¿Ser o
estar enfermo en la adolescencia?
En torno a las fronteras y márgenes de la salud-enfermedad en los procesos de socialización y su influencia en los trastornos del comportamiento alimentario en Catalunya (España).
Miercoles 29 de abril, 18 hs, Sala del Consejo Directivo (Puan 470, 2do piso)
En esta
comunicación aportaremos elementos para profundizar en el
análisis y la comprensión
de determinadas problemáticas alimentarias como son los
trastornos del
comportamiento alimentario. Esto nos permitirá, a su vez,
ampliar el debate y
la reflexión sobre los métodos (y políticas) que se están
utilizando, en
España, para prevenirlos a través de la educación alimentaria.
Los datos y la
información que se presentarán provienen de una larga
trayectoria de
investigación donde diferentes estudios de carácter cuantitativo
y cualitativo
han permitido entender y comprender la influencia de los
procesos de
socialización en la conformación, interiorización y
manifestación de actitudes
y comportamientos alimentarios que, a su vez, están
estrechamente relacionados
con estas problemáticas.
Para poder
entender y visibilizar las complejas y diversas relaciones entre
cuerpo,
género, alimentación y socialización, presentaremos los
elementos surgidos del
análisis comparativo entre las experiencias de aprendizaje
alimentario de
chicos y chicas diagnosticados de anorexia o bulimia nerviosa,
con las experiencias
de otros/as no diagnosticados/as. De ahí se derivará,
inevitablemente, la discusión
y reflexión sobre los límites y fronteras entre "lo normal" y
"lo patológico",
entre "salud" y "enfermedad" y sobre las consideraciones en
torno a "ser un
enfermo/a" o "estar enfermo/a", etc.
Todo ello nos
conducirá a plantearnos la posibilidad de contemplar a los
trastornos del
comportamiento alimentario como "Estares Alimentarios". Es
decir, desde un
punto de vista fenomenológico, estos comportamientos se podrían
considerar
formas de "estar en el mundo", dinámicas y cambiantes según el
momento y las
circunstancias personales y sociales, que toman sentido dentro
del continuum
relacionado con la lógica
cultural que explica las formas de comer en nuestro contexto
actual; y que
implican sufrimiento y displacer ("mal-estar"), pero también,
placer,
resistencia, incluso satisfacción ("bien-estar").
Finalmente,
plantearemos la necesidad de enfocar la prevención de estas
problemáticas desde
una educación alimentaria que tenga en cuenta los complejos
vínculos que
existen entre cuerpo, género y alimentación; que relacione
adecuadamente los
aspectos biológicos y sociales inherentes al "hecho
alimentario"; y que profundice
en la diversidad que existe en
cada contexto socio-alimentario concreto, contando para ello,
con las
experiencias de los sujetos sobre los que se pretende actuar.
En este sentido, resaltaremos la
necesidad de una "educación alimentaria" que incluya una visión
diacrónica,
dialéctica e interactiva de los procesos de socialización,
entendiendo a estos
últimos como procesos a través de los cuales el cuerpo es
construido en función
de las normas y necesidades sociales (Foucault, 1977), pero
también como
procesos que permiten a los propios sujetos negociar y
reinterpretar estas
normas (agency humana, Csordas
1994;
Lyon y Barbalet, 1994). Teniendo en cuenta, además, que mediante
la
alimentación "los cuerpos se expresan", entendemos que la
educación alimentaria
tiene que partir del conocimiento de estos "cuerpos" y, por lo
tanto, debe
"escucharlos".
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