Autoras/es: Juana Manuela Gorriti
(Fecha original del artículo: Febrero 1875)
"Porque siendo el objeto de esta asociación acoger y aclimatar toda idea nueva que, en la ciencia, en la literatura o en el arte, tienda a elevar el tono moral del individuo y de las sociedades, debe serlo también, combatir las aberraciones y las falsas ideas que se apoderan de ellas, apoyadas por el prestigio de la costumbre, de la moda; y a veces sancionadas por la aparente necesidad de progreso. Hablo, señores, de ese funesto empeño de enviar a nuestros hijos, en su temprana edad, a educarse en Europa, principiando por sacrificar, de antemano, los sagrados vínculos que unen al hombre con la familia y con el país natal.
Lejos está de mí la idea de que la educación en Europa sea dañosa en general para la juventud americana. (...) Allí está el gran laboratorio de los hechos y de las ideas que marcan el rumbo a la humanidad entera; y el joven americano que va allá a estudiarlos, llevando el corazón y el alma formados ya, retemplados en el amor del hogar y en la severa sencillez de las costumbres republicanas, alcanzará sin duda, de esa contemplación inmediata, provechosos frutos. No así el pobre niño a quien arrancan un día al calor de la cuna (...) Después, con la ligereza inherente a la infancia, olvídalo todo: madre, familia, hogar. Arrojase en los brazos del primero que le sonríe; entrégale su alma; apropiase las costumbres y gustos del país que habita; se empapa en ideas monárquicas, adquiere hábitos de lujo, de derroche y de sensualismo que lo hacen egoísta; y cuando un día vuelve a la patria, en vez de la santa alegría del regreso, trae el alma lacerada por el dolor de un doble ostracismo: allá, el ostracismo de la nacionalidad; aquí, el ostracismo del corazón. O bien, sediento de fausto, riquezas, de goces a todo trance, a toda costa, conviértese en instrumento de todas las tiranías que se levantan en el suelo americano, y es el resorte de las especulaciones más fraudulentas, audaces y ruinosas."
Fuente: Juana Manuela Gorriti, “Club libertario de Lima”, 4 de febrero de 1875, en Misceláneas: Colección de leyendas, juicios, pensamientos, discursos, impresiones de viaje y descripciones americanas, Buenos Aires, Imprenta de Biedma, 1878, p. 127. Tomado de www.elhistoriador.com.ar
Lejos está de mí la idea de que la educación en Europa sea dañosa en general para la juventud americana. (...) Allí está el gran laboratorio de los hechos y de las ideas que marcan el rumbo a la humanidad entera; y el joven americano que va allá a estudiarlos, llevando el corazón y el alma formados ya, retemplados en el amor del hogar y en la severa sencillez de las costumbres republicanas, alcanzará sin duda, de esa contemplación inmediata, provechosos frutos. No así el pobre niño a quien arrancan un día al calor de la cuna (...) Después, con la ligereza inherente a la infancia, olvídalo todo: madre, familia, hogar. Arrojase en los brazos del primero que le sonríe; entrégale su alma; apropiase las costumbres y gustos del país que habita; se empapa en ideas monárquicas, adquiere hábitos de lujo, de derroche y de sensualismo que lo hacen egoísta; y cuando un día vuelve a la patria, en vez de la santa alegría del regreso, trae el alma lacerada por el dolor de un doble ostracismo: allá, el ostracismo de la nacionalidad; aquí, el ostracismo del corazón. O bien, sediento de fausto, riquezas, de goces a todo trance, a toda costa, conviértese en instrumento de todas las tiranías que se levantan en el suelo americano, y es el resorte de las especulaciones más fraudulentas, audaces y ruinosas."
Fuente: Juana Manuela Gorriti, “Club libertario de Lima”, 4 de febrero de 1875, en Misceláneas: Colección de leyendas, juicios, pensamientos, discursos, impresiones de viaje y descripciones americanas, Buenos Aires, Imprenta de Biedma, 1878, p. 127. Tomado de www.elhistoriador.com.ar
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