el "punto de llegada" de una trayectoria de aprendizajes. Trayectoria en la que hemos ido construyendo un modelo interno o matriz de encuentro con lo real. Historia en la que hemos ido "aprendiendo a aprender". En tanto proceso, el aprendizaje tiene una historicidad, con continuidades v discontinuidad. Esto quiere decir que existe una relación, no lineal sino dialéctica, entre las formas como aprendimos a respirar, a mamar, a discriminar yo-no yo, a jugar, a trabajar, cómo aprendimos la ciencia, la historia, etcétera. 

Esta relación estaría dada por el hecho de que ante cada contacto con el objeto de conocimiento, ante cada exigencia adaptativa, hemos ido elaborando, afianzando o modificando un modelo, una actitud de encuentro con el objeto, un estilo de aprendizaje que se constituye como nuestra modalidad cotidiana dé relación con la realidad, con nosotros mismos y con los otros. 

En cada experiencia hay un aprendizaje explícito que se objetiva y condensa en un contenido o en una habilidad; aprendemos la fecha de la Independencia, a multiplicar, a andar en bicicleta. Pero la experiencia en la que se desarrolla ese aprendizaje deja mía huella, se inscribe en nosotros afianzando o inaugurando una modalidad de ser-en-el-mundo, de interpretar lo real, de ser-el-mundo para nosotros. Esto es un aprendizaje implícito, profundo, estructurante. Un "aprender a aprender" como forma de constituimos en sujetos de conocimiento. 

Cuando decimos que "aprendemos a aprender", estamos señalando que aprendemos a "organizar y significar" nuestras experiencias, sensaciones, emociones, pensamientos Construimos así hábitos de aprendizaje, maneras de percibir secuencias de conducta. Cada acto de conocimiento es el eslabón de una cadena, fase de un proceso en el que vamos configurando una actitud de aprendizaje, es decir, modalidades relativamente estables y organizadas de pensamiento, sentimiento y acción frente al objeto de conocimiento y un acto de aprender. 

El mundo se nos presenta como multiplicidad de objetos y estímulos, como una secuencia ininterrumpida de experiencias y acontecimientos. Pero el sujeto introduce una organización en esa multiplicidad. Se incluye en esa secuencia y se orienta en ella de determinada manera. Con esto afirmamos. que conocimiento estructurado en el sujeto una determinada organización. La representación del mundo, el prisma cognitivo es una estructuración elaborada e incorporada implícitamente en el proceso de aprendizaje. Es, a la vez, su efecto y su condición de posibilidad. Ese modelo interno es una organización personal y social. De él resulta que los. hechos de la realidad, múltiples y heterogéneos, sean 1) seleccionados, 2) percibidos, 3) articulados y 4) interpretados de determinada forma por el sujeto. Definimos como matriz o modelo interno de aprendizaje a la modalidad con la que cada sujeto organiza y significa el universo de su experiencia, su universo de conocimiento. 

Esta matriz o modelo es una estructura compleja y contradictoria con una infraestructura biológica. Esta socialmente determinada e incluye no sólo aspectos conceptuales, sino también emocionales, afectivos y esquemas de acción. Este modelo, construido en nuestra trayectoria de aprendizajes, sintetiza en cada aquí y ahora nuestras potencialidades y nuevos obstáculos. Estas matrices no constituyen una estructura cerrada, sino una gestalt-gestaltung, una estructura en movimiento, susceptible de modificación, a excepción de los más extremos grados de patología. Sin embargo, esa matriz subyacente según la cual organizamos y encodificamos nuestra experiencia, no consiste sólo en una forma de la relación sujeto-mundo, sino que incluye también un sistema de representaciones que interpreta ese encuentro, una hipótesis acerca, de quienes somos nosotros aprendiendo, que lugar y qué tarea nos cabe en esa relación de conocimiento. 

