Autoras/es: Anónimo
Para que se vea el ingenio de este astuto ciego, contaré un caso de los muchos que con él me acaecieron, en el cual me parece dio bien a entender su gran astucia.
Cuando salimos de Salamanca, decidió venir a tierra de Toledo. Porque decía que la gente era más rica, aunque no muy limosnera. Se acogía a este refrán: "Más da el duro que el desnudo"... Acaeció que, llegando a un lugar llamado Amorox al tiempo que cogían las uvas, un vendimiador le dio un racimo de ellas en limosna. Y como suelen ir los cestos maltratados, y también porque la uva en aquel tiempo está muy madura, se le desgranaba el racimo en la mano y si se lo echaba en el fardel se tornaba mosto.
(Fecha original del artículo: s/d)
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