Autoras/es: ENDEPA (Equipo Nacional de Pastoral Aborigen)
(Fecha original del artículo: Julio 2013)
Nueva advertencia sobre la inejecución de la ley
26.160
Presentación
El programa de relevamiento territorial de Comunidades indígenas, fue un
hecho importante del Congreso de la Nación que creó una gran expectativa en los
indígenas de Argentina y un sentimiento de justicia en relación al histórico y
permanente despojo de sus tierras y territorios.
Como la gran mayoría de los ciudadanos que poseen un desconocimiento de las
leyes y normas que les protegen, no todos los aborígenes del país conocen la ley
nacional 26160 con la lucidez de sus dirigentes, porque las leyes no brotan de
sus normas consuetudinarias, ni en su idioma materno comunitario y porque
todavía no hay una conciencia en la mayoría de los legisladores, gobernantes y
funcionarios del derecho y la obligación de la consulta previa, libre e
informada. Pero cuando apareció la ley por todas partes corrió una voz de
aliento como un viento fuerte que sopla, murmurando las bondades de esta norma y
que con esta ley ya no serán más desalojados, ni despojados de sus tierras , ni
maltratados por ella y podrán avanzar en territorios ancestrales.
Los indígenas de Formosa, por ejemplo, tienen 300.000 hectáreas que han
podido recuperar a partir de 1983 en los primeros años del regreso a la
democracia. Pero este total es para más de 50.000 que viven en 180 comunidades
lo cual significa un promedio 1666 ha. por comunidad algunas de las cuales
tienen más de 200 familias habitando en ellas. Mientras que muchas familias no
indígena tienen más de 1000 ha. y hasta 100.000 o 5 grandes empresarios tienen
un total de más de 300.000 ha. Lo cual revela la injusta distribución de la
tierra en esta y en todas las provincias argentinas.
La tierra y los territorios indígenas no se entienden, no se razonan y no
se explican sino los miramos desde los Pueblos Originarios, desde su cultura, su
pensamiento, su cosmovisión y su sentimiento y sentir sobre la madre tierra.
Para el que mira sin ver desde dentro, es tierra no más, nada le dice nada. La
historia hay que escucharla desde adentro para poder entenderla. No hay peor
corte de relación cultural cuando se lo mira al otro desde una mirada
etnocéntrica.
Las naciones indígenas que poblaban estas tierras desde siempre, las que
estaban desde el inicio, las pre-existentes, la raíz primera fueron belleza
original de esta Amerindia y aunque ahora diezmadas por la crueldad colonial,
las que quedan ahí están en sus territorios “siguiendo el largo camino de los
indios”.
El gran Atahualpa así lo entendió en su poema:
“América es el largo camino de los indios,
ellos son estas cumbres y aquel valle y esos montes
callados
perdidos en la niebla y aquel maizal dorado
y el hueco entre las piedras y la piedra desierta,
desde todos los sitios, nos están contemplando los
indios.
Desde todas las altas cumbres nos vigilan ,
ha engordado la tierra con la carne del indio,
su sombra es centinela de la noche de América,
los cóndores conocen el silencio del indio
y su grito quebrado duerme allá en los abismos.
Donde quiera que vamos, está presente el indio.
Lo respiramos, lo presentimos andando sus comarcas.
Quechua, Aymara, Tehuelches, Guarano, Mocoví,
Chiriguanos o Charrúa, Chipcha, Mataco o Pampa
Ranquel, Arauco, Patacón, Diaguita o Calchaquí,
Omahuaca, Atacama, Toconotes o Toba…
desde todos los sitios nos están contemplando los
indios.
Porque América es eso: un largo camino de indianidad
sagrada
entre la gran llanura, la selva y la piedra alta
y bajo la eternidad de las constelaciones.
Sí, América es el largo camino de los indios.
Y desde todos los sitios nos están contemplando.
La Republica Argentina abunda en leyes que defienden la libre determinación
de los Pueblos Indígenas sobre sus tierras y territorios, montañas, cordillera,
montes, selva y sobre su cultura, economía y organización política. Los Pueblos
Originarios de este continente son los pre-existentes, los que están desde el
origen, un sentimiento muy profundo en todos ellos, una frase muy conocida y
mencionada por la sociedad en general. “los indígenas constituyen la población
mas antigua de este continente. Están en la raíz primera de la identidad
latinoamericana” son la raíz de origen. Pero todo este reconocimiento teórico
siempre termina en el incumplimiento de las leyes. Por eso, este trabajo
científico y serio de investigación revela que, de acuerdo al INAI las tareas de
relevamiento solo habrían concluido en un 12,48% de las comunidades relevadas.
Lo cual manifiesta la dualidad del discurso y la mentira como herramienta.