Qué es lo permitido, qué es trasgresión. Esta interpretación implica una concepción del conocimiento, una concepción del sujeto, una concepción del poder. Por ejemplo, pensar que la realidad es, en si inabordable, incognoscible o inmodificable, es una forma posible de interpretar la relación sujeto mundo, el acto de aprender. Vivir y pensar el acto de conocimiento como un proceso con alternativas, con progresivos acercamientos al objeto, significar ese acto como un movimiento de transformación recíproca entre sujeto y objeto es otra interpretación. Todas ellas remiten a modelos del aprender. Cuando un sujeto reclama lugar para su palabra y su experiencia en el aprendizaje revela un aspecto de su modelo interno, en el que adjudica al sujeto una función activa, protagónica. 

Cuando alguien por el contrario acepta la palabra del otro, investido de autoridad y lo hace acriticamente negando su propia experiencia, mas aún significándola como desconocimiento, está poniendo en juego una modalidad de aprender. ¿Cuál es nuestra relación con esos modelos internos de aprendizaje? Subyacen al acto de conocer y muchos de sus aspectos no acceden a 1a conciencia. Por eso insistimos en su carácter implícito. De allí que casi siempre los actuemos sin problematizarlos. Y con esto se revela otro rasgo de esta matriz ¿Por qué? Porque podemos haber aprendido a aprender sin problematizar las formas de nuestro encuentro con lo real, "naturalizándolas". Es decir, sin interrogar nos hasta donde nuestras experiencias de aprendizaje y los modelos configurados en ellas favorecen o por el contrario, limitan la Apropiación de lo real, 

En nuestra cultura y en función de las relaciones sociales dominantes, no se suele incluir como parte del proceso formativo la problematización de los modelos de aprendizaje. Por el contrario se los legitima, desde un sistema de relaciones sociales, como "la única" forma válida de aprender, ¿Cuándo se introduce la ruptura, la problematización? Cuando una situación de crisis personal o social introduce discontinuidades, quiebra la coherencia interna de esa estructura, moviliza la forma hasta allí vigente de la relación sujeto-mundo y la pone y nos pone en cuestión. 

La crisis rompe la "familiaridad encubridora" con nuestros modelos internos de aprendizaje y vinculo. Se abre entonces un espacio para revisar nuestras matrices de aprendizaje. El aprender y la relación con el otro se transforman así en objeto de interrogante, inaugurándose desde una reflexión crítica la posibilidad de nuevas furnias de "aprender a aprender" de constituimos en sujetos del conocimiento. 

¿Como se configuran esos modelos de relación con la realidad que nos contiene, estas estructuras miomas tan intensamente ligadas a nuestra identidad en tanto condensan nuestra experiencia y nuestra historia? Estas matrices surgen por la interacción de varios favores, por lo que decimos que están multideterminadas. Se constituyen en los distintos ámbitos en los que sea desarrolla nuestra experiencia del aprender y resultan también de la modalidad particular con que esas experiencias se inscriben en nosotros. 

El proceso de aprendizaje tienen como horizonte las relaciones sociales, en las que destacamos el lugar fundante que ocupan las relaciones productivas, en tanto sostén de la estructura social. Las formas dominantes en esas relaciones las formas de propiedad vigentes en ellas y el sistema de representaciones que las legitiman conforman e interpenetran todas las instituciones Sociales, reproduciéndose con modalidades específicas en cada una de ellas. De allí que la experiencia de los sujetos en e ámbito escolar, familiar, laboral, en su cotidianidad toda esté ligada a las formas de las relaciones productivas y determinada en última instancia por ellas. 

Cada sistema social organiza materialmente la experiencia de los Sujetos que lo integran. ¿Y esto por qué? Porque todo sistema de relaciona sociales necesita, para garantizar su existencia y desarrollo gestar el tipo de sujeto apto para sostener esas relaciones y realizarlas, Sujetos cuyas actitudes visión del mundo, formas de sensibilidad, modelos de aprendizaje y método de pensamiento sean funcionales a ese sistema social. En esta configuración ocupa un lugar fundante el proceso educativo en todas sus formas e instancias, en tanto socializador. 

