Autoras/es: Stella Maris Torre
(Fecha original del artículo: Dixciembre2008
Desde la sociología, Watzlawick, Berger y Luckmann, Goffman, Bourdieu, entre otros, analizan la percepción y la comunicación como instancias constructivas, como construcción social de la realidad y no como meras constataciones de lo que ocurre, de la realidad externa. En este sentido la realidad no es una, sino que la forman sensaciones, visiones e interpretaciones: los esquemas perceptivos, valorativos y cognitivos incorporados, como diría Bourdieu. Y dice Erving Goffman “el mundo adulto me dará lo necesario para la información social que luego transmitiré sobre mí mismo”[3].
Concepciones preliminares
Goffman, en la misma obra, introduce la categoría estigma. Para definirla, G. diferencia 2 tipos de identidades sociales:
· Identidad Social Real. La categoría y los atributos que de hecho le pertenecen a un individuo.
· Identidad Social Virtual. Caracterización “en esencia” que atribuimos al individuo.
Si el extraño frente a nosotros muestra un atributo diferente que lo convierte en alguien menos apetecible, dejamos de verlo como una persona total y corriente para reducirlo a un ser inficionado y menospreciado. Un atributo de esa naturaleza en un estigma, en especial cuando él produce en los demás, a modo de efecto, un descrédito amplio; a veces recibe también el nombre de defecto, falla o desventaja. Esto constituye una discrepancia especial entre la identidad social virtual y la real.
El autor dice que hay atributos indeseables que son incongruentes con nuestro estereotipo acerca de cómo debe ser determinada especie de individuos. “Estigma”, entonces, estaría haciendo referencia a un atributo –que no tiene nada de negativo en sí- pero en un contexto que lo negativiza se convierte en profundamente desacreditador, en una marca (que puede ser una “deformidad” del carácter, una anomia –excepción a la norma), que tiende a ser naturalizada, dándose, en el estigmatizado, un doble proceso: desacreditado y desacreditable. Este atributo no sólo estigmatiza al que lo posee, sino que puede confirmar la normalidad del otro.
Goffman distingue 3 tipos de estigmas:
1. deformidades físicas
2. defectos del carácter
3. tribales: de la raza, la nación y la religión, susceptibles de ser transmitidos por herencia y contaminar por igual a todos los miembros de una familia.
Sobre qué efectos puede causar el estigma en el estigmatizado, Goffman entiende que la posibilidad central es la vergüenza, que se origina cuando el individuo percibe uno de sus atributos como una posesión “impura”: “Es probable que la presencia inmediata de los normales refuerce esta disociación entre las autodemandas y el yo, pero, de hecho, el individuo también puede llegar a odiarse y denigrarse a si mismo cuando está solo frente a un espejo”.
Como ilustración de un “estigma” cito a continuación un incidente del registro de observación de la actividad en Sala de Espera sobre Malnutrición infantil y juvenil en el Centro de Salud y Acción comunitaria (CeSAC) Nº 7 el 20/08/08:
“Ve (una de las coordinadoras) pregunta si la tarjeta Nº 5, que sostiene que la obesidad es sólo un problema estético para las mujeres, es Verdadera o Falsa
-Porque después tenés problemas de corazón, dice P4
-¿Y algo más? Pregunta Vi (otra de las coordinadoras)
-Porque los compañeros la cargan a mi sobrinita. Le dicen “pelota”, continúa P4”
El igual y el sabio
1. El estigmatizado, en ciertos casos puede descubrir que es el único de su especie y que todo el mundo está contra él
2. Casi siempre, sin embargo, advertirá que existe gente sensible dispuesta a adoptar su punto de vista y compartir con él el sentimiento de que en humano y “esencialmente” normal, a pesar de las apariencias y de sus propias dudas. Tenemos aquí 2 grupos de personas benévolas:
a. Los que comparten su estigma. Entre sus iguales, el individuo estigmatizado puede utilizar su desventaja como base para organizar su vida, pero para lograrlo deberá resignarse a vivir en un mundo incompleto.
