El problema de la propiedad intelectual en la investigación científica
(Fecha original del artículo: Abril 2011)
El fundador de Creative Commons, Lawrence Lessig abogó por la flexibilización de las leyes del copyright en el ámbito universitario. Para el prestigioso catedrático, es importante democratizar los contenidos académicos online para que no continúen siendo exclusivos de una elite reducida.
El pasado lunes, uno de los mayores referentes mundiales del movimiento de cultura libre y profesor de derecho de la Universidad de Harvard, Lawrence Lessig disertó ante la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) acerca de los límites al acceso al conocimiento científico a través de internet. Según Lessig, “si bien el foco de atención principal del copyright está depositado en el entretenimiento, la ciencia es un terreno donde la disponibilidad de los contenidos digitales está innecesariamente restringido a un grupo de privilegiados”.
En el mítico lugar donde dos décadas atrás fue creada la World Wide Web, Lessig aseguró que la actual política de copyright es “obsoleta” y si bien debe proteger la propiedad intelectual por ser una herramienta esencial para la creación, “también debe reconocer que la libre circulación de contenidos es el núcleo central de la arquitectura de internet”.
Según el especialista en ciberderecho, la mayoría de los recursos científicos que se encuentran actualmente en la web están protegidos. Muchas investigaciones, papers y publicaciones sólo pueden ser consultadas por un grupo reducido de profesores y estudiantes pertenecientes al ámbito universitario. “Para la elite del conocimiento -afirmó Lessig- esos contenidos son abiertos, pero para el resto del mundo no”.
En su lugar, Lessig propuso “flexibilizar” el copyright en el entorno académico. Las restricciones y los precios excesivamente altos de las publicaciones especializadas atentan, según él, contra su “obligación ética” de brindar acceso universal al conocimiento. Para el catedrático, las universidades no deberían ser un espacio restringido sino que, por el contrario, deberían ponerse a la cabeza del movimiento libre y garantizar el alcance masivo al saber. “Ponemos demasiado énfasis ahí donde el copyright es esencial y no prestamos atención a esos contextos, como la ciencia, donde los derechos de autor no son tan necesarios”, reflexionó.
Lessig, junto al profesor del MIT, Harold Abelson, fue uno de los creadores de Creative Commons, una organización sin fines de lucro que aboga por reducir las barreras legales que atentan contra la expresión creativa en el marco de la era digital. Uno de sus mayores logros, fue la elaboración de una serie de licencias de propiedad intelectual abiertas para facilitar la distribución y el uso de contenidos en internet. Inspirados en las políticas de la Free Software Foundation (FSF), las diferentes licencias Creative Commons permiten al autor original dar libertad para citar su obra, reproducirla, crear obras derivadas o cederla libremente o con determinadas restricciones.
En su conferencia, Lessig alabó al CERN por “habernos dado” la World Wide Web y liderar actualmente el SCOAP3, un consorcio formado por laboratorios, agencias de financiación y bibliotecas internacionales que promueven la libre disponibilidad de las publicaciones e investigaciones relacionadas con el campo de la física de altas energías. Para Lessig, “este trabajo tendrá efectos dramáticos a la hora de modificar el debate científico: lograr que no sólo las universidades norteamericanas, sino todos los espacios académicos tengan acceso irrestricto al conocimiento en cualquier parte del mundo”.
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