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jueves, 18 de agosto de 2011

GODELIER. REPLANTEANDO LA TEORÍA DE LA RECIPROCIDAD.

Autoras/es: Stella Maris Torre



MÁS ALLÁ DE LA ESPERA DEL INTERCAMBIO. EL FETICHISMO DE LA MERCANCÍA: MARX. EL DON Y LA ESTRUCTURACIÓN DE RELACIONES DE PODER.

(Fecha original del artículo: Abril 2005)

  1. Los principios del fetichismo de la mercancía de Marx[1]

Podemos ver los principios del fetichismo de la mercancía (ver MARX Y EL FETICHISMO DE LA MERCANCÍA) tomando el caso que expone Godelier, esto es, el análisis que hace Marx en relación al oro.
Marx escribía en una época en que el patrón oro asumía las tres funciones de la moneda, esto es, la moneda entendida como equivalente general de las mercancías que circulan en los mercados y como forma primera de riqueza. O sea, la moneda funciona como: a- medida de valor, b- forma de intercambio y c- reserva de riqueza.
La moneda, en la época de Marx, representaba al oro.
Y Marx dice – en la “Crítica de la Economía Política”: como medida de valor, el oro no es más que moneda imaginaria y oro imaginario – esto es, establecemos, creemos que el oro es medida de valor- ; esto es, la elección del patrón oro es arbitraria, podría haberse elegido como patrón cualquier piedra preciosa acumulable o, es más cualquier otra cosa.
No quiero decir que el que haya sido el oro no sea el resultado de una historia concreta, pero esa historia no convierte la elección en menos arbitraria. En resumen, no hay nada intrínseco al oro que lo fuerce a convertirse en patrón de valor, sino que es esa historia particular que una sociedad o cultura ha desarrollado acerca del oro como medida de valor, lo que lo convierte en tal.
(Para hacerlo más claro aún, durante la conquista española en América – que recordemos fue condición de la acumulación originaria del capital – los españoles fundían todos los objetos de oro indígenas porque esos objetos no simbolizaban, para ellos, lo que sí simbolizaban para los indígenas. Donde los aztecas o los incas u otros veían objetos preciosos o objetos sagrados, los conquistadores veían oro. Dónde los nuer veían papel que se volaba con el viento, los ingleses o los mercaderes árabes veían dinero que representaba un valor en oro.)
Que el oro como medida de valor no sea más que moneda imaginaria y oro imaginario es el resultado de una creencia común, de una historia compartida. Esa creencia estaba apoyada en el convencimiento que la moneda tenía un respaldo en oro. Esto es, que cada moneda representaba una milésima parte de reservas acumuladas en oro.
Marx, continúa: la moneda, como medio de intercambio, de circulación, es moneda simbólica y oro simbólico – esto es, representa, sustituye (arbitrariamente), - y como cuerpo metálico, el oro es moneda, o esto es, la moneda es oro real.
O sea, la moneda, los títulos u otros signos monetarios, solo tenían valor en tanto representaban al oro, en tanto funciona como sustituto, como símbolo.
Pero este acto de sustitución, de simbolización debía asentarse en el nivel de la creencia, de la norma de comportamiento, esto es, de que la moneda podía inmediatamente cambiarse en oro.
Por supuesto que, en épocas de crisis esto es imposible, ya que si todos convierten sus billetes en oro, el sistema de desmorona. (recuerden, en otro contexto, porque ya no existe el patrón oro, cuando los argentinos quisieron cambiar sus pesos por dólares, en la creencia de la equivalencia 1 a1).
Por eso, Marx dice: solo se necesita que el oro exista en la imaginación de la gente, mientras que la moneda, circula en el intercambio real de las mercancías y funciona como sustituto, como símbolo, como representación.
Sin embargo, para que este sistema funcione, es necesario entonces que algo sea sustraído de la esfera del intercambio, no circule, que se guarde como tesoro, como bien inalienable.. El oro real, como cuerpo metálico esta atesorado. Aunque nada vale sin el sistema de representación que lo significa, sin la fuerza de la creencia en lo imaginario.
Por eso Marx dice: el valor de las mercancías es un fetiche. (recuerden, las mercancías ocultan el valor del trabajo, la plusvalía). El problema es que la representación es más importante que lo representado.
(Que la representación es más importante que lo representado es claro en el caso de la quema o la veneración de banderas, en el encarnizamiento con el que los misioneros destruían las máscaras o los objetos sagrados para "extirpar la idolatría", que es un tipo de profanación destinada a demostrar que el dios de los misioneros es más importante (Godelier:)

