Autoras/es: Delia Sisro
Somos Delia Sisro y Verónica Fulco, delegada y subdelegada de Contratados de UTE. Solicitamos el mismo espacio otorgado a la Carta abierta (anónima) para publicar la respuesta de 15 trabajadores que representamos a la mayoría.
4 de septiembre de 2011
A la Comunidad del Colegio Sarmiento en respuesta a la Carta abierta enviada por un sector minoritario de la Planta Transitoria
La mayoría de los integrantes de los Trabajadores de la Planta Transitoria del Sarmiento, que con nombre apellido y documento firmamos al pie, nos vemos obligados a responder conceptos de la lamentable nota enviada por algunos compañeros, plagada de falsedades y deformaciones:
1) Creemos en la agremiación y en la importancia de los sindicatos. Desde hace largo tiempo veníamos considerando la posibilidad de sindicalizarnos pero como el proyecto en el que trabajamos no tiene aún replicabilidad en el sistema educativo y sólo tiene lugar en un solo colegio, el Sarmiento fuimos inicialmente manteniendo charlas informales con la UTE para luego afiliarnos. Este hecho se vio demorado por la circunstancia de que fuimos estafados ya que nunca nos avisaron que se convocaba a la elección de delegados producto de la cual se nombró arbitrariamente a Mariano Repossi y Valeria García. Las elecciones tuvieron lugar en el mes de enero, en pleno receso escolar.
Estos dos delegados son fraudulentos, los desconocemos como tales y no nos consideramos nunca representados por ellos. Por eso mismo, hemos recurrido al delegado de la UTE en la escuela, el Prof. Enrique Feijóo, manifestándole nuestra honda preocupación por el proceder de un grupo minoritario de compañeros del turno tarde. Es escandaloso que ante el fraude digan: Creemos que podemos habernos equivocado al realizar una elección siendo sólo aproximadamente la mitad de los precarizados del Colegio.
2) Se anularán las elecciones y se convocará nuevamente en los próximos días. Aclaramos en este punto que el 20/9 hubo elecciones y que nuestra lista ganó por 15 votos contra 7 en blanco que representan al sector minoritario.
3) En aras de la buena fe, creemos que los compañeros están mal informados: todo el equipo está sindicalizado.
4) Nosotros trabajamos por el cargo pautado: Ayudantes de clase y Coordinadoras en las horas acordadas para un proyecto que tiene lugar sólo en el Sarmiento, sin antecedentes, y es de público conocimiento que los ayudantes trabajan el turno completo desde hace casi 4 años. Así lo necesitó el proyecto en su etapa experimental de idas y venidas. Eran los recursos con los que se contaba y había que sostener el proyecto contra viento y marea, garantizar el trabajo con los chicos y exhibir logros para que año a año, en las distintas gestiones, nos siguieran apoyando. Este proyecto no cuenta aún con una resolución que deje sentado que la figura del ayudante está pensada como un cargo. Aquí habrá que dar una pelea a futuro de orden salarial, pero no podemos restarle horas al trabajo porque debilitaría el proyecto justamente en una etapa tan importante como ésta en la que hay que mostrar lo bueno que ha sido para los chicos y docentes y así pelear por su institucionalización y replicabilidad a escala del sistema.
5) El equipo de apoyo y la figura del ayudante de clase fueron convocados esencialmente para dar apoyo a los chicos, ayudarlos a estudiar, a pensar, a tener una mirada crítica sobre el mundo que habitan, a cobrar lentamente autonomía, a conversar con ellos para sostenerlos en otros aprendizajes extraescolares fundamentales para sus vidas. Y esto es trabajar indudablemente por la transformación. Lograr pasar de año es fundamental en las vidas laceradas de muchos chicos, pero no es un pasar sin más. No se trata meramente de una meta cuantitativa: se trata de sostener su escolaridad, de mejorar su autoestima. Trabajamos junto a los docentes con diferentes modalidades desde hace casi 4 años a la mañana y a lo largo de este año quienes nos incorporamos en 2011. No es sencillo, los condicionantes sociales complican la tarea.
6) Mantenemos con los docentes del colegio una excelente relación de respeto y de colaboración. Porque de esto se trata el proyecto. Sabemos que los autores de la Carta a la comunidad han tenido varios conflictos con docentes de la Planta orgánica funcional. Hay notas y reclamos orales presentados que denuncian actitudes de soberbia y maltrato a los docentes.