La Iglesia Latinoamericana reunida en Brasil hace unos años, expresa en su
documento de Aparecida: “Los indígenas y afroamericanos son, sobre todo,
“OTROS”, diferentes, que exigen respeto y reconocimiento. La sociedad tiende a
menospreciarlos, desconociendo su diferencia. Su situación social esta marcada
por la exclusión y la pobreza. La Iglesia acompaña a los indígenas y
afroamericanos en las luchas por sus legítimos derechos” (DA 89)
Y por eso es urgente el cumplimiento de esta ley.
29 de julio de 2013
Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA)
Con la adhesión de:
Consejo Plurinacional Indígena
Observatorio de los Derechos Humanos de Pueblos Indígenas (ODHPI)
Red Agroforestal Chaco Argentina (REDAF)
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH)
Instituto de Cultura Popular (INCUPO)
Asociación para la promoción de la Cultura (APCD)
Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) - Equipo Pueblos Originarios
Fundación para el desarrollo en justicia y paz (FUNDAPAZ)
Asociación de Abogadas y Abogados de Derecho Indígena (AADI)
Asociación por los Derechos de los Pueblos Indígenas (ADEPI).
Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH)
Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Secretaría de Relación con
Pueblos Originarios
Fundación de Acompañamiento Social de la Iglesia Anglicana del Norte
Argentino (ASOCIANA)
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) La Matanza
Mesa de Tierras – Orán (Salta)
Oficina de Derechos Humanos – Hijas de María Auxiliadora (ARO)
GACETILLA DE PRENSA
La investigación que presentamos se refiere al programa de relevamiento
territorial de comunidades indígenas, establecido por la ley nacional 26.160,
sancionada a fines del año 2006 y prorrogada a los tres años por la ley 26.554.
El relevamiento consiste en los estudios de determinación de las tierras que
ocupan tradicionalmente las comunidades indígenas con el fin de que se reconozca
su propiedad, independientemente de quienes aparezcan con los títulos en los
registros estatales. Las leyes incluyeron la suspensión de los desalojos
mientras se realice el relevamiento y una asignación presupuestaria de $
60.000.000 para que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) ejecute
las tareas con la colaboración de los gobiernos provinciales.
El estudio presentado da cuenta del escaso nivel de ejecución del programa
en contraste con la alta utilización de los recursos. Ya en el año 2011 el
Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) había advertido el bajísimo nivel
de avance de las tareas, lo que fue corroborado por la Auditoría General de la
Nación (AGN) mediante un informe presentado al año siguiente.
La actual investigación comienza señalando la falta de transparencia en la
información, ya que desde el año 2009 el INAI no presenta ningún informe
detallado del estado del programa y de la utilización de los fondos y en lugar
de ello ha brindado afirmaciones genéricas falsas en donde sostiene que el
programa de relevamiento se ejecutó en un 40 por ciento. Sin embargo, en base a
las respuestas dadas por el propio INAI a requerimientos formulados en base al
decreto de acceso a la información, el informe exhibe el estado de ejecución en
cada provincia determinando que a seis años de la sanción de la ley 26.160 el
relevamiento sólo se ha concluido en una octava parte (12,48 por ciento). “A
este paso” –sostiene el documento- “harían falta otros 40 años más para concluir
con el trabajo”. Un análisis cualitativo muestra una mayor gravedad en los
retrasos ya que en las provincias de más alta conflictividad con los pueblos
indígenas, como Salta, Jujuy, Formosa, Chaco y Neuquén, en donde reside el 65
por ciento del total de comunidades indígenas del país, “el programa de
relevamiento sólo se ha cumplido en un 4,11 por ciento”. Ello permite concluir
que “en las provincias en donde el relevamiento es más urgente con el fin de
proteger derechos en riesgo es precisamente en donde mayores deficiencias y
demoras denota la acción del I.N.A.I.”
Contrasta este bajísimo nivel de ejecución del programa con la elevada
utilización de los recursos asignados. Los fragmentarios e incompletos informes
del INAI dan cuenta de la utilización de por lo menos el 76 por ciento del
presupuesto asignado ($ 45.847.327 sobre $ 60.000.000), con el agravante de que
casi la mitad de esa cantidad ($ 22.329.339) fue transferida por asesoramiento a
la Universidad de Lanús “sin que pueda haberse logrado determinar el carácter y
las circunstancias de contraprestación ya que esta suma ha sido gastada por
fuera de las normas y controles de la administración pública”, hecho que motivó
objeciones de la Auditoría General de la Nación.
En resumen, dada la gravedad que asume la indefinición en materia de
tierras indígenas como origen de desalojos, represión e incluso muertes de
miembros de pueblos originarios, el bajísimo nivel de ejecución del programa de
relevamiento, la alta utilización de los fondos y la ausencia de transparencia,
constituyen un severo cuadro que urge revertir mediante decisiones políticas
adecuadas, adoptadas con la plena participación de los pueblos indígenas
víctimas de esta situación.
Contacto: Kiki Ramírez,
3755-670767
ENDEPA (Equipo Nacional de Pastoral Aborigen)
Centro de Capacitación Integral Juan Pablo II - Ruta Nac. 11 - km.
1180.
(3600) FORMOSA – ARGENTINA Tel: 3704-448-015
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