Autoras/es: Enrique Martínez-Salanova Sánchez
Anselm von Feuerbach. Un delito contra el alma de un hombre
En las memorias de Anselm von Feuerbach, un famoso abogado que estudió el caso de Gaspar Hauser y defendió la teoría del heredero suplantado, se confirma que el «hijo adoptivo de Nuremberg» se convirtió en tema de discusión y debate tanto desde el ángulo filosófico y psicológico como político y moral. El punto de vista importante, desde un punto de vista filosófico es el que destaca el «delito contra el alma», que Feuerbach subraya en su escrito y que constituye una figura delictiva ausente, y al tiempo nueva, cuyas consecuencias psicopatológicas no pueden pasarse por alto.
El autor echa pronto de menos la mención de un delito hasta entonces nunca registrado: el que atenta a fondo contra el alma de un hombre. En el estudio de Feuerbach se constatan dos delitos perpetrados en la persona de Gaspar, el de detención ilegal y el de abandono.
El autor echa pronto de menos la mención de un delito hasta entonces nunca registrado: el que atenta a fondo contra el alma de un hombre. En el estudio de Feuerbach se constatan dos delitos perpetrados en la persona de Gaspar, el de detención ilegal y el de abandono.
El «delito contra el alma es separar a un hombre de los otros seres racionales y de la naturaleza, dificultar su acceso a un destino humano y privarle de alimentos espirituales. Es el más criminal de los atentados puesto que va dirigido contra el patrimonio más auténtico del hombre, su libertad y su vocación espiritual».
En el caso de Gaspar, Feuerbach defiende que fue la privación de la lenta forja educativa, a causa de la soledad, el motivo de su retraso evolutivo. Convencido de que el hombre no nace sino que se hace, se esfuerza en restituir a su pupilo los bienes espirituales sustraídos durante la infancia, para devolverle íntegro y desarrollado a la ciudad.
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