En lo que hace a las matrices de aprendizaje, la mayor plasticidad y riqueza de esos modelos internos que se tiendan ajustar socialmente en cada sujeto, así como su mayor rigidez y estereotipia, están determinados por las formas de las relaciones sociales, por la concepción del hombre y el mundo y del conocimiento para que estas relaciones se sostengan y legitimen, por las formas de conciencia social que en ese sistema han desarrollado y por nos interesa hegemónicos en esa estructura. Nos hemos preguntado por los distintos ámbitos en los que se estructuran y determinan nuestros modelos internos o matrices de aprendizaje. 

Si la vida es una secuencia ininterrumpida de exigencias adaptativas que comienzan con el nacimiento, la familia es sin duda el ámbito determinante de nuestros primeros y más significativos aprendizaje de nuestro aprender a aprender. En ese escenario vincular el sujeto de la necesidad se transforma en el sujeto de la representación, del lenguaje, de las normas, de la ideólogo En el interior de grupo familiar y por efecto de la función materna, función yoica, o de sostén del ser del bebe, éste alcanza, en un diálogo piel a piel, mirada a mirada, cuerpo a cuerpo la integración de su yo y la discriminación del mundo, los procesos de simbolización y pensamiento. 

En ese ámbito empieza a ser reconocido el lugar fundante del otro en el aprendizaje. Ese otro que descifra la necesidad del bebé y la satisface, proporcionándole la posibilidad de aprendizajes irreemplazables. En ese proceso interaccional se da, con características que dependen de cada sujeto y de cada contexto vincular-social, el pasaje de la dependencia a la autonomía, de la indiferenciación a la identidad. Las necesidades del sujeto son el fundamento de un proceso de exploración de lo real en busca de la fuente -de gratificación. Ese proceso es el aprendizaje. Podemos hablar entonces de la operación, desde la primera infancia, de un "impulso de saber" o "impulso epistémico" que tiene por instrumento y primer objeto el propio cuerpo y el cuerpo del otro extendiéndose luego al mundo circundante. 

En el ejercicio de esa función integradora y de sostén, como portadores de un orden social que los determina, la madre y la familia, ofrecerán a ese impulso las respuestas socialmente disponibles. Esto es, reconocerán o desconocerán las necesidades del niño, legalizarán unas y descalificarán otras significando así su experiencia y sus procesos de aprendizaje. Se fijarán así matrices o modelos internos mas permisivos y favorecedores del encuentro sujeto-realidad, o más represivos y empobrecedores de esta relación. 

Se fijarán así matrices o modelos internos mas permisivos y favorecedores del encuentro sujeto-realidad, o más represivos y empobrecedores de esta relación. Profundizar en el análisis de las matrices de aprendizaje emergentes en la familia, implicaría una muy larga exposición, por la vastedad del tema. Por razones que hacen a la pertinencia de este seminario me centraré, en forma necesariamente sintética en la reflexión acerca de las formas del aprender que se proponen en el sistema educativo, en una formación social concreta: la de la Argentina, país dependiente y que desarrolla su economía bajo un modo de producción capitalista. Este análisis, apunta a una revisión crítica de la organización social-material de la experiencia de aprendizaje desarrollada en ese ámbito y de las matrices de aprendizaje que tienden a estructurarle en experiencias. 

El hilo conductor que seguiré será la indagación del destino social, institucional y vincular de las necesidades de los sujetos en el ámbito escolar. Es decir que, necesidades son reconocidas en la Escuela qué metas y caminos se ofrecen a esas necesidades desde el orden social. ¿Cuáles son desconocidas, descalificadas o castigadas como trasgresión?. El ingreso a la institución escolar implica para el niño una ruptura con sus modelos de aprendizaje previos, particularmente los desarrollados en el ámbito familiar. 

