Pedagogía General y Pedagogía especial. b) DIVERSOS Y TAMBIÉN DESIGUALES. ¿Qué hacer en educación?

Autoras/es: Stella Maris Torre

La siguiente es una sintesis del pensamiento de Jose Gimeno Sacristán acerca de esta problemática.

(Fecha original del artículo: Julio 2007) 
La escuela progresista, desde opciones que estén en consonancia con la ética y los valores democráticos, tiene que hacer frente al problema de la desigualdad, manifestado en deficiencias y diferencias de la población escolarizada.

Contextualización del problema

§  La diversidad como hecho y la igualdad como aspiración

Educación y Diversidad

o   Articular en su estructura y funcionamiento un doble programa = favorecer la igualdad respetando la singularidad

o   Considerar en el curriculum y su desarrollo el doble reto = Pluralismo como punto de partida y como meta, al lado de la búsqueda de la igualdad en todo aquello que discrimine para la participación de los individuos de los bienes económicos, sociales y culturales.

Ante el panorama fáctico de la diferencia ¿damos más prioridad a la diferencia o a lo que nos une?

o   El lenguaje de la diversidad está amparado en valores de respeto democrático, en la crítica a la cultura dominante. (educación para las diferencias)

o   El lenguaje a favor de un curriculum común integrador, respetuoso con los valores de libertad, de democracia y de algunas diferencias es coherente con el ideal de igualdad (educación homogeneizadora)

Cuando se aborda el principio de la educación para la diversidad hay que aclarar cómo nos situamos ante esas posiciones básicas. Sacristán propone no aceptar un lenguaje abstracto unitario, porque lo importante es saber qué hacemos con las diferencias, con cada tipo de diferencia. “Ahora se está divulgando de forma simplificada un discurso legitimador de curriculum “a la carta”, cuando debajo de este paraguas semánticos anidan peligros muy importantes. Tanto el reconocimiento de algunas diferencias como la anulación de otras han contribuido a la aceptación de principios éticos favorables a la libertad y a la igualdad, así como a la consideración de prácticas sociales de progreso.

§  La diversidad y la autonomía en un marco escolar dado

La experiencia de escolarización en sí misma, por flexible que ésta sea y débil su proyecto “normalizador”, sin autoritarismos, tiene un objetivo socializador inevitablemente unificador que ha sido básico para lazos sociales. La pedagogía no puede/no ha podido quitarse de encima del todo la coacción.

La estructura del SE, el hecho de que la enseñanza se desarrolle en situaciones colectivas, la continuada secuencia a que obliga una escolaridad prolongada, propone e impone a los sujetos una cierta “normlizaciòn” en los tratamientos,ante los que chocarán inevitablemente las singularidades personales.

§  La escuela se “complicó” necesariamente cuando tuvo que enseñar a chicas y chicos, listos y torpes, pobres y ricos

§  Se quiso simplificar cuando expulsó a los “subnormles”

§  Tuvo que volver a asimilar más complejidad cuando una nueva conciencia los trata de “integrar”

§  Separó a los estudiantes por ramas especializadas de enseñanza

§  Los volviò a juntar en aras de una formación polivalente, integrar o de la siemple igualdad social

§  Dentro de las escuelas se separaron en aulas distintas a los buenos alumnos de los retrasados

§  Después se cayó en la cuenta de que esta jerarquización (streaming) no repercutía en una mejor global de todos y además se correspondía con otras segregaciones

Los planos del discurso y de la práctica . 3 niveles de actuación para un proyecto educativo integrador, igualador, que sea respetuoso con las (ciertas) diferencias

§  Una estructura en el sistema educativo facilitadora

§  Unos contenidos (currículum) o un proyecto cultural adecuado

§  Unos métodos coherentes tanto con la búsqueda de la razón como de la libertad: las prácticas escolares

Fuente:

Gimeno Sacristán J. 1995. “Diversos y también desiguales. Qué hacer en educación.” Revista del Movimiento Cooperativo Escuela Popular, N° 38/95. España.