Autoras/es: Luciano Fernandez
Mi nombre es Luciano Fernandez, soy docente de la Escuela 19 D.E. 11.
Escribo, ya molesto, para pedir un espacio en su blog donde pueda
responder, una vez más, al insistente ego de este señor Diego Lopez
Curky, quien anda buscando por todos los medios palmaditas en la espalda
y reconocimiento, sin más que ponerse en el lugar de victima y cargando
la web de mentiras.
Adjunto la carta que hicimos docentes de la Escuela en respuesta a la nota "Escribir desde el armario del aula".
Adjunto la carta que hicimos docentes de la Escuela en respuesta a la nota "Escribir desde el armario del aula".
Diego: Pediste debate sin dar la posibilidad real de hacerlo, sin crear el espacio ni brindar el tiempo adecuado para hacerlo.
No hay posibilidad de debate además, porque hay temas que, creemos, no pueden entrar en discusión: no es posible debatir elecciones personales, la vida que cada uno decide (y puede) vivir. No lo hicimos ni lo haremos… aunque para algunos, quienes te apoyan, eso sea "borrarse" o marginarte.
Con algunos de nosotros te has cruzado en sala de maestros en cierta ocasión o en alguna reunión quizá; con otros de nosotros viviste la cotidianeidad del trabajo en el mismo turno, y con algunos más de nosotros ni siquiera compartiste la tarea de este año; pero TODOS nosotros, los que ahora escribimos, creemos saber cómo funciona nuestra escuela.
En "nuestra escuela" están los chicos, las familias, tus compañeros y gratuitamente nos pusiste en "boca de otros" y creemos humildemente, que fue para debatir nada, porque esa nota es un claro sesgo de denuncia… hasta de humillación. Porque todos somos parte de la escuela 19.
Alguien que sabe mucho de escuelas y de gestión dijo que en la 19 se trabaja mucho y muy bien. Eso puede molestarles a algunos, y otros no se lo pueden bancar. Por algo están los "ex 19", quienes se bajaron de la Fragata sin llegar a puerto. No se bancaron la exigencia que no es acoso, no se bancaron el trabajo duro que no es explotación, y menos el asesoramiento y la crítica constructiva que no es ni coerción ni discriminación.
Hay compañeros que ya no trabajan en la Fragata (pero llegamos juntos al puerto y tuvieron que cambiar de "barco"), y siguen siendo de esta tripulación y por eso compartimos los asados, los brindis de fin de año, las salidas y encuentros… y cada vez somos más, aquellos que nos animamos a viajar en esta Fragata que hace honor a su nombre: Libertad.
A diferencia del armario desde donde decís escribir, nosotros lo hacemos desde "un barco", que no puede estar bajo techo ni encerrado. Sino que es para navegar y perderse en la inmensidad del mar, esa es su razón de ser. Y esta inmensidad del mar huele a libertad.
Año tras año, desde hace 100 años, la Fragata se embarca y juntos rumbeamos de puerto a puerto por el amplio mar. Navegamos con viento a favor… Navegamos con viento en contra, en aguas con escollos, en tiempos de tormentas, pero avanzamos… siempre.
En el viaje cambiaron los marineros, el timonel, el capitán, y seguirán cambiando, pero el rumbo es el mismo. Además lo llevamos grabado en las maderas del navío, en el nombre: Libertad. La educación como práctica de la libertad, planteó Freire.
A pesar de lo que todos opinen, nosotros seguiremos navegando, seguiremos participando de la lucha en busca y defensa de la igualdad, de la libertad, transformando la realidad en nuestro buen hacer cotidiano.
Frente a estos mail que circulan solo cabe dolor, tristeza… ya no bronca… eso no dura sino que se convierte en más dolor y en algún punto en impotencia. Porque en tiempos en que más unidos tenemos que estar frente a quienes quieren acabar con la escuela pública, con el derecho de todos, especialmente de los que menos tienen y más necesitan de la educación, los maestros y maestras nos dividimos y enfrentamos, nos herimos y jodemos con cuestiones que tienen que ver con no hablar de frente. (Realmente no vemos la diferencia entre los vecinos que se denuncian llamando al 0800 y no pueden solucionar cara a cara sus problemas o manifestar sus disgustos, con escribir una nota hablando sobre compañeros y no hacerlo con quienes corresponde, de frente).
Entonces surge la pregunta ¿por qué? o ¿para qué? Solo para el escrache y no para la construcción, para el cambio. Y eso habla de intolerancia, de falta de respeto y sinceridad, de incomprensión, de individualismo, porque estuviste tan pendiente de vos que no te diste cuenta (y te lo perdiste) de lo lindo y privilegiado que es estar en la Fragata.
Grupo de docentes y no docentes del turno mañana y del turno tarde
y docentes que ya no trabajamos más en la escuela 19.
Orgullosos maestros y maestras de la Fragata Libertad.
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