  1. El enigma del don según Godelier. Crítica a Lévi-Strauss

Siguiendo a Godelier en “El enigma del don”, podemos afirmar que la realidad social, esto es, la existencia social de los seres humanos se resuelve a través de la existencia de tres órdenes: lo imaginario, lo simbólico y lo real.
Porque la discusión de Godelier con Levi Strauss radica en la pregunta acerca de si, para construir representaciones más adecuadas sobre las formas de estructuración de la existencia social debe suponerse que lo simbólico prevalece sobre lo imaginario - afirmación de Levi - Strauss - o bien, que las diferentes formas en que los humanos imaginan sus relaciones sociales - las relaciones entre nosotros y con eso que nuestra civilización llama "naturaleza" -, prevalece sobre lo simbólico, porque se materializa en relaciones sociales concretas, esto es, en instituciones y en símbolos que las representan y así, devienen parte de la realidad social.

Aspectos generales[2]
§ Cuando LS realiza la crítica a Mauss, ya había puesto en práctica el postulado de que “la vida social es intercambio y la sociedad se comprende mejor si se la considera como un lenguaje”, desarrollando 2 tesis:
  • El parentesco es fundamentalmente intercambio (de mujeres entre los hombres)

  • De los dos componentes del parentesco, la alianza y la descendencia, es la alianza la que tiene mayor peso y proporciona la clave para poner orden en la diversidad de los sistemas de parentesco, desde los más elementales a los más complejos.

§ En ese momento, vimos que realiza un doble movimiento en relaciòn a Mauss
1. Reconocimiento y ampliación de ciertas tesis de Mauss
2. Sustitución de lo imaginario por lo simbólico
Esto tuvo como consecuencia vaciar de contenido la teoría de lo sagrado elaborada por Durkheim y Mauss en los inicios del S XX, Godelier cita a Descombes: “al sustuituir lo sagrado, nociòn seguramente inquietante, por lo simbólico, concepto aparentemente purificado de todo misterio, la sociología francesa ha creído progresar en la comprensión de su objeto. Pero solicita de lo simbólico servicios que èste es incapaz de aportar.”
Ver, en especial, que el develamiento de las “categorías inconscientes” universales vacía de contenido la idea que la humanidad cambia a través de la historia y las sociedades que la componen.
Pero por otro, lado, dice Godelier,
3. Levi Strauss no presta atención alguna a la distinción establecida por Mauss entre dos dominios de los social: el de las cosas intercambiables y el de las cosas excluidas del intercambio. (ver, al respecto, cómo opera el fetichismo y el orden (las dimensiones) de lo simbólico y lo imaginario.)

La solución del enigma según Lévi-Strauss: los "significantes flotantes"
· Dice Godelier (y su traductor) al respecto: “he aquí pues, los conceptos religiosos de los polinesios desprovistos de todo sentido y reducidos l equivalente de los términos “trasto” y chirimbolo” en legua castellana”
· Las representaciones que no dicen nada V o F sobre el mundo dicen en cambio mucho sobre los hombres que las piensas. Están siempre llenas de significaciones.

El big bang del lenguaje y el origen simbólico de la sociedad
· Mientras Lévi-Strauss plantea, al contrario de Mauss que se trata de buscar el origen simbólico de la sociedad y no elaborar una teoría sociológica del simbolismo, Godelier, adhiere a la propuesta de Mauss, en tanto se interesa por el contenido de las prácticas que están implicadas en el don, tales como las obligaciones durables, el establecimiento de jerarquías, las marcas de deferencia, etc.
· Aún, dice, reconociendo que el ser del hombre no se reduce a su ser consciente y que más allá de él puedan existir principios que actúan permanentemente, invocar a las estructuras mentales inconscientes no resulta para explicar hechos y comportamientos que no se encuentran en todas las sociedades y épocas. Al margen de la acción de las estructuras inconscientes, es necesario alguna otra cosa para explicar las producciones conscientes del hombre.
· A este respecto, la mistificación de Lévi-Strauss sobre la aparición del lenguaje y el orden simbólico de la sociedad es tan mistificación como la que Mauss ve en el valor explicativo de las creencias polinesias.

