Autoras/es: Eduardo Galeano
(Fecha original del artículo: 1987)
La pequeña muerte
No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo
de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos
arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que
pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del
abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos
nos empieza.
Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.
Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario