En Pizarras y Pizarrones hemos desarrollado un trabajo de campo cuyo objetivo es analizar las preferencias en lecto-escritura de nuestros lectores, así como las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Les hemos pedido su colaboración para completar una pequeña encuesta anónima que como máximo les insumiría 10 minutos. Agradecemos su participación! La encuesta cerró el 31-08-17 y en unos pocos días publicaremos sus resultados...

viernes, 27 de enero de 2012

Las calles de Puerto Madero. 13. Julieta Lanteri

1873-1932
Médica y Precursora de los derechos de las mujeres.
Nació en Italia, se especializó en enfermedades psíquicas de la mujer y del niño. Participó activamente en la defensa de los derechos de la mujer. Creadora del primer partida feminista, las sexta mujer médica graduada en el país y la primera italiana en alcanzar un título universitario de Argentina.
Fundó, junto con Cecilia Grierson, la Asociación Universitarias Argentinas.
En 1919 descubrió que la Constitución vedaba el derecho a voto a las damas, pero no la posibilidad de que fueran elegidas. Formó su propio agrupación y se presentó como candidata a diputada nacional. Impulsó junto con Alicia Moreau de Justo un simulacro de votación, que fue objeto de burlas.
Nació en un pueblo del Piamonte, en Italia, el 22 de marzo de 1873 y llegó a la Argentina junto con sus padres, con escasos seis años de edad. En una época en que muy pocas mujeres optaban por los estudios universitarios, ingresó en 1896 a la Facultad de Medicina, sorteando las dificultades que todavía reinaban en la carrera para el género femenino. A los 36 años, cuando era vista como una solterona, Julieta se casó con un hombre 14 años menor y completamente desconocido en los ambientes que ella solía frecuentar. Un ejemplo de aquella trasgresión que fuera una constante en su vida, que la llevó a alinearse a las corrientes librepensadoras de su época. En 1907 se convirtió en la sexta mujer graduada en medicina en nuestro país. Su deseo profesional fue la especialización en salud mental y por  este motivo quiso ingresar a la cátedra de Psiquiatría. Su pedido fue rechazado utilizando como pretexto su condición de extranjera, pero Julieta no se desanimó y además de conseguir la ciudadanía, supo defender sus derechos y logró a fuerza de estudiar las leyes vigentes, concluir que las normas no permitían que la mujer votara pero… no vedaba que fueran elegidas. Eso la lleva a luchar por votar en las elecciones del 23 de noviembre de 1911, lo que logra luego de larga lucha, pues reunía los requisitos para poder emitir su voto. Pero pasarían más de cuarenta años para que el voto de la mujer se convirtiera en un derecho real en todo el país, ya sin necesidad de librar ese tipo de batallas. En 1920 organizó junto con Alicia Moreau de Justo un simulacro de votación femenina en el que participaron más de 4000 porteñas y continuó presentándose como candidata hasta que el golpe militar de 1930 inició el camino de la destrucción de la democracia en la Argentina. Formó el Partido Feminista Nacional y en 1919 se postuló como diputada nacional. “En el parlamento una banca me espera, llevadme a ella”, era su lema. Dos años antes de su muerte todavía continuaba presentándose como candidata. Reclamó, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen, hacer el servicio militar y conseguir así una libreta de enrolamiento que permitiera su incorporación a los padrones electorales. Desempeñó una cátedra de Ciencias Naturales en la Escuela Normal Nº 3 y no contenta con todo lo que de poco tradicional tenía su vida, poco antes de fallecer se inscribió en la Escuela de Aviación. Murió sorpresivamente en la tarde del 23 de febrero de 1932, en un accidente automovilístico en Diagonal Norte y Suipacha, dos días después de asumir la presidencia de la república el general Agustín P. Justo. Algunos autores sospechan que tal accidente podría haber sido intencional.

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