El postulado de L.S.: la primacía de lo simbólico sobre lo imaginario.
· Godelier discute sobre el status prioritario que Lévi- Strauss otorga a la dimensión simbólica para explicar sistemas de representación, como el parentesco.
· Tanto en LS como en Lacan se da la misma sobrevaloraciòn de lo simbólico en relaciòn a lo imaginario, y la misma tendencia a reducir el pensamiento y la sociedad al lenguaje y al contrato, cuestiones que Godelier no comparte.
· Godelier concuerda con la existencia de 3 órdenes: lo imaginario, lo simbólico y lo “real” que se combinar para componer la existencia social de los seres humanos. Pero la perspectiva que adopta es la inversa: se pueden construir representaciones más adecuadas de dicha realidad a partir de suponer que lo imaginario prevalece sobre lo simbólico. “las diferentes maneras que os hombres tienen de imaginar sus relaciones […] son las que permiten distinguir tanto las sociedades como las épocas […] Sin embargo, lo imaginario […] debe materializarse en relaciones concretas que tomen forma y contenido en instituciones y, por supuesto, en símbolos que las representen y las hagan responderse unas a otras, comunicarse. Al “materializarse” en relaciones sociales, lo imaginario deviene una parte de la realidad social”

El olvido de la cuarta obligación: los dones de los hombres a los dioses y a los hombres que representan a los dioses
· Esta cuarta obligación es mencionada por Mauss
· Pero Mauss reduce los dones rendidos a los dioses al puro sacrificio (influencia que los hombres pretenden ejercer sobre los dioses). Habría que haber tenido tambièn en cuenta que “los dioses son libresde donar o no, y que los hombres abordan a los dioses a partir de una deuda previa, pues de eellos han recibido todas las condiciones de existencia. Falta en este análisis la advertencia del hecho de que los dioses y los espíritus son a priori supriores a los hombres y que los donantes (los hombres) son, en principio, inferiores a los receptores (los dioses)
· Es por esta razón (desigualdad entre hombres y dioses) que la deuda de los hombres para con los dioses, los espíritus de la naturaleza y los espíritus de los puertos constituyó probablemente el punto de partida, la estructura imaginaria que permitió la realización, el desarrollo y la significación de relaciones entre castas y entre clases.
· Todo poder contiene “núcleos del imaginario” que han sido necesarios en el proceso de su formación y reproducción. Ahora bien, lo imaginario no tiene fuerza más que cuando es creencia, norma de comportamiento, fuente de moral. Esta fuerza de la creencia en lo imaginario es la que oculta LS al afirmar la primacía de lo simbólico sobre lo imaginario.
· Ya Mauss advertía que el elemento mitológico “que todavía comprendemos mal, es demasiado poderoso para que podamos hacer abstracción de él”. Ahiora bien, LS consagró parte de su vida al estudio de las mitologías.

Un Mauss olvidado
· Mauss tenía claro que hay riquezas / dones que se intercambian y otras que no. Aunque el énfasis de sus trabajos están en el intercambio, distinguía dos categorías de objetos:
  • los que pueden o deben donarse o intercambiarse y los que no, los bienes alienables y

  • los bienes inalienables.

· Luego de Levi Strauss, esta distinción se borra. A Lévi-Strauss no le interesa, porque para él todos los bienes (objetos, entidades) son equivalentes, dispuestos a ser llenados de significado (son significantes flotantes)