La matriz de aprendizaje y vínculo que ha construido, en el que el cuerpo y el movimiento -aun cuando hayan sido objeto de represión- se constituían como instrumento de conocimiento y comunicación, asiento de una experiencia que permitirá pensar fantasear, preguntar, sacar conclusiones, queda radicalmente cuestionada al entrar en un sistema en el que se privilegia la enseñanza sobre el aprendizaje. Inmovilizar un cuerpo infantil y aislarlo tras un banco escolar es un indicador de la incompatibilidad crucial que ese sistema educativo tiene con el niño como sujeto de la necesidad. del deseo y desde allí, de la imaginación, la creatividad. 

Se le exigirá allí que se someta dócilmente a la acción didáctica, a la palabra sacralizada del macero. En ese aprender a aprender se realiza un proceso de enajenación allá de cualquier contenido se aprende a desconocerse en la propia necesidad. El sujeto entra así en un engranaje que lo Prepara para el hacer del sistema productivo hacer desliga do de las propias necesidades y objetivos. La cultura escolar muestra un mundo artificial y aséptico, sin conflictos y cuando ellos inevitablemente emergen, son intentados en forma de dilema. Todo es bueno o malo, santo o villano, sin matrices ni fisuras. 

Este enmascaramiento de lo real impide el desarrollo de un pensamiento dialéctico, a la vez analítico e integrador, que descubra y analice las contradicciones. E1 vaciamiento de experiencia, como lo señala Paulo Freire transforma la realidad en narración. Lo real se hace abstracto, se desvanece en palabras inertes. Despojada de su riqueza y complejidad, la vida se convierte en un cúmulo de elementos estáticos y aislados entre sí. Se configura así un pensamiento metafísico, una visión rigidizante del mundo que no percibe a la realidad un su movimiento e interconexiones. 

El sistema educativo define al aula como lugar de poder del docente de modo tal que esto significará para el alumno impotencia y sometimiento. El vínculo educativo soporta y reproduce una relación social de dominación, autoritaria y jerárquica. El modelo de aprendizaje que se construye está destinado así a la acotación de, lo instituido como un orden natural y auto evidente. Matriz acrítica en la que todo cuestionamiento es significado como trasgresión. En este sistema, por las formas que reviste y por las estructuras que se interiorizan, se aprende a aprender de modo tal que las relaciones humanas se definen en términos de dominador dominado, disociándose mente-cuerpo, pensamiento y realidad, teoría y práctica, trabajo manual e intelectual, tarea y práctica. 

En ese mundo jerárquico se pretende a naturalizar el poder, la arbitrariedad, la pasividad, la dependencia. Esta visión del sistema educativo seria unilateral si desgajáramos la experiencia del alumno de aquella que vive el docente en dicho sistema Plantearíamos un falso dilema docente-alumno si nuestra caracterización del problema lo redujera a una relación entre los actores del proceso educativo, relación que; turna la forma de un antagonismo entre victima y victimario. El aula es el lugar de poder de! docente, quien porta sobre el alumno una relación de dominación, Pero esto, ¿cómo y desde dónde esta determinado?.¿Cuál es el lugar del docente en el sistema educativo? Este esta organizado en forma jerárquica y rígidamente le autoritaria, consagrando tu metodología educativa como valor absoluto, con un sutil escamoteo de sus fines; 

La "sacralización" del método define todo intento innovado como transgresión y subversión, inhibiéndose así la capacidad participativa y creativa del maestro, el que queda confinado a una función de mera transmisión y repetición. Situado a su vez en un lugar de sometimiento, sus modelos internalizados y 1a estructura del sistema lo conducen a reeditar esa relación. El docente es formado para mostrar, lo que sabe y exigir al alumno que éste a su vez muestre especularmente lo que aprendió. 

Se cesta así una matriz en la que el saber es interpretado como repetición de la palabra autorizada, con intolerancia al error, la divergencia y el pensamiento autónomo. Sometido a una estructura jerárquica que lo excluye de la elaboración de los planes educativos, es obligado a aceptar-como válido solo lo que coincide con esos contenidos y su propia exposición repetitiva. Todo el sistema educativo es recorrido por la R identificación del criterio de verdad con el de autoridad. Él maestro, como el alumno, es enajenado de su necesidad y su capacidad creativa, negado como persona pensante a la vez que paradójicamente definido como depositante de un saber que no le pertenece. La división tajante entre el que detenta el saber-poder se da en el aula como efecto de su presencia en otros niveles del sistema. 