7) Dicen los compañeros: Se suspendieron las reuniones de equipo y ahora se nos asignan funciones unilateralmente. Además, muchas de esas funciones son imposibles de cumplir durante nuestra responsabilidad horaria. Quienes trabajamos 30 hs. hacemos un acompañamiento a 50 chicos, quienes trabajan 15 hs. realizan el seguimiento de 14 alumnos y en una sola asignatura, lo que representa una proporción menor, absolutamente posible y realizable. Este reclamo atenta contra el buen desempeño del proyecto y contra las condiciones de trabajo de los demás compañeros del equipo, así como con la disponibilidad que el equipo puede tener de cara a las necesidades de los profesores y preceptores de la POF y de los mismos estudiantes.
Por otro lado, las funciones que cada uno debe llevar adelante no deben ser recordadas de modo permanente, sino cuando se opera algún cambio en las tareas. Los adultos responsables suelen saber y tener presente para qué trabajo se los contrató. Hay un sinfín de otras tareas -además de las clases de apoyo a los chicos-, todas igualmente necesarias, que también llevamos adelante desde el Equipo de Fortalecimiento. Sin embargo, quienes firmaron la Carta están eximidos de dichas responsabilidades que nosotros asumimos como parte de compromiso con el proyecto.
8) Asimismo, se han realizado reuniones de equipo oportunamente y hace pocas semanas se los volvió a invitar -por escrito- a una nueva reunión. Nadie ha respondido a dicha convocatoria. La reflexión es fundamental para el crecimiento de un proyecto, pero debe ir estrechamente ligada a una práctica, debe ser una praxis y debe estar apoyada en el compromiso con el proyecto, en la confianza mutua, en la responsabilidad. Sin estas condiciones, la comunicación -en su sentido de hacer común, de poner en común- es imposible. No obstante, hay quienes sostuvimos ciertas esperanzas de diálogo hasta hace relativamente muy poco.
9) No se comprende qué reclaman los compañeros en lo que hace a sus funciones dentro del proyecto. ¿Quién les impide llevar adelante una pedagogía crítica y liberadora, por establecer nuevos pactos que permitan refundar relaciones dialógicas obstruidas, esperanzas caducas, ambas imprescindibles para darle sentido a nuestras prácticas educativas cotidianas? ¿Acaso aunque se trabaje con uno, dos, diez o treinta no se puede innovar en los modos de transmitir los contenidos? Los compañeros parecen ser parte del coro que sostiene que con estos chicos no se puede, adelantando el fracaso.
10) Rechazamos categóricamente la precariedad laboral como forma de contratación. Pero les recordamos a los compañeros que ustedes ingresaron hace muy poco y muchos de nosotros vamos por los cuatro años. Trabajaremos por la estabilidad, pero sobre todo, por la replicabilidad del proyecto en el sistema educativo que es lo que ayudará a la estabilidad y al ingreso en el estatuto para ser parte de la POF. Hoy se discute en los sindicatos la efectivización laboral de trabajadores de los distintos programas de plantas transitorias de la Ciudad que llevan muchísimos años de precarización. Hay programas que tienen 20 años o más. No queremos esperar ese tiempo para ver nuestras demandas de estabilidad satisfechas pero nos parece (y por eso confiamos en que seremos efectivizados en corto plazo) que éstas van de la mano de la demostración de la efectividad del proyecto a la luz de los objetivos que el mismo se propuso alcanzar.
11) Así como rechazamos la precariedad laboral, también decimos que hay muchísimos docentes suplentes, interinos con años de docencia con riesgo de perder sus horas en cualquier momento, o incluso quienes toman temporariamente módulos institucionales. Y esta situación no los lleva a la protesta obstructiva, a trabajar necesariamente sin conciencia y sin propuestas innovadoras. De hecho los módulos institucionales nacen para que los docentes propongan ideas alternativas a las tradicionales y se cobra menos que una hora cátedra común. Esto tampoco se condice con el Estatuto Docente y se avala, siendo que abarca a todo el sistema.
