La tragedia en la estación de Once no constituye una casualidad ni un hecho aislado, sino que es consecuencia de años de malversación del sistema ferroviario cuyos responsables son la empresa concesionaria, el gobierno nacional y la burocracia sindical. Estos tres actores se organizan en una asociación con fines de lucro de cuyas consecuencias criminales son víctimas nuevamente trabajadores y trabajadoras que viajan a diario a sus lugares de trabajo, con quienes ya veníamos padeciendo las condiciones de hacinamiento y sufrido una sucesión de accidentes que anunciaran recientemente, con la pérdida de 11 vidas, la evitable tragedia de Once que nadie quiso evitar, a pesar de las denuncias de las organizaciones sociales y los delegados ferroviarios de base enfrentados a la burocracia.
La continuidad desde el menemismo de la política ferroviaria, basada en subsidios que abonan ganancias privadas y la desinversión que garantiza el desprecio por la vida de los usuarios, no ha hecho más que profundizarse vegetativamente en la actual gobierno. La negligencia criminal y la falta de política para el sector no pueden ya seguir siendo negados, menos aun frente a los cientos de heridos y no menos de 50 muertos que hoy lloramos y a cuyos familiares y amigos acercamos nuestra solidaridad y compromiso de luchar por el esclarecimiento de su fallecimiento y el juicio a los culpables.
Rechazamos todo intento de inculpar a los trabajadores ferroviarios por el hecho y denunciamos las versiones hipócritas, las palabras de voceros y ministros que intentan exculpar a los responsables, que han de buscarse en la empresa T.B.A., así como en las consabidas políticas para el sector y los funcionarios nacionales que fueran responsables.
Denunciamos la maniobra del gobierno de intentar deslindar su responsabilid presentándose en la causa como parte querellante. Sus funcionarios deberían ser investigados. El lugar que les cabe en la causa es el de imputados, no el de acusadores.
Denunciamos la triple responsabilidad del gobierno nacional, la empresa concesionaria y la burocracia sindical por el estado de nuestro sistema ferroviario, que se ha cobrado ya demasiadas vidas del pueblo trabajador.
Nuestro compromiso y solidaridad con las víctimas y sus allegados.
Frente a la criminal política actual para el sector ferroviario y un estado que sigue administrando para sus socios de siempre, organización, lucha y creación de otra realidad por y para los trabajadores y las trabajadoras.
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