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jueves, 1 de diciembre de 2016

Abusos a chicos sordos

Frente del Instituto Antonio Próvolo (Delfo Rodríguez).
Frente del Instituto Antonio Próvolo
(Delfo Rodríguez)

"A mi hijo lo obligaron a tener sexo oral con otro alumno"


Autoras/es: Roxana Badaloni para Clarín
Conmoción en Mendoza
Lo relató la madre de una de las víctimas de los sacerdotes del Instituto Próvolo. Contó que presentó la denuncia en 2008, pero la causa nunca avanzó. Hay más casos...
(Fecha original del artículo: Noviembre 2016)
Las historias de violaciones, abusos sexuales, cambios de conducta y temor de chicos hipoacúsicos, que concurrían al Instituto Antonio Próvolo de Mendoza, aparecen a borbotones. En la puerta del colegio de Luján de Cuyo, en el Gran Mendoza y en el ingreso a la Fiscalía 11 de Luján, las familias narran sus historias tenebrosas. Sienten pesar y mucha culpa por haberlos internado en un colegio católico para superar una discapacidad y enterarse que vivían un verdadero infierno.
Frente del Instituto Antonio Pròvolo (Delfo Rodríguez).
Frente del Instituto Antonio Pròvolo
(Delfo Rodríguez)
El fiscal Fabricio Sidoti cree que pueden llegar a 60 las víctimas, de acuerdo a los testimonios recabados. Muchos chicos ya no concurren a este colegio porque sus padres los retiraron ante los cambios de conductas y retrocesos en el aprendizaje que presentaban.
Dos curas y dos empleados, un administrativo y un celador, están detenidos. Hay un quinto hombre demorado en sede judicial. Es el jardinero, quien también está acusado y podría quedar en prisión preventiva. De los sacerdotes, el de mayor poder en la institución, el italiano Nicolás Corradi (82), arrastra denuncias de abuso sexual a niños desde 1984, en Verona, Italia. 
Horacio Corbacho, uno de los curas detenidos.
Horacio Corbacho, uno de los curas
 detenidos.
Su caso fue presentado por una red de víctimas en Washington. Fue trasladado a la Argentina para encubrir sus actos aberrantes. El otro cura detenido es Horacio Corbacho (56), primer sacerdote egresado de La Compañía de las Hermanas de María, una orden religiosa para hipoacúsicos con sede en La Plata, al que pertenece este colegio.
El Instituto Próvolo está bajo la supervisión de Enseñanza Privada de la Dirección General de Escuelas del gobierno mendocino, donde la madre de una víctima hizo una denuncia en 2008 y nadie actuó. "A mi hijo lo obligaron a tener sexo oral con otro alumno, mientras los curas y el celador miraban", contó Cintia, una de las madres denunciantes. El alumno, que entonces tenía 11 años y ahora 20, pudo relatar esa vejación en un dibujo que hizo en su casa.
En 2008, esta familia también denunció el caso a la Fiscalía 11 de Luján, sin ningún avance. Un ayudante de la fiscal Mercedes Moya escuchó la declaración de la madre de la víctima pero el expediente quedó paralizado. Ahora el jefe de los fiscales, Alejandro Gullé, pidió conocer qué ocurrió con esa denuncia previa. "Los chicos eran sacados a la noche de sus cuartos y les daban algún sedante para que no presentaran resistencia", detalló Cintia. Y contó el cambio de conducta inmediato que presentó su hijo: "Estaba agresivo con nosotros porque lo dejábamos en el colegio, se hacía cortes en los brazos y las piernas, y comenzó a pensar que era gay". La mamá dijo en una entrevista con La Red Mendoza que, según pudo contarle su hijo, uno de los abusadores era Jorge Bordón, el empleado administrativo que se vestía de monaguillo en las misas.
De acuerdo con los testimonios, el sitio donde ocurrían los vejámenes lo llamaban El lugar o la casita de Dios, un cuarto donde llevaban a los alumnos, que estaba ubicado atrás del predio donde se dictaban las clases. Algunos estudiantes regresaban a sus casas todos los días y otros residían allí. Las víctimas eran los chicos internados, de entre 5 y 12 años. Hijos de familias con escasos recursos o que venían de lugares alejados, incluso de otras provincias. “Cuando el personal se retiraba, los chicos quedaban a merced de los curas y el personal administrativo”, contó uno de los investigadores. Los delitos que se investigan son violaciones, manoseos, maltrato físico y sexo oral a varones y niñas.


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