Autoras/es: Eduardo Galeano
(Fecha original del artículo: 1987)
Celebración del silencio/2
El cantor Braulio López, que es la mitad del dúo Los
Olimareños, llegó a Barcelona, llegó al exilio.
Traía rota una mano.
Braulio había estado preso, en la
cárcel de Villa Devoto, por andar con tres libros: una biografía de José Artigas,
unos poemas de Antonio Machado y El principito, de Saint-Exupéry. Cuando ya estaban
por liberarlo, un guardián había entrado en su celda y había preguntado:
- Vos sos el guitarrero?
Y le había pisado la mano izquierda con
la bota.
Le ofrecí una entrevista. Esa historia
podía interesar a la revista Triunfo. Pero Braulio se rascó la cabeza, pensó un
rato y dijo:
- No.
Y me explicó:
- Esto de la mano se va a componer,
tarde o temprano. Y entonces yo voy a volver a tocar y a cantar. Entendés? Yo
no quiero desconfiar de los aplausos.
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