12) En cuanto al punto que refiere al ausentismo del Equipo de Fortalecimiento y de acudir a voluntarios cuando se trata de largos periodos, decimos que es absolutamente falso y avieso el modo en que lo plantean. No somos objeto de ninguna persecución laboral cuando debemos ausentarnos. Solo que por tratarse de un proyecto que aún no ingresó en el Estatuto, y que por eso mismo no contamos con sistema de suplentes, para no perjudicar a los chicos acordamos desde el principio, hacer un esfuerzo entre todos para convocar a voluntarios que quieran dar una mano y tener una práctica docente. Y no solo en caso de ausentismo sino también para reforzar los periodos de mayores necesidades. De hecho sabemos que varios de los docentes del ex curso integrado, dada su militancia en los barrios, ofrecieron recurrir a maestros alfabetizadores para que colaboren. Esto es parte del compromiso que tenemos con el proyecto. De hecho se acaba de firmar un convenio entre el Ministerio de Educación de la Nación y la UBA para reforzar el sistema de voluntariado de las distintas facultades para colaborar con la educación pública.
13) En cuanto a la afirmación: los docentes fuimos presionados para comenzar a trabajar el primero de febrero planteado en el marco en que lo plantean es una distorsión más. Nadie nos presiona ni pone condiciones. Son intercambios que tenemos y luego el equipo decide. Cuando hay demasiados alumnos con riesgo de repetir y necesitan de nuestro trabajo lo hacemos a conciencia, no a presión.
14) Siempre hemos trabajado con amplia libertad, hemos sido escuchados y respetados por la Conducción del Colegio Sarmiento. Una conducción con la que a veces podemos disentir, no acordar, como en todo quehacer humano, pero de la que rescatamos su trabajo, compromiso y preocupación por el bienestar de todos.
Para terminar, les pedimos disculpas por sacarles tiempo, pero si todos somos parte de la comunidad educativa del Sarmiento, y trabajamos por una escuela mejor y más justa, no pueden quedar al margen de estos tristes debates.
Los trabajadores del Sarmiento repudiamos la carta difamatoria, anónima, que busca solo tirar por la borda los proyectos alternativos y contraculturales y a su impulsora y responsable máxima, Roxana Levinsky. Rechazamos su contenido y su metodología goebbeliana del “miente, miente que algo quedará”. No hay ninguna razón para esconder la identidad, sobre todo si se tiene el amparo sindical para no perder las fuentes de trabajo. Salvo que no se atrevan a firmarla por el grado de deformación y mentira que exhibe.
Esta carta de clara intención difamatoria, que apunta a socavar la autoridad de la conducción fue enviada a los docentes de la escuela, a distintos programas del Ministerio de Educación del GCBA, a distintas instituciones y personas de prestigio, y lo que es más increíble, a las autoridades máximas del Ministerio de Educación de la Ciudad que deben año a año librar partidas para sostener estos proyectos que benefician a cientos de chicos en su mayoría de la Villa 31 entre otros. Además de querer debilitar y desprestigiar estos proyectos de reconocimiento en la Argentina y en Latinoamérica, pone en riesgo nuestro trabajo. Esa carta abierta anónima golpea mientras los que la escribieron permanecen cómodamente ocultos; destruye, mientras los que la escribieron no ponen el cuerpo para defender el cambio de la escuela en las aulas; parece denunciar, pero se dirige al poder de turno y busca su apoyo a cualquier precio. Creemos que hay que defender el derecho de TODOS los trabajadores, y no los de unos a costa del de otros. También creemos que hay que actuar con responsabilidad y con grandeza tanto para defender esos derechos como para defender los derechos de los alumnos. No vale todo. Un golpe no es loable, un golpe por la espalda, menos. El cambio no se produce solo a martillazos. Hay que destruir pero también hay que saber construir, crear, reparar, dialogar, curar... Por eso reivindicamos los proyectos en los que trabajamos, reivindicamos el derecho como mayoría a elegir nuestra representación sindical, y a ser escuchados, reivindicamos la política y la educación como aquellas prácticas comprometidas y transformadoras con los que deseamos trascender intereses meramente personales o sectoriales.
Delia Sisro, DNI 24.624.425
Veronica Fulco, DNI 25.989.379
Carolina del Cerro DNI 26.887.110
Ignacio Gago, DNI 30.366.809
Fernández Santiago Joaquín, DNI 32.244.159
Hernán Rustein, DNI 33.597.186
Verónica Barrionuevo, DNI 29.043.008
Brenda Sigalovsky, DNI 33545833
Julieta Messina, DNI 92.491.143
Santiago Suarez DNI 31529498
Mariano Toledo DNI 26591413
Agustina Alvarito DNI 32760463
Yanina Chama, DNI 32023450
Cristian E. Valenzuela Issac, DNI 33.692.414
Veronica Lozano, DNI 32.342.691
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