En Pizarras y Pizarrones hemos desarrollado un trabajo de campo cuyo objetivo es analizar las preferencias en lecto-escritura de nuestros lectores, así como las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Les hemos pedido su colaboración para completar una pequeña encuesta anónima que como máximo les insumiría 10 minutos. Agradecemos su participación! La encuesta cerró el 31-08-17 y en unos pocos días publicaremos sus resultados...

miércoles, 13 de junio de 2012

OÍDOS SORDOS


Autoras/es: Déborah Tannen
(Fecha original del artículo: Septiembre 1991)(*)

¿Quién habla más, los hombres o las mujeres? La solución a esta evidencia aparentemente contradictoria la encontramos diferenciando lo que yo llamo el habla pública y el habla privada. Muchos hombres se sienten cómodos en "el habla pública", mientras que en general las mujeres prefieren "el habla privada". Otra manera de expresar esta diferencia es hablar de conversaciones afectivas y conversaciones informativas.
Para la mayoría de las mujeres, el lenguaje de las conversaciones es primariamente un lenguaje de rapport (relaciones): una manera de establecer vínculos y negociar relaciones. Ponen el énfasis en mostrar similitudes y compartir experiencias. Desde la infancia, las niñas critican a sus pares cuando éstas tratan de aparecer como mejores que las demás. Las personas sienten en general que sus vínculos más estrechos son los de su casa, o los de aquellos lugares donde se sienten como en casa (habitualmente con una o con pocas personas con las que se sienten muy cómodas y de las que están muy cerca afectivamente). En otras palabras, se trata de las conversaciones privadas. Pero aun las situaciones más públicas pueden ser abordadas como si se tratase de una conversación privada.
Para la mayoría de los hombres hablar es una manera de preservar su independencia y de negociar y mantener su estatus en un orden social jerárquico. Logran esto exhibiendo sus conocimientos y habilidades y logrando atrapar el centro de la atención a través de actividades verbales tales como contar anécdotas y chistes e impartir información. Desde niños, los hombres aprenden a utilizar su discurso como un modo de atrapar y mantener la atención de los demás. Por eso se sienten más cómodos hablando en grupos grandes, con personas a quienes conocen menos. Se trata del habla pública, en su sentido más amplio. Pero aun las situaciones más privadas pueden ser abordadas como si se tratase de una conversación pública, como si se tratase más de dar información que de establecer un vínculo (…)


(*) Publicado en Revista Clarín el 8/9/91, este fragmento pertenece al libro de Tannen "Tu no me entiendes, publicado por Javier Vergara Editor S.A.


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