De las cosas que pueden donarse y de las que deben guardarse (Annette Weiner y la paradoja del don)
· Weiner sostiene dos tesis
1. Existen cosas que hay que guardar y no se deben donar (ya expuesto por Godelier)
Aún en las sociedades en las que es posible hablar de una economía y una moral del don, esta no invade todo el campo de lo social. Esto es, existen cosas que no se pueden donar y que se conservan, sean objetos preciosos, ritos, saberes, etc.
· Son estas cosas las que afirman "una serie de identidades y su continuidad en el tiempo.
· Mas aún, afirman la existencia de diferencias de identidad entre los individuos, entre los grupos que componen la sociedad o que quieren situarse unos en relación a otros en el seno de un conjunto de sociedades vecinas conectadas entre sí por diversos tipos de intercambio”. Ahora bien, esas diferencias de identidad no son neutras, sino que constituyen jerarquías y es en el proceso de producción y reproducción de jerarquías en las que la estrategia del donar y la del guardar resultan complementarias.
· A su vez, señala Godelier, aquello que no se dona, sino que se conserva puede concentrar mayor poder imaginario y, en consecuencia, mayor valor simbólico. Otra vez, el tesoro del oro acumulado y la fetichización del poder que de el emana.[3]
2. Importancia de las mujeres y/o de lo femenino en el ejercicio del poder
· Revisión del lugar de la mujer en el sistema de parentesco polinesio. Importancia de los bienes femeninos, bienes producidos por las mujeres y sobre los que tienen derechos: una mujer tiene mayor poder político en tanto hermana que un hombre en tanto hermano, en tanto al poseer estos bienes, está más próxima a los antepasados. Así, no siempre una hermana donada como esposa es equivalente a una esposa recibida en lugar de una hermana.
· Godelier plantea que de la prohibición del incesto resultan tres posibilidades "lógicamente equivalentes" que existen sociológicamente:
1. Los hombres intercambian entre sí sus hermanas - casos que universaliza Lévi-Strauss.-
2. Las mujeres intercambian entre sí sus hermanos - los tetum de Indonesia, los jorai de Vietnam (aún cuando la dominación sea masculina) y otras sociedades
3. Los grupos intercambian entre sí hombres y mujeres -sociedades europeas y la nuestra y sociedades cognaticias de Polinesia, Indonesia, Filipinas, etc.-
§ Lévi-Strauss no solo eliminó abusivamente dos posibilidades lógicas -relegándolas solo al plano de la imaginación "para complacer a las mujeres"-, sino que redujo el parentesco a la reciprocidad, el intercambio, a lo simbólico, dejando de lado todo lo que desborda el intercambio: "la continuidad (imaginaria) en el tiempo, en la sangre, en la tierra, etc.". Esto es, las bases de la estructuración de relaciones de poder.
§ Lo social no se reduce a la suma de las formas de intercambio posibles entre los seres humanos, y no puede por tanto hallar su único origen o fundamento en el intercambio, en el contrato, en lo simbólico. Más allá de la esfera del intercambio existen otros dominios constituidos por los que los hombres imaginan que debe sustraerse al intercambio, a la reciprocidad, aquello que se debe conservar, enriquecer, preservar.
§ Esto no supone que lo social sea la simple yuxtaposición de estas dos esferas: lo alienable y lo inalienable, esto es por la interdependencia de ambas, sino que ambas deben verse también en su autonomía relativa y en su diferenciación.

Para Godelier la fórmula de lo social es doble. Keeping-for-Giving-and-Giving-for-Keeping. Guardar para (poder) donar, donar para (poder) guardar.


Bibliografía referida
GODELIER, MAURICE. El enigma del don. Barcelona, Paidós, 1998. Capítulo 1: “El legado de Mauss”.
LÉVI-STRAUSS, CLAUDE. Antropología Estructural. Buenos Aires, Eudeba, 1961 (edición original en francés: 1953).
MARX, KARL. Contribución a la crítica de la economía política. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1970 (primera edición original en alemán: 1859).


[1] CLASE TEÓRICA DEL 19 DE ABRIL DE 2005 Tema II Tema de la clase: Parentesco
[2] CLASE TEÓRICA DEL 26 DE ABRIL DE 2005 (T6) Tema de la clase: El intercambio, la reciprocidad y la economía del don. Levi – Strauss relee a Marcel Mauss y la discusión de Godelier con Levi – Strauss.
[3] El valor simbólico concentra mayor poder imaginario. El poder imaginario es aquel que está anclado en instituciones, que obliga comportamientos, que sostiene la creencia. (ver el fetichismo de la mercancía)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Más: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article31943

Stella Maris Torre dijo...

Mil gracias, hemos publicado tu artículo de sugerencia en nuestro blog. Ver: Maurice Godelier sobre como nos gobiernan o somos gobernados en http://pizarrasypizarrones.blogspot.com/2011/12/maurice-godelier-sobre-como-nos.html
Saludos!