El maestro recibe mensajes contradictorios y paralizantes: sabe y no sabe, es todo y nada. El discurso del Poder le plantea un ideal: el de la madre, el apóstol que da sacrificadamente, Mensaje éste destinado a que el docente se desconozca en su necesidad, no se reconozca como trabajador, no reflexione críticamente, sobre el sistema educativo interiorizándose sobre verdaderas posibilidades de aprendizaje propias y de sus alumnos. planteándose nuevas formas de tarea. Esta organización social-material de la experiencia, de aprendizaje responde a los fines últimos del sistema educativo en tanto instrumento socializador de una sociedad de clases fundada en relaciones de explotación, que necesita de sus integrantes consenso práctico e ideológico. 

Hemos dicho que los modelos de aprendizaje están multideterminados. Esto implica que no sólo surgen de la articulación de diversos factores, sino que también son contradictorios, como lo son nuestras distintas experiencias de aprendizaje. El sistema social que en última instancia las determina está recorrido por contradicciones que se expresan como lucha ideológica en la familia, en la escuela, etcétera. Esa lucha es escenario de nuestro aprender. Por eso nuestros modelos internos no son homogéneos, no incluyen solo los rasgos queden en ellos determina la ideología dominante. Desde una praxis desarrollamos nuestra condición de sujetos cognoscente, capaces de interrogar lo real, de un pensamiento innovador. 

Por eso puede surgir un Paulo Freiré un Enrique Pichón-Riviére, y por eso sobre todo surgen los miles de hombres y mujeres que se preguntan que es educar, para que y para quién, que se cuestionan los modelos de aprendizaje y vinculo vigentes en nuestra sociedad. Hemos intentado mostrar la existencia y operación de modelos internos de aprendizaje, subyacentes al acto de conocimiento y que, construidos en una trayectoria de aprendizajes, determinan formas de encuentro con la realidad. 

La propuesta de Enrique Pichón-Riviére de aprender a aprender significa esencialmente una revisión de esos modelos. un proceso de progresivo esclarecimiento acerca de los mismos. Propone para ello un instrumento, grupal, porque sólo en un proceso interaccional estos modelos pueden ser confrontados con otros y así acceder a la conciencia. En tanto ellos hacen a nuestra identidad, su revisión provocará una intensa movilización emocional que tiene en el grupo como ámbito y en la técnica de grupo operativo como instrumento de comprensión e intervención psicológica, una posibilidad de contención y elaboración. 

Esta tarea formativa apunta a redimensionar y resignificar nuestra condición de sujetos del conocimiento. 

Bibliografía 

E. Pichón-Riviére, El Proceso Grupal Ed. Nueva Visión. 

G. Bateson, Pasos hacia una ecología de la mente Ed. CarIos Lohle. 

P. Freire, Por una pedagogía de pregunta, Sao Paulo, 1985. P, Freire, Pedagogia del oprimido, Ed, Siglo XXI. lDIE, El autoritarismo en la educación Ficha Ediciones Cinco, 1985. 

J. C. Tedesco, "Ideólogía y Educación", Revista Los. Libros. 1972. 

Ana P, de Quiroga, Matrices dr Aprendizaje. Ficha Ediciones Cinco, 1985. 

A. Lapierre, El cuerpo y el inconsciente, Ed. Científica Médica, Barcelona, 1980. 

B. Cousinet, Pedagogía del Aprendizaje, Ed. Miracle. Notas para el seminario "Proceso educativo en .Paulo Freire y E. Pichón.-Riviere", .a cargo de Paulo Freiré y Ana P- de Quiroga, realizado en San Pablo, Brasil, el 21. y 22 de septiembre de 1985. 

No hay comentarios: