Autoras/es: Constanza Longarte Especial para LA NACION LINE
Miopía, hipermetropía y astigmatismo son los defectos en los ojos más comunes del ser humano; las bondades de la cirugía con láser.
Documentos relacionados
Aunque todavía no están claros los orígenes de estas patologías, la teoría más fuerte las vincula con aportes genéticos. Por eso, Carlos Salz, subdirector del Hospital Lagleyze, destierra ciertos mitos arraigados a fuerza de repetición: pasar mucho tiempo frente a la computadora o a la televisión no empeora el cuadro. Tampoco la utilización de anteojos correctivos, pues existe la creencia de que cuando se empieza a usar lentes, estos problemas de la visión se acrecientan. "El crecimiento del vicio de refacción no tiene que ver con la utilización de lentes. Hay miopías que progresan y con el uso de anteojos no lo dejan de hacer y otras que no", explicó Carlos Argento, director del Instituto de la visión.
Una intervención poco riesgosa
Para corregir estos defectos existen tres alternativas. El uso de anteojos, lentes de contacto o la cirugía refractiva, que está tomando cada vez más auge gracias a los adelantos tecnológicos, que la hicieron cada vez más precisa.
(Fecha original del artículo: Octubre 2004)
A no preocuparse. No ver el número del colectivo aunque esté a pocos metros de la parada o sufrir con los subtítulos de las películas extranjeras es un problema de muchos. De hecho, cerca del 10% de la población padece alguno de los denominados vicios de la refracción miopía, hipermetropía y astigmatismo-, el defecto visual más común de los seres humanos.
La miopía se define convencionalmente como la dificultad para ver de lejos, mientras que la hipermetropía es el caso inverso, aunque también complica la visión a distancia en casos de vicios altos. El astigmatismo se explica como una diferencia de ángulos en la curvatura de la córnea, lo que produce una distorsión de la imagen, que es percibida como borrosa. Además, en el 80% de los casos esta última afección se puede combinar con alguna de las otras.
La miopía se define convencionalmente como la dificultad para ver de lejos, mientras que la hipermetropía es el caso inverso, aunque también complica la visión a distancia en casos de vicios altos. El astigmatismo se explica como una diferencia de ángulos en la curvatura de la córnea, lo que produce una distorsión de la imagen, que es percibida como borrosa. Además, en el 80% de los casos esta última afección se puede combinar con alguna de las otras.
Los defectos refractivos se miden en dioptrías, la unidad de medida del poder correctivo que se necesita para normalizar la visión. En el caso de la miopía, es considerada baja cuando tiene hasta 4 puntos; de 4 a 8, mediana, y más de 8, alta.
Los parámetros que se utilizan para la hipermetropía son muy similares a los del astigmatismo: hasta 2 es baja, hasta 3 y medio, mediana, y alta, en adelante.
Aunque todavía no están claros los orígenes de estas patologías, la teoría más fuerte las vincula con aportes genéticos. Por eso, Carlos Salz, subdirector del Hospital Lagleyze, destierra ciertos mitos arraigados a fuerza de repetición: pasar mucho tiempo frente a la computadora o a la televisión no empeora el cuadro. Tampoco la utilización de anteojos correctivos, pues existe la creencia de que cuando se empieza a usar lentes, estos problemas de la visión se acrecientan. "El crecimiento del vicio de refacción no tiene que ver con la utilización de lentes. Hay miopías que progresan y con el uso de anteojos no lo dejan de hacer y otras que no", explicó Carlos Argento, director del Instituto de la visión.
Una intervención poco riesgosa
En este momento se utiliza una técnica denominada Lasik, que se recomienda para vicios medianos y la colocación de lentes intraoculares para los defectos mayores. Así, el Lasik puede corregir miopías de hasta 10 puntos, hipermetropías de hasta 5 y el astigmatismo en todos sus grados, siempre y cuando no sea un queratocono, que es un astigmatismo irregular de la córnea, que requiere otro tipo de tratamiento con lentes de contacto flexibles, anillos intercorneales o transplante de córnea.
Aunque el Lasik es la intervención más común en la Argentina, actualmente también se comenzó a utilizar un nuevo método: el Lasek, que realiza un corte en la córnea mucho más delgado que el anterior.
El beneficio de este tipo de intervención es que corrige definitivamente el vicio de refracción, aunque según Patricio Grayeb, jefe de cirugía refractiva del hospital Santa Lucía, los miopes deben seguir controlándose porque pueden tener algún problema en la retina o en el cristalino. Además, los riesgos actualmente se ubican debajo del 0,4%.
Los valores de las intervenciones con láser oscilan entre los 1000 y 2000 pesos por ojo y por lo general son cubiertas por las prepagas. No se realizan en hospitales públicos, aunque allí si practican otro tipo de intervenciones. En el hospital Santa Lucía, por ejemplo, se realiza la denominada queratotomía radial, para miopías bajas y el tratamiento de las lentes fáquicas para altas miopías.
¿Quiénes están en condición de operarse? La cirugía refractiva se puede realizar cuando el defecto se estabiliza, usualmente después de los 22 años. En el caso del astigmatismo puede hacerse antes, evaluando a cada paciente. La eligen los que rechazan los lentes de contactos o aquellos que están cansados de usarlos. "Es a la inversa que en otras cirugías: en el caso de cataratas o glaucoma es el médico el que hace la indicación, acá se hace un estudio previo, se le indica la cantidad de dioptrías que tiene y es el paciente el que elige si someterse o no", opinó Salz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario