5 claves para mantener los alimentos seguros (primera parte)

Autoras/es: María Mercedes Rementería
(Fuente original del artículo: Febrero 2012)

Frecuentemente se conocen casos de personas que contraen enfermedades ocasionadas por los alimentos o el agua que consumen. Estas son denominadas Enfermedades Transmitidas por los Alimentos (ETA) y son causadas por consumir alimentos o agua contaminados por gérmenes o químicos tóxicos.

    Las ETA  representan una amenaza para la salud y  afectan principalmente a niños, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad.

   Debido a la cantidad de casos de ETA que se registran en los países de América Latina, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) promueve  la difusión de cinco claves para mantener los alimentos seguros y así evitar el contagio.

Las claves son:

1° Utilizar agua y alimentos seguros para su consumo:

   El agua segura es la que ha pasado un proceso de purificación que la hace apta para el consumo humano. En ese proceso se eliminan microbios y elementos tóxicos, por eso se puede utilizar con confianza para lavar los alimentos y beber.

¿Qué agua es segura?

• El agua hervida, clorada o purificada.

• Agua pura embotellada o agua mineral

• El agua de la lluvia que se junta en tanques perfectamente limpios y donde las aves, insectos, moscas y otros animales no tengan acceso.

¿Qué agua no es segura?

• El agua de los ríos y canales

• El agua del pozo

• El agua servida.

   Un alimento no es seguro cuando su color, olor, sabor o textura están alterados, lo que puede ser un indicador de la existencia de sustancias tóxicas en él. Por eso es importante elegir cuidadosamente los alimentos que se van a consumir.

A la hora de escoger o ingerir un alimento hay que tener en cuenta:

• Que sean alimentos frescos.

• Las carnes, pollo y pescados deben tener consistencia firme y olor agradable.

• Evitar los alimentos en mal estado o en proceso de putrefacción.

• Lavar las frutas y verduras con agua segura antes de preparar las comidas, especialmente si se van a comer crudas.

• Verificar la fecha de vencimiento.

• No comprar productos enlatados cuando las latas están abolladas, hinchadas u oxidadas.

2° Practicar la limpieza:

   Hay que tener presente que tanto la persona que cocina como el lugar donde se va a preparar la comida deben estar bien limpios.

  El lavado de manos es fundamental cuando uno va a manipular alimentos. Es recomendable que este se realice:

Antes de:

• Tocar y preparar alimentos

• Comer o dar de comer

Después de:

• Tocar alimentos crudos (especialmente el pollo, pescado y carnes)

• Ir al baño a orinar o defecar

• Cambiar pañales

• Sonarse la nariz

• Tocar basura, trapos o superficies sucias

• Haber tocado algún químico (incluidos los productos de limpieza)

• Jugar con mascotas

     En cuanto a las superficies donde se cocina es elemental que se encuentren limpias y desinfectadas.

   Los recaudos que hay que tomar son:

• Lavar con agua, detergente y esponja

• Enjuagar con agua segura.

• Dejar secar los utensilios o usar un paño seco limpio

• Desinfectar las tablas de cortar y los utensilios (cuchillos, tenedores, cucharas, etc.) que hayan estado en contacto con carne, pollo o pescado crudos.

• Limpiar y secar los utensilios de limpieza, ya que los microbios se reproducen rápidamente en los lugares húmedos.

3° Separar carnes, pollo y pescado crudos del resto de alimentos

    Separar las carnes de los otros alimentos evita la contaminación cruzada. Esta se produce cuando se transportan microbios de un alimento, superficie o utensilio a otro.

    Las carnes rojas, pollos y pescados crudos son un importante receptáculo de microbios peligrosos y si por ejemplo, se  toca pollo crudo y después se toma una manzana las manos están transportando gérmenes y contaminando la fruta.

¿Qué medidas hay que tomar con las carnes, pollo y pescado crudos?

• Separarlos de los demás alimentos, incluso en las bolsas de las compras para evitar que sus jugos contaminen alimentos que se vayan a comer crudos.

• Utilizar recipientes y utensilios distintos para manipular las carnes y secarlos antes de preparar en ellos otros alimentos.

• Guardar la comida en recipientes tapados para evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocidos.

• En la heladera hay que guardar los alimentos cocidos en el estante superior y las carnes crudas en el estante de abajo para evitar que sus jugos se derramen sobre los alimentos ya cocidos.

• Los trapos que hayan estado en contacto con los alimentos crudos no deben tocar otros alimentos ni ser usados para limpiar superficies.

• Separar los alimentos frescos de los viejos.

• Lavarse  las manos después de manipular alimentos crudos, especialmente carnes, pollo y pescado.

   Las otras dos claves son cocinar completamente los alimentos y mantenerlos a temperatura segura. Las mismas serán abordadas en profundidad en la segunda parte.

   Como cierre de esta primera parte es importante decir que la OPS fomenta desde hace unos años el tratamiento del problema de las ETA y la difusión de las cinco claves para consumir alimentos seguros en las escuelas primarias de América Latina.

   El objetivo es lograr que los chicos aprendan y sean trasmisores de las buenas prácticas a sus familias.

   El trabajo debe hacerse mediante el uso de un lenguaje sencillo para que los niños comprendan claramente cuáles son los recaudos que hay que tener a la hora de manipular y consumir los alimentos.

   Las escuelas primarias resultan ser escenarios propicios para motivar a los chicos a adoptar estilos de vida saludable.

Fuente: Manual “LAS 5 CLAVES PARA MANTENER LOS ALIMENTOS SEGUROS” INCAP/OPS/OMS