b. Las personas “normales”. Goffman los llama los sabios, personas cuya situación especial las lleva a estar íntimamente informadas acerca de la vida secreta de los estigmatizados y a simpatizar con ellos y que al mismo tiempo, gozan de cierto grado de aceptación y pertenencia. Estas personas son marginales ante quienes el individuo con un defecto no necesita avergonzarse ni ejercer un autocontrol, porque sabe que a pesar de su imperfección será considerado como una persona corriente. G. identifica 2 tipos de personas sabias:
i. aquella cuya sabiduría proviene de sus actividades en un establecimiento, que satisface tanto las necesidades de quienes tienen un estigma particular como las medidas que la sociedad adopta respecto de estas personas (por. ej., enfermeras y terapeutas)
ii. aquella que se relaciona con un estigmatizado a través de la estructura social (la esposa del enfermo mental, la hija del ex presidiario, el padre del inválido, el amigo del ciego, la familia del verdugo). Están obligados a compartir parte del descrédito de la persona estigmatizada con la cual los une una relación. En general, la tendencia del estigma a difundirse desde el individuo estigmatizado hacia sus relaciones más cercanas explica porqué dichas relaciones tienen a evitarse o a no perdurar. Asimismo, la relación entre el estigmatizado y su aliado puede ser difícil: la persona que tiene un defecto puede sentir que en cualquier momento es posible un retorno al estado anterior.
Aparecen aquí varias situaciones.
· Normalización ≠ Normificación. Las personas que tienen un estigma aceptado suministran un modelo de “normalización” (mostrando hasta dónde pueden llegar los normales cuando tratan a un individuo estigmatizado como si no lo fuera). La “normificación”, en cambio, es el esfuerzo que realiza el estigmatizado para presentarse a sí mismo como una persona corriente, aunque no oculte necesariamene su defecto.
· Estigmofilia ≠ Estigmofobia. Puede aparecer un culto al estigmatizado cuando la respuesta estigmófila del sabio contraataca la respuesta fóbica del normal.
La carrera moral
Las personas con un estigma tienden a pasar por las mismas
· experiencias de aprendizaje relativas a su condición
· modificaciones en la concepción del yo.
Este proceso de socialización tiene 2 fases, donde la persona estigmatizada aprende:
1. a incorporar el punto de vista de los normales, adquiriendo las creencias relativas a la indentidad propias del resto de la sociedad, y una idea general de lo que significa poseer un estigma particular.
2. que posee un estigma particular y las consecuencias de poseerlo.
El interjuego de estas 2 fases iniciales de lo que G. llama carrera moral crea 4 pautas de socialización importantes, estableciendo la base del desarrollo ulterior y proporcionando un medio para distinguir entre las carreras morales accesibles a los estigmatizados:
Los que poseen un estigma innato y son socializados dentro de su desventajosa situación al tiempo que aprenden e incorporan los estándares antes los cuales fracasan. | Huérfano institucionalizado desde nacido |
Capacidad de una familia o comunidad local, de constituirse en cápsula de su joven miembro. El momento crítico en la vida del individuo protegido, cuando el círculo familiar ya no puede seguir cobijándolo, variará según clase social, lugar de residencia y tipo de estigma, pero en todos los casos dará lugar a una experiencia moral. | Niño con un defecto congénito cuando ingresa a la escuela. |
Los que en un momento tardío de la vida son víctimas de un estigma o advierten que han sido siempre personas desacreditables (esto último implica una reorganización radical de la visión de su pasado). Es probable que tengan un problema especial en re-identificarse y una especial facilidad para la censura. | Impedimentos físicos |
Los socializados inicialmente en una comunidad alienada que deben luego aprender una segunda manera de ser: la que quienes los rodean sienten como la única real y válida. | ¿Nell? |
Otras obras
En otra obra, Goffman[4] introduce la categoría “instituciones totales”, donde se suspende la separación de los “lugares” destinados a dormir, trabajar, estudiar, etc., en las cuales los sujetos “viven” privados del resto de la vida social, como por ejemplo, los internados. Podemos incluir dentro de esta categoría a los internados en ciertas instituciones educativas, y también, a los internados en los hospitales.CONTINUARA
No hay comentarios:
Publicar un comentario