Autoras/es: Zoraida Portillo (*)
Niño con inflamación aguda por Chagas en el ojo derecho, producida por la picadura de vinchuca CDC |
(Fecha original del artículo: Diciembre 2010)
Así lo sugiere un modelo computarizado que ideó un equipo multidisciplinario de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, para evaluar desde una perspectiva social el impacto económico de una potencial vacuna contra el Trypanosoma cruzi, parásito causante de la enfermedad.
El modelo, que fue programado para analizar diversos escenarios, arrojó que la vacuna podría “pagarse sola”, ya que incluso si se vende a muy alto precio (US$50), generaría ahorro para el comprador en comparación con el costo promedio del tratamiento.
Dicho costo es de aproximadamente US$1.000 anuales por paciente o unos US$11.000 a lo largo de su vida, pues en su forma crónica esta enfermedad causa cardiomiopatías años después de la infección.
Según el estudio, para que la vacuna sea rentable no necesitará proporcionar cien por ciento de protección.
“Incluso una vacuna con muy baja eficacia (25 por ciento) y un costo menor a US$10 —que es el precio promedio de las vacunas contra otras enfermedades en Latinoamérica— aplicada en un escenario de infección relativamente bajo (uno por ciento), ya estaría ahorrando costos”, explicó a SciDev.Net Bruce Y. Lee, profesor asistente de Medicina, Epidemiología e Informática Biomédica de la referida universidad y autor principal del estudio.
Según la Organización Mundial de la Salud, 16 a 18 millones de personas están infectadas con Chagas en América Latina y otras 100 millones están en riesgo. Se estima que el 30 por ciento de las cardiopatías en Brasil y el 20 por ciento en Colombia son resultado de la enfermedad de Chagas.
El desarrollo de una vacuna contra esta enfermedad se encuentra aún en fase preclínica, probándose en ratones y otros roedores.
“Comprender a fondo el potencial económico y los beneficios sociales de una vacuna contra el T. cruzi puede ayudar a guiar su inversión, desarrollo, orientación y aplicación, ayudando no sólo a los científicos que están desarrollando la vacuna, sino también a los fabricantes, formuladores de políticas y otros tomadores de decisiones”, señaló Lee.
El investigador agregó que uno de los objetivos del estudio era “mostrar cómo los cambios en el precio de la vacuna podrían afectar el valor económico de la misma, lo que puede ayudar a negociar los precios entre sus fabricantes, los cooperantes o terceras partes contribuyentes y otros compradores”.
“También puede ser útil para construir modelos económicos durante el desarrollo temprano de la vacuna, antes de que se tomen decisiones esenciales y cuando aspectos importantes de la vacuna aún pueden ser modificados”, dijo.
(*) para SciDev.Net —la Red de Ciencia y Desarrollo – quien, según su sitio oficial, es una organización sin fines de lucro dedicada a brindar información confiable y autorizada sobre ciencia y tecnología para el mundo en desarrollo.
Enlace al artículo completo en PLoS Neglected Tropical Diseases (en inglés).
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